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MI TRABAJO EN LA CASA DE PUTAS DE MARISA 3ª Parte
(HACE TIEMPO QUE ME PUSO LOS CUERNOS.-Continuación)
Aprovechando que mi hijo se había marchado ya a Inglaterra para todo el verano y mi marido estaba de viaje por Hispanoamérica quince días, quede si recuerdan por los relatos que les he contado de mi relación con el joven Javier quede con él para pasar unos días juntos en Segovia pero Javier no llegaría hasta el jueves. Entonces Marisa me convenció para quedarme esos días en su casa hasta que llegara mi joven amante, de esa forma podría atender a más clientes como puta y además podríamos estar el resto del día ella y yo juntas disfrutando de nuestra relación.
Esos tres días que pasé en casa de Marisa, estuve trabajando de puta 12 horas diarias, pasaron por mi coño más de 20 pollas, hoy quiero contaros alguna experiencias vividas estos días.
El lunes a eso de las 12 de la mañana, estando en la sala de espera solamente Marisa y yo, dado que la otra chica que había ido ese día por la mañana estaba haciendo un servicio, llegó un cliente, era un señor bajito como de unos 50 años, con barba muy bien cuidad, de pelo corto y muy bien vestido y con un aspecto muy juvenil, venía acompañado de una maleta. Se presentó como Miguel, nos dijo lo que quería y no era otra cosa que tenía la fantasía de tirarse a una mujer casada con su marido delante con el fin de humillar al cornudo. Marisa le dijo que de acuerdo, pero que no teníamos a nadie que pudiera hacer el papel de cornudo, al no ser que ella se disfrazara de hombre y fuera ella el cornudo (cosa que no es habitual que ella haga el trabajo de una pupila, pero al no haber otra compañera y al ser conmigo – como me dijo luego- lo haría..
El cliente se quedó pensativo un momento y dijo:
“Bueno de acuerdo, de todas formas solo vas a participar al final y en alguna que otra ocasión pero muy esporádicamente, pues vete disfrazando de hombre, que creo que para hacer realidad mi fantasía valdrá”
Una vez que Marisa estuvo disfrazada de hombre, nos fuimos a la habitación mía de trabajo, el se metió en el cuarto de baño con la maleta, cerró la puerta y al cabo de un rato abrió y apareció vestido con un alborno blanco y en los pies unas zapatillas de esas que dan en los hoteles, entonces nos dice que salgamos y que llamemos a la puerta como si llegásemos de fuera.
Marisa y yo llamamos a la puerta de la habitación, nos abre el señor con el albornoz y calzando las zapatillas de hotel y nos invita a pasar diciendo:.
“Muy buenas, amigos. Yo soy Miguel y tú debes de ser Antonio el que quieres que un buen follador se tire a tú mujer y te haga cornudo y que si es posible te la preñe, ¿no?”
Marisa tomando el papel de hombre le contesta:.
“Si, así es, pero eso sí quiero que cumplas lo pactado, nada de violencia”.
El nos dice entonces:
“Pasad, Tu Antonio, quiero que no pierdas detalle de cómo me voy a follar a la puta de mujer desde esta silla. Y tu putita ¿Cómo te llamas?
Yo le contesto:
“Esperanza, pero Antonio, entonces lo vas hacer vas a dejar que me follen delante de ti, un extraño, vas a consentir en hacer realidad mi deseo de ponerte los cuernos y más haciendo como si fuera una prostituta”
El cliente no deja contestar a Marisa que ya iba a articular algunas palabras y dice:
“Esperanza ves desnudándote que yo mientras le doy el dinero convenido a tu esposo”
Dicho esto se dirige a la mesa donde había dejado su cartera de donde coge y saca 6 billetes de 50 euros y se los da a Antonio (Marisa).
