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Mi nombre es Karina Tengo 28 años, el color de mi piel es morena claro con el cabello negro, de cara simpática y cuerpo atractivo, Mis senos son de tamaño normal y resaltan elegantemente en mi cuerpo, mientras que mi trasero con caderas grandes y unas nalgas grandes, aunque no paradas, pero grandes. Mis piernas muy bien proporcionadas. En general casi siempre llamo misteriosamente la atención de muchos hombres.
Mi esposo es muy liberal, Llevamos una vida sexual muy activa sin celos ni prohibiciones siempre que estemos juntos, a él al igual que a mi le gusta que lleve ropa sexy y atractiva, elegante, nos gusta que me miren y que se exciten.
Voy a relatarles lo que en alguna ocasión mi esposo, yo y tres compañeros suyos, hicimos.
Un viernes, mi esposo invitó a tres de sus amigos y compañeros para organizar la redacción de un manual de tácticas y sometimientos policiales con contemplación de los derechos humanos, para impartir esta cátedra en la mayor parte de academias de policía del país, así que se alojaron en nuestra casa para poder trabajar en la elaboración de ese manual.
A la hora que ellos convinieron, llegaron, eran dos muchachos de unos treinta y tantos años y otro de la edad aproximada de mi esposo, unos cuarenta y tantos.
Yo me había puesto con un vestido tipo polo muy corto y con abotonadura delantera en color rosa y con estampados en corazones color rojo en una tela de algodón tipo playera, recuerdo que por la temporada y la comodidad de estar en casa no llevaba puesto sujetador y en mi sexo solo había atinado a poner un hilo dental que le fascinaba a mi esposo y con el que ya habíamos hecho varios tríos o intercambios.
La impresión al verme fue enorme, se me quedaron viendo con tal morbo que por largo rato y con muy poca discreción mis pezones se erectaron y sé que, por la ligereza de la tela, no solo se notaban, también se transparentaría el color de ellos ante el claro de la tela y eran una gran vista para esos cuatro hombres a mi alrededor.
Me dediqué durante el inicio de su reunión a atenderlos y darles la bienvenida, sin darme cuenta que los botones altos de mi vestido ya habían dado de sí, así que mostraba más de la mitad de mis senos a los cuatro que estaban sentados en nuestra sala y usaban la mesa de centro para ordenar las referencias bibliográficas y hemerográficas.
Sabía yo que cada vez que me agachaba me vería perfecto mi culo y la tanga. Mi esposo, a quien le excita exhibirme me llamaba con cualquier pretexto para que les sirviera algo de beber.
Siendo para mí una bebida muy especial les llevaba cinco cervezas cada vez que ellos pedían algo de tomar, depositándolas en la mesita de centro de donde tomaba una para mí y sentarme un instante entre ellos. Al hacer esto, unos me veían los senos y los otros el inicio de mis nalgas cubiertas por nada de hilo.
Mientras tomaban descansos, me acercaba a mi esposo y me sentaba a un costado de él, entre él y el hombre de la edad parecida a la de mi esposo, regalándole una imagen clara de mi sexo a los otros dos y después cuando me paraba para ver la comida, regresaba y hacia lo mismo, pero en el sillón contrario para regalarle la misma vista a mi esposo y su amigo maduro. Las cervezas no tardaron y pronto el efecto se hizo sentir haciendo que el ambiente se hiciera más relajado y poder contar chistes y bromear como enanos.
Ya en la noche, decido ir a ponerme cómoda y descansar, dándome un baño. Así que, sin decirle a mi esposo, me retiro mientras ellos trabajan, me metí a bañar y salí del cuarto de baño y me fui a la recamara envuelta en mi toalla. Me encontraba ya secando mi cabello cuando recordé que había dejado mi ropa en el baño, por lo que fui y abrí la puerta sin llamar y encontré a uno de los amigos de mi esposo, oliendo el hilo dental que traía yo metido unos minutos antes en la panocha y las nalgas, mientras tenía su pene en la mano y orinaba. Yo casi desnuda lo observe inmóvil porque aquello que sostenía en su mano era hermoso y gigante. Cuando se percató de mi presencia solo atinó a murmurar “huele riquísimo, se ve que, así como tú nos tenías de calientes tu también lo estabas”, me tomó de la mano y me la llevó hasta tocarle aquella herramienta, me retira, se la mete y se retira.
