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Visite a Saraí el domingo sin ninguna novedad, solo estuvimos en su casa con su mamá y su hermanita Claudia, Angélica, Lety y Esmeralda habían salido. El día lunes por la tarde recibí una llamada, ya cerca de las 5 pm.
-¡Hola! ¿Me extrañas?- ¿? Era una voz suave y con mucha sensualidad que no atinaba a reconocer aunque tenía sospecha.
-¿Ya te olvidaste de mí?- Me vuelve a preguntar.
-Claro que no, te extraño bastante.- Le conteste a ciegas, con la esperanza de que me confirmara la sospecha.
-Mentiroso.- ¿?
-De verdad, extraño mucho el calor de tu cuerpo, de tus besos. Tanto que quisiera tenerte aquí conmigo.- Le conteste ya tirando a matar o morir.
-Sabes que no puede ser, pero lo prohibido siempre será delicioso.- Me contesto, confirmándome quien era… ¿Lety? esperaba y deseaba que fuera ella.
-¿Hasta cuándo?- Pregunte.
-¡Hasta que tú quieras!- Me contesto.
¿Podía pedir algo más? No creo. Tener de amante a la cuñada, aun cuando era dos años mayor que yo. Pero ese instinto de macho alfa que habita en mí, quería más, y quería comprobar hasta dónde podía dominar a mi cuñada y si podía dominar a otra más ¿Por qué no? aprovechar que no había buena relación entre las tres mayores y mi novia, al fin y al cabo, ellas me trataban con más cariño y atención que mi propia novia.
-¿Estás sola?- Le pregunte.
-¡Sí! pero ya no tardan en llegar mi mami, Clau y tu “noviecita”.- Me contesta en forma burlona.
-Quiero tenerte de nuevo. Ven a mi casa.- Le dije, esperando esa respuesta, que me confirmara mi dominio sobre mi cuñadita. El pensar que la hiciera obedecerme, me excito bastante. Hubo unos segundos de silencio, hasta que…
-¿Cuando?- Por fin contesto.
-¡Hoy!- Le conteste.
-¿Sabes que estás loco? ¿Hoy? ¿Estás solo?- Preguntó.
-Sí, lo sé, así me tienes. Sí, hoy, mi hermanita esta con mi tía y mi prima. Mis padres pasan por ella cuando salen de trabajar en la noche.- Le dije.
-¿Pero dónde vives exactamente? porque no se bien dónde es.- Me contestó.
Ya le di la dirección correcta, con señas y todo.
-¿Le pregunto a tu noviecita si no se le ofrece nada ya que voy a tu casa?- Preguntó burlona. Confirmado, no se quieren. Ya solo me reí.
-¡Ya no la menciones, solo te quiero disfrutar totalmente y ya!- Le dije con firmeza.
Colgamos. Creí que tardaría o que tal vez no vendría a mi casa. Pero antes de las 6:30 tocaron a la puerta, abrí y era Lety, con una bella sonrisa dibujada en su hermosa carita. Pasó y apenas si cerramos la puerta nos fundimos en un sublime beso, mientras mis manos recorrían su espalda, su cintura, sus duras y deliciosas nalgas. Lucia hermosa con esa blusita tipo camiseta blanca de tirantes y ese pantalón deslavado de mezclilla que ajustaba a su cuerpo delineado y sensual.
-Aquí estoy, como querías ¿y ahora?- Me dijo con sus labios entreabiertos y con una tierna mirada.
-Quítate la ropa.- Le dije mientras me separaba de ella.
No me contesto, solo me sonrió y me miro a los ojos, vio que mi semblante era serio, miro alrededor, luego al piso. Entonces se quitó la blusa y la dejo caer al suelo, luego de desabrocho el pantalón y se lo fue quitando despacio hasta quedar solo en un brassier blanco y una pantaletita a rayas verticales blanca con morado. Se quedó quieta por unos instantes mientras me miraba, le hice gesto con los ojos referente a lo demás. Despacio se fue desabrochando el brassier, se despojó de él y lo dejo caer al suelo, sin levantar la mirada, tomó de los costados su pantaletita y se la fue bajando lentamente, primero de la pierna derecha, luego de la izquierda, la tiro al suelo. Levantó la mirada, una sonrisa pícara se dibujó en su bello rostro. Me hice un paso atrás para poder admirar su hermoso cuerpo desnudo, lo cual no había podido hacer y ahora tenía esa dicha…realmente hermosa, ver esos bellos, redondos y firmes senos con esos pequeños y rosaditos pezoncitos, su delgada figura y plano vientre, camino a esa rayita que señalaba su panochita limpia y sin vellos, esas bien formadas caderas con sus redondas y musculosas piernas.
Me acerque y la tome de la cintura, la jale hacia mí y nos fundimos en uno con nuestros labios, mientras mis manos acariciaban cada centímetro de esa desnuda espalda.
