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Como siempre que estoy en mi casa, me complace ir completamente desnudo, de vez en cuanto mi vista se dirige a la ventana por la que se ve un balcón que casi siempre esta vacio, con la esperanza de que algun dia, alguien , hombre o mujer, apareciera y mirara hacia mi ventana, me viera desnudo, y ver que reacción hacía al ver mi desnudez. Soy un excibicionista casero. Lo confieso.
Yo me acercaba a ella con una mano cogiendome los testículos y el pene, que solo con este gesto ya empezaba a hincharse, cuando lo tenía erecto y duro, me complacía retirar hacia atrás la piel del prepucio, descubriendo un glande rojo e hinchado, y mirando el balcon de enfrente, con la imaginación desbordada, ante mi vista aparecía una mujer joven que me miraba, con una sonrisa, en los ojos, sorpresa, no podía creer lo que estaba viendo, un hombre desnudo masturbándose delante de ella, porque yo empezaba a frotar el miembro, mirando directamente a sus ojos, desafiante, no tardaba demasiado en llegar al orgasmo, con un estremecimiento, gritando, me corría delante de ella, el chorro de semen expulsado por los testículos, dió contra la pared, por debajo de la ventana resbalando por ella, despues, la segunda expulsion, con menos fuerza cayo a mis pies, creando pequeños charquitos blanquecinos, con el pene en mi mano, lo apreté entre mis dedos, de atrás a delante, escurriendo las ultimas gotas de leche, en la punta del glande quedó una gota, que recogi entre mis dedos, mientras el miembro, despues de la corrida, se encogía, la piel del prepucio cubria de nuevo el glande, yo recuperaba el aliento, satisfecho de mi orgasmo, delante, el balcon continuaba vacio, lastima, nadie había contemplado mi placer.
Siempre, despues de mi orgasmo manual, me sentaba delante del ordenador y buscaba las páginas porno, con ellas volvía a tener de nuevo una erección, yo mismo no podía creer que mi deseo de sexo pudiera estar tan excitado, en mi mano, el miembro volvía a estar dispuesto a una nueva masturbación, me costaba un poco mas conseguir otra corrida, pero con la ayuda de las imágenes de la pantalla, al poco, conseguía otra expulsión de leche, esta vez menos fuerte, que recogía en mi mano, limpiándome despues con un pañuelo de papel. Ya satisfecho apago el ordenador y me siento en el sillón, siempre de cara a la ventana, desafiando e un posible espectador.
Cada semana viene una mujer que me hace limpieza del piso, lo pienso al percatarme del goteron de semen que aun va resbalando por la pared, tendré que limpiarlo yo, aunque pienso que si lo dejara, tal vez ella viera en ello una señal de mi lujuria, hasta el momento no le he comentado nada sobre mi sexualidad, sabe que vivo solo, pero creo que imagina que soy celibe y virgen,¡ a mis sesenta años !, no sabe que he estado casado tres veces, tengo tres hijos de mi primera mujer y varias esperiencias fuera del matrimonio, soy infiel por naturaleza, con el vicio de la masturbación compulsiva.
Copulé muchas veces con mi cuñada, la mujer de mi hermano, con la que tuve relación un año seguido, fornicábamos a diario por las tardes, era una ninfómana, nunca tenía bastante, llegó a gozar hasta cuatro orgasmos seguidos, ya con mi lengua en su clítoris como metiendo mis dedos hasta el fondo en su vagina cuando mi miembro no la penetraba, le gustaba eyacular sobre mi boca, y tambien llenar su boca con mi corrida, sentir como la leche cubría su cara y su cuerpo, gritaba como una posesa en los orgasmos, jodía mas conmigo que con su marido.
Cuando mi hermano se divorció de ella, nos dejó a los dos, creo que entro a trabajar en un prostíbulo.
