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"Soy Rosario. Mi segundo embarazo se produjo pocos meses después de dar a luz a mi primer hijo, como ocurrió en el primero fue premeditado y planeado,ya quien me dijo preñada fue D.Ramón el tendero, este no fue buscado pero sucedió y además con Jacobo el hijo de D.Ramón, para los que no me conocéis "
Mi cuerpo había experimentado un cambio brutal con el embarazo de mi primer hijo, y aunque cuando dí a luz perdí muchos kilos nada que ver con el estado físico en el que me encontraba anteriormente al embarazo. Desde adolescente he cuidado mi físico y me gusta estar atractiva, no lo hago para que me miren , aunque reconozco que eso me gusta , el sentirme atractiva me da seguridad y me gusta mirarme al espejo y ver a una mujer guapa y deseada. Podeis llamarlo narcisismo, yo lo llamo autoestima.
El caso es que mi falta de tiempo para acudir a gimnasio o hacer deporte por mi cuenta hacía que después de dar a luz presentase algunos kilillos de más, no me gustaba mirarme al espejo y me veía, fea y gorda, evitaba salir a la calle y mucho menos ponerme ropa ajustada como hacía antes, aunque mi marido y mis amigas querían empujarme a salir no conseguían su propósito y me quedaba en casa día tras día, con mi hijo.
La inminente llegada del verano y sobre todo la de Laura va a cambiar mi vida visiblemente para los siguientes meses. Laura se va a convertir en la niñera de mi hijo durante muchos años, y aunque está feo que yo lo diga debo reconocer que hace las veces de madre más que yo.
El insistir de mis amigas para ir a la playa surgió efecto con la ayuda de Laura que se quedaba con mi hijo, al principio no quería ponerme en bikini para no mostrar mis carnes de más, pero me di cuenta de que sería una buena oportunidad para correr por la arena y poner a punto mi estado físico al mismo tiempo que me bronceaba.
Los dos primeros días solo íbamos dos amigas y yo, pero al tercero se apuntó Jacobo, el es el hijo de D.Ramón y novio de una de mis amigas, y aunque no me hizo mucha gracia la presencia de un hombre en la playa ya que impedía mis tardes de bronceo con mis tetas al aire Jacobo se convertiría en un gran apoyo con el paso de los días.
El era el único que me acompañaba a correr en la orilla de la playa, sus halagos hacia mí y su tierna manera de tratar a una chica me hacía sentir bien con él, no reparaba en piropos y todos los día refería lo guapa y atractiva que me encontraba. Nuestras conversaciones eran de lo más fluidas y acabamos hablando de todo, incluso de sexo, se convirtió en mi confesor personal, en un gran amigo, y todo esto en tan solo una semana,lo único que no le conté es que me hija era su hermana, tampoco era de su interés porque llevaba ya algunos años enfadado con su padre.
Los primeros días mis amigas y yo nos aplicamos el bronceador las unas a las otras, pero con la llegada de Jacobo todo cambió, cuando llegábamos a la playa lo primero que hacíamos era ponernos a correr por la arena mientras su novia y la otra chica se bronceaban entre ellas y nos esperaban tumbadas en la toalla, a la vuelta Jacobo se ofrecía a darme el bronceador mientras que las chicas seguían tumbadas en su toalla.
No cabe duda que las manos de Jacobo bronceando y masajeando mi espalda me excitaba, me gustaba y esperaba con ansias ese momento que repetía al menos un par de veces al día. Su novia no solo lo aceptaba, además lo empujaba a que me aplicase el bronceador y así no tener que levantarse ella de su toalla.
Sus manos recorrían mi espalda impregnadas de aquel bronceador, no reparaba en cantidad, y eso hacía prolongar el masaje en varios minutos. Yo me tumbaba en la toalla y dejaba mi espalda arriba, Jacobo masajeaba con sus manos cualquier rincón que le fuese accesible, y mirando a su novia de reojo me dejaba manosear mis muslos y sus manos cada día se adentraba más en mi trasero y mis pechos, yo me dejaba, y además como me gustaba más de la cuenta me sentía excitada.