Miguel, se va la cama y se tumba, pero antes se desprende de su albornoz, debajo no llevaba nada. Nada, a excepción de una enorme y grandiosa erección, que nos dejó a mi “marido” (Marisa) y a mis estupefactas. Se trataba de una polla enorme, superaba con creces los 26 centímetros, pero no sólo era eso, si no que, además era muy gorda alrededor de 7 u 8 centímetros. Su capullo era grandísimo es decir descomunal, brillante, bien circuncidado. A lo largo de toda la superficie de esta maravilla de polla estaban perfectamente marcadas las venas gordas y a punto de reventar, estaba totalmente empalmado, su polla era rígida y dura, me llamo la atención y mirad que las de Carlos, Juan, Adham y Javier eran tremendas y bellas, pero esta las ganaba. Miguel tumbado boca arriba en la cama empezó a tocarse el rabo, mientras yo me desnudaba, pero me quedé con un liguero y unas medias negras transparentes hasta mis muslos, a petición de nuestro cliente.
Yo, he de confesar que no podía evitar mirar de reojo aquella descomunal polla, parecía más la polla de un burro que la de un hombre. Me va a destrozar, me raja el coño y como se empeñe en metérmela por el culo, me hace sangrar seguro, pensé yo, entonces cuando estaba en este pensamiento dijo:
“Venga puta ven aquí, quiero que empieces a chuparme la polla, que quiero ver la cara de tu marido carnudo. Y menudo polvo te voy a echar, joder que buena estás……..zorra y seguro que eres mamá y todo, pero parece que tú marido quiere que yo u otro te vuelva a dejar preñada para convertirse todavía en mayor cornudo”.
Yo, haciéndole caso me dirigí hacia la cama donde él estaba, me subí en ella y el entonces soltó su rabo y me lo ofreció, yo cogiéndolo con una de mis manos acerqué mi boca a esa tranca de caballo, calculando el grosor de semejante capullo. Comencé a lamerle el capullo con mi lengua, le ensalivé bien, le recorría desde arriba de su capullo hasta los huevos, metiéndome estos enteritos en la boca. Miguel gemía, me insultaba a mí y a mi marido (Marisa), diciéndonos:
“Mira cornudo de mierda, mira la putona de tu mujer como me la chupa, joder que bien me lo hace, que puta mas buena tienes cornudo, como es posible que quieras que otro se la tire, eres un cornudo de mierda un cornudo barato asqueroso, aahhhhhh, que placer me das so pedazo de puta, sigueee, sigue asiiiiiii”.
Miguel cada vez estaba más excitado, yo al verle así me dispuse a chuparle su rabo entero, estaba deseando paladearlo dentro de mi boca, quería que se corriese enseguida y probar su semen me estaba comenzando a calentar y por lo que podía apreciar Marisa también estaba en ese punto pues disimuladamente se pasaba sus manos por sus descomunales tetas y por su entrepierna por encima de la ropa. Empecé a introducirme su capullo en la boca con cierta dificultad, el grosor de su polla me obligaba a abrir totalmente mi boca, que casi no bastaba para tragar tan enorme y descomunal polla. Cuando pude por fin entrarla del todo en mi boca, empecé a metérmela y a sacarla agarrándola con mi mano, que casi tampoco daba para rodear ese grueso tronco. Miguel gemía, apretaba mi cabeza contra su polla para que me metiese más, yo también quería tenerla lo más adentro posible, esta polla me estaba volviendo loca, en alguna ocasión al metérmela tan adentro me provocó alguna arcada. El cliente se sentía feliz, era un cerdo dominando una mujer cedida para su placer por el cornudo de su marido y todo ello por dinero que cobraba a su acorneador y por el placer de sentirse cornudo a partir de ahora para simple. Eso es lo que nuestro cliente nos decía para seguir humillándonos (en su fantasía).
Dándome un golpe fuerte en mis nalgas (me dejó señalada la mano) me dijo que me pusiera sobre él a cuatro patas, dejándole mi chocha al alcance de su boca, mientras yo seguí chupándole la polla. Una vez yo colocada en esta postura él, empezó a lamerme el coño, lo hacía con gran maestría, arrancándome algún gemido de placer que otro, yo estaba a punto de correrme con sus lamidas de coño, cuando dándome otros dos cachetes fuertes en mi culo y dejándomele más rojo que un tomate, me dijo:
“Ahora quiero que te pongas a cuatro patas puta asquerosa y ponte mirando al cabrón del cornudo de tú marido que te voy a follar, y quiero que vea la cara de zorra que pones mientras te la meto en tu coño y así también nosotros vemos la cara que él pone al sentir como le crecen los cuernos”.
