Después de haberme dejado en mi camita la otra noche que hizo que acabara dos veces mamandome la panochita y él acabo con mi mano en su pija; volvimos a deleitarnos mi papi y yo, para lo cual nuevamente buscamos quedarnos solitos en casa.

Una Tarde de fin de semana nos encontrábamos sos los dos, y como era de esperar ambos nos vestíamos ropa muy cómoda para estar en la casa, yo una faldita de lona, blusa escotada eso sin con ropa interior y el con pantaloneta y playera, sin ropa interior como acostumbraba.

Le ofrecí helado, sentados en la sala viendo cualquier cosa en la televisión, nos dedicamos más a platicar, él sentado frente a mi, donde estratégicamente lo había hecho, para tener una vista directa de mis piernas, las que se dejaban apreciar muy bien debido a la corta falda que llevaba puesta.

Con el transcurrir de los minutos y de la conversación que tocamos muchos temas, yo inconscientemente separaba las piernas, dejando ver todas mis piernas hasta el calzoncito, cosa que a papi le agradaba mucho y ya empezaba su cuerpo a reaccionar, pudiendo notar que su pija se le elevaba adentro de la pantaloneta y no hacia nada para disimular, sabiendo muy bien que yo lo estaba apreciando muy bien; estando el casi recostado en el sillón, tenia una panorámica de mi cuerpo muy buena, pudiéndome dar cuenta que mis piernas ya no las pude volver a cerrar y la vista de él estaba justo directamente a mi panochita.

Nos acabamos el helado, me pare, le ofrecí más, me dio su plato y rápidamente me tomo de la mano y me dijo, ven mi reina linda quiero que platiquemos pero siéntate aquí en mis piernas, tal y como lo hacías cunado eras una niña, casi sin darme tiempo a responder, en cuestión de segundos yo ya estaba sentada en sus piernas, casi a la altura de su pija, la que pude sentir muy dura.

Mi papi me tomo de la cintura rodeandomela con sus manos me atrajo más hacia él, empezando a hacer un suave movimiento con sus pies para que me moviera; seguíamos platicando de cualquier tema, solo que ahora ya los dos juntos, cuando el llevo su mano hasta mis rodillas y empezó a acariciarmelas, yo encantada de esa sensación, y con la otra mano me la fue bajando de la cintura hacia mis nalgas, frotándomelas; yo estaba allí sentada encima de mi papi, sin poder decirle nada porque me gustaba y lo disfrutaba, me deje llevar hasta las ultimas consecuencias, sabiendo muy bien lo que él deseaba y que él sabia muy bien que lo que habíamos hecho en las noches anteriores yo lo había disfrutado.

Me fue subiendo la mano hasta mis muslos, sin sentirlo separe mis piernas para indicarle que tenia paso libre hasta mi panocha, lentamente fu metiéndome la mano hasta alcanzarme la panochita que ya estaba mojada de la excitación. me la acariciaba encima del calzón, haciéndome círculos con los dedos, yo ya estaba bien abierta; cuando me tomo la mano e hizo que le agarrara la pijota bien dura que tenia adentro de su pantaloneta, sin esperar más procedí a acariciarsela sintiendosela hinchada, dura y gruesa, me jalo hacia él y me dió suaves y tiernos besos en mis mejillas, cuando yo no pude resistirme y le busque la boca, a lo que el asombrado respondió con su lengua, nos estábamos besando mi papi y yo como si fuéramos novios o amantes, él me había metido la mano adentro del calzón para buscar mis labios vaginales y acariciarmenlos, ya había encontrado mi gallito y lo acariciaba divinamente, lo que hacia que yo me abriera más y dejara que me hurgara toda la panochita, sintiendo como de repente bajaba el dedo y me tocaba el anito.

Yo ya había logrado meter mi mano y sacarle la pijota tiesa, lo estaba masturbando tal y como lo había hecho la otra noche, sentía como ese pedazo de carne se hinchaba y dejaba salir un liquido de la puntita; me cargo y me tumbo en el sillón, me quitó el calzón, me separo las piernas y rápidamente acerco su cara a mi panochita para meterle la lengua y mamármela como a mi me gustaba; él se quito la pantaloneta allí hincado frente a mi, dejándome ver esa gran pija que por primera vez la tenia a plena luz del día, para mi deleite.

