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Categoría: Dominación

No lo esperabas

Llegaste vestida en cuero, pensando que ibas a una sesión normal donde tú ibas a dominar. Que equivocada estabas. Cuando entraste te diste cuenta que algo andaba mal, tu perro no estaba y eso no era normal, él sabe que eso te enfurece, él ya debe estar ahí sin hacerte esperar.



Pero en cuanto llegue vera (fue lo que pensaste) paso media hora y ya estabas perdiendo la poca paciencia que te quedaba el cabrón no contestaba el tel. Y tú estabas hecha una furia. A los 45 minutos ya estabas preocupada y a punto de irte, él entro en el lugar, pero no iba con la cabeza gacha como debía. No, él iba con la cabeza erguida y llevaba algo en la mano. Un maletín como el que le hacías cargar a veces que lo ibas a castigar, sonreíste pensando que él quería un castigo, pero en la otra mano tenía una soga eso no estaba previsto.



Cuando llego a ti antes de que le dijeras nada te dijo: hoy no voy a ser tu perro, hoy tú te convertirás en mi perra... Abriste mucho los ojos y una risa te quiso salir, pero antes de que replicaras te abofeteó y paso la soga por tus manos. Un nudo rápido y sencillo, pero fuerte como los que tú le hacías.



Antes de que reaccionaras ya te estaba subiendo las manos de la argolla central esa donde tantas veces lo habías amarrado. Cuando quisiste replicar te azoto otra cachetada ahí empezaste a comprender que hoy tú ibas a ser la perra fue al maletín y sacó una navaja poco a poco se acercó a ti y la puso sobre tu piel la metió entre tus ropas y fue rompiendo la tela, mientras te decía espero que no sea lo único que traes porque si no te vas a regresar sin nada encima cuando estuviste desnuda por completo...



Arrimo un potro, pero no era plano de arriba para acostarte y atarte a él, no era en forma de pirámide y tú tenías que estar en puntas para que tus labios no cayeran en él. Claro que no toda la sesión ibas a poder estar en puntas... Espero que no te canses pronto te dijo entre risas.



Fue al maletín de nuevo y saco una especie de fusta suave al tacto, la paso por tu cuello, pezones, abdomen, piernas y tu sexo, tu cuerpo reacciono erizando la piel. El primer azote en el seno derecho te tomo por sorpresa, soltaste un grito más de sorpresa que de dolor los siguientes azotes ya los esperabas pronto tus senos estaban tan sensibles y colorados que cuando sentiste mi lengua sobre ellos fue un verdadero placer, que llego hasta tu bajo vientre.



Con mi boca recorrí tu piel sin dejar nada sin lamer, tus brazos ya estaban cansados y tus pies ya empezaban a flaquear acercándose peligrosamente al filo de la madera tus flujos ya la tenían lubricada y cuando por fin tu piel la tocó notaste lo mucho que te gusto la madera lisa rosando tus labios parecía más bien un premio y suavemente él te empujaba hacia delante y atrás provocando que la madera te masturbara.



Cuando las manos pensabas que ya no podían más, sentiste como te levantaba un poco para liberar tu cuerpo y descansaste un poco en sus brazos.



Cuando te bajo de sus brazos, te ordeno ponerte en cuatro mirando al suelo... Sentiste que paso junto y te toco mientras pasaba siguió de largo hasta el maletín y cuando volvió te ordeno levantar la vista, en su mano derecha traía un collar y en la izquierda una fusta. Instintivamente subiste las manos para que el pusiera la fusta en ellas mientras esponjas el cuello en señal que aceptabas el collar, te lo puso mientras te jalaba un poco el pelo para acercarte a él lo sentiste frío al principio pero se fue calentando con tu calor lo ajusto en tu cuello y te quito la fusta de tus manos, te rozo la espalda y un escalofrío recorrió tu columna y esa sensación de calor inundo de nuevo en tu sexo.



Tras unos minutos de dolor en tu espalda te tomo del collar y te llevo hasta un potro ahora si de los planos donde tu abdomen queda encima y cada una de tus extremidades en cada pata tú ya estabas ansiosa por que te cogiera y él lo sabía te miro a los ojos mientras amarró tus manos. Una por una. Te beso la boca y antes de amarrar tus pies te soltó una firme nalgada que te estremeció y te hizo cerrar los ojos. Tomo tu tobillo y lo lamió justo antes de amarrarlo lo mismo del otro lado una vez amarrada chupo tu coño, en esa posición estas muy respuesta sabes te lamió y mordió hasta hacerte venir un par de veces se levantó y fue hasta el maletín trajo un plug y lo incierto en tu culo junto con él te penetro al mismo tiempo, firme, fuerte con ganas, con furia no duraste mucho antes de venirte y siguió su fuerza no menguaba, tenía ganas de hacer que le pidieras que se detuviera, pero tú no querías eso querías que siguiera lo más que aguantara no supiste del tiempo que pasaron así



Y de pronto paró se puso frente a tu boca y la follo te asfixió con su verga y te cacheteó con ella por último la metió en ti de nuevo y tragaste su leche caliente toda y hasta la última gota no lo sacó de tu boca hasta que estuvo de nuevo flácido entonces te soltó, se abrazaron y te vistió con ropa nueva comieron algo y estuvieron hablando toda la tarde.


Datos del Relato
  • Categoría: Dominación
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