Así lo hice, me puse a cuatro patas y él colocándose un preservativo se cuadró detrás de mí y en cuanto apunto su capullo enorme a mi coño, de un solo golpe me lo clavó, arrancándome un grito de dolor y placer diciéndole yo:
“AHHHHHHH, es enorme, ten cuidado por favor me vas a destrozar el coño, OOHHHH…….”
Y él me contestó:
“Que crees zorra asquerosa, es eso lo que pretendo y que te corras como nunca antes te has corrido, para que luego se lo beba el mariconazo de tu marido”.
Estas palabras se que a Marisa le llenaron de alegría pues por fin iba a poder disfrutar de mi cuerpo en este servicio, comiéndose mis jugos.
Entonces él agarrándome por la caderas empujaba con una violencia atroz su gran polla al interior de mi coño, yo me sentía totalmente llena, comencé a sentir como si mi concha se rajaba con cada empujón del cabrón del cliente, el al sentir mi dolor y mi placer juntos se reía como un cerdo y de nuevo comenzó azotar muy seguido como si me estuviera dando un castigo por niña mala en mi trasero, este me ardía debía de tenerlo muy rojo, pero la verdad es que me estaba dando un placer como pocas veces he tenido en mi vida, yo ya no me podía reprimir y comencé a chillar mi placer y a insultar a Marisa como si en verdad fuera mi marido, decía:
“Ha cabrón me has reventado mi coño de puta, pero me encanta me estás dando un placer como pocas veces he tenido, aaahhhhahhhhhh, ohhhhhhhh, me gustaaaa, sigueee, sigueee, no pares ahoraaa…, mira tú cornudo de mierda así se jode esto es un buen rabo y no la mierda de picha que tú tienes que ni me hace cosquilla, cornudo asqueroso, esto, esto era lo que tú queriass, pues tomaaaa cabronnnn, como disfruto poniéndote los cuernosssss, jodemeeee, quedame preñada como el quiereeeee…, ahhhhhhhh”
Entonces excitado por mis gritos y como trataba a “mi Marido” me dijo:
“Esperanza, so pedazo de puta que rico chochazo que tienes, me voy a correr, si me corro, oohooooooo, siiiiiiiiiiiiiii, pero prefiero llenarte el culo de polla también y sin condón a pelo, allí, allí, allíiiiii es donde quiero correrme aaahhhhhhhhh”.
Yo entonces le digo:
“Miguel, por favor si vas a meterme tu pedazo de polla y ese capullo tan grande en mi culo, antes échame lubrificante y úntate tu polla bien también para que entre mejor, sino no creo que lo aguante, por favor”.
El entonces dijo:
“Jajajajajajaja, por supuesto, pero aún así te dolerá…jajajajajaja, mira para que sientas menos dolor que el cornudo de tú marido se tienda en la cama entre tus piernas y mientras yo te enculo que te coma el bebedero de patos que tienes ahora mismo como coño”.
Miguel sacó su pollón de mi coño, me lo dejó dilatado, abierto, se quitó el condón y después de darse lubrificante en su polla de caballo y en mi culo, dejo que Marisa (mi marido) se pusiera debajo de mi coño y comenzara a comérselo con gran placer por parte de las dos (la llene toda su cara de mis jugos y se trago con sumo gusto todo lo que de mi coño salía). Entonces el cliente cogiéndose su polla ya untada del lubricante la apuntó de nuevo a la entrada de mi culo al que solamente había untado un poco de lubricante , pero no me le había preparado, y de un golpe certero y enérgico me la clavó hasta los huevos, mi grito no se hizo esperar, y no pude reprimir decirle:
“!!!!!!!!!AAAAAAGGGGGGGGG¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Me has hecho daño cabrón, me destrozas, espera no empujes todavía, ves con cuidado, me estás haciendo mucho daño aaaaaiiiiiiiiiiiii cabrón que dolor”
El contestaba:.
“Me gusta oírte dolorida, me gusta romperte el culo, así que prieto lo tienes, me encanta destrozarte ramera, zorra, puta…….SIIIIIIIIII, me da igual lo que grites no pararé hasta que te la haya metido del todo dentro de ese extraordinario pandero que tienes, toma, toma, para que te quejes”
Y dándome golpes en mi trasero con la palma de su mano no paro de golpearme mis muslos hasta que tuvo todo su instrumento dentro de mi culito totalmente dolorido.
