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Categoría: Maduras

La tia de mi novia

Siempre me ha atraído mucho mi suegra, bueno, suegra en el sentido figurado, por que no me he casado, solo estoy de novio, para ser mas especifico, los pechos de mi suegra. Ella debe haber sido muy bonita cuando joven, ahora ya tiene 60, es baja, con un poco de barriga, producto del tiempo y de haber tenido tres hijas. Su pelo rubio, sus anchas caderas, y unos pechos grandes y redondos. Pienso que en mas de alguna oportunidad ella debe haberse dado cuenta como he tratado de vérselos, mientras se agachaba o nos servia comida etc. Solo en una oportunidad tuve la suerte de verlos, pero fue en forma indirecta a través del reflejo de una ventana cuando fuimos con sus hijas a la playa. A todo esto ella es viuda con tres hijas. ( Yo me como a la mayor )



 



Llego fin de año. Como siempre yo lo pase junto a mis padres y familiares y después de dar los respectivos abrazos, partí rumbo a la casa de mi novia. Toque a la puerta y la que me abrió fue mi suegra. Estaba preciosa, con un vestido negro ajustado con una escote que ni les cuento. Me saludo muy contenta, me abrazo deseándome lo mejor para este año. No desaproveche la oportunidad de apretarla bien contra mi, sintiendo esas poderosas tetas frotarse contra mi pecho. Luego me hizo pasar. Salude a mi novia , a sus hermanas, que también estar bastante ricas y a unos familiares de ella. La velada transcurrió sin novedad, bebimos y cuando quedábamos pocos, se organizo una salida al campo al otro día.



 



Partimos temprano en la mañana. Llegamos a un lugar muy lindo que conocía el novio de Karina ( 17 años ), la hermana menor. Todo verde y al lado de un río, donde se formaban unas pozas grandes donde podríamos bañarnos . A todo esto, dentro de los familiares, había una tía solterona de mi novia, que también nos acompaño, que es la protagonista de esta historia.



 



Mientras hacíamos el asado, ella en dos oportunidades se agacho delante mío, dejándome ver uno pechos que no tenían nada que envidiarle a los de mi suegra. Luego de comer, los mas jóvenes nos fuimos a bañar.



 



Estabamos en el río cuando llega esta tía y con unos pantalones cortos y una polera, también se mete a bañarse. Como es de suponer, la polera se mojo y se le translucieron los pezones. Comentario que no escapo entre yo y el novio de mi cuñada, argumentando que la tía se gastaba un muy buen par de tetas.



La tía , pese a sus 59 años, era bastante jovial y buena para las bromas, en especial las de doble sentido, conversadora, por lo cual engancho muy bien con nosotros, los mas jóvenes.



 



Terminamos de bañarnos, y entre la conversación, salió el tema que en su casa, ella tenia un vehículo, que acá en Chile le decimos "cacharrita ", de los años 50. Que solo le estaba ocupando espacio en el patio y que ella se quería deshacer.



 



Le comente que ese vehículo , podría valer bastante dinero si se arregla un poco y se vende a la persona indicada. Para hacer el cuento corto, me invito a su casa a ver el vehículo, y que si lo vendía, me daría una comisión. ( Yo soy Ingeniero mecánico ).



 



Al otro día llegue a su casa. Se notaba que la señora tenia muy buena situación económica. Vivía en una casa muy grande, con alberca , una gran jardín. En el fondo del patio, tapada con una lona estaba el vehículo. Lo revise, y la verdad estaba en muy buenas condiciones. Ella me miraba mientras trataba de hacerlo arrancar. Baje las herramientas de mi camioneta y comencé a trajinarlo, hasta que luego de una hora logre ponerlo en marcha. En todo ese rato, la tía me mantenía con puras cervezas. A ella le encantaba tomar cerveza en los días de calor, y ni les cuento el calor que hacia ese día. Me decía que su refrigerador lo tenia lleno de latas de cervezas.



