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"tanto lo soñe y al fin logre que se cogieran a mi mujer sin su consentimineto"
Eran las 11 de la noche del día sábado, me temblaba el cuerpo aunque yo hacia lo posible por disimular la situación con Marilin mi mujer, que ni siquiera imaginaba ni notaba mis nervios, mis hijos acababan de retirarse a dormir a la casa de su abuela, habíamos planeado ese día una noche de sexo sin que nada pudiera perturbar nuestro acto amatorio, Marilin ni siquiera en el mas remoto de sus instintos se imaginaba que yo había planeado para esa noche la realización del mas esperado de mis sueños sexuales, lo habíamos fantaseado miles de veces logrando asi unos polvos fabulosos que me dejaban cada vez mas deseoso de hacerlo realidad. Lo platicamos algunas veces tratando yo de animarla a realizarlo, pero era inútil, por las buenas nunca pasaría, por lo que me propuse hacerlo a mi modo ya que concluí en que viéndose ella ante tal situación talvez solo tendría que aceptarlo y seguir adelante, o acaso no? Y si se molestaba y me mandaba al demonio?, en realidad no lo sabia, pero después de tanto pensarlo, había decidido realizarlo de todos modos no importándome las consecuencias que pudieran acarrear, sabia que si ella lo descubría y no lo aceptaba seria muy tarde, porque por lo menos ya tendría el placer de saber que la conchita de Marilin ya habría probado otra pinga que no fuera la mía, otro mucho mas grande y gruesa que la mía, como la de nuestras fantasías. Valía la pena correr el riesgo, después de 18 años de casados y habiendo probado tantas cosas en el sexo había que seguir conociendo y descubriendo mas cosas, a nuestros 38 años nuestras ganas de coger estaban mas fuertes que nunca.
Había llegado la hora que Marilin probara en su vida una segunda pinga, porque esa conchita y ese culito apretadito siempre fueron solo míos.
Estaba acabando de fumar mi tercer cigarrillo, luego de acompañar a mis hijos a la casa de su abuela, acostumbraban de vez en cuando dormir allá los fines de semana, Marilin por indicación mía apago la tele, 11.20 marcaba el reloj, se había hecho un poco tarde, no contaba con que mis hijos se fueran tan tarde, temí que los planes se fueran al tacho por la demora, porque la hora pactada había sido para un poco mas de las 10, pero confiaba en que Rogelio, seguía allí donde debía estar, esperando el momento de entrar en acción. No había sido tan fácil decirle a él de mis planes por lo difícil de la situación, no todos los días un esposo le propone a un joven vecino para hacerle el amor a su esposa, verdad que no?, para no sentir mucha vergüenza lo hice una noche mientras nos tomábamos una cervezas, nació como una broma, era parte del mi plan, había la posibilidad que no aceptara, no porque no le gustara la idea, que joven de 23 años no querría comerse la conchita de Marilin?, sabia que muchos la miraban con ganas por la calle, era morenita, bajita, delgadita a pesar de sus años, sino que pensé que talvez por pudor no se animaría, en realidad era una situación complicada para cualquiera. Inicialmente pensó que era una broma, pero mientras mas tomados estuvimos pactamos para el sábado próximo, y ese sábado había llegado.
Marilin salió al patio trasero de la casa antes de irse a la cama, lo hacia siempre, allí se sentó para orinar, junto a las plantas que allí habían, era su rutina, el patio era amplio con una puerta trasera que daba a un campo libre y oscuro, todas las casas de nuestra calle eran iguales. Marilin, luego de breves instantes volvía a entrar a la casa, ahora yo me dirigía al corral a hacer lo mismo que Marilin. Nos cruzamos y picaramente le dije que fuera preparándose para nuestro momento, ella respondió diciéndome socarronamente que ojalá esta noche le respondiera como era debido, así me decía siempre.
Se metió al cuarto mientras yo salía al patio, oriné y sabiendo que Marilin nada sospechaba me fui al fondo del patio casi junto a la puerta de salida, allí, en un pequeño corral de patos, estaba Rogelio, yo lo había hecho pasar poco antes de las 10, fumaba un cigarro lo mas oculto posible. Yo le había asegurado que nadie iría hacia allí en horas de la noche y que podía fumar sin temor, cuantos se habia fumado?, no lo podría saber.
Ya son mas de los 11, me dijo apenas me asome al corral donde se encontraba, mi hijos acaban de irse, le dije. Podía notar su nerviosismo, aspiraba su cigarro muy seguido.
Ella ya esta en el cuarto, vamos, le dije.
Salio del corral, caminamos hasta la puerta que daba a la casa, algunas veces la cerrábamos para dormir, otras no. Lo deje en la puerta antes le recomendé una vez mas, espera que entre yo al cuarto y apague la luz de la cocina, entonces entras, la cortina de la puerta que daba a nuestro cuarto estaba apenas corrida en uno de los costados, yo lo había corrido, para que desde fuera del cuarto pudiera verse todo, desde adentro nada podíamos distinguir si solo la luz de nuestro cuarto estaba prendida. Así es que Rogelio podría ver todo lo que sucediera dentro. Marilin no tenia porque imaginar nada, asi es que ni notó y si lo hizo no le importó que la cortina estuviera un poquito corrida.
