poco a poco se fue durmiendo entre mis brazos, mientras mi mente repasaba los ultimos instantes vividos con ella, yo de 42 años y ella de 26, siempre habia sido mi hermanita, la mas pequeña, la mas querida, la que siempre me buscaba para pedirme un consejo, para apoyarla en sus decisiones o ayudarle a resolver sus problemas, asi es que nunca imagine que pudieramos haber llegado a tanto.
regresaba de uno de mis viajes por motivo de trabajo y como siempre, pasaba a casa de mis padres a saludar y ver como estaban, pero en esta ocasion solo se encontraba laura pues ellos habian ido a casa de nuestro otro hermano fueras de la ciudad, mi hermana me recibio efusivamente con un beso en la mejilla, tal como era costumbre entre la familia y preguntandome sobre mi trabajo iniciamos una conversacion que en determinado momento giro sobre un problema que tenia con su novio, a lo que yo escuche detenidamente y le hable sobre la relacion de pareja y el que ambos fuesen mas condescendientes, aunque soy soltero, he tenido en ciertos momentos de mi vida pareja, pero nunca he decidido casarme, quizas por la cuestion de mis viajes al exterior.
en fin, mi hermana es una joven algo atractiva pero no demasiado llamativa, tiene un cuerpo normal nada exagerado, y una forma de reir que siempre me ha encantado, sus pechos son como dos melones medianos que se antojan morderlos, su boca es pequeña y sus ojos picaros.
luego de comer juntos y tomar unos degestivos continuo la platica sobre su novio, y como ella es demasiado sensible, empezo a llorar, por lo que la acerque a mi para consolarla acariciando su cabello tiernamente y hablandole amorosomante,
pero en un instante dado al levantar su cara para secar sus lagrimas no supe que me impulso a hacerlo con mis labios, asi que poco a poco me fui embebiendo sus lagrimas y de ahi a besarla un poco, a lo que ella no se opuso, sino al contrario fue estrechando mas su cuerpo al mio y respondiendo a mis caricias, de una manera mas sexual hasta que nos fundimos en un beso largo y prolongado, como dos amantes que se reencuentran despues de mucho tiempo.
de los besos pasamos a las caricias, tome su talle y la estreche aun mas a mi, que ya para ese momento mi excitacion habia crecido y mi pene asi lo demostraba, mientras ella lo acariciaba, mis manos se fueron sobre sus pechos y tomandolos suavemente inicie un masaje para luego besarlos por encima de su blusa, para entonces laura ya habia desabotonado mi pantalon y buscaba febrilmente mi miembro, y cuando lo tuvo en su mano lo acaricio con exquisita sensualidad haciendome estremecer aun mas.
entre caricias y besos nos fuimos quitando la ropa hasta quedar solo con las prendas intimas, y fue cuando pude admirar a mi hermana como toda una mujer, sin parentezco alguno y mi libidinosidad se desato por completo, termine por quitarle la ropa y la acomode para darle una gran chupada a su panochita que estaba preciosa y mojada, introducia mi lengua por su rajita saboreandola completamente, perdiendome entre sus aromas y sabores, mientras ella gemia pausadamente y se retorcia de placer, de poco en poco laura me fue girando hasta poder alcanzar mi pene y poder chuparlo dulcemente, asi formando el clasico sesenta y nueve nos dimos un placer mutuo que nos llevo al orgasmo excelso de lo insestuoso y pasional.
aluego de unos minutos de respiro, y tras tomarnos otra copa, nuestras ansias afloraron nuevamente y viendonos a los ojos nos dirigimos a su habitacion restregando nuestros cuerpos paso a paso, ella se sento al borde de la cama y acercandome por la cintura agarro mi pene para pasarle su lengua desde la base hasta la punta, introduciendolo en su boca inicio una mamada celestial, cuando senti que estaba a punto de eyacular nuevamente la aparte de mi y recostandola fui abriendo sus piernas y acariciandola y poseyendola, lentamente le deje ir toda mi verga que su vagina acepto calidamente y envolviendola la apreto, me abrazo con sus piernas y yo cubriendola de besos en sus ricos pechos, mordisqueando sus pezones, iniciamos un lento mete y saca, que fue acelerando conforme nuestros cuerpos lo pedian hasta llegar nuevamente al climax, al orgasmo del placer incestuoso que disfrutabamos como hermanos.
finalmente, se quedo dormida, yo me incorpore para darme un baño, sali y me vesti para irme a mi casa, pero antes le arrope y le di un beso en su frente diciendole "te quiero mucho y me has dado un gran momento de felicidad", ella solo ronroneo y dijo " y tu a mi".
laura, mi hermana querida, este recuerdo es para ti, que nunca volvimos a experimentar el placer sexual del incesto y que nunca hablamos sobre lo sucedido, te quiero y te amo por aquellos momentos que tuvimos hace algunos ayeres.