Don Andrés era un español de 80 y pico de años, junto a mi abuelo vinieron de España y compraron terrenos en la costa sur de Guatemala antes de morir don Andrès vendió unas fincas, en la cual cosechaba algodón, quedandose unicamente con una finquita que colindaba con la finca de mi madre y tía Carolina, y antes de fallecer había un trato de compra de esta finquita, quedándose el trato en palabra.
Yo estaba de vacaciones por ese tiempo, y siempre me iba a la finca a pasarlas allá y ayudarle a mi tía en cualquier cosa, ese día me levanté temprano y me disponía a desayunar cuando mi madre me contó que la noche anterior había hablado por teléfono con la tía, y que si podía aplazar un día más la ida a la finca, explicandome que esa noche vendría de España Pilar una hija de don Andrés, que estaría en el país un mes, y que venía a venderles la propiedad. Yo tenía recuerdos muy vagos de Pilar, cuando ella estuvo por acá yo tendría a lo sumo 6 años, o sea de eso ya hacía 11 años, recién había cumplido los 17, le hice el comentario a mamá, y como vendría por la noche hice un cartel que decía: Bienvenida Pilar. A las siete de la noche anunciaron la llegado del vuelo y al cabo de unos minutos frente a mí estaban dos mujeres guapísimas, una de ellas Pilar, como de 42 ó 43 años, pelo rubio liso, recogido en una cola de caballo, con unos pechos grandes y erectos, de tremendo culo, y unas pantorrillas blancas exquisitas, estaba acompañadade una chica hermosísima de cuerpo sensacional, como de 26 años, anbas tenían unos ojos verde oscuro. Fuimos a casa ya que dormirian con nosotros y salir al día siguiente. De mi habitación oí los comentarios que hacían con mi madre, así me enteré que Marielos,la prima de Pilar tenía apenas dos meses de divorciada después de un corto matrimonio de dos años, sin hijos por ser esteril, cosa que tuvo mucho que ver con la separación, Pilar solterona pero con ciertas aventuras a cuestas, tocaron el tema sobre mí, y Pilar le comenta a mi msdre, que la última vez me vió fué corriendo en los corredores de la casa de la finca jugando con mi prima Gladys, y que ahora con el tiempo me había convertido en todo un hombre, guapísimo, alto y atlético, y mi madre le comentó que le sacaba canas verdes por mujeriego, y que cuando estaba en casa el teléfono no paraba de sonar.
Al día siguiente sálí con las dos mujeres, hacia la finca, la verdad me llevaban excitado, iban con shorts muy cortos, y mostrabam unas piernas hermosas y torneadas, al llegar casi al filo de las tres de la tarde,nos esperaban para almorzar, el calor era fuerte y decidí darme una ducha antes de comer, cuando estaba secandome conla toalla y de frente a la entrada del baño, se abrió de repente la puerta y entró Pilar acompñada de Marielos, pillandome completamente desnudo, su vista fué directa a mi polla y disculpándose salieron. Esa noche se quedaron en la casa y por la noche salí a dar una vuelta, cuando regresé las luces estaban apagadas, y solo se véia una que era precisamente la de la habitación que ellas ocupaban, me dí cuenta que estaba una ventana semi abierta y me acerqué a espiar, las dos estaban ecostadas sobre las camas, Marielos con sostén y tanga, mama mía que cuerpo, Pilar con tanga pero sin sostén, sus pechos desnudos, hermosos, gramdes y bién parados y duros, oí comentarios sobre mi, Pilar le decía a su prima que le daban ganas de morderme que le excitaba mucho, y Marielos le dijo y viste que bién dotado está el chico, es enorme esa polla que le cuelga, luego apagando la luz pilar concluye diciendo a ver como hacemos para cogernos al chavalo, fuí a mi cuarto a jalarme la polla pensando en esos cuerpos hermosos. Pasó una semana sin comentarios todo normal. pero si sentía los ojos de ambas posandose sobre mí todo el tiempo, las mujeres ya tenía necesidad de ser cogidas, una tarde empezó a llover fuerte y estábamos en casa con tía Carolina estaba lloviendo muy fuerte, y generalmente cuando esto pasa el río que sirve de límiote en nuestras propieddes se crece y el paso en vehículo se dificulta, por lo que por un vado angosto pasamos y la tía me recomemdó que si el río seguía creciendo, que no intentara pasar con el jeep, pues en una ocación arrastró a un pickup, y que mejor me quedara acompañandolas a ellas. Por la noche nos pusimos a jugar cartas en le dormitorio de Pilar, y rato después Marielos se fué a su habitación argumentando que se moría de sueño, pero de reojo ví que le guiñó un ojo a Pilar, por mi mente empezaron a pasar pensamientos