Me llamo fernando. Tengo 25 años y lo que contaré sucedió cuando tenía 19. Nací en un pueblo y a los 18 me mudé a estudiar en la universidad a una ciudad más grande. Renté una pequeña habitación en una pensión. Tenía una beca y con ese dinero más algún trabajito extra que siempre conseguía me alcanzaba para pagar la pensión y mis gastos. Pero un mes la el dinero de la beca no llegó y tampoco conseguí ningún trabajo para hacer, así que no pude pagar la habitación. Hablé con "Don Victor", el dueño de la pensión, un hombre de unos 55 años, algo gordo, y descuidado en su aspecto. Me dijo que me daba unos días de plazo para conseguir el dinero, y también comentó que si no lo conseguía fuera a verlo y que de algún modo íbamos a cancelar la deuda, que no me preocupara. Al principio me pareció un gesto amable de Don Victor, supuse que se trataría de hacer algún trabajo en la casa, como limpieza o arreglos, pero después no pude sacarme de la cabeza que me estaba proponiendo algo extraño. Recordé que alguna vez noté que Victor me miraba de una forma particular, sobre todo cuando salía de ducharme (el baño era compartido y yo aveces salía envuelto en una toalla). Pero bueno, supuse que serían ideas mías. HASTA QUE UN DIA yo había salido a correr por el parque y cuando regresé y fui a ducharme noté que no había agua caliente en el baño compartido, y fui a decirle a Don Victor. El me dijo que estaba arreglando un caño y que iba a demorar, pero me dijo que me bañara en su baño particular, que allí había agua caliente, y que no preocupara porque el demoraría bastante mientras componía el otro baño. Yo estaba apurado porque tenía que irme a clases así que acepté y ya dentro del baño de Don Victor empecé a desvestirme. Ya desnudo abrí el grifo y noté que allí también el agua salía fría, y cuando me doy vuelta para avisarle a don Victor que no había agua caliente. me encuentro con que el hombre estaba entrando en el baño, apenas vestido con un pantalon corto. "Vengo a recordarte que me debes el dinero de la pensión, hoy se cumplen dos meses y ya es tiempo que me pagues" me dijo. Yo quise explicarle que conseguiría el dinero. pero vi que las intenciones del hombre eran saldar la deuda de otra manera. bajé la vista y debajo del short se notaba que tenía el pene super erecto. Se quitó el pantalón y me dijo "quedate tranquilo que va a estar todo bien. y nadie se va a enterar de nada". Yo tenía una mezcla de miedo y excitación. Alguna vez había fantaseado con tener sexo con un hombre, me preguntaba cómo sería ser penetrado, cómo sería "hacer de mujer". pero creo que era más curiosidad que otra cosa. pero ahora no era fantasía, tenía a un hombre desnudo y supercaliente enfrente mío. y de pronto lo tuve detrás. porque don Victor rápidamente me dio vuelta, me apretó contra la pared de azulejos y empezó a apoyarme y frotarme su verga en mi culo aún transpirado por el footing. "Quedate tranquilito que te va a gustar." me decía Victor "desde que llegaste tengo ganas de cogerte pendejo" me decía. Yo me quedé paralizado y no atiné a hacer nada, ni a decir nada. En un momento dejo de sentir el contacto del hombre contra mi espalda y trato de zafarme y decirle que no quería. pero en ese momento siento un escalosfrío que me recorre todo el cuerpo. y siento su lengua rosando mi ano. y casi inconcientemente dija "ah.", y el Don victor, al oir mi gemido, me dijo "viste que te iba a gustar." y viendo que yo me estaba calentando empezó a sobar mi pene y a lamerme todo mi culito más y más rápido. Yo estaba muy caliente y gemía cada vez más. Victor en medio de los lenguetazos a mi ano me decía "¿queres que te coja?" queres que te coja puta?" Yo no podía ni hablar. Ya no resistí más y empecé a masturbarme con todas mis fuerzas. Victor puso su mano sobre la mía y aceleró el ritmo hasta que acabé, en medio de un gemido intenso y un place que nunca había sentido. La mano de don victor quedó empapada de mi semen. La acercó a mi boca y me hizo lamer y tragar mi propio semen. Y me dijo: Ya estás a punto caramelo, ahora me toca gozar a mi! Yo ya no podría decirle que no a nada de lo que me propusiera. Pero esto se los cuento en el próximo relato.