Ya estas lista putita- le dije -
Ven, apurate- me dijo- cubierta por la sabana con la que se tapaba del poco frio que hacia.
Me quite los pantalones, tenia la verga completamente parada, en calzoncillos me recosté a su lado y me cubrí con la misma sabana con la que ella se cubría, estaba solo con el calzoncito que la cubría la conchita, metí mi mano debajo y palpé su cosita aun sequita, ella metió su mano bajo mis calzoncillos y cogió con fuerza mi verga, esta rica – comento-
Me puse de rodillas y le quite en seguida su calzoncito dejándole desnuda, me quite los mios y quedamos ambos desnudos, me recosté de espaldas a su lado y como siempre le induje a chuparme la verga, ella se puso sobre mi con su cabeza a la altura de mi pinga y comenzó a lamer y a succionar con muchas ganas, asi era ella, disimulando dirigí mi mirada hacia la puerta del cuarto, me pareció ver que la cortina se movía, quizás era su respiración agitada, sabia que Rogelio estaba alli y que lo miraba todo, la desnudez de mi esposa y como me chupaba la verga, debía estar meneándose la pinga, pensé, no tendría que demorarme mucho, porque no quería que terminara haciéndose una paja y perdiera la fuerza que quería para Marilin. Me la chupó por unos minutos, luego yo la tumbé y le empecé a lamer la concha y el huequito de su culito, eso me encantaba, lo hacia con mucho mas ganas porque la situación que se estaba dando me ponía a mil, metí mis dedos en ambos agujeros de Marilin, y sin despertar sospechas, pareciendo que estaba mas arrecho que nunca fui moviéndola de a poco para que quedáramos de espaldas a la puerta, mi intención era que Rogelio pudiera ver a Marilin en todo su dimensión, en contados minutos la tenia como quería yo de espaldas a la puerta con Marilin debajo mío, entonces en esa misma posición me recosté de nuevo, ella encima mío nuevamente me cogió la verga y otra vez a chupármela, estaba de rodillas sobre la cama, de espaldas a la puerta, Rogelio tenia ahora todo el panorama del trasero de mi esposa a su disposición, lleve mis manos, a su trasero, y se lo abrí como diciéndole a Rogelio, mira lo que te cogerás, metí mis dedos a su concha y se lo abrí, como mostrándole mas de la intimidad de mi esposa, Rogelio debía estar reventándose la verga en ese instante, Había que apurar la situación, entonces la jale hacia mi y le metí toda mi verga dentro de la concha que estaba mojada completamente, inicie el clásico mete y saca y ella contribuía como solo ella lo sabia hacer, la estaba culeando rico, inspirado por sabernos observado, le metía un dedo a su culito, mientras le comía la concha con mi verga,
Te la voy a meter, por el culo, le dije-
Hazlo – dijo- siempre lo hacia.
Nos encantaba el sexo anal, y Rogelio ya lo sabia, se lo había dicho y había que mostrarle como se comía mi verga también por alli, en esa misma posición se la enterré toda por el culo, ella gimió mas y se excitaba mucho mas.
Te gusta por el culo, verdad.
Siiiii. Me encanta, matemelo así,mmmmmmmmmmm así
Rómpeme el culo – decia
Si putita, trágatelo todo- yo empujaba con fuerza mientras habría mas sus nalgas con mis manos para darle mayor visión a Rogelio
Dime putita- quien te gustaría que te culeara asi- le pregunte,
Era nuestro modo de fantasear,
Dime- de quien te gustaría comerse su verga, dimeee
De Rogelio, de Rogelio …..mmmmmmm así – estaba disfrutando como siempre
Era verdad, Rogelio siempre era parte de nuestras fantasías, porque corría de él el rumor que tenia una buena verga, que era fuera de lo común, él era de la talla de Marilin, moreno de color, una mezcla de padre negro y madre blanca, al parecer lo que no tenia en talla lo había ganado en su verga, y asi como Marilin, había de seguro muchas mas mujeres que posiblemente soñaban como mi esposa, probar alguna vez al menos en sus fantasias la verga de Rogelio.
Porque te gusta la verga de Rogelio, dímelo putita, dimelo – le decía – eso la ponía a mil
Porque es grande y muy gruesa, porque es rica, porque es negra
Te gustaría comértelo, mmmmm,- se lo empujaba con mas fuerza-
Si me gustaría chuparselo y metermelo por el culo, por la concha, por todos mis huecos
Si verdad putita- si verdad
Siiiiiiiiiiiiiiii, ssiiiiiiiiiiiii
Rogelio sabia que ella alucinaba con su verga, y de seguro estaba disfrutando con el espectáculo que le estaba brindando.
