La niñera
Necesitaba algo de dinero para salir con la Tropa de los Muchachos la semana siguiente, así que cuando me llamó la señora Rodríguez y me dijo que si podía quedarme cuidando a su hija el jueves en la noche, acepté.
Un poquito de trabajo no estaría mal. Además, los Rodríguez tenían televisión por cable y Liliana siempre se iba a dormir bien temprano.
¡!Tal vez se ponía a ver el canal de Playboy!!!, pensé.
Llegué a las 7:30 y la señora Rodríguez me entregó el dinero. Se iban al cine y regresarían como a las 10:30. Liliana debía bañarse ella misma a las 9:00 y acostarse a las 9:30.
- ¡No, quiero quedarme viendo televisión! - dijo Liliana.
El señor Rodríguez la miró y ella se quedó callada. Luego se fueron. Liliana corrió hacia la cocina y pidió un helado. Sus padres me habían dado instrucciones de que no le diera ningún dulce…y yo les iba a obedecer.
- Tu papá dijo que no.
- ¡Pero yo quiero! Entonces vamos a jugar.
- No hay helado – le dije. – Pero me gustaría jugar.
Me imagino que el tiempo pasó rápidamente. Tuve el huevo parado todo el día y no podía esperar hasta la hora de estar solo frente a la televisión; me masturbaba todos los días, hasta dos veces diarias y pasaron dos días sin tener la oportunidad de volverlo a hacer.
Hubo un momento en que me quede mirando a Liliana quien era muy delgada y bonita…¡Pero qué me pasaba por la mente! ¡Soy un enfermo!
- ¿Qué quieres jugar, Liliana? – le pregunté.
- Profesiones – contestó. Se sentó en el piso en el comedor y cruzó las piernas al lado del juego que había colocado en el suelo. Pude ver el lazo rosado … un momento, para!! Cambié de posición porque me sentía incómodo cuando el huevo se me comenzó a parar. Sólo había que esperar otra hora para irme a hacer la paja.
Terminamos a los 45 minutos. Luego Liliana dijo que le leyera un cuento antes de irse a bañar e irse a la cama. Regresó con el libro
y se sentó en mis piernas!! Pude sentir sus nalgas firmes y jóvenes presionando contra mi huevo. Esto era una locura!!!
Rápidamente terminé el cuento y le dije que se fuera a bañar. A esta hora ya demasiado caliente no pude esperar hasta que se durmiera y comencé a bajarme la cremallera del pantalón, al no resistír la tentación. Me fui arriba, sin hacer ruido. Liliana tenía abierta la regadera del baño. La puerta tenía una cerradura para meter la llave!! En esa situación, el huevo se me paró mas. Me arrodillé y miré. Se
había quitado el vestido mostrando sus senos que ya le habían comenzado a crecer. Los pezones sobresalían al contrastar con su piel pálida y blanca. Se dio vueltas y se quitó las pantaletas, dejando ver las nalgas juveniles que había puesto sobre mi huevo. La cuca sin pelos se vio por un instante y luego giró para comenzar a bañarse. Las imágenes de Liliana daban vueltas alrededor de mi cerebro y solo pensaba en agarrarme mi huevo. Me dirigí a la habitación de sus padres y me baje los pantalones. ¡Que alivio! Mi pene salio libremente y estaba, mas duro que nunca, tan rojo como mi cara. Le comencé a dar manuela fuertemente pensando en sus caderas, su suave… piel…flash!!
Puntos azules bailaban delante de mis ojos cuando Liliana salió corriendo escaleras abajo: me había tomado una foto haciéndome la paja!! Sentí miedo y me resbalé al pisar los pantalones y salir corriendo tras de ella después que me los subí.
En el momento en que la alcance no encontré la cámara Polaroid por ninguna parte.
- ¿Dónde esta la foto? – le grité.
- La escondí y nunca la vas a encontrar - dijo.
- ¡Dámela!. Me di cuenta de que estaba metido en un verdadero problema.
- No te la doy hasta que hagas lo que yo diga – dijo Liliana. Quiero verte hacer…lo que estabas haciendo allá arriba.
Casi me desmayé del shock que me dio.
- Quisiera mirarte … tu … tu sabes …
- Huevo – murmuré
- Si. Quítate los pantalones- exigió.
Pero qué podía hacer yo. Me estaban sobornando y además estaba muy excitado. Me bajé los pantalones.
- Quítate la pantaleta, Liliana - le susurré. Ella accedió sonriendo.
- ¿Te gusta lo que ves? – me preguntó. Mi huevo bien parado dio la respuesta. No quería hacer aquello y estaba muy sorprendido.
