Autora de “Celia y su Marido José”
Hola, Chocha, en realidad no se como te llamas, ni se tu correo, pero me gusta como escribes. Me gusta el morbo que expresas al escribir. Mi sueño es conseguirme una esposa que sea bastante viciosa en cuanto al sexo. No te estoy proponiendo nada en realidad pero me gusta como escribes.
¿Quién soy? Mi nombre es José, tengo 25 años de edad, soy de Venezuela y la historia que acabo de leer se asemeja mucho a mi descripción física. Soy moreno. Tengo algo de vello en mi cuerpo, mi pene mide 16 centímetros de largo y cinco de ancho. (Mándame tu correo y te mandare una foto de mi polla, se titula “cabeza1”)
A mi pene se le marcan las venas. Lo podrás ver en la foto “palo6”. La piel que cubre mi glande, el prepucio, es bastante morena. La cabeza de mi falo es morada, brillante cuando lo tengo parado, y grande (lista para ser mamada en cualquier momento por una mujer golosa como mi autora.)
En el centro del glande tengo un pequeño orificio, tú se lo haz visto tantas veces a esos hombres a quienes te haz entregado en la realidad o en la fantasía.
Por ese lugar sale mi semen, esperma o como tú lo llamarías “ leche”. Es espeso, blanco, muy viscoso y nutritivo para la hembra.
Está lleno de proteínas y de espermatozoides... “como me gustaría que te tragaras mi leche y todos mis espermatozoides”. Tengo bastante vello púbico en todas las bolas y la base de mi verga también tine algunos, son de color negro, lo podrás ver en la foto “guevo1”. Esa parte se me ve hermosa cuando una mujer la deja llena o engrasada de flujo vaginal... “aunque estés muy lejos me gustaría que me dejaras todo mi miembro lleno de tu leche, leche de mujer. Rica para que el macho trague y se alimente también”
¿Qué me gusta del sexo? Primero las mujeres morbosas, mujeres que digan vulgaridades al hacer el amor... y solo me queda leer estas historias y escribirles a las autoras como tú que lo hacen y ademes lo relatan. Me gusta el rostro femenino, me gusta derramar mi esperma en el rostro de la mujer. Es chévere ver como mi leche corre por los labios y mejillas de una hembra, hermoso mirar como las mujeres sacan la lengua para saborearlo y como lo engullen, quedando restos semen en la lengua y otra parte en los dientes y encías rosadas, ve la foto “leche1”
También me gusta echarlo en el medio de las dos tetas, y mirar como corre hasta el vientre y llenar el ombligo. Regarlo con los dedos sobre los pezones es una delicia, la sensación del semen espeso y lo suave de la piel femenina es indescriptible. Espero que a ti te guste que te lo derramen y te hagan eso también.
La vagina es hermosa , y si algún día se te ocurre mandarme una o varias fotos de tu chocha, espero que sean como la describo.
Me gustan las vaginas, chocha o conchas, en mi país, “cucas” velludas, si son negro los vellos mejor. ¿Por Qué? Porque me gusta eyacular sobre ellos, dejarlos llenos de esperma blanca... ¿La tendrás así? No sé porque Uds. Tienen que depilarla. El hecho de que me guste eyacular en chochas velludas no implica que no me guste hacerlo adentro de ellas. Me penetrar la cueva vaginal, meterlo y sacarlo con furia para luego acabar dentro de ellas, luego abrirle las piernas a las mujeres y observar el semen dentro de ellas, dentro de su receptáculo natural. Es bello observar como los labios de la vagina se llenan de nuestro liquido espeso blanco, con olor a cloro.
A hora que hablo del coño, me acuerdo como te definiste en el relato y me gusta saber que te sientas así “Jamás me había sentido tan llena, con el coño abierto, tan poseída. Tenía la impresión de que yo había dejado de ser una mujer entera para convertirme en un simple coño. Un enorme coño para uso de los machos que lo desearan.” Por eso te salude dándote el nombre de Chocha o Cuca. Ya entiendo porque necesitas varios hombres, si eres un coño gigante, como te imaginas, requieres de varios machos para llenar tu inmensa raja velluda de color rosa... “me gustaría llenarte el coño de leche”
Hay algo que mencionas en este relato. El sexo anal. Tú lo dices más bello “la séptima u octava vez que José me daba por el culo, práctica que a él le gusta mucho”. Lo que dijiste de tu marido en la historia y el sexo anal, también va conmigo... “me gusta meterlo por el culo de las mujeres” así que me parezco a él.
¿Cómo me gusta penetrar a las mujeres por el culo? Antes de responder quiero decirte que el culo también me gusta velludo, así como la vagina.
En respuesta primero en cuatro patas, como en la foto “anal3”. De ese modo puedo tener ambos agujeros a mi disposición, además siento las nalgas suaves aplastarse en mi cintura. Puedo echarle algunos salivazos para lubricarlo y hundir mi cabezota en él después de darle unos toquetes con mi gran glande. La puede agarrar por las caderas mientras lo meto y lo saco fuertemente en ese agujerito.
Como se hunde la carne femenina cuando la cabeza de la polla va entrando, y luego cuando el esfínter la cubre toda y queda ajustada como un anillo en el cuello del pene, es algo fantástico.
