Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Relato
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Relato
Categoría: Incestos

Mi hija, fantasías de cornudo

Desde que, con mi hija, comenzamos a coger hemos llevado a cabo muchas fantasías tanto de ella como mías y siempre estamos nuevas, así es que una noche decidimos que ella saliera sola con algún hombre para después contarme los detalles sucios de una noche cargada de sexo.



La cosa no se hizo esperar y enseguida consiguió un candidato. Si bien Lorena se mantiene completamente depilada y cuida mucho su aspecto físico como así su ropa, para esta ocasión se preparó muy especialmente, se puso un conjuntito de ropa interior de encaje con una tanguita muy chiquita que en su parte trasera es solo una tirita, un corpiño que realza sus tetas de 105 y por supuesto portaligas y medias negras, esas que tienen una línea en la parte de atrás, al verla vestirse no podía creer que yo me pudiera estar cogiendo semejante mina pero mucho menos que esa escultural mujer sea mi hija. Al ponerse la ropa me llamo la atención que no era ropa muy llamativa, si bien era provocativa, no era la que usualmente usaba cuando salíamos en busca de machos para nuestras fantasías, Se puso una pollera a mitad de la pierna y una camisa celeste, zapatos altos y el saco del conjunto de la pollera.



-Por qué esta vestimenta? Pregunte asombrado.



-Lo que pasa es que el machito que me va a coger hoy me pidió que me vista como secretaria.



-No sabes cómo me calienta que seas una putita tan obediente.



-Ya lo sé papi, por eso no te dije nada hasta que me vieras.



Yo ya estaba con la pija al palo y casi la obligo a quedarse para chuparle toda su conchita y que me saque toda la leche que ya a esa altura la tenía a punto de salir.



Esperamos un rato y a eso de las diez, toco bocina el candidato, ella salió sola pero me asome por la ventana y vi que se subía a un auto grande con los vidrios polarizados pero al abrir la puerta pude ver que el candidato era un hombre mayor, canoso y era de esperar ya que a mi hija le gustan las pijas de los viejitos.



Yo me dispuse a cenar y a mirar televisión para salirme de la situación ya que si no me iba a hacer una paja y quería esperar que Lore vuelva para darle toda mi leche a ella, pero en eso me llega un mensaje por whatsapp, cuando lo abro veo que es mi hija que me envió una foto mostrándome que se había sacado la tanguita a pedido de su amante y un mensaje que decía “te gusta cornudito”, esto me a mil y enseguida le respondí con un “si putita mía”, así intercambiamos algunos mensajes pero en un momento me dice que ya no puede seguir escribiendo porque Carlos quiere que le chupe la pija, entonces me envía una foto con la verga de Carlos en su mano y apoyando sus labios peteros sobre su cabecita, allí se acabó la comunicación.



Al regresar por la madrugada entró completamente desarreglada, el maquillaje corrido y toda despeinada.



-Veo que te fue muy bien hijita.



-Siii!!! me voy a bañar porque estoy llena de semen y charlamos.



Me dio un beso y se podía apreciar un fuerte olor a semen en su cabello, eso revolucionó mis huevos que ya estaban a punto de estallar por lo que tuve que contenerme para cogerla allí nomas de parada.



Cuando regreso de un largo baño y cansada pero ya recuperada empezó a contarme lo vivido.



“Subí a su coche y enseguida que cerré la puerta, Carlos me metió un beso muy apasionado y su lengua no paraba de jugar dentro mi boca, me dijo que tenía preparado algo muy especial para mí.



Me llevó a un restaurante y como sabes en el camino me pidió que me saque la tanguita y le chupe la pija, me asombró lo dura que la tenía por lo que supuse que había tomado la pastillita azul ya que tiene 67 años y al tenía más dura que un pibe de 20, se la chupe mientras él manejaba y como podía me tocaba la cola y metía sus dedos en mi conchita que a esa altura ya estaba súper mojada, hasta que acabó dentro de mi boca, largó una gran cantidad de semen y como no pude tragar todo parte mancho mi camisa.



Llegamos al restaurante y mientras cenábamos con su pie me tocaba la concha, eso me re calentaba ya que el lugar estaba lleno de gente y yo sin bombacha con un pie adentro jugando con mis jugos.



Terminamos y me dijo que iríamos a su oficina pero antes haríamos una parada para hacerme un regalito especial, subimos al coche y encaramos para la zona roja donde están los travestis y empezamos a dar vueltas y a mirar a las chicas, que ya a esa hora, muchas estaban en bolas y se podía ver sus pedazos que estaban al aire incitando al pecado.



Dimos un par de vueltas y me preguntó cuál era el que más me gustaba para que lo incorporáramos a la fiestita.”



La verdad que mi hija me contara esto me sorprendió ya que no era lo que habíamos planificado pero sinceramente me calentaba aún más y no podía esperar que continuara con su relato.



