Bajando la ventanilla, sonríe al darle los merecidos buenos días al muchacho de la casa de peaje del corredor por partede Pris, qué le paga con un billete de dominación alta; en qué el mismo le pone una cara de apenado sobre todo nervioso. Por verle con la falda corrida más allá, de las entrepiernas en qué se deja cautivar cómo deleitar hasta mangonearse igualmente calentar especialmente atraerse, en qué se le ve las plenas ingles buenisimas cómo riquisimas también sabrosisimas asimismo espectacularisimas a Pris en persona cómo en vivo y a todo color. Bueño ella con ojitos tristones le informa qué pena eso es lo único qué cargo ahorita en mí cartera al agitarle un poco sus senos con todo y blusa puesta es ahí, en qué le entrega el billete el mismisimo encargado qué le dice por mi cuenta corre el pago de usted Señora queda agradecida sale de la caseta al ponerse en marcha, riéndose efusiva y candentemente la viva de Pris, por lo qué le hizo hace pocos al mismo encargado por no pagarle su paso por el corredor de camino a su trabajo cn la misma sede universitaria actualmente.