El siguió con sus movimientos de adentro afuera, lo hacía muy fuerte, me agarraba con saña por las caderas, el gemía, sudaba, gozaba. Yo al rato, he de confesar, que una vez mi culo se hizo a esa polla gorda, empecé a gozar como nunca, me sentía llena, taladrada y sobre todo me sentía muy puta, al sentirme contemplada por mi querida Marisa que en la posición que estaba debajo de mí podía ver con asombro y apreciar como entraba una y otra vez esa tranca de caballo dentro de mi culito. Así que para que se corriese enseguida empecé a gritarle y a gemirle a lo bestia, así no había tío que aguantase mucho, le decía:
“Muy bien cariño, métela hasta dentro quiero que me destroces , como la siento, así cabrón dame rabo, dámelo bien adentro, que rico, me rompes el culo, aahhhiiiiiiiiiiii, oooohhoooooo que placeeeeer me estas dandooooo ,dame máaasssss, que macho eres y no el carnudo de mi marido, SIIIIIIII, ME CORRRROOOOO, ME CORROOOOOOOOOOO”.
Yo descargue toda mi corrida de nuevo sobre la cara de Marisa y fue tan grande el placer que me dio que no pudiendo reprimirlo tras correrme me corrí sobre la cara de mi amada Marisa.
El a oír mis gritos y ver cómo me corría me decía:
“Ya veo que te gusta zorra, me corrrooooo yo también que culo más rico tienes zorra asquerosa, SIIIIIIIIIIIIIII, TE LLENO EL CULO PUTA DE MIERDAAAAAA, TOMA MI LECHE, ME CORRRRRRRRROOOOOOOO, OOOOHOOOOOO, SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, QUE PLACEEEEEEEEEERRRRRR”
Y diciendo esto último se corrió, cuando acabo de correrse dentro de mi culo se salió de golpe haciéndome de nuevo un daño grandísimo y cogiendo de las axilas a Marisa la dijo:
“Tú cornudo asqueroso, cornudo de mierda, limpia a la puta de tu mujer la leche de tu corneador, no quiero que dejes nada sin bebértelo quiero que sientas el semen del macho que se ha follado a esa puta que tienes por mujer una de las mejores putas que me tirado en mi vida”.
Tras limpiarme bien mi culo y tragarse todo el semen que salía mezclado con algo de mi caca mi querida Marisa, nos dijo:
“Ahora poneros los dos de rodillas mirándome quiero mearme encima de una buena puta y del mayor cornudo que pisa la tierra”
Y diciendo esto comenzó a mearse encima de nosotras haciéndonos abrir la boca y obligándonos a bebernos todo su orín que dirigía a una y otra boca y por todo nuestro cuerpo, dejándonos hechas una porquería, aun estando en el suelo nos dijo:
“Cornudo me he follado como nunca lo había hecho a una puta a tu mujer es una puta de una vez y te vuelvo a repetir es una de las mejores esposas putitas con las que he estado, cabrón, dentro de un mes volveré y esa vez se lo haré sin condón para quedártela preñada, cornudo que es eso lo que tú quieres y estas deseando, después me correré en su boca y haré que te traspase mi leche de su boca a la tuya y te obligaré a tragártela, dime si quieres que vuelva para preñarla o no , y si tú quieres la metemos en un burdel para que haga de por vida de puta”.
Diciendo esto, se dirigió al servicio y al poco rato salió de nuevo vestido y con la maleta, eran las dos de la tarde y nos dijo:
“Marisa, he quedado muy satisfecho de Esperanza me ha gustado como lo ha hecho, incluso he estado tan metido en mi fantasía que estaba viviendo esta aventura, a ella la he visto como la mujer de un hombre que es capaz de vender a su mujer a un desconocido por que le haga cornudo ( en mi fantasía el dinero que os he dado por vuestro servicio, me hago a la idea que es un dinero que el cornudo me da antes de venir con su mujer para que yo simule que la compro, esto aún me pone más cachondo). Y tú Marisa has hecho también el `papel de marido cornudo que quiero premiarte con otros 200 euros, toma”
Y sacando otros 4 billetes de 50 se los entregó a Marisa. Se nos acerco a las dos y muy cariñosamente nos dio un beso a cada una y se marcho diciendo:
Dentro de un mes vuelvo y si te dejas hacerlo sin preservativo te triplico la tarifa que he pagado, pero tiene que ser a pelo y si te quedas preñada mala suerte el precio y el placer que te haya dado habrá valido la pena.
