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Categoría: Orgías

Leonor

Todo sucedió una calurosa noche de octubre de hace unos años, cuando estábamos en casa de mi novio Carlos, mi mejor amiga, Leonor, su novio Miguel, el mejor amigo de Carlos, Javier y también Antonio, el dueño del auto, ahh y claro, yo.

El departamento estaba vacío pues los padres de Carlos estaban de viaje en el extranjero.

La noche, además de caliente, estaba de flojera. Nos divertíamos con unas botellas de tequila que Carlos saco de la cava de mi suegro, teníamos una cada uno, y la velocidad con que los chicos la tomaban era mucho a mayor a los breves sorbos que Leonor y yo le dábamos.

De muy buena gana estaríamos todos en algún antro pero los lunes suelen estar cerrados. Estábamos aburridos y con tanto alcohol en las venas la diversión y las ganas de salir de ahí comenzaron a correr por nuestras venas.

Fue Javier quien nos propuso salir de la casa y dar una vuelta en el carro de Antonio por el pueblo, que nos diera el aire para que se nos subiera el Tequila era su idea.

- ¿Cuánto tiempo saldremos y adonde? - pregunté

- Vamos a dar una vuelta a la plaza - contestó -

¡Y a ver que se nos ocurre ahí!

Hubo unos segundos de silencio.....

- Sale, vamonos ya! - ordenó mi novio.

Leonor camino hacia la puerta zigzagueando, el tequila ya había hecho su trabajo en sus pasos, trate de ayudarla pero con un : Yo puedo sola! Le permití continuar hasta la puerta del Dodge de Toño.

Otro silencio.....

- ¿Cómo nos acomodamos? - preguntó Javier
Miguel y yo nos miramos sorprendidos, ya que Carlos tomo su lugar junto a Leonor quien era la única hasta ese momento que había abordado el automóvil, lo siguió de inmediato Antonio y después Javier

- Maneja tu Miguel - le dijo Antonio, que es muy serio, además de muy celoso con su chica.

A mi en el fondo aquello me molestaba bastante, ya que conocía a mi novio y a mi amiga Leonor, y podría imaginar cual seria el sentido del cambio de lugar en el auto.

Nadie hablo durante los primeros treinta minutos de camino. Era tanta la tensión que se vivía entre el alcohol, las risas y el calor que aun cuando todos en cierto modo sabían que haríamos en ese auto, nadie se animaba a comenzar.

Leonor miraba perdidamente el toldo del automóvil, como si estuviera loca, siendo causa de su perdición el aire frió que entraba por las ventanillas del coche. Su mirada se transformo en una exquisita sonrisa y entonces... todo comenzó.

- ¡ No ! –

En un principio pensé en una actuación de mi amiga, no quise voltear ni saber lo que podría pasar con la novia de Miguel allá atrás. Pero al fin volteé y fui yo quien le quito el tenis y la calceta a Leonor, parecía un pez en sus manos, intentando liberarse del anzuelo. La cosa era divertida, A todos nos daba una risa nerviosa.

Leonor sintió como mi novio y su amigo sacaron por su cabeza una camiseta blanca con un logotipo de la marca “Bebe”.

Eran muchas manos sobre su cuerpo, provocaron que sus tetas bailaran al vaivén del automóvil al sacar sus brazos de las mangas. Se quedó en unos jeans muy ajustados y en un brassiere beige que apenas sostenía sus enormes bubies. Parecía que el juego había terminado y comenzábamos a sentir el calor de la noche.

Miguel orillo el auto, me di cuenta que el tampoco se quería perder el espectáculo.

- ¡ No ! – decía insistentemente Leonor
Después de soltarle todos los botones de sus jeans descubrimos que sus panties eran diminutos, negros y muy apretaditos.