nada sanos. Había demasiado calor, ella me dijo que si quería quitarme la polo podía hacerlo, me la quité y ella me dijo que tenía unos bonitos músculos pectorales, ella argumentó que iría al baño a ponerse cómoda, saliendo con una pequeña bata, que dejaba escubierto la mitad de sus muslos, y estaba descalza, se notaba claramente que no usaba sostén. Seguimos jugando a las cartas y de repente sentí bajo la mesita sobre la cual estábamos jugando como su pie descalzo, empezó a frotar mi muslo, inmediatamente la verga se fué hacia arriba, y empezé a temblar, ella se dió cuenta y sonrió, luego entre la bermuda su pié se abrió paso hasta llegar a fortar mi pene, no temía ropa interior, ella me comenta: oye que pene tan inmenso tienes, y está super caliente, ven acá déjame que te lo acaricie, dudando un poco me acerqué y bajó mi bermuda y tomamdo en una de sus manos la polla, me dice es enorme y gruesa debe de medir unos 23 cms, 21 y medio corregí, empezó a sobarme y bajarme el pellejo de arriba hacia abajo, luego empezó a salir líquido, se inclinó un poco y con la lengua empezó a limpiar, luego se metió la cabeza a la boca y empezó a lamer y a chupar, ya se metía la mitad de la verga a la boca y me jaló hacia la cama, se sacó la batita, quedando completamente desnuda, ofreciendome esos hermosos pechos, empezé a chuparselos, y sentí sus pezones ricos endurecerse en mi boca, luego sigíó mamandome la verga y colocandose en un 69, su vagina estaba super mojada con placer indescriptible, chupaba su almeja, su clitoris endurecido era prisionero de mis labios y al mismo tiempo mi lengua en movimientos fuertes jugaba con él, empezó a moverse fuerte, empujando su vagina a mi boca, jadeaba y se retorcía de placer, gemía como loca y empezó a gritar de placer, seguramente sus quejidos, gemidos y gritos los oía Marielos, al otro lado de la pared, se lo dije y me contestó: No te preocupes mañana la hacés gritar a ella, porque se muere por que la cojás. seguimos con nuestro ritmo, sentí como en mi cabeza se hacía un torbellino, y sin más le llené la boca de leche, ella seguía mamando, y tragando, no dejaba de mamar,la verga no se me aguadó, se puso más dura, senti cuando se empujó más hacia mi boca y en un suspiro se vino, por mi mentón corrían sus líquidos, se voltió y colocandose boca arriba ,e pidió que se la metiera despacio, que quería disfrutar poco a poco mi verga penentrando su concha, abrió sus piernas, su vagina depilada, quedó a mi merced, empezé a entrar, estrecho, mojado y caliente su canal se fué abriendo, me fuí al fondo y empezé con el mete y saca, su almeja apretaba mi verga, se retorcía de gozo, luego de un rato se subió sobre mi se la metió de un solo y empezó a cabalgarme, sentí sus convulsiones y sus gritos fueron más fuertes se corrió nuevamente, la coloqué e cuatro y se la metí de un solo, en esa posición sentí que le entró todita, sentí que topé sus entrañas ella se quejó un poco, pero yo seguí dándole, en mi espalda sentí el escalofrió y hormigueo de placer, se la enterré toda y solté mi leche caliente. Nos recostamos uno al lado del otro, al cabo de un rato me levanté para irme al cuarto, de su panocha aún salía la leche corriendo hacia su culo, ella despertó al sentir que me levantaba y me dijo que aún no me fuera, me tomó de la mano y empezó a mamar de nuevo, la verga estaba a punto de nuevo, me dió un poco de crema y me dijo que le dilatara el culo, que quería tenerla por ahí, ya con el culo dilatado, empezé a penetrarla lentamente, empezó a sollozar, estaba tensa y dificultaba entrar, empezé a acariciar con mis dedos su clítoris, y al sentir el placer aflojó el cuerpo y me fuí a la mitad, poco a poco entraba y salía, su clítoris lo sentía durito, la metí toda, ella seguía mi ritmo, estuvimos largo rato así, le saqué la verga estaba manchadita de sangre, se la volví a meter, entró con facilidad, ella empezó de nuevo a sentir sus espasmos y cuando me estaba vaciando en el fondo de su culito, gritó de placer, mis dedos la hicieron venirse. En ese momento supe por ella que era su primera vez anal, que sufrió un poco al principio pero que le habia encantado. De esa noche pasaron dos más cuando volvimos a dormir juntos, soberbios polvos, al día siguiente me dijo que Marielos se había masturbado las dos noches que habíamos cogido de imaginaerse la escena de placer y que esa noche dormiría con Marielos, que ella misma se lo había dicho, y que deseaba ser penetrada por mi verga hermosa, pero es se los contaré en otra oportunidad.