Marisa y yo nos levantamos del suelo, con una toalla nos limpiamos y yo ayudé a quitarse las ropas de hombre a Marisa y estuvimos amándonos desnudas en mi cama has las 3,00 de la tarde en que nos duchamos, nos vestimos y comimos, tras comer de nuevo nos fuimos al salón a la espera de llegada de las demás chicas y los clientes que llegaran a lo largo de la tarde y noche.
Entre los cuatro clientes que tuve esa tarde tuve uno, que por ser la primera vez que me tocaba un caso de estos pasaré a describiros lo que pasó.
A eso de las 5,30 de la tarde vino un señor, como de unos 45 años, como de 1,75 de estatura de complexión normal, más bien delgado, este traía un maletín de ejecutivo de su mano, según parece era habitual aunque conmigo no había coincidido por mi horario nunca, lo cual hizo que se fijara en mí y me eligiera. Yo llevaba un conjunto de ropa interior transparente blanco, que como siempre era más pequeño de mi talla habitual con el fin de que marcara bien todos mis atributos y encima una batita blanca también transparente y completamente abierta, es decir se me veía todo y mostraba todo.
Le cogí de la mano y nos dirigimos a mi cuarto al entrar él se sentó en la cama y me dijo:
“¿Cómo te llamas?, ¿Qué edad tienes?, ¿estás casada?, ¿tienes hijo?”
Aquello parecía un interrogatorio para hacerte una ficha, yo le conteste por el orden que me había preguntado, diciéndole:
“Yo soy Esperanza, tengo 42 años y si estoy casada y con un hijo, y si tú siguiente pregunta es ¿Por qué me dedico a esto? Te lo respondo ya, me gusta y lo hago por placer ¿y tú cómo te llamas?”
Él me contestó:
“A esa pregunta te contestará tu madame Marisa ahora cuando venga a explicarte que es lo que quiero y que tienes que hacer”
Al poco rato llego Marisa y me dijo:
“Esperanza este cliente tiene la fantasía de ser un mujer casada adultera que el marido se entera de que le ha sido infiel, le castiga y se la folla para que aprenda. Tú en esta ocasión harás el papel de Marido ultrajado, para ello te pondrás este consolador para que puedas hacer el acto con él, al final de la sesión entrará otra compañera o si están ocupada entraré yo, que haré como amigo del marido que colaboraré en darle un escarmiento a la adultera de “Luisa”, has entendido todo bien”
Yo la contesté:
“Si, no hay problema, solamente una pregunta ¿me tengo que vestir de hombre?