- Déjame tocarlo.
Estiró sus delicadas manos y lo apretó. Ya yo estaba a punto de acabar.
- Qué tibio se siente y tieso- dijo respirando con dificultad. Luego se arrodilló y se metió la cabeza de mi huevo en la boca!! Le exploté en la cara, gimiendo y sorprendido por lo que había hecho.
- Quiero mas…vamos arriba – dijo ella. Lentamente subió las escaleras y yo estaba sorprendido porque en segundos se me volvió a parar, y estaba deseoso de llegar al dormitorio.
– Tócame aquí- me pidio ella, acariciándose la joven cuca. Mi mano se extendió para sentir su tibio bollo sobre las sábanas.
- No, no, no, no puedo hacer esto….está mal hecho – dije poniéndome de pie.
- Si no lo haces le voy a mostrar a mis papas la foto!!
No pasó mucho tiempo sin que sus piernas se abrazaran alrededor de mi cabeza, mientras gemía y jadeaba. Yo tenía la cabeza enterrada en la cuca, lamiendo, pasándole la lengua y chupando.
- Cógeme, Luis. Pronto se lo tenía ya metido adentro.
No podía creer que esta putica tan delgada saltara y se moviera tan bueno debajo de mi cuando le di mas rápido y mas rápido, ya casi acabando. Luego oi un sonido que me heló el corazón. La puerta principal se había abierto: Eran los Rodríguez, ya habían llegado!!!
Ya no aguantaba, así que acabé y volví a acabar tratando de no gritar cuando Liliana también acabo debajo de mi.
- Luis, ¿en donde estás? – me llamaron.
Corrí hacia el baño y me vestí rápidamente mientras Liliana se metía dentro de las cobijas y apagaba la luz.
- Estoy en el baño – dije cuando ya podía respirar bien. Me vestí y me eché agua fría en la cara y me arreglé la ropa. La foto estaba en algún lugar de la casa. Bajé: - ¿Cómo estuvo la película? – pregunté simulando.
- Muy buena. Nos gustó – contestó la señora Rodríguez. - ¿Algún problema con Liliana?
- No, claro que no.
Sólo que la llevé a dormir. Aunque…ella no quería irse tan temprano – dije con bastante trabajo.
En ese momento el señor Rodríguez había bajado porque estaba viendo a Liliana:
-Quiere darte las buenas noches. ¿Por qué no subes corriendo y te despides?
Estuve de acuerdo y subí las escaleras, sin saber como se sentía, lo que me diría, o qué carrizo le diría a sus padres!! Toqué la puerta y me dijo que pasara.
– Mañana voy a estar sola cuando llegue de la escuela – dijo, quitándose las cobijas para enseñar la cuca brillante y con dos dedos metidos adentro. Es mejor que vengas.
End of Story
VERSIÓN ORIGINAL EN INGLÉS
I needed a little cash for next week's Boy Scout outing, so when Mr.
and Mrs. Robbins called and asked me to sit for their daughter
Thursday night, I agreed. A little undone homework wouldn't hurt.
Besides, the Robbins' had cable, and Julie went to bed fairly early.
"Maybe a little Playboy channel!", I thought.
I arrived at 7:30, and Mrs. Robbins gave me the low down. They were
going out to the movies, and would be back by 10:30. Julie was to
bathe herself at 9:00, and be in bed by 9:30. "C'mon, mom, I wanna
stay up and watch T.V.", whined Julie. A stern look from Mr. Robbins,
and she fell silent. Then they left.
Julie ran to the kitchen, and demanded ice cream. Her parents had
specifically instructed me "No snacks", and I was no pushover. "Your
Dad said no", I said. "But I want some! Then we can play a game.",
she pleaded. "No ice cream,", I repeated, "but a game would be fine."
I figured it would pass the time quickly, as I had been horny all day,
and couldn't wait to get time alone in front of the T.V. I
masturbated every day, most days twice, but I hadn't had the chance
for two days. I found myself looking at the slim, pretty Julie, and
... what was I thinking! Sick, sick sick. "What game do you want to
play, Julie?", I asked. "Careers.", she replied. She plopped the set
down on the living room floor, and sat down cross-legged beside it. I
could just glimpse the pink lace ... stop it! I thought. I shifted
uncomfortably as my cock started to get erect. Just another hour...
We finished in about 45 minutes. Then Julie said she wanted me to
read her a story before she took her bath, and went to bed. "Okay, go
find one you like", I said, thinking she was a little old for bedtime
stories. She came back with a book, and sat down in my lap! I could
feel her firm, young buttocks pressing against my cock. This was
insane! I quickly finished the story, and sent her off to the bath.