Era el momento indicado – me detuve - voy a apagar la luz, -le dije-
a ella le daba igual, con luz o sin ella,
Me puse de pie, dejándola tirada en la cama fui hasta el interruptor que estaba cerca de la puerta y apague la luz, espera un momento, dije como a quien se le ocurría algo que talvez seria necesario, voy a traer un poco de aceite para untarte en culo – le dije-
Ella no dijo nada, algunas veces le untaba el culo con aceite para que mi pinga entrara y saliera con suavidad.
Salí del cuarto, prendí la luz del comedor, alli estaba Rogelio, asustado un poco y mas nervioso, había llegado el momento, le dije con una seña que me siguiera hacia el fondo de la cocina, prendí la luz también yo estaba desnudo solo en sandalias, ya en la cocina muy bajito, le dije que la hora habia llegado,
Voy a llevar el aceite, para untarle el culo, como vez mi verga es pequeña, y asi era, solo tenia 13 cm, y ya caliente como estaba me anime y le pedi en voz baja que se sacara la verga para vérsela, para ver que tan grande era y si Marilin iba a notar la diferencia, Rogelio, se corrió el cierre de su pantalón y saco tremenda verga, la tenia lógicamente completamente parada, ¡puta madre! esa si que era verga me dije para mis adentros
Putamare, casi exclame, Pareces burro le dije muy bajito, como para sobrellevar el momento, medía fácilmente unos 20 cms o mas no lo sabría a menos que se lo midiera, sin duda mi verga era una vergüenza ante tamaña tranca y ni que decir de su grosor, no cabia duda era la verga que Marilin soñaba comerse y que tantas habia soñado tambien con ver como ella se comia algo asi, no cabia duda que estaba a un paso de hacer mi gran sueño realidad, casi me puse a temblar de emoción. Entonces entendí que el aceite en verdad ahora si seria necesario por que por el culo esa pinga no entraria con la facilidad con que entraba la mia.
No podia demorar en regresar, asi es que siempre en voz apenas audible le dije que esperará que otra vez le preguntara a Marilin de “Quien quieres que te coma el culo”, esa seria la seña para que el ingresara completamente desnudo al cuarto que estaría a oscuras, el asintió mientras ya se quitaba el pantalón, yo me dirigí de nuevo al cuarto con el pote de aceite en la mano, apague la luz de la cocina y del comedor, encendí la luz del cuarto solo un instante para ver que Marilin seguía recostada en la cama, esperándome, me vio entrar con el aceite en la mano, apagué la luz, coloque el pote de aceite en la mesita de noche a un costado de la cama, entonces le dije a mi esposa que se pusiera, al filo de la cama, de espaldas a mi y de rodillas sobre la cama, lo habíamos hecho así muchas veces, le ayude a hacerlo mientras, nada podía hacerle sospechar de lo que se avecinaba, ya estaba colocada cuando le unte un poco de aceite en el culito, diciéndole que así mi verga entraría mucho mas rico, ella lo aceptó porque algunas veces ella así lo prefería, se lo unte mientras le metía dos y hasta tres dedos, en un afán de abrírselo mas para que si acaso se daban las cosas Rogelio se la metiera también por allí, alcance a untarle también la concha, creí que era necesario también, aunque sabia de la capacidad que tenia la conchita de Marilin cuando de comerse algo por allí se trataba.
Metemelo ya – se escucho de la boca algo angustiada de Marilin - estaba muy caliente, su concha era un charco, era justo lo que quería, se la metí en primer lugar por alli, y empecé otra vez el vaivén, mientras gemíamos de placer, un par de minutos después se la metí también por el culo, luego por su conchita, se la metia y sacaba de un hueco a otra como ya era nuestra costumbre, pero había que continuar lo planeado y creí entonces que era el momento de dar la señal, y con mas nervios, le pregunte otra vez,
Dime putita, quien quieres que te culee asi, por atrás y por delante, dime, mmmmmm dime
……Rogelio! Rogeliooooooo! –gimio,
Dime porque te gusta la verga de Rogelio?
Porque esta muy rica, muy grande mmmmmm, así
Te gusta la verga de Rogelio, verdad?
Siiiiiiiiii, me encanta, me lo quisiera comer por el culo, por la conchaaaa mmmmm
Imagina que es Rogelio quien te está culeando si? siiiii, – le propuse como otras veces.
Ella no se hizo de rogar
Siiiii Rogelio, cómeme la concha, el culo – empezó a decir como otras veces.