Con mi nuera, con ella y con su marido, hijo de mi tercera mujer, ya que formamos un trio, alternando su coño con su boca o con su ano, tragaba todo, mientras se la chupaba a su marido, yo la penetraba, primero en la vagina para despues, introducirme en su ano, cuando me corría en su intestino, dejaba el sitio a su marido, que había estado follándola en la boca, que de nuevo la penetraba por la vagina, que etaba bien lubricada con las eyaculaciones que yo le habia provocado, con la condicion de no eyacular dentro de su útero, no quería tener hijos, por mi parte me acercaba a su boca, con la lengua lamía el miembro limpiándolo, con el marido tambien habíamos probado a tener sexo, yo le chupaba muchas veces el miembro, mientras el le metia la lengua en la vagina de su mujer, por cierto, bastante mas grueso que el mio, que sin ser de tamaño pequeño, no pasaba erecto de diez o doce centimero, mientras que el suyo, mas grueso y largo pasaba de los veinte centimetros, para mi envidia, alguna vez probé a metersela por el ano, pero tuve recelos y no lo hice, por suerte nunca dijo de darme a mi por el culo, me aterraba pensar que me metiera aquel miembro enorme en mi ano virgen, esto lo repetíamos a menudo, la mujer tragaba toda la leche que le dábamos entre los dos, lo dejamos cuando cambiaron de casa y de ciudad. Al tiempo me anunciaron que habían tenido un hijo. Supongo que de su marido. No se……
Tambien tube experiencias con la hija de mi segunda mujer, con el pubis limpio de pelo y unos labios de la vagina apretados, propios de su juventud, de ella guardo un recuerdo que aun hoy me excita y me masturbo pensando en su cuerpo desnudo. Un dia que nos dejaron solos en casa, me encontro desnudo como siempre en el sofá.
-perdona, no sabía que estabas aquí,- dijo, mientras hacia ademan de volver a salirn,
-no te vayas, hacía calor y por eso estoy desnudo, ven, sientate a mi lado,- sin dejar de mirar mi sexo, se sentó, puse mi mano sobre su pierna,
¿ habias visto antes un hombre desnudo?,
-si, me respondió, en internet, y una vez a un chico de la escuela, pero no tenía pelos y su pene era mas pequeño, me lo enseñó cuando yo le mostré mi cosa, ¿ te puedo tocar?,
-claro cariño, toca, toca. Con infantil suavidad, acercó su mano a mis testículos, el miembro reaccionó levantandose y engordando, ella apartó su mano,
¿que te a pasado ?-se ha hecho grande,- Claro, es normal cariño. ¿quieres jugar un poco ?,
-Bueno ¿Como ?.-
Puedes empezar por lamerla como un caramelo, dudó unos segundos, pero se agacho sobre el miembro.
Despues de lamer lentamente el pene, con inocencia, con su mano lo descapullaba, saboreando con su lengua el hinchado glande, que a contiuación lo rodeó con sus labios, chupándolo, yo le enseñé como tenía que frotar el miembro, lo que aprendió enseguida, fue mi primera paja hecha por una niña, que, me dijo,- ¿Me dejaras ver como te sale la leche,?-
¿como sabes que me saldrá leche?-
Nos lo enseñaron en la clase, pero lo llamaban semen,-
con su mano, rodeó el pene, arriba y abajo, cada vez mas rapido, yo empecé a gemir, era la primera vez que una joven me masturbaba y mi líbido estaba al maximo, pronto llegué al orgasmo, mientras me corría, un potente chorro de leche saltó, con un grito de placer, ella miraba atentamente como expelía el semen, alejando su cara para evitar su contacto, que mancho su blusa y sus piernas, sujetando el miembro con su mano, recogió una gota blanca que quedó en la punta con un dedo llevándoselo despues a la boca, – es dulce,- dijo extrañada y complacida.
Fue una paja perfecta, despues la hice estirar sobre la cama, desnudándola y abriendole las piernas, le hice una lamida de clítoris, metiendo la lengua profundizando en su vagina virgen, metì un dedo lentamente en el estrecho útero, procurando no romperle el himen, mientras acariciaba sus tetas, gritando y gimiendo de placer, se produjo su orgasmo escandaloso,
Me hago pipí,- dijo asustada,.
No cariño, es el placer de un orgasmo, tu primer orgasmo.
