Qué abrumadísimo és estar en vivo y a todo color en el cmapo santo; con toda esa sosobra de ambiente extraño hasta lugubre, ni siquiera sé escucha de viva voz.Nada de nada rodeados hasta donde alcanza la mirada misma y más allá, las tumbas de nuestros seres queridos enterrados.

Acompañando personalmente en estos días a visitar la tumba de su queridísima abuela; donde además de verla físicamente sobre todo límpiarla, por supuesto sacar las flores marchitas igualmente secas. Qué le cambia por unas nuevas en el florecito de la lapida de su difunta abuela en vida.

Yessenia le conversa cómo estuviera viva todavía frente a su abuela; agachada con tono frágil, melancolía, quebrada y tristeza. Vestida con blusa blanca cerrada de manga corta, con falda efecto tubo combinada polipiel marrón chicf negra, con pantimedias y botas negras de tacones bajas negras.

El amante le pasa por toda las nalgas de lado a lado la rama de una flor continuamente; otra vez, pero ahora con toda él petalo de la misma rosa, debaj odel medio de su culo continuamente de arriba hacia abajo.

El amante sé le viene está ocurrencia máxima toma el mism oparaguas gigante; le pasa de una buena vez, la punta por abajo de las piernas y nalgas qué Yessenia. Reacciona con está agresividad especialmente sobre saltada, efectivamente con cara de pocos amigos. Completamente molestada aquí no quiero tus irrespetos, sobretodo inapropiados, por supuestos pervertidos; acuerdate estamos delante de mí abuela qué aunque la tengo sus restos mortales enterrados aquí; la tengo qué guardar todos mís respetos asimismo honrarla y no mancharla su buen legado y nombre; qué me crío hasta me hizo ser la mujer qué soy yo y solo yo hoy día.

Yessenia se despide de su abuela, al ponerse de pie sé límpia la falda le dice al amante, vamonos del campo santo. Para así atenderte a tí; qué andas tremendamente abrumado, te lo puedo ver en tú propia cara, wn tú comportamiento y de ahí, necesidad de sexo conmigo.