Otra posición es de rodillas, con sus manos abriendo las nalgas de par en par para que el falo no tenga problemas al desflorar esa pequeña abertura. A lo que acabo de describir le llamo anal gustosa. Ve la foto “roxana2”. Es la que más degusta y quiero ponerte así toda la noche, sin que dejes de abrirte las nalgas para ser sodomizada por mí... esto para dejarte el culo como la foto “desfloanocum”
En esa posición puedo ver lo dilatado que queda el culo femenino al sacar mi pene de ese hueco, por tanto bombeo anal.
La siguiente posición es de lado, con las piernas juntas y abriendo una nalga con su mano... ve la foto “anal03g” o “culo3”
Por último sentada, de esa manera se les clava toda, y puedo sentir como penetro otro orificio, esta más profundo que el ano ejemplo “poelc3”
Las frases de tu cuento, abajo, me excitaron bastante y terminé falo en mano, me masturbe y déjame decirte que eyaculé bastante. Pude sentir en mis manos, cuando tenía mi pene agarrado, la presión de los chorros de esperma al salir. Mira la foto “guevoleche”
· Mientras me enculaba.
· pero cuando comencé a notar también placer en mi ano.
· Pasé muchos días, cuando follábamos por el coño o, sobre todo, por el culo,
· sentirme llena en mis dos agujeros... oooh...
· al mismo tiempo que entraba y salía de mí ya abierto culo
· ¿Por qué no poner tres distintas en estos agujeros?.
· Se la cogí. Estaba muy dura y caliente. Se la masturbé sintiendo en mi culo la dureza de la de mi marido que, con toda seguridad, también se había librado de su bañador.
· Se la lamí de abajo a arriba, luego todo el inmenso capullo y al final intenté metérmela en la boca. Mientras le chupaba el capullo, todo lo que me pude tragar, los otros dos me pasaban sus vergas por la cara, hombros y espalda.
· En esta postura, inclinada hacia adelante y con el culo en pompa,
· Noté como me separaba las nalgas y en el acto sentí como su gorda verga empezaba a penetrarme el coño.
· Muy pronto, tras dilatarme los labios al máximo, la tuve metida entera.
· Sus cojones golpeaban mis nalgas y sus golpes me lanzaban contra la verga de Juan la cual, golpeándome en la garganta, me producía arcadas.
· sacándome la polla de la boca, lancé un tremendo grito cuando mis entrañas explotaron en un orgasmo bestial justo cuando una catarata de leche me lo llenaba por entero. Cuando me la sacó, si no me sujetan, me caigo al suelo ya que las piernas me temblaban.
· Cuando mi marido me metió su verga en la boca, Marcos se colocó a mi espalda, volvió a separar mis nalgas y me penetró con su fino rabo.
· Quedé sobre la mesa, rota. Me dolía todo el cuerpo pero la juerga no había hecho más que empezar ya que mi marido, saliendo de mi boca, ocupó el lugar dejado libre por su amigo y me la enchufó en el coño de un solo golpe follándome con violencia, como él sabe que me gusta.
· De mi coño manaban torrentes de semen que se deslizaban por mis muslos. Pero aún faltaba Juan. Aunque entre brumas, temblé cuando le vi acercarse a mi trasero.
· Temblé cuando sus manos separaron mis nalgas, cuando noté la cabezota de su polla apretar mi raja y grité cuando mis labios tragaron aquella pelota de tenis Jamás me había sentido tan llena, con el coño abierto, tan poseída. Tenía la impresión de que yo había dejado de ser una mujer entera para convertirme en un simple coño. Un enorme coño para uso de los machos que lo desearan. Cuando inició el movimiento de mete y saca creí morirme pero no de dolor, sino de gusto, un gusto increíble ya que aquella porra me restregaba con fuerza el clítoris al mismo tiempo que me golpeaba lo más profundo de mi ser.
· Justo cuando lanzó el primer chorro de esperma de su eyaculación, me corrí con tal intensidad que, perdiendo el conocimiento, caí de bruces sobre la mesa.
· Me dolía todo el cuerpo pero sobre todo me escocía el coño.
· y a la hora de los postres ya me encontraba a cuatro patas bajo la mesa chupando aquellos rabos uno detrás de otro, poniéndoselos duros como piedras
· Quien más se entretenía en mi agujero anal era mi marido. Ya he contado que era su lugar preferido para follarme.
· No tardó en invitar a sus amigos a perforarme ahora este tan secreto lugar. De nuevo me vi de bruces sobre la mesa con el culo ofrecido y nunca me felicité tanto como aquel día por tener el agujero bien abierto gracias a las múltiples enculadas que me había echado mi marido.
· Según sus medidas, es decir, primero me la metió Marcos. Era tan fina que su penetración me dio un gustito tremendo. Era como un supositorio largo y jugosos.
· Leandro y al final me dilatado ano se tragó, esta vez sí que con algo de dolor, la tremenda tranca de Juan.
· Si antes me habían dejado con el coño escocido, ahora lo que me picaba rabiosamente era mi ano.
· Una polla en el coño, otra en el culo y una tercera en la boca. Recibí leche por todas partes"
PS: Ya sabes lo que me gusta del sexo, escribe algo para mí. Algo donde sea esta vez tu primito de confianza que fue a visitarte y nos quedamos solos. Algo morboso, recuerda “no me gustan los hombres y nada referente a mi trasero”.