Marisa me contesta:
“No querida tú eres el marido y la estas esperando ya desnudo en la cama matrimonial, entonces entrará la adultera como si viniera de estar con su amante”
Entonces el cliente se levanta y dirigiéndose a mí me dice:
“Si te has enterado de todo y estás de acuerdo, voy a prepararme”
Cogiendo el maletín se mete en el cuarto de baño y cierra la puerta. Entonces Marisa me dice:
“Este es un cliente que suele venir de 2 a 3 veces al mes por la tarde sobre esta hora poco más o menos, es muy vicioso y le gusta que le trates como si fuera una verdadera zorra y puta. El consolador que te he dado es de doble uso, es decir una parte te entra en tu chocha para que tú también disfrutes y la otra igual o mayor es la que le entrará a la otra persona, lleva unas correas para que te lo ates a la cintura y de esa forma al entrar y salir que no se te salga. Al final cuando quede 15 ó 20 minutos entra otra persona, que hoy seré yo porque así estamos juntas y disfrutamos (a la vez que este vicioso nos paga) las dos de nuestros cuerpos, pues le diré que todas tus compañeras están ocupadas. Bueno ponte el pene artificial y quédate desnuda tumbada en la cama, que ya parece que acaba de arreglarse, yo me voy cuando tú creas haces con que vas a llamar a un amigo y yo entraré. Tranquila estaré siguiendo todo desde el cuarto de control”
Se marchó Marisa y entró el cliente vestido de mujer , con una minifalda por encima de la rodilla como 15 centímetros y una blusa blanca con dos botones sueltos, entonces yo le digo:
“Luisa de dónde vienes a estas horas, toda despeinada y la ropa medio abrochar, tú te crees que son estas horas de llegar a casa a la 1,00 de la noche. He tenido que acostar yo a los niños, porque tú no estabas, ven acércate aquí a la cama”
El se acerca como con miedo , con la cabeza baja. Cuando esta ya a mi alcance le meto la mano debajo de la falda y le toco su cojones, ¡va desnudo debajo!, entonces agarrándole fuerte de los huevos (creo que haciéndole daño), le digo:
“Pedazo de puta , de donde vienes, tienes tu chocha toda llena de la leche de alguno y estas completamente mojada, con quién has estado, dímelo, dimeloooo”
Le suelto y saco de debajo de la falda la mano y le doy un empujón, me pongo de pié y me dirijo a él, y continuó diciéndole:
“Luisa, no me responde, ¿me has puesto los cuernos? ¿Dime?
Y al decir esto le doy un bofetón que le hago voltea la cabeza, el entonces contesta:
“Juan es que me junte con unas amigas y nos fuimos a un pub, que resulto ser un club de intercambio. Yo no sabía qué era eso, si lo llego a saber no hubiera ido, de verdad, te lo juro por favor créeme”
Yo tirando de la solapa de la camisa doy un tirón abriéndosela, lleva puesto un sujetador blanco, que también cojo y tiro de él y se le quito, me le quedo mirando y le digo
“Con cuantos has estado zorra, si traes todas tus tetas llenas de señales de los chupones que te han dado, y encima has perdido hasta las bragas, dime con cuantos has estado”
Diciendo esto le quito la falda y le dejo completamente desnudo, el me contesta
“Pués Juan, no estoy segura porque entramos en una pista de baile y nos pusimos a bailar todas las amigas, luego se nos acercaron como seis o siete hombres, mis amigas cuando me quise dar cuenta habían desaparecido y yo estaba rodeada por……”
Yo le interrumpo y le digo:
“Continua, sigue contándome, ramera, asquerosa, adultera”
“Eran por lo menos 6, me cogió uno de la mano mientras notaba que era sobada por todo mi cuerpo, y el que me había cogido de la mano me llevo a una habitación con colchonetas. Entramos los dos seguidos de los otros 5 me rodearon y comenzaron unos a besarme en mi boca, cuello, mientras otros me metían mano por mis pechos y por debajo de mi falda. Cuando quise darme cuenta me tenían desnuda y de rodillas , ellos también se habían desnudado y me hicieron ir chupándosela a todos y a la vez ir masturbándoles. Luego me tumbaron en la colchoneta y me fueron jodiendo uno por uno, cuando acabó el último , uno de los primeros se tumbo en el suelo, me hicieron levantar y que me tumbara encima de él cuando estuve así me la metía de nuevo y alzándome el culo y abriéndomelo , se colocó otro detrás y me la metió de un golpe en mi culo haciéndome un daño atroz, al gritar de dolor otro aprovecho y me metió su polla tiesa en mi boca , así estuvieron los tres fallándome hasta que se corrieron en mis tres agujeros, los otros tres mientras esto ocurría no dejaban de sobarme por todas partes, me apretaban mis pechos hasta hacerme daños me chupaban el cuello, la boca. Cuando acabaron los tres que me follaban se turnaron con los otros tres siendo ocupado de nuevo todos mis agujeros hasta que estos también se corrieron. Cuando acabaron me dejaron allí tirada, estaba destroza, me vestí como pude y no sé si alguno se habría llevado mis bragas o no el caso es que no las encontré y por eso he venido sin ellas. Al salir a la barra no encontré a mis dos amigas, me dijo el camarero que ya se habían marchado. Entonces salí cogí un taxi y me vine a casa. Te juro que es lo que ha pasado”
Entonces dándole otro guantazo (me estaba gustando la fantasía) le hice arrodillarse y diciéndole:
“Puta, no te ha bastado ponerme los cuernos con uno sino que te has tenido que ir con seis y dejarte follar por todos ellos. ¿Estarás muy cansada? ¿No?!”
