Esa tarde tenía una boda, y como iba sin pareja y estaba sentado con unos amigos solteros tambien no parábamos de acosar con las miradas a dos chicas de la mesa de al lado que tambien estaban solas, pero sin obtener ninguna respuesta satisfactoria, más bien parecían estar encantadas de sentirse observadas pero sin ganas de hacer nada más. Durante uno de los platos que no eran de mi agrado me salí a fumar un cigarro y al poco rato salen ellas hacia el aparcamiento, las saludo, un comentario sobre la boda y vuelvo a entrar en el salón, al poco rato ellas entran y las observo unos tics inconfundibles de haber estado esnifando. La tarde fue pasando y yo comencé a darle vueltas a la cabeza buscando la manera de entrarle a una de ellas, una morena con un traje negro cortito, con un piercing sobre la boca y un lunar supersexy cerca del. Cuando me enteré que ella ya había ido a meter en el coche con un amigo mio que pasaba material y que tenía a su novia en la boda todo se me aclaró; le pillé a mi amigo un gramo, durante el baile intencionadamente choqué con ella un par de veces y durante alguna canción movidilla acabamos bailando juntos, pero sin ser muy descarado, pues ella estaba casada, como me había dicho la novia, que era prima suya, así que delante de su familia guardé las formas.
A la hora de seguir la fiesta, yo me mantuve hablando con sus primos cerca de ella, así me fuí enterando que había dejado el hotel por la mañana y que cogía un tren a las 6:00. Cuando se decidió a dónde ir y quedamos en un sitio mucha gente prefirió ir a cambiarse, con lo que había casi una hora de margén para ducharnos y cambiarnos antes de salir al local dónde habíamos quedado. Comenzó la repartición de la gente que iba a salir en los coches, sobre todo por la gente que era de fuera para llevarlos al hotel y eso, y como ella ya había dejado el hotel y yo iba solo en el coche me presté a llevarla yo y dejarla despues en la estación, ahora si que la miré de forma descarada y ella con unos ojos salvajes y marrones y con cara de niña buena me empaquetó la mochila y dijo: vamos!.
Ya en el coche le dije que íbamos a mi casa para cambiarme de ropa, puso alguna pega pero seguimos camino, yo no paraba de quitarle ojo a sus piernas y en algún cambio de marcha aproveché para rozarla suavemente. Excitado a tope comencé el ataque.
-Hacemos una paradita?.- Le dije.
-Para qué?.-Me contestó.
-Para no perder el ritmo y para seguir animados.
No contestó, con lo que me salí por una calle estrecha y oscura que ya conocía y saqué mi bolsita de coca. Hice dos rayas y le ofrecí la primera a ella, con cara de ansiedad y vicio metió la primera y yo la seguí despues.
-Qué tal?.- Le pregunté.
-Bien, pero ya la había probado, parece la misma que la de un amigo tuyo.-Me respondió.
-Si, es que aquí lo hacemos todo en grupo.
-Todo?.- Y se echó a reir.
-Otras dos?
-Vale.
Hice otras dos rayas y esta vez le dije que me aguantara ella la tarjeta que oba yo primero e incorporándome en mi asiento le echaba los brazos hacia sobre sus tetas para meterla allí y poder ver de cerca su escote. Cuando le tocó a ella cojí yo la tarjeta y la puse bien hacía mi asiento, para que tuviera que acercarse mucho a mi, se la movía y en uno de sus movimientos persiguiendola su mano se poso en mi pene, que estaba ya empalmado, la quitó y se metió la raya.
-Te gusta jugar.- Me dijo.
-Un poco.-Contesté.
-Así que un poco.- Dijo para si mientras yo arrancaba el coche.