Carlos comenzó a jalar hacia abajo el ajustado pantalón de Leonor, lo hacia despacio, como teniendo su consentimiento, pero no era así, mientras enseñaba sus hermosas piernas todos en el auto dejamos de escuchar su consistente

-No!-

Leonor es una mujer muy hermosa, con la cara de un ángel, cabello corto, castaño oscuro, labios rozados, una enormes tetas que se ven mejor aun por su diminuta cintura, las mejores nalguitas en una dimensión perfecta que nunca permitían a su ropa interior cubrirlas del todo, aahhh! y largas piernas.

- ¡ Bravo ! - dijo Antonio sin poder reprimir su calentura.

Mi amiga me miró asustada, me pedía con sus ojos ayuda y con un ultimo esfuerzo se libero de las seis manos que la sostenían para cruzar al asiento de adelante, junto a mi y su novio que seguramente la protegeríamos. Se coloco en el centro de los dos, y girando sobre si misma, semidesnuda se detuvo a llorar.

Miguel la empujo de nuevo de ahí, le dijo que tenia que volver con ellos, esto apenas comenzaba Leonor. Yo le tome las dos manos y sin escuchar sus recurrentes No, la lleve hacia el asiento trasero de nuevo, justo por donde vino.

De espaldas a mi, le fui bajando las panties lentamente, enseñando sus nalguitas, su culo, dejándolas bajar por sus muslos, por sus rodillas hasta.... tenerlas en mi mano, no pude resistirlo y la olfatee.

Al tenerla desnuda, los tres de atrás se veían mucho más calientes. Solo había que ver como les había crecido el bulto que escondían en su entrepierna.

Yo para entonces, ya era parte del juego, Miguel levantó mi minifalda de mezclilla hasta mi cintura, la convirtió en eso un cinturón, tenia sus dos manos en mis dos tetas, no se había separado del asiento del conductor y ya casi me hacia sentir mi primer orgasmo, dejaba ver mis erectos pezones tras el pequeño brasiere.

Me arranco lentamente el sujetador, dejando ver a los demás mis tremendas tetas. No me hicieron caso. En ese momento Leonor tenia su atención y mas de dos dedos en su estrecho culo.

Prácticamente Miguel me arrancó las pantaletas desde su lugar, las sentí primero esconderse en la raja de mis nalgas hasta romperse en dos, dejando ver a todos a una mujer completamente desnuda en el asiento delantero.

- ¡ No ! – gritaba Leonor.

Cuando los muchachos intentaban depilar con un rastrillo usado su panochita, lo querían dejar desnudo también, pero tanto movimiento de Leonor los hizo desistir.

La monda de Carlos busco mejor los labios de Leonor, y creo que entre su mas que visible excitación y con las ganas de obedecer los labios de mi amiga parecían hacerse agua del antojo, se quiso levantar de nuevo, pero Javier la tomo del cuello hasta el miembro de su amigo, retiró su oscuro cabello hacia atrás y comenzó a chupar la punta de la verga de Carlos.

-Chupala, no la lamas- Le dijo mi novio
Mientras con su mano subía y bajaba aquel pedazo de carne que yo tantas veces habia disfrutado.

Adelante, comencé chupar hasta sentirlo al calor de mi garganta el miembro de Miguel, mientras con su otra mano acariciaba las nalgas de Leonor que se asomaban justamente por en medio de los dos asientos.

Las manos de los demás no dejaban de entrometerse en su concha y ante la excitación, ella pareció estrecemecerse de placer agarrandole los guevos con ambas manos, mientras el pené de su violador seguía lanzando su leche y dando pequeños espasmos de placer. La escena era muy excitante, tanto que Miguel escupió una gran cantidad de esperma por mi piel.

- ¡ Quien sigue ! - dijo Carlos.

Javier se apunto de inmediato, Leonor lo miro con ojos de asustada ....poco a poco la cogió por ambas manos y contemplándola por aproximadamente dos segundos, recorrió con su vista todos los bellos de la pucha de Leonor.