Uno de los días que volvimos de correr nos encontramos que las chicas habían ido a darse un baño, Jacobo me dijo que me tumbase para mi sesión de bronceado, pero en esta ocasión y con la ausencia de las chicas fui yo la que le pedí que se tumbase él y ser yo la que aplicar el bronceador en su cuerpo atlético y musculoso.
Jacobo aceptó encantado y tumbado en la toalla comencé a aplicar el bronceador en su espalda, su estado musculoso me gustaba y disfrutaba con mis manos resbalando en su espalda.
Terminé, ya tienes toda la espalda protegida
Vale, Pues ahora me doy la vuelta
Bueno, pero delante si que llegas tú
Pero ya tienes las manos llenas Charo, que más te da.
Entre risas Jacobo se dió la vuelta y agarrando mis manos las puso en su vientre, no me quedaba otra, agarré el bote de bronceador y aplique gran cantidad en su pecho afeitado, empecé a notar la humedad propia de mis bragas al sentir la excitación del contacto por placer con un hombre, mis manos masajeaban su pecho con parsimonia, el cerraba sus ojos y se dejaba hacer, empecé a bajar mis manos por sus piernas para seguir aplicando el bronceador, yo miraba de reojo para saber que las chicas y sobre todo su novia seguían en el agua y no se percataba de nada, aunque en principio era un inocente masaje no creo que a mi amiga le gustase ver como masajeo las piernas de su novio. Pero en cualquier caso el asunto se puso caliente con la erección de Jacobo.
El bulto que había crecido considerablemente en el centro de su bañador hacía adivinar la erección que había cobrado el muchacho, no lo pensé mucho, y como si de un accidente se tratase rocé mis manos por encima de su bañador y pude notar la firmeza y la dureza de su polla.
Vaya, me parece que te has puesto cachondo con el masaje.le dije.
jajaja, que vá, ese es el estado natural de mi polla. Eso no te lo has creído ni tú,le dije mientras volvía a colocar la palma de mi mano en su tiesa polla.-
¿ que notas ?, me dijo
Pues noto que tu polla está a punto de reventar
Pues la culpa es tuya .Volvió a recriminar, pero en este caso colocó su mano encima de la mía que a su vez estaba encima de su polla, pero por encima del bañador.-
Pues si la culpa es mía tendré que arreglarlo yo, le decía mientras empecé a meter mi mano dentro de su bañador.
El contacto de mi mano con esa caliente y tiesa polla me produjo un estado de excitación superior, su polla escondida dentro de su bañador era ya propiedad de mi mano derecha, lo rodeé con mi mano y empecé a masturbar ese duro y tieso trozo de carne caliente, Jacobo se incorporó un poco y vigilaba a las chicas por si aparecían por cualquier sitio, Jacobo se había colocado una toalla encima de su bañador que escondía mi mano masturbatoria para no dar muchas pistas a los vecinos de sombrillas que aunque algo retirados nos miraban curiosamente de alguna manera.
Si que me pidió que me agachase y me metiese en la boca su polla, yo lo estaba deseando, pero no era el momento más adecuado, y en lugar de hacerle una mamada decidí seguir con una paja mientras que mis dedos jugaban dentro de mi bañador con mi húmedo y caliente coño, con la cuarentena si follar estaba ya con muchas ganas.
No tardé en sentir como un líquido caliente mojaba mi mano escondida dentro de su bañador, Jacobo se estaba corriendo, su cara y la humedad en mi mano así me lo hacían entender.
¿ Ya te has corrido ?, le dije
Perdona pero es que estaba muy caliente y no aguantaba más. contestó -Pues sí que aguantas poco.
Porque me has pillado aquí, si me pillas en otro sitio ibas a gozar de lo lindo,dijo él.
Ya será menos, fantasma.le dije yo.
Te lo demuestro cuando quieras,dijo él
¿ Quieres follarme ?,le dije
Si tu te dejas.