Me quedo extasiada y caliente durante unos instantes sin saber qué hacer, así que cuando logré reaccionar, me fui a mi cuarto a vestir y a relajarme.
Me vestí con una blusa ajustada color azul y sin nada abajo, una minifalda que sin duda hacía de mi sexo depilado una vista deliciosa para muchos, unas sandalias flexy color coral. Casi sin maquillaje, y un peinado natural.
Cuando me vieron los amigos de mi marido y hasta él mismo se quedaron anonadados y pude ver los bultos que se formaban en sus entrepiernas.
La noche fue genial fuimos a cenar tomamos algunas copas en el mismo lugar cantamos y reímos a cada momento que pasaba la confianza entre todos iba creciendo y la confianza y libertad que mi esposo me daba en esos menesteres no se podía ocultar así que yo me explayé y me comporté como lo que me gusta ser y de lo que jamás he tenido reproches de mi esposo.
Llegamos a casa todos alegres y desinhibidos gracias al alcohol al grado que mi esposo se acercó por la espalda y me metió una mano debajo de la minifalda tomando una de mis nalgas estrujándola entre sus manos delante de todos. Se acercó a mi oído y me dijo que me estaba portando como toda una putita lo cual me puso a mil ya que eso nos excitaba a ambos y me dijo que quería que cogiéramos lo antes posible
Nos sentamos entre sus amigos en la sala mientras me agarraba con su mano la pierna y metía la mano entre mis muslos subiéndola hasta tocar mi panocha, estaba que me moría, mi esposo me estaba tocando delante de sus amigos y ellos nos miraban entre apenados y excitados.
Mi esposo los mira y les pregunta, que, si no se les antojaba tocarme, así que ellos se disponen a mi alrededor, los miro a los ojos y me agacho delante de mi esposo y comienzo a darle una mamada, mientras me ponía en cuatro frente al que se encontraba sentado en el sofá, así que todos mis demás atributos quedaron a disposición de las manos y las lenguas de los demás, situación que ninguno de ellos dejo pasar yo como podía y sin desatender la verga de mi marido desabotonaba los pantalones que me quedaban al alcance mientras seguía chupando a mi esposo mientras masturbaba a los dos jóvenes con mis manos y el otro sujeto de la edad aproximada de mi esposo ya con la verga de fuera me tallaba la cabeza en la entrada de mi vagina entre mis labios y mi ano recorría todo mi sexo poco a poco me acariciaba todo el cuerpo que desde su posición era todo, hombros, espalda y tetas.
En eso estábamos cuando sentí que mi esposo terminaría pronto así que arrecie el paso en mis mamadas, lo tomé de las nalgas y lo hale contra mí, logrando que su orgasmo fuera súper intenso así que acabo en mi boca y termine tragando toda su leche.
Con la boca todavía llena de la leche de mi esposo, me metí la de su compañero el del baño que era hermosa y ya la traía entre ceja y ceja desde hacía horas y comencé a chupársela como si buscara extraer algo de ella y lo cual en poco tiempo logré. En poco tiempo un chorro de esperma se me escapaba de la boca y me caía por el dorso.
Aun no sacaba la de este, cuando el otro joven ya estaba enfilando su gruesa verga en mi boca buscando mis servicios y tomándome de la cabeza, me empuja haciendo que mis labios toquen su pubis, provocándome ganas de vomitar.
Pronto me acostumbro a la presencia de esa gruesa verga en mi garganta así que me cogía por la boca hasta que note que se está por venir comienzo a darle una mamada más intensa y muy suave hasta que su verga comienza a soltar grandes chorros de leche que queda en mi lengua como si fuera gelatina.
Me quedaba aún complacer a ese hombre maduro en interesante que al parecer era aún más parecido a mi esposo así que me puse frente a él y lo observé ahí de pie con su hermoso instrumento frente a mi bien duro y en la mano. Comienzo a pasar mi lengua por la cabeza. Luego la meto en mi boca y comienzo a chuparle la cabeza y a masturbarlo con mis manos. Hasta el momento en que una gran cantidad de esperma comienza a llenar mi garganta. No me la puedo tragar de la cantidad que era, por lo que la pesada leche se escapa de mi boca.