“Elegí a una y nos acercamos para hablarle, era rubia, sus tetas casi tan grandes como las mías y su pija toda depilada se veía realmente grande. Lo subimos al auto y nos fuimos a la oficina de Carlos.



Entramos y Carlos sirvió unos tragos y puso música, se ve que era habitual hacer fiestachas en su oficina, bailamos y tomamos hasta que Romina, la travesti, a pedido de Carlos me empezó a sacar la ropa y a manosear entera, me tocaba las tetas y la cola y metía sus dedos en mi conchita mojada, yo hice lo mismo y comencé a desvestirla y chuparle las tetas, Romina ya tenía la pija a la palo y nos besábamos apasionadamente mientras Carlos nos miraba sentado en un sillón y mientras con una mano sostenía un vaso de whisky con la otra se pajeaba muy despacio.



Bailamos en bolas por un rato hasta que Romina comenzó a chuparme la concha, mientras lo hacía me decía cosas sucias y que le encantaba lo mojada que estaba y lo peladita que la tengo, cuando estuve a punto de acabar la saque y comencé yo a chuparle la pija, me costaba trabajo metérmela toda en la boca pero hacía todo lo posible ya que era una pija hermosa, venosa y con una cabeza grande, ya no podíamos más de la calentura y comenzamos a hacer un 69 de antología”.



-Sabes papi… Nunca pensé que me calentaría tanto estar con una travesti.



-No sabes a mí como me pone que me lo estés contando.



“Mientras hacíamos el 69 se acercó Carlos y me empezó a tocar, luego me sacó de encima de Romina y ambos se pararon a mis costados y comencé a chuparles las pijas, estaba en el cielo, me metía ambas a la vez y si chupaba de a una no dejaba de pajear la otra, después de un rato Romina se agachó y entre las dos nos devoramos la pija de Carlos que ya bramaba de placer y entre succión y succión nuestras lenguas se encontraban y jugueteaban en nuestras bocas.



Carlos comenzó a cogerme en cuatro mientras yo deglutía la verga de Romina, y luego cambiamos las posiciones pero hasta allí siempre estaba yo en el medio del sándwich acabando una y otra vez, hasta que Carlos se sentó en un sofá y Romina se sentó sobre su verga y comenzó a cabalgarlo, nunca había visto en vivo algo así por lo que me calenté mucho y comencé a chuparle la pija a Romina mientras Carlos le rompía el orto.



Cuando Carlos estaba por acabar se alejaba y con Romina nos matábamos entre chupadas y cogidas hasta que en un momento Romi me dice –Te quiero hacer la colita. Casi sin pensarlo me puse en cuatro y con un dedo empecé a dilatar mi ano, ella empezó a empujar su pija hasta que entró su cabezota, el dolor se mezclaba con el placer, y mientras empujaba e introducía más su verga dentro mío el dolor desaparecía, así me cogió durante un buen rato mientras yo le chupaba la pija a Carlos, obviamente mi amante no se quería quedar afuera asique pidió su lugar en mi culo y comenzó a penetrarlo con fuerza, Romina, mientras que yo estaba en cuatro se paró con una pierna a cada lado de frente a Carlos ofreciéndole su pija, cosa que Carlos no desaprovechó y comenzó a chupar apasionadamente, cuando vi esta situación acabe con un orgasmo como pocas veces he tenido llenando la verga de Carlos con una cantidad abundante de flujo y mi conchita quedó totalmente sensible.



El clima era de éxtasis total, ambos Romina y Carlos me arrodillaron y uno de cada lado me ofrecieron sus pijas para chupar y hacerlos acabar, cosa que no tardo en suceder y primero Romina descargo una abundante cantidad de semen en mi boca cosa que no trague, al ver la leche en mi boca, Carlos acabó llenando y haciendo rebalsar mi boquita de petera de leche caliente, cuando terminó de acabar me paré y con Romina nos dimos un beso exquisito con la leche de ambos.



Salimos de su oficina y luego de dejarla a Romina y ya de regreso a casa le volví a chupar la pija hasta que volvió a darme su lechita espesa.”



-Te gustó papi lo que hice.



Sin dejarla terminar de hablar le hice chupar mi pija y le di una buena descarga de leche que venía juntando desde hacía horas la cual tragó con gusto como siempre.



Esto nos dio ideas para nuevas fantasías que llevamos adelante pero quedan para próximos relatos.


Datos del Relato
  • Categoría: Incestos
  • Media: 0
  • Votos: 0
  • Envios: 0
  • Lecturas: 2232
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 3.145.155.58

0 comentarios. Página 1 de 0
Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Relatos: 38.445
»Autores Activos: 2.272
»Total Comentarios: 11.896
»Total Votos: 512.051
»Total Envios 21.925
»Total Lecturas 104.850.608