 



En una de esas, ella me sorprendió mirando sus tetas, mientras se apoyo en el auto y su blusa se separo. Me dijo que me concentrara en el auto en ves de estar viéndole las tetas, todo en broma. Yo aunque me dio mucha vergüenza, continúe la broma , le diciéndole que seria culpa suya si el auto no se reparaba, por que me estaba distrayendo al colocarse a si. Ella se rió. Luego de un par de minutos, esta vez conscientemente, la tía se coloco de la misma forma, asegurándose que se le vieran, incluso las movió de lado a lado, continuando la broma. Yo la vi de reojo y me sonreí.



 



Ella se burlaba de mi, jugando a excitarme, tomando la cerveza helada y pasándola por su cuello emitiendo sonidos de placer, pasándola entre sus pechos, diciendo que .......¡ mmmmmmm, que heladita esta...mmmm se siente tan bien! ....... Todo como broma, pero lo que ella no sabia es que yo si me estaba calentando de verdad.



Reconozco que siempre he sido un hombre muy caliente y que la mujer no debe cumplir grandes requisitos para ser mi candidata al sexo; un poco de alcohol y ya todas tienen algo bonito.



Empece a contar los envases de cervezas que la tía había traído y eran ocho, es decir nos habíamos tomado cuatro cada uno. Con razón la tía ya me estaba pareciendo una posible candidata.



 



Su contextura sin ser gorda, era bastante gruesa; su culo se podía apreciar a través de la larga falda y era de un volumen muy considerable, es decir grande; sus tetas, para que decir, redondas y grandes, iguales a las de mis suegra, pero con otro color de piel, como me encantan a mi. El morbo de estar con una mujer mucho mayor que yo, fue consumiendo mi imaginación y mas todavía al ser la hermana de mi suegra.



 



Le pregunte por que nunca se había casado, me respondió que estuvo a punto de casarse , pero que poco antes de su matrimonio, sorprendió a su novio con otra mujer y desde ahí nunca mas confió en ningún hombre...... y que por eso, aun continuaba virgen.



Yo quede helado con la ultima afirmación, hasta que ella rompe el silencio con una carcajada.



 



¡Como se te ocurre que voy hacer virgen a los 59 años!....¡soy solterona , pero no tonta!



Casi me la creo



Ja ja ja , lo que pasa es que soy muy fogosa y los hombre se asustan de mi , yo creo



Ja ja ja



La verdad nunca me ha hecho falta un hombre, vivo bien sola y no me acostumbraría con un hombre al lado. Además a mi edad lo único que agarraría seria un viejo de 60 que ni siquiera le funcionaria, y para estar cuidando viejos, con la cosa mala ...... ¡Ni loca!, mejor solita no mas.



Y no se aburre?



No, para eso tengo mi vibrador



( otra vez me dejo helado )



Ja ja ja ( era broma )................ , pero para que te voy a negar que de repente echo de menos un buen revolcón .



 



Ya el auto quedo de lado, el calor era insoportable, por lo que entramos a la casa . Entre al baño, me saque mi polera y me lave un poco. Al salir ella me esperaba con otra lata de cerveza. Me senté en el sofá, ella se sienta a mi lado, le comente la cantidad de cervezas que habíamos bebido. Me pregunto si me sentía mareado o algo, por las ervezas, y que no eran tantas. Yo diciéndolo en tono de broma , pero pensándolo en serio, le dije que la cerveza despertaba mis instintos animales que llevo dentro. Ella no se rio, un minuto de silencio, coloca su mano en mi pierna, y mirándome directo a los ojos, me dice : " ¿ Porque no lo dejas salir ? " . Esa era mi señal de que ya no hablábamos en broma. Sin embargo algo no me dejaba actuar y me quede callado, pero mirándola fijamente.