Yo le empujaba la verga desde atrás, muy excitado, entonces note que Rogelio ya estaba a mi lado, sentí su cuerpo rozando mi costado, lo detuve mientras no dejaba yo de culear a Marilin, para no despertar sospecha alguna, con el vaivén Marilin jamás notaría que mis piernas temblaban de nervios, pensando en como terminaría esta hazaña mia, sentí en ese momento un poco de temor, pero era demasiado mi excitación como para detenerme, talvez ni Rogelio se detendría, creo que ya nada podría detener lo que ya había avanzado a solo centímetros de distancia y a unos segundos de por fin suceder. Sabia que Marilin notaría el cambio, yo rogaba porque si lo notaba, no le diera la importancia debida no imaginándose que era la verga de otra persona, y si lo notaba, pues ya estaba hecho, y Rogelio ya estaba recomendado, que una vez se la metiera, todo dependía de él, muy claro le había dicho que si se resistía o trataba de reaccionar supiera manejar la situación y que por nada del mundo la soltara, menos permitiera que pudiera despegarse de su verga. Marilin era demasiado frágil, y Rogelio aunque bajito era algo fornido, no en vano había sido militar.
Yo tenia mi verga metida en su culito en ese momento, se la saqué como parte del juego sigilosamente me hice a un lado mientras le decía que ahora se la metería por la concha, ella gemía, yo también, Rogelio estaba junto a mi como diciéndome que le cediera de una vez el lugar, solo di dos pequeños pasos al costado y Rogelio estaba en mi lugar de pie detrás del trasero de Marilin, que no hubiera dado por poder ver el primer enlace entre Rogelio y mi esposa, que coraje me dio la oscuridad, pero no me quedaba de otra que solo imaginar la verga entrando en la concha de Marilin y escucharla quejarse.
…… en fracción de segundos, sentí un quejido algo fuerte de mi esposa y…..
(aquí termina el relato de mi parte, porque lo que sigue es mejor si se los cuenta mi esposa que jamás se imaginó nada y se sorprendió de todo y que hoy puede relatar como sucedieron las cosas a partir de este instante)
Tenia la concha completamente mojada, Francisco, me estaba culeando rico, me comia el culo, la concha, como era costumbre, ahora te la meteré por la concha -me dijo - y yo le dije que si, mientras sin imaginar nada alucinaba con la verga de Rogelio.
Aaagghhhhhhhhhmmmmmmmm, - gemi – algo se habia metido en mi concha y me habia causado dolor, me quedé quieta un segundo, quise reaccionar, que era, pensé que podía ser algun objeto nuevo que habia conseguido mi marido, muy diferente a la verga de mi marido, me hizo ver el cielo, estaba tan rica, me llenaba toda la concha a lo largo y ancho, que podia ser -me dije - un pepinillo verde talvez, me dije en un momento, pero no, esto no podia ser, estaba tan caliente y tan real como una verdadera verga, será un consolador pensé luego, pero parecía tan real, era real, porque podia claramente notar que no era ningun objeto porque podia sentir un cuerpo al final de la verga, podia sentir las bolas de la verga, era una verga de carne y hueso pero no la de mi marido, era mucha la diferencia.
Francisco, -dije- a modo de interrogación, queriendo un poco desligarme para saber que es lo que estaba pasando, entonces senti la inmediata reacción del que en ese momento me poseía, senti la verga que tenia dentro me hacia gemir con mas fuerza, y unas manos en mis caderas apretándome con mas fuerza como si no quisiera que me le escapara.
Si putita, sigue culeando, asíiiiiii, escuche detrás mio, pero algo estaba mal, como podia haber alcanzado la verga de mi marido ese gran tamaño que me tenia repleta la concha y me daba tremendo placer, no lo podia entender,
Me quedé apoyada en una sola mano en la cama y instintivamente, lleve mis manos hacia atrás, tenia que palpar con mis manos esa verga que entraba y salía de mi concha y que ya estaba por hacerme correr, Franciscoooooo me vas a matar- dije sin mucha convicción de que era lo que pasaba, senti sus vellos e hice lo posible desde esa posición para tratar de coger esa verga, en mis adentros ya me imaginaba algo raro, pero no podía detenerme habia unas garras sujetándome por las caderas que me lo impedían Franciscooooooooo, que rica esta tu verga – dije sin mucha convicción –
Dejame cogerlo – dije – al ver que no me dejaba, finalmente lo logre ya que su dueño cedió un poco, me lo saque de mi concha, entonces mi manos pudieron palpar eso que casi rebasaba mis manos, era tremenda, lo supe en contados segundos, quise soltarlo asustada por la situación, en fracción de segundos supe que no era la verga de Francisco, esa no podia de ninguna manera ser la verga de Francisco, quien era entonces el dueño de tremenda verga que había logrado profanar mi concha hasta ese instante fiel a la verga de mi marido, que estaba pasando - me dije- aunque debería haberlo soltado en seguida, no pude hacerlo era como un imán que me mantenía sujeta a él, algo en mi interior se aferraba a esa gran verga,
Francisco, pregunte algo asustada como diciendo eres tu?
