Yo no hacia mas q mirar y mirar atraves de la cerradura de la puerta, jamas hubiese imaginado a mi hermano en esa situación, Laura su novia era una chica bastante timida y muy educada, se me hacia extraño encontrarlos a los dos de esa manera, pero no pude dejar de mirar, y poco a poco esa vision, tan a escondidas, y esa sensación de estar haciendo algo prohibido me excitaba.
Todos los fines de semana mis padres se marchaban a la casa de montaña, normalmente yo siempre iba con ellos, pero ese fin de semana decidi quedarme en casa para estudiar, mi hermano tambien estaria en casa, con su novia, pero bueno eso tranquilizaba a mis padres, mi hermano era mayor, y se suponia que el podia cuidar de mi.
Mi hermano tenia 25 años y yo 15, nos llevabamos muy bien, bastante, ahora que yo empezaba a destacar como mujercita y me crecia el interes por los chicos, el era mi confidente y mi consejero, pasabamos mucho tiempo hablando, la verdad es q siempre nos quisimos muchisimo, el era mi principe azul y yo era su princesita.
Ese fin de semana mi hermano decidio llevarnos a Laura y a mi a cenar fuera, yo quise ponerme a su altura y parecer mas mayor, asi q me puse un vestidito rojo con unos zapatos de tacon q no me ponia desde la boda de un primo lejano. Estuve bastente rato arreglandome y maquillandome, y la verdad es q creo que dio resultado, porque nada mas bajar las escaleras hacia el comedor los ojos de mi hermano se clavaron en mi sin ni siquiera pestañear.
En el restaurante atraje la mirada de muchos hombres, y eso me resulto algo escitante, lastima que a mi hermano no le sento tan bien, pero bueno es logico, yo sigo siendo su pequeña, y supongo q tenia miedo de que me hiciesen daño.
La cena paso rapido, Laura estaba cansada y decidimos volver a casa nada mas acabar, cuando llegamos ellos se instalaron en la habitacion de mi hermano y cerraron la puerta tras un "hasta mañana".
Yo entre en mi habitacion y me dispuse a dormir, todavia no habia conseguido coger el sueño, cuando unos ruidos extraños llamaron mi atencion, era la voz de Laura, la reconoci al instante, intente dejar de pensar e intentar dormir, pero no pude, el sonido de sus gemidos me gustaba, me hacia imaginar que es lo que debia de estar haciendole mi hermano para provocarle esos gemidos, nunca antes me habia sentido tan excitada.
Decidi levantarme e ir a dar un vistazo, cerca de la habitacion de mi hermano empece a escuchar dos gemidos diferentes, eran los gemidos de mi hermano, eran pausados y me hicieron estremecer, algo que no habia sentido antes me recorrio el cuerpo, provocandome un ardor enorme en mi entrepierna.
Primero me conforme con escuchar detras de la puerta, mas tarde no podia controlar mi excitacion i no pude evitar mirar atraves de la cerradura, mi hermano estaba apoyado en el escritorio, i Laura estaba arrodillada delante de el, el la miraba y le apretaba el pelo, su cara reflejaba el placer q estaba sintiendo, no sabia muy bien lo que mui cuerpo estaba experimentando, las piernas me flaquaban, la vagina me ardia, y el clitoris, mi pequeño clitoris, el cual jamas habia sido acariciado con intenciones de darme placer, ahora palpitaba y pedia a gritos que lo acariciaran, pero no sabia hacerlo, jamas antes me habia masturbado, nunca tuve necesidad, ni curiosidad, hasta aquella noche, no sabia como debia mover mi mano ni que era exactamente lo que debia acariciar, asi de decidi fijarme mas en la pareja qua habia al otro lado de la puerta.
Entonces me di cuenta, Laura no dejaba e mover la cabeza hacia delante y hacia atras, pero sus gemidos no eran causados pos lo q su boca estaba haciendole a mi hermano, si no a su mano, q se dejaba ver entre sus piernas, solo lograba ver la punta de sus dedos, esos dedos q no dejaban de moverse, pude diferencia como era el movimiento e intente copiarlo.
Yo estaba detras de la puerta con mis braguitas en los tobillos, el primer roce de mis dedos con mi clitoris me produjo un escalofrio por todo le cuerpo y un placer tan intenso, que me asute de pensar como podia ser si seguia, y seguia hasta caer exausta en el suelo.
Estaba tan inmersa en mi disfrute que por un momento me olvide de la pareja que se escondia detras de la puerta, volvi a mirar atraves de la cerradura, ahora Laura estaba de cuatro patas y hermano la penetraba con lentos movimientos, entrando y saliendo de ella, por un momento abrio los ojos y dirigio su mirada hacia la puerta, me asuste, pero todavia no se como, no se q fuerza me retuvo, pero fuese lo q fuese, no me dejo apartarme corriendo, y la mirada de mi hermano parecio cruzarse con la mia, pero era imposible que pudiera verme, o almenos era muy dificil.
No se si logro verme pero si asi fue, no hizo cambiart su actitud, yo seguia sumida en el placer que yo sola estaba proporcionandome, por un momento tuve ganas de irme a mi habitacion, tumbrame en mi cama y seguir masturbandome con ms comodidad, pero no lo hice, porque lo que me producia ese placer era la vision que tenia atraves de la cerradura.
yo no podia mas, queria correrme alli de pie, espiando a mi hermano y su novia, quieria correrme por primera vez con ellos, asi q no pude mas, y me corri, de mis labios se escapo un leve gemido, y como en cadena mi gemido provoco el e Laura, y al final el de mi hermano, quedando los dos exhaustos en el suelo, abrazados, y yo sola en el pasillo... con mis braguitas bajadas y un liquido pegajoso resbalandome por las piernas.
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