By now I was outrageously horny, and couldn't wait till she was
asleep. I started to unzip my pants, but I couldn't resist. I snuck
upstairs, quietly. Julie had the bathwater running. There was a
keyhole! Ashamed as I was, my cock prodded me on. I knelt down and
looked. She had removed the dress, revealing her just-developing
breasts. Her nipples stood out in contrast to her pale, white skin.
She turned around, and pulled off the lace panties, revealing her
taut, young buttocks that had so recently been ground into my cock.
Her hairless pussy was exposed for an instant, then she turned and got
in the bath, out of my view. I had to come now. Visions of Julie
swirled around my brain, and I could only think of sating my shameful
lust. I went in to her parents bedroom next door, and pulled down my
pants. What relief, to let my cock stand freely erect. It felt
harder than it had ever been, and was as red as my face as I thought
about what in- spired my lust. Slowly I stroked its length, thinking
of her hands, her thighs, her smooth, white skin...stroking...FLASH!
Blue spots danced before my eyes, as Julie giggled, and ran
downstairs. She had taken my picture! Panicking, I tripped over my
pants as I tried to run after her before pulling them up. By the time
I caught up with her, the Polaroid was nowhere to be found. "Where's
that picture!", I screamed, and Julie giggled again. "I hid it, and
you'll never find it.", she said. "Give it to me", I stammered,
coming out of my daze, and realizing that I was in REAL trouble. "Not
unless you do what I say", said Julie. "I want to see you do... what
you were doing upstairs." I almost fainted from shock. "I liked
watching you.. your,... you know...", "Cock", I mumbled. "Yes. Take
off your pants", she demanded. What could I do? I was being
blackmailed, but I was SO turned on. I pulled down my pants. "Take
off your nightgown, Julie", I whispered. She complied, grinning.
"Like what you see?", she asked. My erect cock answered for me. I
was so ashamed, but I was overwhelmed. "Let me touch it." She
reached out her delicate hands, and grabbed hold. I was going to come
soon. "It's so warm... and stiff", she gasped. Then she bent down,
and put the head of my cock in her mouth! I exploded all over her
her face, moaning, amazed at what I had done.
"I want more -- come upstairs", she said, and slowly walked up the
stairs. Stunned, I was erect again in seconds, and followed eagerly
to her bedroom. "Touch me down here", she demanded, caressing her
young pussy. My hand shot out to feel her warm, soft mound. She was
soaking wet! "Lick me like I licked you", she said, wriggling atop
the bedsheets. "No, I, I .. can't ... this is wrong", I said, rising
to my feet. "If you don't, I'll show my parents that picture!". Soon
her legs were wrapped around my head, and she moaned, and gasped, and
writhed. My face was buried in her cunt, frantically lapping and
licking and sucking. "Fuck me now, Bill! ", and I was in her! I
couldn't believe this slim young whore, bucking and writhing beneath
me as I pumped faster and faster, getting closer and closer. Then I
heard a sound that froze my heart. The front door had been opened;
the Robbins' were home! It was too much for me, and I came, and came,
and tried not to cry out as Julie came underneath me. "Bill, where
are you?", called Mr. Robbins.
I raced to the bathroom, and quickly dressed, as Julie got
under the covers and turned out the light. "I'm in the bathroom", I
answered, when I could catch my breath. I dressed, then doused my
face with cold water, and tried to compose myself. The picture was
still somewhere in the house. I went downstairs. "How was the
movie?" I asked as nonchalantly as I could muster. "Fine, we enjoyed
ourselves", answered Mrs. Robbins. "Was Julie any trouble?" she
inquired. "N..Not at all. I just put her to bed though -- I... she
wouldn't go down earlier", I managed to say. By then Mr. Robbins
had come down from checking on Julie. "She'd like to say goodnight to
you, Bill. Why don't you run upstairs and say goodbye". I ascended
the staircase, dreading how she might feel now, what she would say to
me, or God forbid! to her parents! I knocked, and she invited me in.
"I'm going to be home alone tomorrow after school ", she said, pulling
back her covers to reveal her glistening cunt, with two fingers deep
inside it. "You'd better be here."
Traducido por Marcos Urbina
Traduttore_traidore_presto
y dime era virgen cuando te la cojites o ya no era y cuantas beses mas te las cojistes y que edad tenia por que no dises que edad tenia ella y tu que edad tenias aided_108@hotmail. yo tengo 1 años me gustaria que me cojas