Dime putita- lo oi decir – entonces me di cuenta que la voz no provenía precisamente del lugar donde estaba el dueño de la verga que aun tenia en mis manos, quise en seguida reaccionar, no sabia como exactamente, molestarme o que? No lo sabia, aun estaba muy excitada y había interrumpido casi el termino de un gran polvo, pero no pude pensar mas en que hacer, lo dude por segundos y eso fue fatal, ya que enseguida sentí que me tumbaban a la cama con algo de presión y fuerza sin llegar a lo brutal, aplastándome prácticamente, hasta ese momento había estado de rodillas sobre la cama, quedé tendida de cara sobre la cama, con el trasero al aire, sentí, entonces una presión sobre mis nalgas de unas manos y una cara que empezó a lamerme el culo, y todo lo que mi trasero representaba, definitivamente no era Francisco, quien era entonces?, hice un primer intento de reacción, pero algo en mi interior me lo impidió, sentí en un segundo el placer de una lengua extraña lamiendo desaforado mi culito, mi concha, mordiendome las nalgas, succionando mi clítoris como queriendo tragarselo, igual hacia con los labios de mi concha - me estaba comiendo rico, y casi sin querer empecé a gemir, Francisco, Francisco, decia- como pidiéndole ayuda.
Sigue putita, sigue disfruta todo lo que puedas, oi la voz de mi esposo, caí en la cuenta que Francisco estaba de pie junto a la cama y que otro era el que me comía los huecos en ese momento.
En una palabra, me estaba violando un desconocido, y yo lejos de poner resistencia cada vez me entregaba al placer, de esa lengua recorriendo con vehemencia mis intimidades, anhelando ya el momento en que otra vez esa verga poseyera mi concha, sentí entonces como elevaba su cuerpo recorriendo con sus labios mi espalda hasta que su pecho alcanzo mi espalda, era logico pensar que se disponía a ensartarme en esa posición, sentí su respiración sobre mi nuca y sentí la inmensidad de su verga entre mi nalgas, senti su dureza, su grosor, longitud, era una bestia tratando de retomar el terreno perdido, me acorde entonces de Rogelio, así seria su verga- me pregunté, casi en seguida me respondí, y si es Rogelio?, podía ser, sería él?
Bajo su mano rozando mis nalgas, cogio su verga y me la restregó sobre las nalgas y rozo mi culito quise ajustar la piernas para impedirle el camino, pero tan poca fue mi voluntad que en un instante senti su verga rozando la entrada de mi concha, no espero nada y se fue metiendo esta vez de a poco, quien fuera el que estaba encima mio, sabia que ya me tenia a disposición, en segundos me metió toda su verga mientras yo gemía de placer, completamente llena, ya no estaba molesta con mi esposo, un poco asustada quizás, pero esa verga era el cielo, se movia lentamente, estaba disfrutando tanto como yo, lo podia notar, gemía tambien,
Así, que rica verga, así, me encanta mmmmmmmmmmmm así.
Prácticamente estaba entregada al placer que me estaba dando el desconocido que me estaba cogiendo.
Aaaaaahhhhhhhhhhhhhh, mmmmmmmmm, casi estaba por venirme, estaba llegando a la cima del cielo, estaba sintiendo como nunca habia sentido,
Me voy a venir, me voy a venir aaahhhhh – gemía ya no podia soportar mas tanto placer
De pronto el desconocido sabiendo que ya estaba por explotar acelero su movimiento como un poseido, como queriendo matarme de placer, mmmmmmmmmm así putita, toma, toma – finalmente lo escuchaba-
Me pareció reconocer la voz de Rogelio y ya no me importó en ese momento, y seguí moviéndome, resistiendo la embestida cuando……..
Aaaaaaaggghhhhhhhhhhhhh…. Mmmmmmmmmmmm, asiiiiiiiiiiiiiiiiii.-
Me estaba viniendo a chorros como nunca, no paraba de moverme, quería mas, que me dejara en un polvo completamente seca si fuera posible, el seguia moviéndose ahora mas loco
Mmmmmmmm, ahhhhhhhhhhhhgggg, toma, toma – decia- era sin duda Rogelio, saberlo le dio mas placer a mi culminación ………..