Yo si que me dejó,llevo ya cerca de tres meses si tener una buena polla dentro mi marido es muy flojo, pero no creo que estés a la altura,para follarme.jaja
Te vuelvo a decir que eso se demuestra con los hechos me dijo
Con tanto desafío por mi parte lo único que conseguí fue calentar más el ambiente y pactar una cita con Jacobo, que al principio me pidió de escondernos en algún sitio y follarme allí mismo, pero la evidencia de poder ser vistos por las chicas o por alguien hacía imposible su petición de sexo inminente. aunque yo con lo caliente que estaba y lo mojado que tenía mi coño estaba deseando. La llegada de las chicas a la sombrilla hizo que Jacobo se diese la vuelta para ocultar la mancha de leche que aparecía por su bañador, y ni que decir tiene la total parada de mis dedos masturbando mi ya excitado y húmedo coño.
La vuelta a casa se produjo a última hora de la tarde, ya casi de noche, Jacobo conducía su coche y tenía que dejarnos una por una en nuestras casas, se suponía que su novia era la última en bajar, pero debido a lo tarde que se había hecho le pidió que por favor la dejara a ella primera en casa ya que tenía que hacer algo que no recuerdo muy bien, en cualquier caso la situación fue que Jacobo y yo éramos los últimos en ese vehículo.
Jacobo tomó una dirección opuesta a mi vivienda cuando nos quedamos solos en el coche, y suponiendo lo que quería me hice yo también la despistada como si no me hubiese dado cuenta de que el camino no era el correcto, no sabía dónde me llevaba, pero sí que había tomado una carretera a las afueras del pueblo donde salían varios caminos donde los más jóvenes se escondían con sus coches para follar con sus parejas.
¿ Donde me llevas Jacobo ?
¿ Tienes miedo ? ¿ Si quieres doy la vuelta ?
Tú sí que deberías de tener miedo con lo que creo que me vas a demostrar
Jajaja, esta noche va a ser tu noche.
Estas palabras no se me olvidaron jamás.
Os debo decir sinceramente que mi situación con él en ese coche era de lo más excitante del mundo, yo sabía que me iba a follar aunque no me había dicho nada, y mis bragas se mojaban continuamente recordando la paja que le había hecho horas antes en la playa, sumado a la interrupción de mi ejercicio de masturbación me encontraba caliente y deseosa de ser follada por la polla de un hombre.
Se lo puse fácil a Jacobo, y mientras él aparcaba su coche escondido tras unos arbustos yo me iba desnudando por completo dejando ver mi desnudez sentada en el asiento del acompañante donde me senté después de que dejase a su novia en casa.
No tenía que preguntar, con mi desnudo le di una respuesta a una pregunta que no llegó a realizar, y como un desesperado se inclinó hacia mí y empezó a chupar mis tetas, salvaje, con pasión casi con violencia diría yo. Jacobo pasaba su boca entre mis tetas mientras reclinaba mi asiento hacia atrás, sus manos no paraban de acariciar mi desnudo cuerpo y no sabía dónde parar, mientras su boca se posaba en mis tetas y no se movían de ellas sus manos eran como las de un pulpo sin saber qué dirección tomar.
El hecho de haberse corrido horas antes me hacía pensar que Jacobo aguantaría más en ese hacer dentro del coche, yo muy caliente, le pedí que se desnudase y pusiera su polla en mi boca, me hizo caso a medias, aunque me gustó su iniciativa, si que se desnudó, pero antes de poner su polla en mi boca decidió de poner la suya en mi peludo coño.
Estaba tumbada en el asiento de ese coche y Jacobo de rodillas pasaba su lengua como una batidora entre los pelos rizados de mi caliente y muy mojado coño, yo le ayudaba con mis manos y mientras que mis dedos rozaban,mi pipa, su lengua se acercaba a ellos y metía mis dedos en su boca, pero que caliente que estaba, no quería que apartarse su lengua de la zona carnosa que escondía el vello púbico, qué placer, qué gusto, es cierto que su lengua la sabía manejar con destreza en medio de mis labios del coño.