Ya en mi piso, aparcamos en el garaje y volvimos a repetir el juego con la tarjeta. Primero ella me la puso sobre su vestidito, a la altura de su entrepierna, yo aspiré, y subiendo la cabeza lentamente fui subiendo cerca de su cuerpo por sus tetas, su cuello y su cara hasta quedar casi pegedo a su oreja y aspiré fuertemente para conocer su olor. Despues yo repetí la misma operación, pero poniendo la tarjeta en la pierna que le quedaba más lejos a ella, con lo que tuvo que apoyar una mano entre mis piernas y la acercó a mis huevos abriéndola para tocarlos, aspiró, cojió la tarjeta y la lamió e hizo lo mismo que le había echo yo antes pero parándose frente a mi boca, con la lengua se lamió los dientes y despues mis labios, cerró los ojos y me besó uniendo nuestras lenguas ávidas ya de deseo.
Subimos al piso y ya dentro yo me pegué una ducha, salí desnudo con la toalla y ella estaba tumada sobre mi cama, quise hacer la gracia de colgar la tolla de mi pene pero se me cayó y me quedé así desnudo y empalmado frente a ella que ya estaba preparando dos rayas más sobre la mesilla. Se metió la primera, me ofreció la otra y yo le dije que ahora no me apetecía, se la metío ella tambien, me agarró la polla fuertemente y me dió un beso largo y ansisoso. Despues bajó su cara hacia mi polla y comenzó a hacerme un mamada tragando toda mi polla en su boca. Tuve que hacerla parar porque estaba a punto de correrme y cogiendola y volteándola sobre la cama le dije que ahora me apetecía a mi una rayita, le subí el vestido dejando al aire un pequeño tanga color vino, se lo quité con la boca y las manos y dejé caer un poco de coca sobre su culo, cojí un billete enrollado, aspiré fuerte y le pegué un pequeño mordisco en el culo mientras que con la otra mano jugaba con los labiosd de su coño. Ya estaba completamente húmeda así que tras darle un par de cachetes en las nalgas y pasarle la lengua por su coñito la agarré por la cadera y se la metí casi de golpe porque aquel coñito estaba tan caliente y húmedo que casi fue el el que se comió a mi polla. Estaba cabalgándola salvajemente ya cuendo sonó su teléfono, yo no quería soltarla pero ella echándose hacia delante lo cojío. Era una prima suya preguntándola si ya habíamos llegado, ella le decía que estábamos de camino y seguía hablando mientras yo la iba arrastrándo hacia atrás hasta pararla al borde de la cama, la volví a poner a cuatro patas y comencé a comerle el coño, ella intentaba seguir hablando con su prima sobre su novio que estaba borracho y que en la boda habían discutido a la salida y así y yo comencé a jugar más con mi lengua, llegando hasta el su ojete, llevándole sus propios jugos y lubricándolo, introduciendo poco a poco mi lengua en el, estaba caliente y no parecía virgen con lo cual comenzó a dilatar y dejarse hacer, la lengua ya casi le entraba entera así que comencé a meterle un dedo, ella seguía hablando, bueno más bien escuchando a su prima y asintiendo pero de vez en cuando se le escapaban algunos suspiros. La situación me ponía a mil, ya le había introducido un segundo dedo y ella no dejaba el teléfono, cuando vi que aquello ya estaba preparado saqué mis dedos, se los pasé por delante de su boca, ella les pasó la lengua mientras seguía escuchando a su prima, la situación parece que también la ponía cachondísima, le pasé otra vez la lengua por el ojete, le mordí las nalgas, me puse a la altura necesaria, le di un par de cachetes y comencé a metérsela poco a poco mientras a ella se le escapaban algunos suspiros ya un poco altos de volumen que su prima no parecía escuchar rayada por lo de su novio borracho. Cuando ya la tenía metida bien adentro fui moviendome lentamente y ella tambien intentaba moverse sin soltar el teléfono, cuando por fin la prima colgó tiró el teléfono a un lado y diciendome: "eres un puto cabrón", comenzó a moverse más deprisa. Me corrí dentro, le di un lenguetazo de despedida a su ojete y con algo de mi semén que se me posó en los labios la volteé y nos dimos un beso casi mordiéndonos.
Me vestí, ella se arregló y nos fuímos al sitio dónde habíamos quedado, excusándonos por la tardanza porque no encontrábamos aparcamiento, seguimos bebiendo y metiendo rayas y la noche no acabó ahí, pero por hoy no me quiero alargar más.