Me estaba dando placer como antes me lo había dado, no podía resistirme mucho de sentir que mi papi me estaba haciendo sexo oral, que de inmediato alcance mi primer orgasmo, estremeciendo mis muslos, grite como nunca antes lo había hecho, le dije que me gustaba mucho como me lo hacia y que lo amaba, que siguiera estremeciendo a su princesa con esa mamada de panocha que le estaba dando, sin inhibiciones le dije lo que yo sentí y me gustaba que me hiciera, lo agarre de la cabeza y con más fuerza hice que me siguiera mamando, acabe en su boca tan delicioso que le dije que siguiera; mientra me estaba mamando la panocha, con una mano me acariciaba mis tetitas y con la otra me hurgaba el culo, que sensación tan deliciosa.

Cuando el vio que estaba extasiada por esa mamada, se acostó en el sillón, con su pija apuntando hacia arriba, sin una sola explicación ni solicitud, me tomo de la cabeza y me llevo hasta su pija, yo sabiendo que era lo que quería, se la empece a besar por todos lados y con las manos lo masturbaba, cuando menos lo sentí me dijo, hija linda quiero que me la mames, metetela toda en la boca, terminando de decirlo y yo ya tenia toda su pija en mi boca mamandosela como él quería, no parecíamos papá e hija si no dos amantes desenfrenados teniendo sexo como locos y sexo oral.

Podía sentirle la pija más hinchada cada vez y él moviéndose de un lado para otro, de arriba hacia abajo, acariciándome la cara y las tetitas, me decía que lo estaba haciendo gozar como no me imaginaba, algo que yo sabia muy bien.

Empezó a moverse más rápido y me decía que se la mamara más fuerte porque estaba a punto de venirse y quería hacerlo en la boca de su hijita que era su princesa, que nunca se había imaginado el placer que le podía dar su nena, yo le dije que tanto a él como a mi me gustaba lo que hacíamos y así como él me había hecho disfrutar yo quería hacerlo disfrutar y si el quería echarme la leche en la boca yo gustosa se la recibía, diciendo eso estaba cuando pude sentir que la pija estaba a punto de reventarle, lo seguía mamando más fuerte ayudándome con las manos, pude hacer que terminara, sentí como el semen salio expulsado con mucha fuerza y de la misma fuerza se salio un poco fuera de la boca, cayendo en su estomago, yo espere que el eyaculara, lo que estaba haciendo muy fuerte y gritando que me amaba y que lo había hecho disfrutar como nadie y que lo hacia muy feliz, gemía de placer.

Para eso yo sin esperar nada y sin saber que hacer me trague todo el semen que tenia en la boca, sin sentir ninguna clase repugnancia porque era el semen de mi papi y era la primera vez que se la mamaba, acababa en mi boca y me tragaba el semen, espere a que le saliera la ultima gota, le seguí mamando la verga para exprimirle hasta lo ultimo; me miraba admirado de lo que había sido capaz de hacerle su princesa, me repetía una y otra vez que era toda una mujer y que me amaba.

Nos quedamos en el sillón, acostados yo encima de él completamente desnudos, el delicada y suavemente me seguía acariciando, nos quedamos durante varios minutos así, extasiados sin ganas casi de nada; yo aproveche para apreciar como su pija perdía la rigidez con que se la había mamado, hasta quedar reducida a su mínima expresión, le acaricie los testiculos y las piernas y el hacia lo mismo con mis espalda y mis nalgas.

Habiendo pasado buen rato, mi papi se entretuvo más en mis nalgas acariciándomelas y dándome golpes suavesitos, diciéndome lo suave y tersa que tenia la piel y que mis nalgas parecían de bebe; diciéndome eso estaba cuando menos me lo imagine me dijo que cuando era una bebe le gustaba besármelas por la suavidad de mi piel, tomándome de los brazos, me dio vuelta quedando boca abajo sobre sus piernas, me las seguía acariciando algo que a mi me gustaba porque lo hacia con mucha ternura; estando en esa posición, sentí como de repente me las estaba besando, sin quererlo y sin pensarlo me incline para subirlas un poco más y que para él fuera fácil besármelas, se pasaba de una nalga a la otra, durante buen tiempo estuvo así, algo que hizo que a mi me excitara bastante, yo parandole el culo a mi papí para que se deleitara y me hiciera sentir algo sin igual, allí estaba a su disposición.

Me besaba las nalgas y me daba fuertes mordiditas, cuando de repente sentí como me las separo con su manos y me beso en anito, entreteniéndose allí y como yo no dije ni pio, el empezó a meterme la lengua, me lamia el culito y con su mano me acariciaba la panocha, bueno lo que estaba haciendo era masturbarme mientras me chupaba el culito, que sensación más deliciosa estaba sintiendo alli con mi papi; me estaba chupando el culo, descubriendo yo una nueva sensación.

En la parte cuatro les contare como nos fue, en esa posición con mi papito, es todo un experto en dar placer con la boca, para mamarme la panocha y el culo es divino y como me hace acabar aún más.