Puede que exagere, pero por momentos notaba como si por mis ingles y hasta llegar a mis muslos escurriese mis propios fluidos de mi coño. producto de mi calenturiento estado. El saber que estaba encerrada en un coche y a las afueras del pueblo me hacía tener la libertad de poder gritar más que gemir de gusto y placer con la lengua de Jacobo lamiendo mi coño.
No podía aguantar más, y le pedí a Jacobo su polla; Apartó su cabeza de entre mis piernas y con su polla a medio tiesa la colocó entre mis labios, sin dudar la metí por completo en mi boca y es allí dentro donde empecé a notar como iba creciendo de tamaño , el empuje de la sangre a través de la venas la iba convirtiendo en una polla de considerable tamaño y el placer de tenerlo dentro de mi boca me hacía arder en placer y calor.
Jacobo no se cansaba de sacar y meter su polla de mi boca, él era el que me ayudaba con sus movimientos de cintura en la tarea de mi mamada, me sentía muy puta con esa polla dentro de mi boca y que no era la de mi marido y muy parecida a la de su padre, la gozaba y la disfrutaba, Jacobo se encargaba de empujar su polla hasta llegar a mi garganta, no me daban arcadas, incluso quería más.
Sin pedir permiso alguno Jacobo sacó su polla de mi boca y la colocó entre mis tetas, y ayudado con mis manos comenzó a moverla entre ellas como si las estuviese follando, se movía rápido y con cuidado de no hacerme daño, solo apartaba su polla del medio de mis tetas para rozar su capullo por mis pezones, se paraba y empujaba la punta del glande en mi pezón.
Que gusto Jacobo, pero quiero follar, méteme toda tu polla dentro, fóllame.
Sin consideración ninguna Jacobo bajó su polla desde mis tetas hasta colocarla en la entrada húmeda de mi coño, se colocó encima de mí y como un misil su polla penetró en mi coño de forma despiadada.
aaaaaaaaaaaaaaaah, aaaaaaaaaaaaaaaaaaah,que gusto empuja fuerte.
Como un verdadero animal Jacobo me folló metiendo su polla en mi coño sin contemplaciones de ningún tipo, pero me gustó, estaba tan húmeda que su polla resbaló y se metio en mí sin reparos, con mis piernas bien abiertas y en alto Jacobo apretaba su culo cuando empujaba su polla dentro de mi coño y se paraba dos o tres segundos en el movimiento de penetración.
¿ Te gusta zorra ? sabes que se que tu hijo es mi hermano, que te lo hizo mi padre.
Siiiiiiiiiii, fóllame cabrón, fóllame no te pares, siiiiiiiiiiiiiiiiiii
La manera tan bestial que Jacobo empezó a adoptar con sus movimientos de cintura muy acelerados y con fuertes sacudidas de su polla frotando las paredes de mi coño hacían que allí mismo y debajo de él consiguiera casi levantarme del sillón cada vez que su culo apretado empujaba su polla clavandola bestialmente en mi coño.
¡ Aaaaaaaaaaaaaaaah ! sigueeeeeeeeeeeeee cabrooooooooooón, no pareeeeees,
Noooo zorra, no voy a parar, voy a follarte tan fuerte como pueda.
Así era, entre el calor de esa veraniega noche y los cristales casi cerrados del coche hacían que el sudor de nuestros cuerpos parecieran estar inundados en agua, pero más me gustaba, ver como sus gotas de sudor caían por mis pechos, se frenaban en mis pezones y volvían a resbalar por mis tetas cayendo por mis costados, brutal, no podía dejar de gritar de placer, de gusto de lujuria de pasión, este chico movía su cintura de forma prodigiosa y con un ritmo frenético.