El contesta:
“Si, estoy destrozada, necesito descansar”
Entonces yo le digo:
“Vas a descansar, pero antes me tendrás que contentar a mí, o que te creías que me ibas a dejar con las canas de joder ese coño y culo de zorrona que tienes, todo lleno de la leche de esos cabrones. ¿Tomaste precauciones o lo hiciste a pelo?·
El con la cabeza bajo me dice:
“No, no tome ninguna me tenían tan caliente que cuando me dí cuenta ya estaban con sus miembros dentro de mí y después me siguió la calentura y no pude parar”
Yo le digo:
“Pues bien, puta, reza por no quedar embarazada, porque si esto ocurre te meto a prostituta de por vida, no quieres follar, pues vera como siendo puta tienes polla de sobra todos los días. Y ahora coge mi polla y hazme una buena mamada”
Cogí la parte de polla artificial que me quedaba fuera de mi cuerpo y se lo acerque a su boca haciéndole que me la chupara. Yo comencé hacer como si esta polla de goma le estuviera follando la boca, lo que hizo que la parte que tenía dentro de mi chocho se moviera también y comenzará a sentir un placer parecido a si me estuvieran jodiendo, así estuvimos un rato a la vez que yo cogiéndole de la cabeza se la movía a delante y atrás para que le llegara a su garganta, a su vez le decía:
“Así, así mi putita, chúpasela a tú marido como se lo has chupado a esos cabrones, que bien chupas mamona”
Según le decía esto le tiraba de los pelos y con una de mis manos le masajeaba su polla que ya la tenía tan tiesa como la que tenía en su boca. Cuando note que se le ponía tiesa y estaba a punto de correrse le apreté sus cojones y le solté la polla evitando que se viniera. Cogí y sacándole la polla de goma de su boca le dije:
Ahora preparate, quiero follarte, ponte a cuatro patas:
El se puso como le decía, yo sin prepararle el culo ni nada , apunte de nuevo la polla artificial, esta vez al orificio de su culo y dando un empujón se la introduje en él, comenzando un mete y saca que a su vez me provocaba lo mismo la otra parte de la polla metida en mi cuerpo, al cabo de un rato yo sentí que me venía un orgasmo y empecé a gritarle:
“Te gusta , putita, muévete , mueve tu asqueroso trasero, para adelante y para atrás, no pareeesssss , ohoooooo que placer me estas dandoooooooputonaaaa,ahhhhhhhhh, asiiiiiiiiii”
Yo no pude más y me corri de gusto, pero no se la saque y seguí moviéndome dentro de él. Después haciendo con que llamaba a un amigo (di una señal a Marisa para que entrara), dije:
“Espera zorra, has tenido seis pollas en el club para ti sola, pués aquí no puedo ofrecerte tantas, pero llamaré a mi amigo Ramon para que también pruebes la de él”
Hice con que llamaba por teléfono. Al poco tiempo entró Marisa y la dije:
“Ramón, quieres follarte a la puta de mi mujer, yo sé que siempre te ha gustado Luisa, ahora te la dejo, es una puta zorra y quiero castigarla, date prisa desnúdate”
Marisa ya estaba desnuda y traía también puesto otro consolador con correas, como el mío. Entonces yo me quité el mío y colocando un preservativo a la dura polla del cliente, me tumbe en la cama y le dije:
“Luisa, putita ven túmbate encima de mi quiero joderte yo por tu coño y Ramón que te habrá ese culo puto que tienes y que se le has dado hoy a otros hombres”
Entonces me abrí bien de piernas y cogiéndole su polla me la fui introduciendo en mi almeja que estaba ya deseando tener dentro una de verdad. Marisa se puso detrás de él de rodilla y separándole los cachetes de su culo apunto su polla de goma al ano del cliente y se la clavo toda dentro de él. Marisa comenzó a imprimir un mete y saca en el culo de él y el por inercia hacía lo mismo dentro de mi coño, así estuvimos cerca de un cuarto de hora , donde yo tuve dos orgasmos y Marisa me confeso que el vaivén y la escena la había hecho correrse también unas cuantas de veces. Cuando note que se tensaba le agarre de su espalda y me le atraje hacía mis pechos necesitaba sentir el contacto de un cuerpo con mis pechos, el no aguantando más empezó a correrse, diciendo:
“Aaaahhhhhhh, que placeeerrr, siiiiiiii, seguid jodiendomeeeeeee cabrones correos dentro de mis dos agujerosssss , traspasarmeeeeee, asiiiiiii, me coroooooooo, aaahhhhhhhh,aoooooohhh, siiiiiiiii”
Y sacándosela de mi almeja se quitó el preservativo y siguió corriéndose encima de mis pechos y cuerpos, sin dejar que Marisa se saliera de él. Después cogiendo el condón con su corrida se inclinó hacía mi e indicándome que abriera la boca vacio dentro de ella toda su corrida haciéndomela tragar, a la vez que me decía:
“Juan toma la leche que has echado dentro de mi coño junto con la de los otros cabrones que me han cogido esta noche, te gusta cornudo, te gusta que tu mujer se haya convertido en puta, no era eso lo que tú deseabas y no eras capaz de decírmelo”.
