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Categoría: Maduras

LA SEÑORA ROSA

Hola, yo soy de Buenos Aires, y vivo en mi casa desde toda la vida, hoy tengo casi 50 años y llevo una vida muy normal, conozco a mis vecinos desde que tengo uso de razón, muchos fueron amigos de mis padres y otros son hijos de ellos, pero hay una vecina que realmente me atrae mucho, no es una modelo y ni con un cuerpo increíble, es más, ella tiene 72 años y se llama Rosa, es una señora muy normal, regordeta y carga con un culo exuberante, pero su personalidad y su humor me atraen de sobremanera, es muy agradable y siempre trato de ayudarla en lo que pueda, yo soy ingeniero electrónico, pero me doy maña para hacer todo tipo de trabajo, ya que en mi casa debo reparar todo lo que se rompe o descompone.
Cada vez que veo que ella viene con las bolsas de la compras, la ayudo a llevarlas a su casa, o cada vez que se le rompe algo en su casa, se lo arreglo con mucho gusto, ella vive sola y siempre necesita que le dé una mano, ya que a su edad hay muchas cosas que no puede hacer, con tantas ayudas y atenciones que le doy, me dice que me va a invitar a cenar, para compensar todo lo que hago por ella.
Llega el día y me preparo para ir a su casa, si bien nos vemos casi todos los días, quería ir bien vestido, y cuando llegó ella se sorprende, y me halaga por mi elegancia, nos sentamos y charlamos de todo, ella me cuenta de su amistad con mis padres, y secretos de el resto de los vecinos, la verdad que lo estábamos pasando muy bien, y entre todo lo que hablamos ella me comenta de su esposo ya fallecido hace bastante tiempo, yo le pregunto.
YO: porque no volvió a estar en pareja
ROSA: no encontré a nadie que realmente pueda hacerme sentir como lo deseaba, aunque debo decir que he tenido mis permitidos
YO: no sentís la necesidad de estar con alguien para no estar todo el tiempo sola
ROSA: a mi edad es difícil que alguien se fije en mi, mas allá que me gustaría estar con un hombre
esa respuesta me cayó como anillo al dedo, ahí mismo le dije
YO: no es así, la edad no tiene nada que ver, sos muy bonita y que seguramente muchos desean estar con vos
ROSA: estas loco, quién se va a fijar en una vieja como yo
YO: vos me pareces muy atractiva mas allá de tu edad, y como yo debe haber muchos que piensan lo mismo
ROSA: no digas eso, yo puedo ser tu madre, ojalá hubiera encontrado a un hombre atento y amable como vos, seguramente me enamoraba sin pensarlo
YO: y que es lo que te atemoriza, somos grandes, se que estaríamos muy bien y te cuidaría mucho más
ROSA: no me digas eso, me haces sentir como si tuviera 15 años
Ahí mismo, sin que pueda terminar de hablar, me levanté y le di un beso en la boca, ella se sorprendió, pero respondió, me miró, y está vez ella comenzó a besarme, lo hacia muy bien, y nuestras lenguas se entrelazaban con mucha pasión, luego de unos minutos así, comienzo a besar su cuello, ella se estremece con cada beso y cuando paso mi lengua, siento que comienza a acelerar su respiración, así que sé que puedo seguir adelante, comienzo a acariciar sus tetas, que no eran muy grandes, pero tenían un buen tamaño mas allá de estar caídas, se sentían blandas y sus pezones comenzaban a endurecerse, ella daba pequeños gemidos cada vez que los apretaba, meto mi mano dentro de su camisa y saco una de sus tetas, que comienzo a besar y chupar, ella acariciaba mi cabeza, entonces saco su otra teta, y chupo ambas como un recién nacido, sus pezones se hincharon y endurecieron, yo no paraba de chuparlos y morderlos, ella solo suspiraba y daba pequeños gemidos, bajo mi mano y acaricio su concha por sobre el pantalón que llevaba, ella da un pequeño quejido de placer, se ve que lo deseaba, entonces me dice que ahí no, que mejor vayamos a la habitación, me agarra de la mano, y con sus tetas al aire, me lleva, una vez ahí comienza a sacarse la ropa, cuando se saca el pantalón y veo que llevaba una tanga con hilo dental me caliento de sobre manera, su enorme culo se lo devoraba, no aguante mas y tumbándola en la cama, hice la tanga a un lado y comencé a comerle la concha que tanto anhelaba, tenía un mix de pelos blancos y oscuros, y en medio un hinchado clítoris que sobresalía, por fin estaba saboreando la concha que desee tanto tiempo, chupaba con todas mis ganas, y ella no paraba de gemir, comenzaba a probar sus jugos que comenzaban a salir, mi lengua los recibía con gran placer, a su clítoris lo lamía y mordía suavemente, ella lo disfrutaba como adolescente, yo no podía parar y empiezo a sentir como se estremece y le arranco su primer orgasmo que llega con muchos gemidos profundos, sigo lamiendo suavemente para que Rosa recupere el aliento, ella me dice que fue hermoso y lo necesitaba.