Aaaagggggg, mmmmmmmmmm- senti en ese momento un volcan en mi interior, no me importó que me estuviera llenado la concha de leche, eran verdaderos chorros de lava, que estaban llenado mi interior, me quemaba pero me gustaba, seguía empujando yo como queriendo que me llenara toda , el se movia mas mientras daba verdaderos alaridos, me tenia sujetada por las caderas, me dolía, pero mas me gustaba, me estaba destrozando la concha y nada me importaba, quería que el momento nunca terminara, --- finalmente las fuerzas me traicionaron y me tumbé en la cama y el se dejo caer encima mio como no queriendo separarse de mi, me mantenía llena con su verga que al parecer ahora me ajustaba mas como si hubiera engrosado aun mas, yo mantenía la cara hundida en la cama, tomando aire mientras el también jadeaba por el cansancio, entonces sentí, como Francisco, se recostaba a mi lado derecho - putita , te gusto?, te gustó verdad?, dime que te gusto me decia mientras me acariciaba el cabello, mientras yo aun sin poder pronunciar palabra estaba saliendo del trance, porque al parecer había estado en un trance, volví, mi cara hacia donde estaba Francisco, siguió acariciándome el cabello, entonces senti, como ese aun extraño se hacia a un lado, senti como un plop al salir su verga de mi concha, hasta ese salir me produjo placer, se recostó sin permiso a mi lado, sin pegar su cuerpo al mio, si lo hubiera hecho, quiza no me hubiera importado o no se, senti un vacio en mi concha y enseguida empezo a escurrirse su leche, por entre mis piernas, tampoco me importó, era un rio, sin lugar a dudas era todo un semental, te gusto verdad, me decia Francisco
No podía delatarme delante del desconocido, aunque mi silencio era suficiente afirmación
Me puse de costado hacia mi esposo, dándole la espalada al que yacía a mi otro costado, podía notar su respiración, no hablaba
La mano de Francisco, se dirigió a mis nalgas, y sin mas reparos, fue hasta mi concha, empapándose en mis jugos y en la leche del semental, sabia que por fin Francisco había realizado su sueño aun sin mi primer consentimiento.
Que tal Rogelio? - Pregunto Francisco -
Hubo un breve silencio luego escuche ahora si su voz,
Bien, muy rico, dijo con voz aun entrecortada
Era Rogelio, ahora por fin lo sabia, mi fantasía se había hecho realidad aun sin proponérmelo.
Acércate, dijo Francisco, refiriéndose a Rogelio porque yo estaba pegado a Francisco, sin vacilar mucho obedeció, pude sentir su cuerpo pegándose al mío, Francisco busco mi mano y lo dirigió hacia el cuerpo de Rogelio, entendí su intención, mi mano casi rozo la verga de Rogelio, hice un primer intento de retirarlo pero la mano de Rogelio tomo la mia y me señalo la posición de su verga, la tome, era lo que ellos querían y creo que yo también, lo cogi en mi mano, no estaba flácida, aun mantenía su dureza y con un glande prominente, podía sentir que era como tanto lo había imaginado, estaba empapada y no me importo, empecé a frotárselo suavemente, acariciándoselo muy suavemente agradecida por el placer que me había regalado, estaba algo nerviosa, la oscuridad me permitía soltarme un poco, sentí que las manos de Francisco hacían presión en mis hombros y cadera en una clara intención que me volteara para estar de espaldas en la cama, porque aun hasta ese momento estaba de costado de cara a Francisco, ahora tenia mayor comodidad para frotar la verga de Rogelio, Rogelio noto en que posición estaba entonces su mano busco mis senos y lo encontraron, comenzó entonces a estrujarlos suavemente, no se en que momento se dio la libertad de buscar con su boca mis senos porque en segundos ya estaba chapándomelo, como queriendo comérselos, pero con delicadeza, la mano de Francisco, seguía en mi concha que adolorido empezaba a calentarse nuevamente debido a la situación, mi mano izquierda busco esta vez la verga de mi esposo, la encontré y con facilidad mi mano abarcó casi toda su dimensión, entonces noté la diferencia, una clara y marcada diferencia, me sentí como una verdadera zorra ante tal situación, como había podido pasar, jamás me había imaginado que algo asi pudiera estar pasándome, me estaba dejando llevar por mis instintos animales, estaba siendo la puta que muchas veces solo habia hecho realidad en mis fantasías. Que iba a venir ahora, no podía tomar las riendas de la situación, aunque tenia ganas de hacerlo, Francisco debía ser el anfitrión, o acaso Rogelio? ahora podía hacer lo que quisiera, creo que ya lo estaba haciendo. Estaba mamándome las tetas y me gustaba como lo hacía.
Estaba meneándole la verga a los dos, la tenia completamente dura, la de Rogelio ya casi copaba mis manos con el grosor que iba alcanzando, que buena verga tenia en mi mano derecha, era una verdadera tranca, Francisco se sentó en la cama, solo para llevarme su verga a mi cara, me la meti en la boca, era lo que el queria y yo obedecía, Rogelio se hizo a un lado dajandome de mamar las tetas cuyos pezones ya querian reventar, mmmmmmmmmm, asiiiiiiiiiii, putita – dijo Francisco - chupamela rico asíiii.