 



Su mano lentamente fue subiendo por mi pierna hasta posarse sobre mi verga, que ya no aguantaba ser liberada. Dejo su botella en la mesa y con sus dos manos comenzó a bajar el cierre de mi pantalón. Metió una de sus manos y se encontró con mi verga durisima, sobre mi ropa interior, la acaricio , la apretó, su vista no se despegaba de mi bulto a la espera que saliera, lo que tanta falta le estaba haciendo.



 



Yo aun no la tocaba. Poco a poco fue soltándola, hasta que quedo completamente expuesta. Ella no la perdía de vista y la acariciaba suavemente con su mano. "Te prometo que esto nunca lo sabrá mi sobrina".



 



Puso su cabeza a escasos centímetros de mi verga. Podía sentir su respiración en mi verga, siento su mano como la coge de la base y siento como su cara se frota con ella. Mis manos acarician sus negros cabellos , invitándola a metérsela dentro de la boca. Siento la punta de su lengua justo en la punta de mi pene. Un escalofrío me recorre entero, haciéndome emitir gemidos de placer. Su lengua suavemente me sigue acariciando, tal como si fuese un helado, hasta sentir como lenta y suavemente se va introduciendo centímetro a centímetro, mi erecto compañero de tantas batallas, hasta sentir sus labios rozando mi vello pubico en señal que estaba introducida en su totalidad.



 



Manteniéndola unos segundos en esa posición vuelve a sacarla tan lentamente como entro y luego repite la operación. Nunca me habían echo un mamada de esa forma, era una mamada profesional, 100 veces mejor que cualquiera que me hubiesen echo antes. La capacidad de acomodarla dentro de su boca hasta llegar a su garganta era increíble y la suavidad con que lo hacia era mas excitante aun. Yo sabia que no podría aguantar mucho tiempo así, era grandioso.



 



Tuve tomarla fuerte del pelo y obligarla a acelerar el movimiento o hubiese acabado en su boca con esos movimientos tan suaves. Mientras lo hacia, ella misma desabrocho su blusa blanca, quedando con unos sostenes de color carne de gran tamaño para sostener sus voluminosos pechos. Yo mismo desabroche esa prenda liberando dos hermosas tetas, grandes, redondas, con pezones oscuros y muy marcados. La tire hacia atrás en el sillón y me sumergí en ese par de tetas a chuparlas y apretarlas , ella acariciaba mi cabello y me pedía que lo hiciera mas suave. Me costo, por que no es mi estilo, ser tan delicado, pero comencé a lamérselas suavemente, consiguiendo que sus pezones crecieran enormemente y haciéndola ronronear de placer.



 



Una de mis manos se metió debajo de su falda y acariciando sus piernas fui subiendo hasta topar con la tela de su calzón que se encontraba muy mojado. La acaricie por sobre esta prenda, encontrándome con sus pelos que sobresalían por el lado. La masturbe lentamente, como a ella le gustaba, sin dejar de besar sus pechos. Ella con la cabeza echada hacia atrás y su mano aferrada a mi verga gemía de placer.



 



Deje de masturbarla y me desnude completamente. Ella solo traía su larga falda . Trate de sacarla por debajo, pero su generoso culo me lo impidió.



 



Ella se para y se desabrocha la falda, dejándola delante de mi, con un calzón grande, también de color carne, los que lentamente se fue sacando dejando una generosa mata de pelos delante mío. Se sentó sobre mi, de frente, colocando una pierna a cada lado, dejando sus pechos en mi cara. Acomodo con su mano mi verga en la entrada de su concha. Trate de meterla, pero a ella le dolió. Me dijo que me quedara tranquilo hasta que ella se acostumbrara a mi. Lentamente fue entrando, presionada, se notaba que hacia tiempo no tenia una verga metida en su coño. Con una lento mete y saca , su vagina se fue dilatando favorecida por la gran humedad que generaba.