Mi esposo me toma una vez concluida esa sesión de mamadas y me pone de espaldas sobre la mesa del comedor y le pide a uno de sus amigos que me penetre la panocha a lo que yo inmediatamente tomo saliva y semen de mi boca y me lo paso por mi raja para lubricarlo, el con su verga la enfila frente a mi panocha y muy lentamente comienza a meterla, mientras observo a los demás como me tocan todo el cuerpo eras ocho manos tocándome por doquier. El comienza a moverse lentamente mientras yo comienzo a hacer movimientos circulares con mi cadera sus manos apretaban mis tetas así estuvo un buen rato yo creo que algunos 20 minutos o más hasta que siento como algo caliente inunda mi concha por dentro.
Así que ahora veo que mi esposo le da la indicación a otro que se ponga en el lugar del que terminaba y este ni tardo ni perezoso se colocó y en un movimiento brusco penetro mi panocha en movimientos tan rápidos que sus huevos y su pelvis al chocar con mi cavidad pélvica y mi panocha sonaba como si de cachetadas se tratara esto calentaba aún más el ambiente así que los toqueteos y los arrimones de verga por todo mi cuerpo recostado sobre la mesa fueran cada vez más intensos y morbosos así me metió la verga un buen rato en verdad su resistencia era buena mi panocha babeaba de placer facilitando la fricción del órgano de ese macho desnudo rosar mis labios y mis paredes internas hasta que sin decir nada sentí por segunda ocasión no solo lo caliente sino un ardor especial y pude percibir el aroma de su lechita en mi interior
Llame a mi esposo diciéndole *ven mi amor, quiero sentir tu verga dentro de mi* mi panocha se muere por ti bebe.
Mi esposo así en la misma posición en que me tenían y por lo cual ya tenía las piernas entumidas se puso al filo y comenzó a bombear sobre mi panocha escuchando un squash del semen de sus otros dos amigos dentro de mí esto nos ponía a mil soy una putita mi vida y que crees soy tuya mi vida, mi marido me levanta de la mesa sin quitarme la verga de mi agujero y levantándome de espaldas a los demás le dejo mi culo al aire a su amigo con quien vi se sentía más identificado así que este sin mediar palabra solo se puso por detrás y ayudándose de todos los fluidos que en la zona nadaban recargo su verga en mi culo y de un golpe me penetro por dé tras Tenia dos vergas adentro moviéndose frenéticamente hasta hacer más extraño el orgasmo siendo tan intenso mientras empujo a mi esposo de sus glúteos para sentirlo más adentro.
Termine de forma tan frenética, prolongada y potente, moviendo mi pelvis hacia todos lados en formas circulares acompañados de grandes alaridos anunciando el placer de la cogida recibida mi esposo no aguanto mucho más y cuando estaba en mi estasis terminando mi orgasmo, él y su amigo comienzan a convulsionarse en un orgasmo intenso llenando mi panocha de leche.
Cuando me sueltan logro tomar aire y abro los ojos y veo a los otros que con sus vergas muy duras me miran, Apenas mi esposo y el otro sujeto maduro se salieron de mi esos mismos orificios fueron ocupados por los dos primeros cogiéndome con movimientos lentos pero muy profundos provocándome otro orgasmo muy intensos y rápido esta vez mi cuerpo se arqueaba intensamente si entiendo que me está llenando la concha con su leche que ser mezcla con la de todos los demás en medio de sus contracciones.
Yo estaba molida y la panocha me dolía, pero aún quería mas no quería renunciar a esas cuatro vergas y ocho manos, cuatro bocas chupando, tocando y penetrándome. Por lo que me pongo en medio de todos y les pido que se masturben frente a mí para que llenen de semen mi cuerpo entero
Una vez llena de semen mi esposo comienza a chuparme el clítoris, de una forma tan placentera que me da el ímpetu para comenzar el rol de nuevo así que para empezar comienzo de nuevo a mamarles la verga a uno por uno mientras los demás están esperando sentados en los sofás mientras les practico sexo oral y anal y para terminar en mi panocha uno por uno sin distracciones les dedico un rato individual a cada uno hasta exprimirlos de nuevo por fin al final el último en cogerme me la sacó y yo caí desplomada estaba totalmente adolorida pero muy complacida por la gran cantidad de orgasmos que había tenido a lo largo de ese día y noche. Atte. Karina
A pesar de la ausencia de nombres por proteger a mis amigos y demás detalles para evitar conjeturas, todo absolutamente todo hasta la leche de todos dentro de ella fue real y fue fabuloso.
Atte. su marido
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