A pesar la incomodidad no soltaba la verga de Rogelio que enseguida llevó su mano a mi concha, aun estaba mojada y caliente, me metio los dedos, y empezo a acariciar mi anito, metio su dedo que entro con facilidad, yo me revolví al sentirlo dentro, su verga en mi mano estaba como un cañon dispuesto a la guerra otra vez, mmmmmmmmmm, mmmmm, que fascinación estaba viviendo
Gemia yo mientras le chupaba la verga a Francisco, este se hizo a un lado, ven Rogelio- dijo - Rogelio quito su dedos de mi ano, pues estaba encantado en ellas, en segundos la verga de Rogelio rozó mi cara y no pude hacer menos que cogerlo con ambas manos y llevarmelo a la boca, ohhhhhhhh, mmmmm que delicia, lamí su glande gigante, y entro a mi boca llenándolo, no pude aunque quise tragármelo todo, jamás lo conseguiría, me sentia tan bien tragando esa verga, era de ensueño, lo acariciaba como jamas se lo habia acariciado a Francisco, era talvez la unica vez que la tendria en mis manos, toda mia y no queria desperdiciar nada, lo mordía con delicia muy suavemente, no queria dañar de ninguna manera esta verga tan singular, estaba tan dura y tan suave, mmmmmmmm, que rica pinggaa, casi balbuceaba sin querer dejar de mamarselo, mmmmmm, asíiii Marilin asi mamame la pinga, trágatela toda, me decia por primera vez dirigiendose a mi, eso me excitó mas y yo obedeci con mas ganas, siiii Rogelio, que rica pinga tienes. Francisco es ese momento, se movio en la cama y colocandose entre mis piernas me metió su pinga, que delicia, le estaba mamando la vergota a Rogelio y Francisco me estaba metiendo en la concha su pinga, me empece a mover con algo de dificultad mientras Francisco aceleraba sus embestidas, estaba como loco, Mmmmmmm, así putona muevete mas, asi me gusta, que seas una puta, aaahhhhh, tomaaaaaaaa diciendome me lleno otra vez la concha con abundante leche, no sabia si igual o mas de lo que Rogelio me habia dado, pero yo aun tenia para mas, el primer polvo iba a hacerme durar un poco mas esta vez, lo suponia, Francisco siguió embistiendo a pesar de haberme depositado toda su leche en mi concha, podia imaginarme su placer, era nuestro sueño haciéndose realidad, no sabia quien estaba disfrutando mas o el o yo,
Seguía mamando con sumo placer y Rogelio estaba fascinado, me tenia tomado por el cabello jalándome, como para tragar mas de su verga, tuve que dar algunas arcadas por momentos en un loco afán de meterme lo mas que podía en mi boca, mamaba sus bolas, se los mamaba todo, Francisco se hizo a un lado, yo estaba super caliente, ya habia perdido la cordura, me daba igual todo, ya no senti pudor, queria mas lo mas que Rogelio pudiera darme, siempre me habia gustado que Francisco me la metiera por el culo y por nada del mundo iba a desaprovechar esta oportunidad quizás única,
Métemelo Rogelio por favor, dude un instante no fue del nada fácil decirlo, pero lo dije
Métemelo por el culo, quiero tragarme tu verga por atrás, por favor. Casi suplique
Rogelio no se hizo de rogar ni esperar me hizo girar con algo de brusquedad, estaba demasiado excitado como para darse toda la confianza del mundo.
Te la voy a meter todita, te voy a romper el culo, te voy a hacer gritar como nunca, ya te has dado cuenta que mi pinga es mucho mas grande que la de tu marido verdad?
No me importa – dije convencida de lo que quería- rompemelo no me importa – aseguré super exitada
sentí como Francisco se bajaba de la cama, no le preste mucha atención, Rogelio estaba frotándome con sus dedos la entrada de mi culo, metiendo hasta dos dedos en ella, sobaba su verga tremenda por toda mi hendidura cuando se hizo la luz, Francisco había encendido la luz, me quede quieta por un instante, me sorprendió, solo atiné a no volver la vista y se rodillas como estaba en la cama me quede así, había que seguir, me sobrepuse del primer impacto de la luz y el pudor de sentirme observada, de que en ese momento estaba expuesta completamente a los ojos de Rogelio, pude notar que por un instante se detuvo a contemplarme, pues no sentí su verga en mi cuerpo, solo su mano.
Te gusta – era Francisco que le preguntaba a Rogelio obviamente.
Claro que si, dijo Rogelio- esta muy rica, mmmmmmmmm que rico culo –dijo- enseguida su dos manos se posaron en mis nalgas y abriéndomelas se deleito de seguro viendo el agujero de mi culo, metió su dedo en mi concha y mas mojo de leche, luego metió ese mismo dedo en culo, entró con gran facilidad.
Te gusta verdad - nuevamente preguntó Francisco- mientras se recostaba a mi lado, la pregunta era para Rogelio que nuevamente dijo
Esta riquísima, se la voy meter toda aunque se la rompa,.
