~~Tal
y como te comente he llegado a casa acalorada. He venido andando deprisa
desde la parada del autobus, tenia ganas de llegar. He venido muy
rapido con las dos chaquetas colgadas del brazo. Meneneando mi culito
y haciendo que los volantes de mi minifalda bailaran sobre mis nalgas.
Los hombres desde los coches me pitaban y los que pasaban por mi lado
se me quedaban mirando descaradamente. Al llegar cerca de mi casa,
los obreros han empezado a decirme cosas "malas", cosas
que me harian a oscuras y a solas. Cosas que se que a ti tambien
te gustaria hacerme, y que a mi me encantaria que me hicieras tu.
Mi temperatura corporal se ha disparado hasta limites insospechados.
Al subir en el ascensor me he acordado de nosotros y de otro ascensor.
Tus manos en mis nalgas apretadas. Tu lengua dentro de mi boca. Tus
ojos desnudandome con deseo. Tu poya tensando la tela de tus pantalones
(jeans, espero). Bufffffff Mientras me contemplaba en el espejo
del ascensor, he empezado a acariciarme los hombros, el escote. A
meterme la mano entre las piernas. Cosas que, sinceramente, esperaba
que me hicieses tu hoy. El asecensor ha llegado a mi piso. He salido
corriendo (que no corriendome). Los tacones de mis botas retumbaban
en la oscuridad y el silencio del descansillo.
He abierto la puerta de casa, He dejado caer las chaquetas y el bolso
al suelo. Las gafas sobre la mesa de cualquier manera. He aposentado
mi culo sobre el sofa verde (aquel que manchamos, te acuerdas?) y
me he abierto de piernas. He seguido tocandome. Sin pudor, ni reparos.
Me he desabrochado la cremallera de las botas y he desefundado mis
piernas de ellas. Ahora le toca el turno a la falda. La he dejado
deslizarse por mis caderas. He metido la mano bajo mis medias negras
de red (las cuales me he puesto para ti) y con un movimiento rapido,
fruto de tantas veces como me he quitado un par de medias) me las
he bajado. El suelo estaba tan frio como tus manos (que manos mas
bonitas tienes, cabron).
He seguido acariciandome, despacito. Lentamente me he metido los deditos
en la boca. Los he mordido, los he chupado. Humedos, los he dejado
recorrer mis hombros hasta las mangas de mi camisa. De las cuales
he liberado a mis brazos. El resto de la camisa ha resbalado por mi
cuerpo, que se ha quedado cubierto solo con un tanga y un sujetador
verde (los cuales tambien me he puesto para ti). Y, obviamente, los
aros de mis orejas.
Mi mano se ha metido entre la tela de mi sujetador y mi pecho, buscando
mi pezon. Cuando se han encontrado, he sentido un pellizco que me
ha hecho dar un respingo de placer. Mi otra mano dentro de mi boca.
Humedeciendose lo mismo que mi coño. Me he desabrochado el
sujetador (el cierre esta delante, jejejejeje) y mis tetitas han aparecido
jubilosas, retadoras. Con los pezones duros y erectos (como espero
este ahora mismo tu poya). Se han entretenido ambas manos con mis
pechos un ratito mas. Las han estirado, masajeado, dado palmaditas.
Pellizcos en los pezones tiesos. Pero mi mano derecha, tiraba hacia
los barrios bajos de mi cuerpo. Mis piernas siguen estando muy abiertas.
Y en mi mente una imagen. Tu desnudo, empalmado hasta la obscenidad.
Vienes hacia mi y me miras con cara de lobo hambriento.
Ante esta evocacion, mi mano derecha se ha metido por debajo de la
tela suave de mi tanga (verde, te recuerdo) y mi dedo indice y y corazon
me han abierto el chochete (depiladito, limpito, mojadito. Ansioso
de). Mi dedo corazon ha comenzado a masajear mi clitoris hacia arriba
y hacia abajo. Este ha comenzado a hincharse, a ponerse mas oscuro.
A salir a ver que coño pasa por ahi fuera. Indice ha bajado
a hacerle compañia a su amigo corazon. El ritmo sube. Cada
vez mas rapido. Con una dulce y tentadora cadencia. Mi mano izquierda
tampco quiere perderse la fiesta. Uno de esos dedos recien llegados
empieza a indagar por el interior de mi almejita, y otro de ellos
(para no ser menos, que caramba) se introduce con lentitud y cautela
por mi ano depilado.