-Pues me gusta mucho.- dijo, pidiéndome por favor que querría repetir, pero que ahora la penetrara con mi verga, no lo hice, preferí que siguiera siendo virgen. De nuevo me puse entre sus piernas, en mi boca, sentí el sabor de su flujo,- volví a meter la lengua entre los labios de su vagina, frotando el pequeño clítoris, al tiempo que metía un dedo dentro de la vagina, para provocarle un orgasmo, a la niña le tremolaba todo el cuerpo con espasmos de placer, quedó tan satisfecha con el segundo orgasmo, que volvió a mamarme el miembro, y esta vez sorprendentemente se trago toda mi corrida, me pareció que le había gustado. Repetimos nuestro juego sexual unos cuantos dias, su virgo lo dejé intacto. Despues vino el divorcio. Su madre y ella me abandonaron.
Me masturbo tres o cuatro veces diarias, soñando con esto, creo que un dia se lo contaré todo a la limpiadora, ella me gusta, tiene un cuerpo bien formado, tetas pequeñas como a mi me gustan, y unas nalgas que se le marcan redonditas y fuertes, en mi imaginación ya la he desnudado mientras se mueve limpiando por el piso.
De nuevo me acerco a la ventana, en el piso de enfrente se ha encendido una luz, de nuevo me ha excitado las ganas de masturbarme de cara al vecino o vecina, aun no se quien vive ahi, el reguero de semen ha quedado prendido a la pared, ya seco, froto con un dedo, tendré que limpiarlo con agua, pero, no, seguramente Carmen, la de la limpieza, me pregunte, sera una escusa para tantearla y saber si acepta o no corresponder a mi lujuria.
Mientras miro hacia el balcón de delante, se enciende una luz, llevo mi mano a mis testículos, abarcándolos por completo, elevando el miembro, que al momento se erige como un cetro, grueso y duro, esperando mi propio masageo. A traves de la cristalera del balcón, distingo una sombra, una niña, puede que tenga cuatro o cinco años, corro la cortina para evitar que me vea, tengo conciencia, me gustaría enseñarle como gozo del sexo pero es demasiado pequeña, espero un poco por si la madre está con ella, no, se apaga la luz, por lo menos sé que hay vida en ese piso, de todos modos, me sigo frotando el miembro, estoy muy caliente, no tardo en llegar a un nuevo orgasmo, la eyaculación choca con la pared, justo en el reguero seco, un nuevo chorro de semen se une al primero, es imposible que Carmen no comente su procedencia.
Acabo de salir de la ducha, desnudo me siento a almorzar. Suena el timbre de la puerta, es Carmen, hoy es su dia de limpieza, no puedo recibirla desnudo, me pongo al menos una camisa que me cubre justo por debajo de los testículos, veo sorpresa en sus ojos, por primera vez me ve sin pantalón,
-lo siento, no he tenido tiempo de vestirme – le digo,
– tranquilo, no me importa- me dice con una sonrisa, -estas en tu casa-. Sin mas, empieza a limpiar.
Viste un pantalon corto, tiene unas piernas bien formadas, es verano, la blusa holgada permite ver que no usa sostenedores, sus pechos medianos estan libres. Yo le calculo 40 años, con un cuerpo de 25, por la tersura de sus pechos, erectos sin artificios. Me pregunto si temdrá su pubis depilado, mi deseo masturbatorio se despierta.
Con la vista sigo sus movimientos, mientras tomo el desayuno, empieza por limpiar los cristales de la ventana, me pongo en la mesa, con el ordenador delante, para mirarla con disimulo, espectante por ver como reacciona ante el reguero y las gotas de semen seco que sigue en la pared, por debajo de la ventana, si se agachara para limpiar el suelo, tendria el espectaculo de mi aparato, ya que abro mis piernas y solo con la camisa, mi sexo queda a la vista. Me excito, el pene se erige como un cipote, la camisa ya no lo cubre, estoy empalmado pongo mi mano encima para retenerlo, empiezo a masturbarlo lentamente, ella está de espaldas, limpia los cristales, de pronto gira la cabeza para decirme algo, se queda callada, se ha dado cuenta de mi manipulación, sin decir nada, solo una media sonrisa, vuelve a su trabajo.
-Mira, aquí hay una mancha en la pared- me dice de repente, -Es como si alguien hubiese escupido en ella, está ya seca, tendre que fregarla con agua, se te a caído algo, no parece saliba.
Me hago el despistado,
– no, no se que puede ser.
