¡YA ME CALENTASTE... AHORA COJEME!
Ese día fui ha un viaje como parte de el grupo académico de la prepa donde estudio, eran las olimpiadas, valga la redundancia, académicas y deportivas y yo participaría en la materia de matemáticas, yo siempre he sido introvertida y no tenia muchas ganas de ir, porque no conocía ha casi nadie de los que irían a pesar de que estudiábamos en la misma escuela, excepto un chavo que iba en mi grupo, yo tenia 16 y el 17 no tenia grandes atractivos físicos, alomemos eso era lo que yo creía.
La tarde qué sucedió todo, yo no quise ir a los eventos deportivos que se realizaban en la escuela SEDE, a pesar que me habían invitado las chavas con las que compartía el cuarto de hotel, no se como dicho chavo se entero y mas tarde tocaría a mi puerta, el sabia que siempre he sido muy fogosa y sexy a pesar de ser tímida a veces:
--- Hola Luisa, que haces aquí, ¿porque no fuiste con las demás a ver los partidos?
--- Lo que pasa es que no tengo ganas—para ese entonces ya lo havia dejado entrar, el corazón me palpitaba muy fuerte pues sabia lo que haría--- ya sabes como soy
--- Si, se como eres (rió burlona y coquetamente a la vez)
Y sin decir mas cerró la puerta con llave, me jalo hacia el y me beso apasionadamente mientras acariciaba mis pompas (no es por presumir pero modestia aparte tengo un buen cuerpo: mis pechos son voluminosos, tengo una cintura envidiable, buen trasero y unas caderas que meneo de lado a lado con un movimiento muy cachondo) metía su pierna entre las mías, después metió su mamo en mi entrepierna y el jugo de mi pasión no se hizo esperar, metía y sacaba su mano de mis entrañas y yo no podía hacer mas que gemir de placer. Me recostó en la cama del cuarto y comenzó a besar mis labios vaginales, mi clítoris casi explotaba de placer, metía y sacaba su lengüita con un movimiento exquisito… ¡Hooooooooo!, de solo recordarlo comienzo a meterme el dedo y jugueteo con mis pechos… es, es, es delicioso… ummmmmmmmmm, aaaaaaaaaa.
Se bajó el cierre del pantalón y pensé que en ese momento me la metería pero no fue así…, se subió sobre mi y me dijo que ahora era mi turno agarrandose ese pedazo de placer. Tome con las dos manos su virilidad y me la metí a la boca, era tan grande que no me cabía, era como si estuviera comiendo un hielito y lo saboreaba cual delicioso manjar, el solo me decía no te detengas… sigue mamandomela.
Cuando el ya estaba por venirse me dijo que me esperara, yo solté su pene pero seguí mamando mis “tetas”, no supe cuantas veces tuve expulsiones de flujo que lubricaban mi cueva, mientras el se masturbaba hasta derramar semen, me sentí decepcionada, pensé que havia terminado, sin embargo afortunadamente me equivoque. Se coloco un condón y me jalo hacia el, me lo metió todito de un solo golpe y yo me retorcía del dolor, ¡yo era virgen!, el maldito me había lastimado…
Se disculpo, me dijo que no lo sabia, que, como podría imaginarlo, siendo como soy, estaba apunto de salirse cuando lo jale y le dije “te chingas, ya me calentaste y ahora me cojes bien y con muuucho placer para mi”. Sonrió y comenzó a entrar y salir, yo seguía acostada sobre la cama y el se abalanzaba sobre mi y mi culito me dolía mucho, me dijo “no cabe duda que eras quinto, aprieta mas….”
Esa fue una forma de llamarme inexperta (lo era pero no quería que me lo dijeran) y ya vendría la venganza.
Comencé ha apretar mas y mas fuerte tanto que (sin exagerar) casi no podía sacar su miseria (en realidad era muy grande pero recordar lo que me dijo me ha puesto de malas). Gemía y gritaba que ya mero se venia y fue cuando deje de apretarlo, me pregunto porque si ya mero terminaba y le conteste “¡por eso imbesil!, tu, pero yo no”. Me dio la vuelta y comenzó a lamer mi culo como un perrito, metió uno de sus dedos en mi ano y no pude evitar dejar escapar un gemido de placer, metía y sacaba su dedo
mientras me llamaba perra y me decía que si me gustaba, cuando le conteste que si… me sentó sobre el y de un solo empuje me lo metió todito, esta vez por el ano y nueva mente me dolió pero no tanto además que seria ese dolor con la promesa de un gran placer……..
Comenzamos ha hacer lo que llaman la posición de perrito, el metía y sacaba su pene y yo solo atinaba a gemir de placer, cada vez los movimientos eran mas rápidos, cada vez mas frenéticos y…….. Al fin derramo dentro de mí toda su pasión acompañada de un gemido que compartimos, ambos llegamos al mismo tiempo, pero…, yo no estaba satisfecha……. Quería más….
Cuando saco su pene de mi ano pude notar que venía acompañado visiblemente con rastros de sangre, claro que me asuste un poco pero pensé que seria normal. El Coloco nuevamente un condón y se me encimo, comenzó a lamer mis pechos… bajó nuevamente a mi cuevita, metía y sacaba su lengua, jugueteaba con mi clítoris… mis piernas estaban sobre sus hombros… con sus manos seguía acariciando mis pechos… metió tres dedos de su mano un mis entrañas y me dolió, cuando saco su mano estaba manchada de sangre, pero, ya no me importo, yo solo quería gozar.
El suelo del cuarto estaba alfombrado, así que, me dijo que me bajara, levanto mis piernas y las recargo en la cama, una vez echo esto, metió su pene y comenzó a moverse de una manera muuuuy rica………, deliciosa, diría yo. Yo jugueteaba con mis pechos, los mamaba, me metía el dedo en el ano, no sabia que hacer para prolongar más mi placer, para acrecentarlo….
El siguió moviéndose…. Y yo, por supuesto, también, cada vez mas rápido, cada vez apretaba mas… ya no soportaba, estaba por llegar al clímax… estaba, estaba….. Ahggg.
Estoy muy mojada, mis dedos ya no son suficientes para apaciguar este incendio que recorre todo mi cuerpo. Considero que siempre hay que ceder el derecho de la duda…
Así que el final lo dejo a la imaginación del lector…. Para darles una idea de dicho final… boy ha llamar por teléfono a…. “mi compañero”.