- ¡ Esta rebuena, es un bizcocho tu vieja ! - le dijo a Miguel sin dejar de contemplarla.

Tomo a Leonor por la cintura, apretándola contra hasta poder lamer sus enormes tetas, su monda bien parada rozaba en medio de sus piernas los pocos pelos que le habian dejado y en un intento de abrazo la comenzó a besar salvajemente.

Las manos de ella rasguñaban su espalda y el clavaba sus uñas en las nalgas de la mancillada mujer.

-Mmmmmh, están duras. Lo dicho, eres un bizcocho-
Nuestros ojos ardían ante tal espectáculo.

Su lengua no dejo un espacio sin ensalivarle, muchas veces hasta lamía las manos de sus amigos quienes no dejaban de frotar el cuerpo de Leonor. El apretaba su culo con las manos, también lo hacia Carlos y también Antonio.
Con la otra mano casi le arrancaba las tetas y con la otra, al tenerla desnuda comenzó a introducirle muy despacio un dedo por su culo.

Dentro del apretado espacio del automóvil, colocó ambas piernas de Leonor sobre sus mismos hombros. Su pené se apretujaba entre ellas, buscando penetrar la presión con que ella defendía sus agujeros.

Mi panocha parecía arder soltaba todos los jugos que el espectáculo me provocaba sentir.
La levantó de frente a él y metió su monda entre sus muslos hasta llegar a su prohibida humedad, cuando sin poderse contener ella lanzo un suspiro de placer.

-¡ ahhhhhhhhhhhh,! -

Antonio no pudo esperar mas y sin pedirle permiso a nadie se coloco debajo de Leonor, de espaldas al asiento y con ella encima le introducía los dedos en el breve espacio que dejaba en la concha de Leonor el ir y venir de la monda de su amigo.

Entre el silencio se escuchaban los golpeteos de la piel con la piel, todos sentimos al mismo tiempo el intenso calor al penetrar Antonio con tres centímetros de su miembro, el culo de Leonor.

Miguel me tumbo boca arriba en el cofre del auto aquella, me agarró por las piernas y puso mi panocha al borde de la lamina del automóvil. Se acomodo y mientras Carlos magreaba mis tetas, el pene de su amigo se introducía en la pepa de la novia de su amigo, la humedad permitió que esto fuera sencillo, estábamos hirviendo.

- ¡ Mmmmmm!-

Introdujo por fin y muy despacio, su pene en mi vagina.

A Leonor le dilataron el culo centímetro a centímetro, nadie tenia prisa, solo Leonor quien nunca disfruto de su infierno. Los huevos de Javier no dejaban de chocar en sus muslos.

- ¡Noooooooooooo! – gritó Leonor al sentir la leche en su trasero.

Llenándola toda con su leche dentro de su cuerpo. Leonor buscaba los tirones de ropa por el suelo del auto, seguía sintiendo aun los penes de sus amigos, sentía escurrir el esperma por sus muslos y de su ropa? Nada.

Yo la estaban gozando en verdad.

La cara de Miguel apenas podía distinguirse entre tanto ajetreo, tuvo una erección al momento, me incorpore e introduje aquella verga dentro de mi boca de nuevo, chupando con vehemencia: adentro, afuera, adentro, afuera.... mientras mi amiga salía corriendo del automóvil a sabe dios donde..

Esa noche todos en ese auto nos dejamos llevar sobre pasando los limites, no me arrepiento, no que sucedió con mi amiga pero el solo recordar el momento en que deslice sus panties al suelo me hace volver a querer ser penetrada por mi amigo Miguel.
Datos del Relato
  • Categoría: Orgías
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
carolina
invitado-carolina 19-10-2004 00:00:00

QUE RICO ME IMAGINO LA CALENTURA QUE TENIAN YO SOLO LEYENDOLA ME EXCITE Y COMO ESTOY EN LA OFICINA TUVE QUE IR AL BAÑO A MASTURBARME

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