El mundial de Brasil 2014 tenía a todos los compañeros de la empresa alocados, llegaban temprano para tener dos horas libre y así mirar el partido de México vs Brasil.

Para ese entonces nos mudamos a una oficina más pequeña, la empresa decidió separarse pro divisiones, así que a todos los de mercadotecnia nos mandaron para esa oficina.

Lo bueno fue que María estaba cerca de mí, lo malo es que su marido también, porque les cuento, para aquel entonces ella ya planeaba irse a vivir con él, pero bueno, yo tomaba lo mío, cada que podía nos besábamos, me la llevaba a la bodega y me al agasajaba riquísimo, pero lamentablemente no podamos más, ya que su perro vigilaba con lente de aumento.

Volviendo al tema del Futbol, ese día todos estaban en la parte de recepción, la televisión a volumen alto para oír cada palabra del narrador, el partido inicio y tenía a todos a la expectativa, admito que ahí estaba yo, pero no dure mucho ahí ya que tuve que subir a mi cubículo a imprimir unas hojas urgentes, así que con un poco de molestia subí para hacer el trabajo.

Mi sorpresa fue ver a María, en su cubículo con cara de molestia haciendo una presentación y remilgando.

T: ¿Todo bien?

M: ¡Si!!

Sin poner más atención, me dispuse a hacer las cosas que necesitaba, justo cuando estaba por terminar ella me hablo.

M: ¿Que pasa con todos?

T: ¿A que te refieres?

M: ¡El futbol los idiotiza!

T: Pues juega México, ¡creo que es normal!

M: ¡Como me caen gordos se pierden y olvidan lo que importa!

Ahí supe que su pareja le había hecho algo, por eso su molestia.

T: ¿Ahora que te hizo?

M: ¿De que hablas?

T: No te hagas, ¿ahora que no cumplió?

Fue entonces que sus ojos se vidriaron se agacho un poco y haciendo mueca de tristeza me conto lo que sucedía.

M: Es que hoy es nuestro aniversario de novios y se supone que saldríamos, ¡pero se quedó a ver el futbol!

T: Pero ya lo cocones, no sé cómo sigues creyendo en él, ¡es mas no sé cómo andas con el!

Sin decir más y sacando unas lágrimas se acercó a mí y me abrazo, yo la abrace consolándola de su pena, le acariciaba la espalda y su cabeza honestamente no pensaba con malicia hasta que me miro y me dio un tremendo beso.

Me besaba con pasión, sus manos apretaron mi espalda acercándome más a ella, no pude evitar acariciarle sus duras nalgas, pero en eso reaccionamos y nos separamos.

M: ¡Perdón!!

T: No pidas perdón, ¡que rico!

M: ¡Dios y abajo está el!

T: ¡Ni cuenta se dio!

M: Creo que tengo que seguir con el trabajo, ¡deberías bajar!

T: Si, debería.

Me quede ido unos momentos mirándole las nalgas y justo antes de que se sentara me lance detrás de ella y abrazándola con fuerza le comencé besar su cuello.

M: ¿¡Que haces!?

T: ¡Me encantas!

M: ¡Detente, aquí no!

T: Lo ciento, ¡pero te deseo!

M: Y si sube, ¡nos mata!

T: ¡No creo que me haga algo y no dejare que te haga nada!

Besándonos la leve hacia el baño privado del jefe, aquel que solo usa el, lo abrí y nos metimos mientras le besaba su cuello, le alcé su blusa para besar sus ricas tetas, ella cerraba los ojos y gemía, que excitante, su novio abajo y ella y yo a punto de empezar algo rico.

Le besaba los pezones le desabroche el pantalón y se lo baje lentamente, ¡mientras le besaba sus ricas piernas!

M: ¿En serio? ¿Aquí?

T: ¿Que? ¡No quieres!

M: ¡Sí, pero si nos cachan!

T: Tenemos tiempo, ¡nadie vendrá!

Le hice a un lado su sensual tanga y comencé a lamerle su concha ya húmeda por la adrenalina, le metí los dedos y la masturbaba mientras le mordía sus entre piernas, que placer.

Unos minutos después me baje el pantalón y ya la tenía durísima, María se agacho y comenzó adarme unas ricas chupadas.

T: Si, que rico, ¡uhm!!

M: ¡Uhm, dura!!

La bulla de los compañeros me decía que todo estaba bien y que siguiera disfrutando de las mamadas de María, mientras su novio esperaba el gol de México.

Le baje el pantalón hasta abajo y yo igual, ¡la acomode de frente y haciéndole un lado su tanga la comencé a penetrar!

M: ¡Ah! ¡uhm, que dura!!

T: ¡Así me pones!

Que rico se sentía estar así, parados y yo empujándome a ella que levantaba un poco una pierna para que le entrara hasta el fondo.

La recargué en la pared y me metí en medio de sus piernas levantándola y metiéndosela suave, ella me abrazaba el cuello para no caerse en esa pose mi verga le entraba hasta el fondo, ella gemía, me besaba y también se movía dándome un gran placer.

T: ¡Que rico, uhm!!

M: ¡Uhm! ¡Eres muy bueno cogiendo, ah!!

T: Tú también eres genial, ¡solo pierdes el tiempo con aquel!

M: ¡Ah, no digas nada de aquel, mejor cógeme!

Ella se empino apoyándose con el lavamanos, le abrí sus nalgas y se la metía suave, sacándosela por completo y metiéndole solo la puntita, ella se movía en círculos, movía rico su cadera y mi verga gozaba lo que ella hacía.

La tome de su cabello y me empujaba con fuerza, se mojaba, gemía y mientras memo Ochoa detenía los balones de Neymar yo le metía varios goles a María.

T: ¡Nena!! ¡Que rico, uhm, ah!

M: ¡No hagas mucho ruido, ah!!

T: ¡Uf, toma, toma nena!!

M: ¡Sí, me vengo, agh, me vengo!!!

Comenzó a tener un orgasmo fantástico, se escurría con todo, ahogaba su grito de placer, yo le tapaba la boca y me mordía la mano lo cual me calentó a tope y dándole con fuerza alcance mi orgasmo llenándola de mi semen caliente.

T: ¡María!! ¡Uf!!

M: ¡Que rico, uhm, que rico!!

No hubo tiempo de reposar, apenas un suspiro y nos acomodamos la ropa, la razón había vuelto y teníamos que salir sin que nos descubrieran, por suerte no había nadie, me dirigí al baño de hombres alabarme y María hizo lo mismo.

Cundo subí nuevamente, su novio ya estaba con ella, pero ella estaba más tranquila molesta pero tranquila, me senté en mi cubículo intercambiando miradas con ellas, miradas que iniciaron un gran triángulo amoroso o sexoso, pero les contare más después.

Tyson.