Uhmmmmmmmmmmm, que gustito.
Mi mano derecha sigue frotando mi coño. He de parar un momento.
Qusiera ir a la cama. Dejo de tocarme la rajita pero vuelvo a mis
tetas. Me dirigo hacia la habitacion. Ando despacio por el pasillo.
Refregando mi culo por las frias paredes.
Por fin llego. Me arrodillo en la gran cama. Me vuelvo a espatarrar
como una vulgar ramera. Y dejo que mis manos regresen adonde quieren
estar. Es decir, en mi coño. Sobre el, dentro de el, con el.
Mis caderas comienzan a moverse. Mis ojos se entrecierran y mis labios
(tanto los de arriba como los de abajo) se abren.
Todos mis labios abiertos. Empiezo a gemir. Cada vez me muevo mas
rapido. Me encanta masturbarme arrodillada. Es como si tuviese a alguien
entre mis piernas. Mi nalgas se tensan. Mis dedos se mueven cada vez
mas freneticamente. Movimientos circulares. En mi mente, palabras
soeces y pensamientos obscenos (te he dicho que pienso en ti cuando
busco placer en solitario?).
Mis ojos se dirigen hacia el ultimo cajon del mueble alto que hay
junto a la cama.
Estoy a puntito de correrme. De golpe, el contacto entre mis manos
y mi chochete queda roto. Me tiemblan las piernas ante la llegada
inminente de mi propio climax. Bajo de la cama, y con manos nerviosas
abro el cajon buscanco a Johnny (obviamente tiene pilas).
Mi chocho esta al maximo de jugos. Abierto. Listo para ser penetrado
por una poya gorday dura.
Vuelvo a la cama. Esta vez, me dejo caer de espaldas. Mis manos vuelven
al punto de inicio y retoman la faena. Mi chocho responde rapido.
Un escalofrio de placer recorre mi espalda. Miro con codicia a Johnny.
Poco a poco lo acerco a mi. Me lo meto en la boca. Es tan duro y tan
frio, pero tan familiar a la vez. Le doy una par de mordisquistos
al capullo. Paseo mi lengua por toda la superficie de latex. Lo humedezco
con mi saliva para que entre en mi mas suavemente.
Mis dedos abren mi coñito como en un sacrificio. Poco a poco,
Johnny se acerca a presentar sus respetos a mi interior.
Me lubrifico bien con mis propios jugos.
Uhmmmmmmmmmmmmmmmmm, que duro. Que gustito. Que placer.
Con mi mano izquierda, lo empiezo a mover dentro de mi. Despacito.
Hacia dentro y hacia afuera.
Mi mano derecha sigue pegada a mi clitoris. Lo toca, lo estira, lo
masajea.
Buff, que gusto. Estoy a puntito. Mi espalda se arquea. Y justo en
el momento en que veo la nariz del orgasmo apareciendo en mi cuerpo,
enciendo el vibrador.
Vengaaaaaaa. Vaaaaaaaaa. Asi, si, si. Siiiiiiiiiiiiii. Uhmmmmmmmmmmm!!!!!!!!!!!
Jodeeeeeeeerrrrrrrrrrrrrrrrrr, me corroooooooooo. Ahhhhhh. Bufff.
Buf. Uhmm. Que rico, que.
Y como me corro. El orgasmo es rapido, conciso y sin verguenza.
Johnny no para de moverse, mis dedos tienen hasta calambres.
Jadeo, gimo, resoplo. Me tenso. . . . . . . . . . . .
Y me desinflo.
Saco a Johnny poco a poco de mi (el por si mismo no sale nunca). Y
para limpiarme los dedos me los meto en la boca. ..
Me regodeo un poco en la cama. Dejo que todo mi cuerpo absorba el
placer que le acabo de proporcionar. una sonrisa golosa y satisfecha
aletea en mis labios. Parezco una gata que se bebio todo el tazon
de la leche.
Enciendo la ducha y el calefactor.
Dejo que el agua resbale por mi cuerpo ardiente.