Supongo que algo cansado Jacobo apoyó su dorso en mi tetas y las aplastó consiguiendo abrazar mi cuerpo, yo me entregaba sumisa a él y rodeando mis piernas detrás de su culo las apretaba fuerte para que no sacase su polla de mi coño por ningún motivo, arañaba su espalda y me moría del gusto que Jacobo me daba con el paso ya de muchos minutos follando y follando sin bajar su ritmo dentro de mi coño encharcado,ademas sabia que estaba ovulando y me podía preñar igual que su padre.
El chico era incansable, el morbo dentro del interior del coche se notaba con nuestros gritos y gemidos acompañados de insultos que nos decíamos mutuamente mientras follábamos frenéticamente en el sillón del acompañante del coche.
Dame máaaaaaaaaas, quiero máaaaaaaaaaaaas, aaaaaaaaaaaaah, fóllame asíiiiiiiiiiii cabróoon
¿ Quieres más puta ? ¿ quiere más zorra ? Pues toma más perra
Jacobo aceleró ya su ritmo de manera cruel y bestial, comenzó a meter sus manos en mi boca y mordía y chupaba sus dedos simulando una polla en mi boca, mis manos estaban ya en su culo y las apretaba y acompañaba el ritmo frenético de su follada en mi coño. Yo estaba a punto de correrme cuando Jacobo comenzó a avisarme que él también lo haría, pero a mi me daba igual que se corriese dentro, en ese momento solo sabía que quería disfrutar de una corrida animal con la polla de Jacobo dentro de mi coño,me daba igual que me preñara,solo quería sentir su caliente leche dentro de mi coño y que apagara la ansia de leche que mi matriz, seguro que mis ovulos no celebrarían.
Me corro Rosarioooooooooooooo
Apreté mis piernas fuerte y firmes rodeando su culo y le impedí sacar su polla de mi coño de ninguna de las maneras, mis manos aguantaban su cuerpo para que no se levantase y huyera de su corrida. Jacobo comenzó a bombear su leche dentro de mi coño al mismo tiempo que mi abdomen se encogía y palpitaba con la llegada al unísono de mi corrida. ¿ Quieres mi leche zorra ?
Siiiiiiii dame tu leche, lléname el coño con tu leche caliente, quiero sentir como la dejas ahí
Aaaaaaaaaaaaaah, toma leche zorra , me corroooooooooooo
La sientoooooooo, siiiiiiiiiii, me corrooooooooo, me corroooooooooo
Sin duda alguna podía sentir el calor de su leche inundando mi coño, mi sensación era de éxtasis total, el clímax alcanzado no tenía precedentes parecidos y me corrí con tanto placer y gusto que acabé meándome de gusto en el asiento del coche con la polla de Jacobo dentro vaya macho echando leche, sentía como me estaba preñando seguro.
No podíamos ni hablar de las energías que usamos en ese polvo, y con la respiración muy entrecortada y con jadeos le dí la enhorabuena y las gracias a Jacobo por esa gran follada que me había propinado. El también disfrutó de lo lindo y me lo agradeció igualmente.
Desnuda como estaba salí del coche y traté de limpiar de alguna manera la orina que había depositado en su asiento, y con una toalla sirviendo de alfombra me volví a sentar ya vestida para que Jacobo me llevase de regreso a casa.
Volviendo para casa que era ya tarde, yo iba en el coche limpiándole la polla con mi boca, yo no llevaba bragas, y por el coño no dejaba de echar leche, cuando llegamos al portal del edificio me acompañó y sin encender la luz de la escalera me puso de culo y me la volvió a meter,diciendome Charo otro rapidito que no se cuando te volveré a follar y allí mismo en 10 minutos me lleno el coño de más leche, vaya con Jacobo,por su edad hechaba más leche que su padre,Como él mismo me dijo horas antes, esa noche no la olvidaré jamás, claro que no olvide no volví a tener la regla quede preñada hasta las trancas, menos mal que hice como su padre al día siguiente de llegar conseguí que mi marido me echara un polvo, para que no sospechara de mi preñez.Con que ya tengo un hijo de cada uno del Padre de Jacobo y de él.
Ahora ya tomando precausiones sigo follando con él sin que mi amiga se entere ni mi marido.
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