Yo tras tragarme todo su semen le contesto:
“Si, puta, si eso es lo que quería que te volvieras una gran puta y me convirtieras en el mayor cornudo de la tierra, y tú al fin has conseguido tirarte a Ramón que tanto tiempo llevabas deseándole, no es verdad puta”
El deja que Marisa se salga de él, se incorpora y dice:
“Si querido eso es lo que quería y lo he conseguido”
Entonces él recoge las ropas de mujer y se dirige de nuevo al cuarto de baño, mientras se viste y prepara Marisa y yo ambas desnudas nos metemos en la cama y Marisa colocándose encima de mi perfora mi coño con su polla de goma, comenzamos un mete y saca fallándonos una a la otra y produciéndonos un placer exquisito, así estuvimos como cinco minutos hasta que no pudiendo más del placer las dos nos corrimos en un orgasmo largo y placentero, llenando toda la estancia con nuestros gritos producido por el placer que nos había dado.
Cuando nos separamos y recuperamos vimos al cliente riéndose y mirándonos, había contemplado toda la escena, entonces nos dijo:
“Marisa, ha sido la vez que más he disfrutado con esta fantasía, Esperanza es magnífica es la mejor con la que he estado y parece que a ti también te gusta. Como he quedado satisfecho y encimas me has hecho el honor de participar tú hoy te pagaré algo más que otras veces”
Diciendo esto sacó de su bolsillo un fajo de billetes y contando unos cuanto nos los tiró sobre nuestros cuerpos desnudos, marchándose diciendo:
“Espero que la próxima vez pueda repetir con vosotras dos, no obstante llamaré antes y si Esperanza no está, procuraré venir en sus horas de trabajo, a partir de ahora quiero que sea ella la que me atienda siempre y si puede ser que tú Marisa seas su compañera mejor”
Tras salir, Marisa cogió el dinero lo contó y eran 500€, estaba muy bien, me dijo Marisa , ponte la bata encima nada más y vete a mi cuarto yo voy ahora.
Hice lo que me dijo, al poco tiempo acudió ella, pero esta vez completamente desnuda, me quito la bata y tumbándome en su cama hicimos de nuevo el amor como dos posesas, nunca antes nos habíamos amado con tanta pasión. Después lleno la bañera y nos metimos las dos juntas, ella recostada a la pared de la bañera y yo pegada a ella recostando mi espalda sobre sus bellos pesos, ella no paraba de jugar con los míos y mis pezones, así estuvimos un rato. Luego nos salimos, secándonos una a la otra, nos vestimos, ella completamente como estaba de costumbre y yo me puse un juego de ropa interior nuevo muy provocativo que ella me regalo y la bata que había llevado cuando entre en su cuarto. Fuimos al salón donde yo seguí trabajando dejándolo a las 10,30 de la noche por orden de mi querida Marisa. Cenamos y a las 12,30 nos fuimos las dos a “dormir” a su cama de nuevo como dos enamoradas.
En otras entregas os contaré otros encuentros con otros clientes.
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