-Es raro, porque aquí no tienes pájaros ¿verdad ?,- noto ironía en su pregunta – Podría ser una cagada de gorrión, pero no, creo que ya se que es.
No contesto, hago ver que estoy distraido con el ordenador. Observo como se dirige a buscar un paño húmedo y frota la pared y el suelo manchado de semen seco. Sus nalgas se marcan bajo el pantalón y al agacharse enseña parte del canal de separación de los glúteos, creo que no usa ropa interior, no se le ven las bragas.
Me excita pensar en su cuerpo y el pene me vuelve a reclamar atención, aprovecho que está de espaldas y empiezo a frotarlo de nuevo, ahora ya fuera de la protección de la camisa. Deseando que ella de nuevo se levante y me vea como me masturbo. Pero de repente temo que se asuste y diga que se despide, creyendo que soy un sátiro, por lo tanto, cuando se levanta, rapidamente, me cubro con la camisa. Esperaré otra ocasión para informarle de mi afición al onanismo.
Despues de una limpieza general, le pago y se despide hasta la semana que viene, Ya en la puerta me dice:
-Vigila a los pájaros – dice con intención,- que se cagan en cualquier sitio-. Y dirige la vista a los bajos de la camisa, que un poco abierta deja ver la punta del miembro erecto. – y sobre todo a ese pajaro que te sale del nido.
-oh , perdon- digo hechando el culo hacia atrás, amagando el miembro.
No sé porqué, pero me quedo un poco cortado, cierro la puerta.Yo, exibicionista empedernido, de pronto he sentido algo de verguenza, Raro. Raro. Muy raro
Toda la semana la he pasado imaginando que Rosa no encuentra mal mi afición al sexo, pensando en ella, en su cuerpo desnudo, con su vagina, imagino, depilada, sus pechos turgentes, he llegado a masturbarme tres o cuatro veces cada dia. Siempre mirando al balcón de enfrente, esperando siempre que alguien estubiera mirando.
Estoy como nervioso y un poco asustado, toca hoy el dia de limpieza, no sé como recibir a Rosa, que pensará, ¿vindrá con animo de una relación sexual conmigo?. Su mirada a mi miembro saliendo de la camisa y su gesto de complicidad con mi vicio onanista, no la ha asustado.
Esta mañana, frente al espejo del baño, he contemplado mi cuerpo desnudo, con un poco de barriga, aun conservo algo de mi juventud, no soy lo que se dice un cuerpo atletico. En cuanto al miembro, en reposo, puede que mida mas o menos cinco centímetros. Cubiertos de espeso pelo negro los testículos cuelgan tersos, duros, Me lo encuetro un poco ridículo, me gustaría tener un pene como los que veo en las páginas porno, de veinte centímetros o mas, solo con mirarme ya tengo la verga erecta, dura como un palo, con el glande desprendiendose de la piel del prepucio. Tengo que masturbarme para relajarme.
Acabo de eyacular en el w.c., Cuando de pronto me viene a la mente afeitarme todo el pubis, y el escroto. Pienso que a Rosa. -No se porque pienso en Rosa- le gustará mas si estoy limpio de pelo. Lo hice una vez hace años, y me gustó.
Me acabo de ateitar hasta el último pelo que cubría los testículos, parece así que el miembro es mas largo y grande, mientras lo cogía con mis dedos para pasar la maquinilla, me iba excitando, y claro, acabé masturbándolo. Soy un obseso.
Solo dos gotas de semen cayeron al suelo, delante del inodoro, con el deseo de que Rosa reparara en ellas.
Mientras esperaba a Rosa, me senté en el sofá, de cara al balcón de mis vecinos, como siempre desnudo, mis manos sobre los testículos y el miembro, y la mirada desafiante a un imaginario espectador o espectadora.
Llaman a la puerta, antes de abrir, me visto con un pantalón corto que ya tengo colgado en el vestíbulo, quiero ver la reacción de Rosa al verme semidesnudo.
-buenos dias,-me saluda al entrar- parece que tienes calor,- dice con una sonrisa. –
-me gusta estar cómodo en casa.-
-yo, por casa tambien me gusta ir desnuda, ¡ Se está tan bien.!
-si te gusta estar desnuda, por mi puedes ponerte cómoda tambien aquí
-gracias, pero, de momento vengo solo a hacer la limpieza,
-¿ quieres decir que podrías hacer algo mas por mi ?