Quieres que te la meta – me pregunto ahora a mi
Estaba mirándome recostado en la cama con su cara casi junto a la mía, era un rostro de completa lujuria, y de seguro la mía también
Siiiiii, que me la meta por el culo – dije anhelante
Entonces volví a sentir su glande en mi ano, estaba como reconociendo la entrada que lo llevaria a la gloria junto a mi. Con su mano derecha me abrió la nalga y empezó a empujar, mmmmmmmmmm aaaahhhhh, Dioooossss, exclame, no se si era miedo o era un placer extremo que me hacia desearlo ya dentro de mi, presionó con un poco de mas de fuerza reforzando su primera presión en mi ano cuando de pronto sentí tocar el cielo, su glande acababa de refugiarse dentro de mi, mmmmmmmmmmmmmm asíiiiiiii Rogelio que ricaaaaaa pinga tienes, ya la tengo dentro, ah,ah ah, ah, estaba jadeante de placer
ya la tengo dentro, exclamé como agradecida por permitirme tremendo placer, mientras me mordia los labios de gozo y cerraba los ojos fuertemente sintiendo tremenda presion en mi culo como si en verdad fuera a rompérseme o a explotar la pinga de Rogelio .
Siiiiiiiiiiiiiiii, ya la tienes dentro- dijo – enseguida sentí como de un solo tirón me la saco, eso si que me dolio, pero no me importó, cualquier dolor era soportable con tal de disfrutar de esa pinga, volví la mirada hacia atrás automáticamente como preguntando porque me lo acababa de sacar, por primera vez lo vi, alli detrás mio, y no senti mas que emoción, era en ese momento una belleza de moreno, tan jovencito y tan poderoso, me miro con una mirada de placer y abriendo mis nalgas luego miró fijamente hacia mi culo, estaba deleitándose con el agujero que acababa de dejar su pinga en mi culo, meneé mi trasero como pidiéndole que por favor me la metiera ya de una buena vez y toditita, en verdad me estaba muriendo de ganas por sentir toda esa pinga que completamente tiesa esperaba su momento, era preciosa era un sueño esa pinga, era maravilloso ver tamaña dimensión, mi culito estaba sedienta de el y aunque estaba algo adolorida nada me importó - métemelo, métemelo otra vez por favor Rogelio – suplique-
Francisco estaba a su lado admirando y gozando también con semejante espectáculo, en ese momento el no me importaba, Rogelio era mi todo y eso el lo sabía, al parecer se aprovechaba de ello haciéndome sufrir.
Por fin, nuevamente sentí su glande en mi ano que se abrió lo mas que pudo para cobijar la pinga de Rogelio, presionó con un poco mas de fuerza hasta que senti entrar todo el glande, aaahhhh, asíiiii Rogelio asiiiiiiiiiiiiiiiiiiiimmmmmmmmmm, empujo con un poco mas de fuerza y alojo toda su verga en mi ano, aaahhhhhhhmmm, mmmmmmmmmmmmmm alcance a delirar mientras me quedaba si aliento por tan brutal acometida, me lo habia metido todo y alli se quedó quieto, yo no pude moverme por la impresión y el completo acoplamiento que sentía, tenia el culo lleno de pinga y casi no pude respirar, por un instante pensé que si no seria mejor pedirle que me la sacara pero pensarlo fue fatal, porque en seguida Rogelio poseído como estaba por la excitación empezó a moverse de un lado a otro como tratando de aflojar un poco las paredes de mi esfínter, talvez para no sentir la presión que debía estar sintiendo su verga, también iba hacia atrás y hacia delante, empecé rápidamente a acostumbrarme a su pinga en mi culo, mmmmmmmmm. Que ricooooooooommmmahhhhhhh, me estas rompiendo el culo – casi gritaba – volvi la vista atrás y pude ver a Rogelio mordiendose los labios mientras me metia la pinga, Francisco a su lado se meneaba la verga completamente dura, lo estaba disfrutando tanto como yo y Rogelio. Era lo maximo, nunca en mi vida habia sentido lo que ahora estaba sintiendo y no queria que nunca terminara aunque le pedia que me diera mas y mas fuerte aunque sentia que me estaba partiendo el culo, que mas daba nada podia compararse al placer de estar compelamente llena de una verga que tantas veces habia imaginado y que ahora al menos este momento era completamente mio, así, Rogeliooooooooooo ya no aguanto maaasss, me voy a venir
Al escuchar esto este aceleró su arremetida y segundos antes de que yo terminara senti como me inundaba esta vez el culo,
aaggghhhhhhhhh, aaaaaaaaaaaaaaammmmmmmmmmmmmmmm, -gimio – mientras se apretaba y me arrimaba toda su verga en el culo mientras su leche inundaba mis intestinos quemandome toda
assssssiiiiiiiii negrito lindo, que ricoooooooooooooooo llename de leche, llénameeeeeeeeeeee,
su leche me quemaba pero no importaba pues mi placer es inmensamente superior a todo y completamente copada por el culo deje que mi concha se derritiera en inmensos jugos que me hicieron gritar de placer extremo aaaaaaaahhhhhhhhhhh, aahhhhggggggggggggg mas maaaasssssssssssss, maaaaaaaassssssssssssss
y allí quede tumbada aplastada por Rogelio que parecía no querer separarse de mi ni abandonar mi culo, nada me importo y luego de segundos de sumo placer casi me quede desmayada perdiéndome en el tiempo por unos minutos que quería en esos momentos que se hicieran una eternidad.
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