-¡Ven! vamos.- La tome de la mano y le dije que caminara por delante de mí. Era súper excitante ver así a mí cuñadita, completamente desnuda caminar por mí casa, dirigiéndose a mi recamara, sabiendo que atrás en el piso, al pie de la puerta estaba toda su ropa. Su contoneo al caminar era sublime, esas marcadas pantorrillas, sus muslos, sus caderas, sus nalgas, ¡¡¡uuuuufffff!!!
Cuando entramos a mí recamara no cerramos la puerta, me pare a un lado de mi cama, le dije con firmeza a Lety:
-Quítame la ropa.- Y ella sin decir nada me quito la playera, la arrojo al piso, luego de puso de rodillas y me desabrocho el pantalón y me lo bajo despacio, levante una a una mis piernas para que me quitara por completo el pantalón, quedando solo la trusa, ahí Lety hiso una pausa, ya que por encima de mi trusa, me acaricio unos instantes el bulto que se formaba a causa de mi tremenda erección por la excitación que tenía. Acercó su cara y le dio un beso, luego otro, luego chupo lo largo que se formaba debajo de la trusa mi verga.
-Quítamela para que ya puedas disfrutarla.- Le dije.
Despacio me quito la trusa, cuando lo hiso, mi verga salto en su cara, golpeando su mejilla izquierda, luego la acaricio con cariño, todo lo largo, así como mis huevos.
-Chúpala.- Le dije y ella obedeció. Se portó bastante sumisa, no decía nada, solo hacia lo que le ordenaba.
Con su mano derecha agarró mi verga, le bajó el glande y le lamio la cabeza despacio, haciéndome gemir de placer.
-¡¡¡Uuuuuuuuffffffff!!! Sigue, que rico.- Le dije.
Volvió a repetirlo una, dos, tres veces más y mientras lo hacía me miraba con una sonrisa pícara dibujada en su rostro. Despacio se lo fue introduciendo en su deliciosa boquita sin llegar a meterlo todo, lo aprisionó con sus labios y lentamente lo fue sacando, comenzó a chuparlo despacio, despacio, mientras su mano izquierda acariciaba mis huevos de una manera tierna. Agarré su cabeza y entre que acariciaba su cabello, también la empujaba más y más contra mí, para que me chupara más allá de lo que podía hacerlo. Lety me chupaba la verga de una manera deliciosa, capaz de hacerme venir y eso aún no quería.
-¡Levántate! y acuéstate.- Le dije.
Ella obedeció y al acostarse separo los brazos y sus lindas piernas, mostrándome su bella y deliciosa cuevita rosada y limpia. Me acomodé entre medio de sus bellas piernas, metí mis brazos por debajo de ellas, las levante y se las separe, pase mi lengua despacio por todo lo largo de su rayita, lo que provocó escapara de sus labios un suave gemido.
-¡¡¡¡Aaaaaaahhhhhh!!!!- Lety.
Volví a pasar mí lengua otra vez y otra vez, luego se la fui metiendo despacio entre sus labios íntimos hasta llegar a su botoncito, que presione despacio, arrancándole un suave y largo gemido a Lety, el cual fue repitiendo una y otra vez. Se lo agité de arriba abajo, lo hice girar una y otra vez. Le metí todo lo que alcanzaba mi lengua en su cuevita, recorriendo cada pared de su vagina, se la saque y volví a meter, la cogí con la lengua, lo que le provoco derramar ese delicioso jugo de su frutita. Yo no dejaba de meterle y sacarle mí lengua, sabia delicioso su jugo.
Lety doblo sus rodillas y las cruzó sobre mí nuca, jalándome y aprisionándome contra ella, cuando comenzó a agitarse y a gemir por un salvaje orgasmo, sus gemidos debieron haberse escuchado en toda la casa. Ya llegada la calma, me soltó, me levante un poco y me fui subiendo sobre ella que separó sus lindas piernas, la bese en sus labios para que probara sus deliciosos jugos, agarré mi verga y se la centre en la entrada de su cuevita, en eso Lety metió su mano entre ambos, agarró mi verga y se la comenzó a tallar de arriba abajo una y otra vez, volviendo a gemir con intensidad hasta que la dejo quieta y centrada en la entrada de su cuevita, entonces se la fui metiendo despacio, estaba bastante empapada y caliente, se sentía delicioso como iba entrando en ella. Por fin toque su fondo y me quede quieto por unos instantes, quería saborear esos momentos, mientras nos besábamos profunda y suavemente. Despacio comencé a bombearla, le metía y sacaba la verga una y otra vez hasta tocar el fondo de ella, poco a poco fui arreciendo en mis embestidas hasta que golpeaba con fuerza su matriz, luego paré de golpe, me quede quieto y volví a embestirla con fuerza una, dos, tres, cuatro veces más y paraba de golpe otra vez, volví a hacerlo otra vez. Lety arañaba mi espalda y me enterraba las uñas mientras gemía con fuerza, era excitante oírla.
Le saque la verga y me enderece, la contemple por unos instantes mientras ella gemía y se acariciaba su empapada panchita con una mano y con la otra sus bellos pechos.
-Voltéate.- Le dije, a lo que ella luego obedeció. Se levantó y se acomodó de rodillas.