-si quieres, hablamos de otros servicios que puedo hacer, por ejemplo….
-por ejemplo…….¿.que ? –
-complacer lo que parece que es para tí una obsesión. Me dí cuenta el otro dia, no puedes dejar de masturbarte, lo haces continuamente, sin importarte quien tengas delante. Si tu quieres, yo puedo ayudarte. ¿ Nos sentamos ?.estaremos mas comodos.
Me cogió de la mano, llevándome hasta el sofá, al sentarse me mostró las piernas, mucho mas arriba de sus rodillas.
-¿ te gusta lo que ves ? Pregunto con tono excitante
-¿cuanto me costaria tus servicios?.
-por algo mas de lo que me pagas, tendría bastante. Pero te puedo hacer una demostración sin ningun coste.
-es que……tengo un problema.
-¿que problema tienes ? Lo podemos solucionar.- dice sonriendo.
-mi problema es. Que hace mas de diez años que no toco a una mujer.
-Y tienes miedo a no poder trempar y no poder penetrarme.
-Si ese es mi problema- le digo un poco abergonzado
-pero…..tu te masturbas a menudo
-Cada dia, cuatro o cinco veces.
-Tienes mucha imaginación, o ¿ te ayudan las páginas porno de internet.? – – – Normalmente los primeros orgasmos son imaginativos, pero despues tengo que ayudarme con las imágenes.
-¿cuantas veces lo has hecho hoy ?
-dos veces.
-creo que ahora necesitarás que yo te ayude, ¿lo probamos ?
-bien, pero no esperes un rio de leche,
-te voy a exprimir todo el contenido de tus testículos.
dicho esto, me despojó de la camisa, dejándome desnudo y medio estirado en el sofá, ella por su parte en dos movimientos de su cuerpo, quedó desnuda, arrodillada entre mis piernas, que levantó por encima de sus hombros, quedando mi cuerpo, con las piernas levantadas, sus manos se apoderaron del miembro y de la bolsa testicular, mientras masajeaba el escroto desnudó el pene, dejando el glande rojo e hinchado ante sus ojos, acercó su lengua por debajo lamiendo desde el ano, en el que se entretuvo metiendo la punta endurecida por su obertura, despues fue subiendo. Lamiendo los testículos, que introdujo entre sus labios, notaba como su saliba caliente dejaba una sensación húmeda a lo largo del miembro erecto, acabó metiéndolo completamente entre sus labios, chupando y succionando, con la mano lo frotaba manteniendo el glande en la boca, yo procuraba retener mi orgasmo, pero con su caricia, no pude evitar explotar en su boca, con un rugido salvaje, me corrí, sorprendentemente, no me lo esperaba, tuve una eyaculación como nunca la habia tenido con mis masturbaciones, una tras otra, hasta cuatro salidas de esperma en su boca, acompañadas de gritos y espasmos, tremolando todo mi cuerpo, ella mantubo en su boca el miembro mientras me corría, succionando y sorbiendo la expulsión de leche.
Cuando el pene se redujo entre sus labios, ella lo apretó para vaciarlo hasta la última gota, que recogió con la lengua.
-¿ No decías que no te quedaba leche?- me dice con una sonrisa- menudo trago me has soltado.
-Es merito tuyo. Jamás he tenido un orgasmo tan fuerte, gracias. Me gustaría que tu tambien gozaras, podría ayudarte.
-la verdad es que me he puesto muy caliente.
Sin decir nada, la hice sentar en el sofá, contemple´su cuerpo, desnuda, sus piernas abiertas presentando su pubis depilado, con su mano tapaba la vagina húmeda, humedad que mojaba sus dedos, arrodillado, metí mi cabeza entre sus piernas.
Buscando en su ordenador, he encontrado esta historia. Perdonarme, soy la mujer de la limpieza, el autor de este escrito no ha podido seguir escribiendo, cuando empezó a meter su lengua en mi vagina, su corazón no lo resistió, quedó muerto entre mis pierrnas, yo me vestí y antes de irme eché un vistazo al ordenador, saqué una copia rapidamente y sali de la casa. No creo que investiguen su muerte.
No tuve nada que ver con ellla
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