Una noche estaba sentada frente a mi PC, en sudadera y en con una corta camiseta, estoy tan concentrada que no me doy cuenta que me observan, es Andrés, mi macho de turno, que se acerca lentamente colocándose detrás de mi, en silencio, viendo mi rostro de concentración, se acerca lentamente contra mi cuello y puedo sentir sus respiración, la proximidad de sus labios y el calor de su cuerpo detrás de mi, sus manos grandes y varoniles recogen mi cabello dejando libre mi piel y siento como su lengua se apoya sobre mi piel y comienza lamerme y succionarme lentamente, sus manos suelta mi cabello que le cae sobre su cara y comienzan a recorrer mis hombros, solo me toca con la yema de sus dedos mi suave piel recibe con gusto esas caricias, que comienzan a bajar, hace rato perdí la concentración y me entrego al placer de esa boca y esas manos, comienzo a sentir como mis pezones se eructan y mi piel reacciona, así que tiro mi cabeza así atrás dejando mi cuello a la merced de su boca, sus labios húmedos me recorren, mientras su lengua me saborea palmo a palmo. Sus manos continúan el recorrido hasta mis senos y comienzan a jugar con mis pezones que sobresalen de la tela de la camisa, sus dedos hacen círculos por mis senos, mientras su boca muerde mi oreja suavemente introduciendo su lengua en ella. Yo gimo de placer, puedo sentir como mojo mi pequeña braga, siento mi clítoris duro y húmedo, así que mis manos buscan su cara y le doy un largo y apasionado beso donde nuestras lenguas se entrelazan una y otra vez.
De un momento a otro el gira mi silla y me pone frente a el y sus manos comienzan a bajar por mi cintura, mientras me continua besando, mis manos buscan desesperadamente los botones de su camisa y comienzan a sacarlos uno a uno, sus manos me sostienen por la cintura y me obligan a pararme de forma delicada pero dejando claro quien manda, comienza a bajar mi sudadera junto con mis tangas, dejándome solo en mi corta camiseta, mientras el suelta su pantalón dejando a mi vista su duro paquete entre su bóxer.
En su cara se dibuja una sonrisa al ver mis tangas en el piso húmedas, el sabe que estoy dispuesta, que solo tiene que tomarme, así que continua besándome y mis manos empiezan a jugar por su espalda recorren su cintura y lo toman por su culo para restregarle mi húmeda concha y lograr sentir su dura verga a punto de hacer explotar su bóxer, estoy tan empapada que sobre su bóxer queda una mancha tibia, así que comienzo a bajar por su cuello lamiéndolo y besándolo me paro en sus pezones succionándolos, no tan suave, quiero poseerlo, se lo hago sentir, el se tensa pero se que le gustan, se los muerdo, primero uno, luego el otro, continuo bajando, hasta que mi boca se topa con su duro paquete, mis manos lo sacan de su prisión, mientras mis labios se preparan para lamer su dura y roja cabeza que esta cubierta de un espeso liquido salado, su lubricante se pasea por mis labios y lengua, lo saboreo, saboreo su sabor a macho, mi sangre se calienta con este placer, dirijo mi lengua por todo su palo hasta llegar a su base donde saco mis dientes para mordisquear suavemente sus huevos, los quiero agarrar con fuerza pero su suavidad se siente en mi paladar, lo chupo y produzco grandes bocanadas de tibia saliva...
Sus manos buscan un lugar para sostenerse, se apoya sobre el escritorio y cierra sus ojos, deja que yo me haga cargo.
Continuo con mi juego en su duro palo, lo succiono, me lo trago completo, una y otra vez, el gime, mis manos buscas sus huevos para acariciarlos, paro un momento para humedecer uno de mis dedos y lo llevo a su pequeño ano, y comienzo por tocarlo alrededor, el se repliega negando la caricia, pero pronto se relaja y comienza introducirse y a disfrutar de su caricia. Sigo con mi boca succionándolo una y otra vez y el gime de placer, sus manos me toman por el cabello y comienzan a guiarme, es un ritmo frenético que hace que me moje mas y mas y puedo sentir como su lubricación aumenta y me preparo para recibir su leche en mi boca, comienza con pequeños chorros de ese delicioso liquido que me invaden, no para de venir y yo no puedo retenerlo en mi boca, se escurre a trabes de ella deslizándose por mi barbilla y cuello , el grita y sus manos me hacen tragarme toda su verga, no puedo respirar, pero me encanta, podría jurar que en suelo hay gotitas de mis fluidos. Logro soltarme y tomar una bocanada de aire y con mi lengua trato de limpiar el desastre que es mi boca, mis dedos me ayudan a limpiarme de todo ese liquido delicioso, los saboreo, estoy tan absorta en dejar todo limpio que no veo que el me mira y al parecer esto lo excita, su verga sigue dura y dispuesta.
El espera a que termine de disfrutar de su leche y me toma del piso y me hace sentar sobre el escritorio, me abre las piernas y se encuentra ante una concha húmeda y caliente, me mira y mientras lo hace humedece tres dedos y comienza a jugar alrededor de mis labios, los separa y sonríe al ver mi rojo y duro clítoris, se lame los labios y se acerca lentamente y comienza a succionarlo y lo muerde, sus dedos me penetran. Yo ya estaba tan excitada que solo con este contacto siento venir esa oleada deliciosa llamada orgasmo y mis fluidos mojan su mano y cara y el comienza a succionarlos y esto me enloquece al punto de hacerme gritas, no para, sigue y de la misma forma continuo con orgasmos, uno de tras de otro, imposible contarlos. Pero de un momento a otro el para, me voltea, y me dice que me abra el culo para el, así que con mis manos abro mis nalgas, dejando al descubierto mi ano, el escupe sobre mi el, una o dos veces, mientras con sus manos se toca su dura polla, en su ojos hay lujuria, solo veo que se viene contra mi con su duro palo y siento como trata de ensártamela toda de una vez, trato de detenerlo pero el cojee mis manos con las suyas y me sostiene con fuerza, siento como ese palo duro se transforma en una varilla de fuego que me penetra, grito, gimo, pero ya esta adentro y el se ríe, aun con su manos sosteniendo las mías, me besa la espalda y comienza a sacarlo lentamente, miles de sensaciones me recorren, es dolor, es placer, luego vuelve a meterla hasta el fondo, gimo, pero me estoy acostumbrando, el hace esto dos veces mas hasta que comienza con un ritmo demasiado placentero…. El dolor se esta convirtiendo en placer y nuevamente siento venir el orgasmo, esta vez grito de placer y de impotencia, el no para hasta que siento mi hueco lleno de leche, el exhausto se recuesta sobre mi espalda, así pasan unos minutos, hasta que se quita, con una sonrisa en su rostro y me dice – Cierto que te a gustado putita?- Mi única reacción es darle una bofetada y responderle –Claro que me ha gustado, cuando lo hacemos de nuevo?
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VENGO LEYENDO ALGUNAS COSAS, Y LA VERDAD NBO ME CONVENCÍA NADA. o MUY ROMÁNTICO O MUY EXPLÍSITO. CREO QUE ESTE CUENTO LOGRÓ FUSIONAR AMBAS COSAS. FELICITACIONES PARA LA QUE LO HIZO.