Ya con el aliento recuperado ella me pone boca arriba en la cama y muy suavemente comienza a chuparme la pija, lo hacía con mucho amor, pasaba su lengua de punta a punta, era una delicia, sentir su lengua jugando con mi cabeza, mientras con su mano acaricia mis huevos, tragaba toda mi pija hasta desaparecer en su boca, que increíble mamada me estaba dando, pero en lo mejor lo deja para hacer su tanga de lado para subirse sobre mi pija a cabalgarla, lo hacía suave y profundo, su enorme culo se apoyaba en mis piernas, sus tetas colgaban sobre mi cara y aprovechaba para chuparlas, su interior se sentía muy caliente y mojado, realmente estaba en la gloria, luego de varios minutos de estar cogiéndola así, le digo que se ponga en cuatro y ella se acomoda, y yo me pongo detrás contemplando su gran culo, ante ese espectáculo lo único que hice fue correr su hilo y comenzar a lamer su ano en forma desesperada, pasaba mi lengua desde su concha hasta terminar en ese delicioso hoyo que siempre he deseado, me detenía en el para jugar con mi lengua a gusto y meter mi dedo pulgar, ella suspiraba y gemía de placer, nuevamente me acomode en la entrada de su concha y sin miramientos clave mi pija hasta el fondo, ella dio un quejido de placer, y en esa posición, gira su cabeza, y mirándome me dice “me gusta así”, eso me calentó muchísimo, mi pija se puso dura como un hierro, comencé a cogerla con todas mis fuerzas, Rosa gemía de inmenso placer, ver su culo enorme chocando contra mí era el sueño de mi vida, yo continuaba clavando mi pija en su concha sin piedad, cosa que hace que de arranque otro orgasmo inmenso, ella queda desplomada, y yo continuo cogiéndola con menor intensidad, cuando veo que se repone saco la pija de su hermosa concha, y suavemente comienzo a pasar la cabeza por su glorioso culo, ella suspira y me pide que lo haga despacio, apoyo la pija en la entrada de su ano y comienzo a presionar muy despacio, para mi sorpresa comienza a entrar muy lentamente, y ella solo dice un “siiiiii” suavemente, se sentía hermosa esa sensación, cuando pude meterla toda por completa empecé a subir el ritmo de la enculada, comienzo a cogerla con todas mis fuerzas nuevamente, sus nalgas hacían un movimiento exquisito, iban y venían con cada embestida, mi calentura estaba a tope y mis ganas de acabar ya no las aguantaba, ella gemía como loca, y yo empiezo a bufar descargando toda mi leche en su adorado culo, cuando la saco ella me agarra la pija suavemente y la chupa hasta dejarla totalmente limpia, nos abrazamos y besamos, y quedamos dormidos.
A mitad de la noche me despierto y le digo que me tengo que ir, ya que debía trabajar, ella me da un beso en la boca, me despido y me voy, al llegar a casa no o podía creer, mi sueño se había cumplido, pero este era el comienzo de muchas cogidas y locuras que íbamos a hacer.
Comenten así les cuento todo lo que hicimos.
Datos del Relato
  • Autor: Leandro74
  • Código: 68359
  • Fecha: 11-09-2024
  • Categoría: Maduras
  • Media: 0
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