-Levanta las nalgas y recuesta el pecho.- Así lo hizo. En esa posición, tenía un bello y excitante panorama de sus nalgas, su cuevita y de su rosado culito. Agarre mi verga y le centre la punta en su cuevita, despacio se la metí, la tome de sus caderas y comencé a bombearla despacio nuevamente. Se la metía y sacaba una y otra vez, miraba como entraba y salía mi verga de esa empapada caliente cuevita. Poco a poco fui arreciando en mis embestidas. Ensalive mi dedo pulgar y con él le presione la entrada de su culito, cuando lo sintió Lety comenzó a gemir más suavemente. No con la punta, si no con la yema del dedo, haciendo que se fuera dilatando y que mi cuñadita se excitara aún más. Luego de un rato en que la embestía con suavidad, de golpe arrecie una, dos, tres, cuatro veces y pare cuando sentía que ella estaba al punto del orgasmo, el cual me confirmo en su reclamo.
-¡Ya! ¡Ya! No seas malo, estaba a punto de acabar ¡Ha! ¡Ha!- Lety.
Me recargue sobre ella para abrazarla y nos derrumbamos sobre la cama, así, conectados como estábamos, le agarré su seno derecho con mi mano y se lo acaricie, mientras que la otra la metí debajo de su vientre e hice lo mismo con su botoncito mientras la bombeaba despacio, solo que ella ya deseaba acabar, varias veces la hice estar a punto del orgasmo y se lo interrumpí, pero ahora me suplicaba que no parara, que arreciara mis embestidas, que tuviera compasión de ella. Por una parte deseaba complacerla, por otra, deseaba seguir disfrutando de ella, de esa rica, caliente y empapada cuevita. Arrecie mis embestidas, mis huevos chocaban contra sus duras y aterciopeladas nalgas, mientras el chasqueteo de nuestros sexos iba en aumento. Comencé a bufar al sentir próximo a explotar y Lety me suplicaba que ya lo hiciera, que le llenara su deliciosa vagina con mi leche, hasta que por fin…..pude complacerla, entonces explote dentro de ella una, dos, tres grandes erupciones llenaron su caliente vagina que no pudo contener toda la leche que salía de mi verga. La bombee aún más, hasta que sentí que ya no tenía más, así nos quedamos por un rato, hasta quedo flácida mi verga, entonces me levante y le di la mano, así agarrados nos fuimos al baño para asearnos. Al entrar, nos besamos con pasión, como deseando fundirnos una vez más en uno solo y mi verga también lo deseaba, ya que se me comenzó a poner nuevamente erecta y dura entre las piernas de mi cuñadita Lety quien no tardo en notarlo y enseguida se puso de rodillas frente a mí, agarro mi trozo de carne y se lo llevo a su linda boca para comenzar a chuparla. Lo hacía despacio, poco a poco se la iba metiendo más y más adentro, no logro engullirla totalmente, pero aun así lo hacía delicioso. Luego de unos minutos, dejo de chuparla, se levantó y se colocó de espaldas a mí, recargando las manos y el pecho sobre la pared, separo sus bien torneadas piernas y levanto su culito, me coloque detrás de ella, doble un poco mis piernas, agarre mi verga y de un solo empujón se la metí en su vagina que aun chorreaba mi leche, comencé a embestirla con fuerza, de los labios de Lety escapaban de gozo gemidos que se escuchaban por toda la casa y que muy probablemente si hubieran llegado en ese momento mis padres con mi hermanita nos hubieran descubierto. Mis manos la tenían con fuerza atenazada de sus caderas para que mi verga no se llegara a salir en esas fuertes embestidas que no duraron mucho, pero que si fueron algo salvajes, hasta que volví a hacer explosión dentro de ella. Finalmente llego la calma, nos bañamos uno al otro, nos secamos y así desnudos nos salimos del baño y nos fuimos a mi recamara.
-¿Y mi ropa?- Pregunto Lety.
-Donde te desnudaste, ahí te vas a vestir.- Le conteste con una sonrisa.
-¡Ok!- Me contesto resignada.
Me vestí y bajamos. No podía dejar de admirar la belleza desnuda de mi cuñadita. Llegamos a la puerta y ahí se vistió. Nos fundimos en un profundo beso y antes de salir me regalo una bella sonrisa y:
-¿Le doy algún recadito a tu novia?- Me pregunto Lety. A quien solo le sonreí.
Se fue, más tarde me llamo para avisarme que había llegado bien. Esa noche aparte de dormir profundamente, soñé con ella. Unos días más tarde me presente a casa de mi novia, quien estaba un poco molesta conmigo porque no le había llamado, ni mucho menos la había ido a ver, mientras su mamá le decía que en lugar de molestarse conmigo, me atendiera con una sonrisa y con cariño, que con esos modos me podría hartar y dejarla. Mientras mí cuñada Esmeralda me ofrecía agua y me preguntaba cómo había estado y que me había extrañado, así como Angélica y Claudia.
Era muy notoria la atención……
invitado-Jose 09-04-2016 05:50:28
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Excelente es muy excitante y tiene mucho morbo, deberias continuar la serie.