 



Ya entraba sin problemas. Sus movimientos eran lentos. Podía sentir como sus paredes me apretaban y soltaban la verga , ella sabia muy bien lo que hacia, la sensación era deliciosa. Mis manos atraparon su tremendo culo, que realmente era grande, mas de lo que se podía apreciar a simple vista con ropa. Ella trataba que sus tetas en cada subida y bajada se frotaran contra mi cara y mi boca. Comenzó a moverse mas y mas rápido, disfrutaba, gemía, movía la cabeza de lado a lado. Yo con mis manos no le soltaba el culo apretándoselo cada vez mas. Sus movimientos y quejidos me indicaron que iba a acabar por lo que la apreté mas fuerte. Ella me pidió que le chupara fuerte las tetas, y mientras yo lo hacia dio un grito de placer y me mojo completamente en un orgasmo monstruoso, pero sus movimiento no se detenían continuo igual. Le pedí que cambiáramos de posición. Se puso en cuatro patas sobre el sofá y yo por detrás de un golpe , aferrado a sus anchas caderas comencé a penetrarla violentamente. Ella me pedía más, que lo hiciera mas rápido, mas fuerte, me pidió que me quejara , que le digiera si le gustaba su culo, que la tratara como una cualquiera, cosa que hice, diciéndole que me encantaba su enorme culo, que me fascinaban sus grandes tetas, lo que me gusto que me la chupara, que se la quería meter por el culo.



 



Me sali de ella y le di un beso negro, cosa que la hizo gritar de placer, mojándolo bien , metiéndole el dedo chico para dilatarla, para posteriormente penetrarla. Ella me decía que la tenia muy caliente, pero que hace muchos años que no lo hacia por el culo y que seguro le dolería. No le hice caso, nuevamente la tome por detrás y trate de metérselo, pero me fue imposible, por que le dolía mucho, me dijo que en otra oportunidad me dejaria hacerlo, pero que ahora no. Yo le dije que me dejara acabar en su culo, aunque fuera solo la punta, pero me dijo que no, No tuve mas remedio que volver a metérselo por la vagina. Ella al sentirlo, apoyo su cara en el sofá dejando completamente levantado el culo.



 



Hazme acabar nuevamente, pero besándome el culo como recién y te dejo terminar en mi boca. Solo con escucharla me dieron ganas de acabar. Me costo mucho no hacerlo, le abrí sus grandes nalgas y comencé a besárselo, alternando mis lamidas con su concha. Gritaba de placer, sentí como nuevamente ella acabaría, me centre en besarle el coño, hasta que sus jugos inundaron mi boca y mi cara, con un grito que emitió, que creo se debe haber escuchado hasta en la calle. Rápidamente se da vuelta y se mete mi verga hasta el fondo, chupándomela muy fuerte, metiéndola y sacándola rápidamente, dejándola aveces enterrada hasta el fondo de su garganta, dándome un placer increíble. Trate de hacerlo durar un poco mas, pero no podía, con mis quejidos le indique que acabaría, pensando que sacaría un poco la verga de su boca, pero al contrario, la metió hasta el fondo de su garganta, recibiendo mi espeso y caliente semen en su garganta. Sentía como lo tragaba sin ningún asco. La saco de su boca, con un hilo de semen y saliva que colgaba desde la punta de mi verga hasta su boca. Siguió chupándomela ahora mas suave, retirando cualquier resto de semen que hubiese quedado, hasta dejarla completamente limpia.



 



Luego se levanto y se sentó a mi lado, sin decir ninguna palabra, solo mirándonos y riéndonos, completamente mojados en sudor. Bebimos el resto de la cerveza que nos quedaba. Me pregunto si me quería bañar a lo que respondí que si. Paseándonos desnudos por su casa, me paso una toalla y me mostró el baño. Me bañe, me vestí, Ella se había vestido también.



 



Me dejo hasta la puerta, un vecino que estaba regando afuera nos miraba. Nos despedimos con un apretón de manos y me pregunto cuando volvería a terminar con la cacharrita ................


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
  • Media: 7.25
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