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Categoría: Confesiones

Me gusta lo que me haces

Siempre he sido de cuerpo desarrollado y he tenido apetito sexual desde muy joven. En ese tiempo yo tenía 18 y él era un hombre bastante mayor que yo, le decía papá porque prácticamente me había criado junto con mi mamá. La primera vez que sentí su pene fue una noche que se emborrachó, yo estaba estaba recostada junto a él ya que habíamos ido a una fiesta y al ser muy tarde y estar ebrio no podíamos irnos, yo apenas estaba por dormir cuando tomó mi mano y la acercó a su miembro, sentí sus vellos y luego puso mi mano sobre su pene, frotándose con ella, en ese momento sentí miedo y quité mi mano, él ya no lo volvió a intentar ese día, lo adjudiqué a que su borrachera y no le di mayor importancia.
Pese a que no pasó nada más en un tiempo a veces recordaba ese momento y me excitaba, me masturbaba pensando en él y en lo que pasó. Llegaron entonces las vacaciones y yo me quedaba en casa a dormir más de lo acostumbrado, una mañana que mi madre se fue a trabajar y yo me quedé dormida desperté al sentir unas manos que tocaban mis pechos, los masajeaban y jalaban mis pezones, eso me comenzó a excitar pero también me asustaba ya que era mi padrastro quien lo estaba haciendo, me besó el cuello y me susurró que estábamos solos, que mi madre había ido a trabajar y no sabía que él estaba en casa. Yo traté de resistir pero no podía con la calentura, el tipo sabía perfecto lo que hacía, era tan rico, sentía tanto calor, lo dejé continuar, yo de espaldas y él tocándome, de repente sentí un bulto apretado contra mis nalgas y él aumentaba la velocidad de sus manos, sentía su aliento en mi cuello, su otra mano comenzaba a bajar por mi vientre y decidí voltear.Él se subió en mi y me quitó por completo la blusa del pijama, yo sentía su pene duro rozando mi vagina separado por nuestra ropa,comenzó a besar mis tetas, las lamía, les daba pequeños mordiscos que me hacían lanzar gemiditos de placer,a esa edad no había experimentado algo como eso, me sentía mal por mi mamá pero no podía detenerme, estaba tan excitada que cuando él me preguntó si me gustaba lo que me hacía le dije que si, que siguiera, entonces me besó, metió su lengua en mi boca y comenzó a besarme salvajemente mientras se restregaba más fuerte sobre mi, después me pidió que me sentara y que abriera las piernas, yo no ponía ni un gramo de resistencia, estaba tan caliente que lo hice, él se sentó sobre mi y aún con ropa comenzó a subir y bajar, presionaba su pene contra mi vagina,no quería que parara, sentía delicioso, estaba totalmente mojada y en mi interior solo quería más, quería sentir su pene dentro de mi, quería sentir sus manos sobre mi, yo gemía y él soltaba gruñidos y gemidos de placer. En ese momento escuchamos abrirse la reja de entrada y rápidamente dejamos lo que estábamos haciendo, era mi hermana que estaba llegando, él corrió al baño y yo me volví a recostar, tuve que terminar sola lo que habíamos empezado juntos
Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
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