Eran las siete de la mañana, sonó el teléfono y mi madre me avisa que la llamada era para mí, al otro lado de la linea estaba Claudette, y me dice que desea que la acompañe a comprar unos zapatos. A las nueve de la mañana nos encontramos en un centro comercial fuimos a desayunar, y mientras lo hacíamos me dice: Recuerdas que hace un año me hiciste tu mujer, y en ese año lo hemos hecho dos veces por mes, y deseo que este día me lo hagas de lo mas dulce y apasionado que puedas, es el día de mis quince años, y quiero lucir radiante y satisfecha como mujer con varios orgasmos encima. Compramos los zapatos y luego nos encaminamos a uno de los apartamentos de mi madre, nos quitamos la ropa casi arracandoselas uno al otro, frente a mi estaba desnuda aquella hermosa mulata, su rostro de rasgos finos y hermosos, sus pechos duros hermosos apuntando sus pezones al techo, su cintura fina y sus nalgas preciosas, redondas paraditas y duras, sus hermosísimas piernas largas y torneadas, la besé de pies a cabeza, metí mi lengua en su vagina negrita, de labios delgaditos preciosos y clítoris rojito, jugueteaba con sus finos vellos púbicos, como anillitos, suaves, el típico resortillo milimetrico de las mujeres de color, la sentí venirse una y otra vez. tomó con sus manos mi verga roja y dura, lamía mis líquidos preseminales, a la vez que se metía la mitad de la verga a chuparla con un éxtasis indescreptible. se sentó sobre mi y empezó a metersela lentamente hasta hacerla desaparecer por completo, aquel contraste de color de piel me excitaba aún más, se la metía y sacaba con velocidad, y pensar que las primeras cuatro o cinco veces, no se dejaba meter más alla que la mitad, ahora se la tragaba con deleite, se contorneó e inclinandose sobre mi me ofrecio sus pechos de ébano, y luego ahogo sus gemidos de placer con un beso profundo, sentía caliente el interior de su panochita, se estaba corriendo espectacularmente, se dió vuelta para ponerse en cuatro, ofreciendome su hermosos culo para que se lo rompiera, no había querido antes que se la metiera por el ano, sólo me dijo que estaba ovulando y había peligro de embarazo, pero quería su leche dentro de ella, pues en la boca muchas veces la había recibido, le dilate su anito y cuando estaba lista se la empezé a meter despacio, ella no se puso tensa estaba lista y deseosa de recibirme, lentamente su culito fue abriendose para recibirme, se la metí toda, y la culié unas dos ó tres veces, pero como estaba muy excitado no tardé mucho en llenarle sus tripas de leche lo mas profundo que pude. Fué la última vez que lo hicimos, no se como se enteró o posiblemente tenía la sospecha que su madre siempre que podía me seducía, poco tiempo después se marcharon del país.