La comandante en jefe de la nave nodriza dio órdenes de contraatacar a la nave alienígena. Era una total desfachatez de los drunos el haberse atrevido a invadir el cuadrante en momentos en que el primer oficial y el contramaestre jugaban espaditas con sus miembros erectos ya goteando esperma. La comandante dio la orden de abrir fuego a discreción y destruir al invasor sin ni siquiera preguntar. Sólo quería terminar rápido con el asunto para poder presenciar con atención el duelo de falos que estos dos oficiales mantenían en el puente de mando de Iskander, la nave insignia de la flota militar Astralis. Las primeras detonaciones fotonicas no se hicieron esperar, en el horizonte espacial emergieron sendas explosiones que iluminaron el abismo negro de la nada en una vorágine de intensidad justo en momentos en que el primer oficial era sodomizado por la espectacular polla del contramaestre, poseedor de la verga más cotizada de Iskander, motivo de sueños eróticos de la joven tripulación de la nave imperial. Destruida la nave agresora la comandante ordenó a su navegante, la chicuela más joven y apetitosa de la tripulación, con una carita de ángel pero famosa por viciosa con un par de tetas descomunales que se desparramaban a pesar del ajustado uniforme de oficial, que tomara cartas en el asunto y sometiera el falo del contramaestre rebelde antes de que los impetus sexuales ocasionaran una catástrofe de magnitudes bíblicas. Fue entonces cuando el ángel Gabriel bajó del cielo con la intención de violar el sucio cuerpo de la navegante quien, ya desnuda y con la verga del contramaestre en mano, alzó el culo para que el ángel la poseyera de a perrito. El ángel Gabriel, atónito ante la vista del suculento culo apestoso de la adolescente, le dejó ir en seco y de una sola estocada su angelical polla celestial. La navegante, Arian, al ver profanado su hermoso culo por tan galante personaje, arqueo la espalda y recibió la estocada con diabólico estoicismo. El dolor fue tan intenso que la oficial trabó sus mandíbulas y cercenó de una mordida el cotizado falo del contramaestre estelar. La verga más cotizada de la astronave de combate yacía inerte en las fauces de la glotona oficial que, de forma psicópata, masticaba y tragaba trozos de picha embarrados en sangre sexual. El pánico cundió por la nave y toda la tripulación femenina se aprestaba al linchamiento de la navegante. La verga otorgadora de placer había dejado de existir y la algarabía cundía de babor a estribor. Quién aplicaría de ahora en adelante las ansias sexuales de la hiper sexualizada juventud estelar en momentos en que la tripulación necesitaba de serenidad para poder ganar la guerra y destruir al ejército de falos agresores que pugnan por la destrucción de la galaxia?

El primer oficial, aterrorizado, se hizo un candado y llamó a rebelión contraviniendo las órdenes de la comandante de arrestar al ángel Gabriel y dar por terminado ese espectáculo atroz de demencia sexual de la navegante Arian. Arian, mientras tanto, terminaba de tragar los últimos trozos del falo del contramaestre (amor platónico de al menos la mitad de la nave) quien, ya inerte y falto de vida por el desangramiento excesivo de su picha cercenada, yacía tirado en un charco de sangre. El ángel Gabriel, mientras tanto, se atornillaba de a perrito a la hermosa navegante mientras que desde su doble lengua viperina se amamantaba de las excelsas ubres de la pervertida oficial. El falo angelical de este demonio se movía regodiante en las entrañas de la dulce chica de noble alcurnia mientras ella profería palabrotas en quince idiomas diferentes, incluyendo el latín y el esperanto. Soez como de costumbre, Arian empezó a provocar al ángel llamándole "primerizo que no sabe coger" mientras espuma orgasmeante brotaba de sus muelas picadas.

- Eres un ángel, cabron, me follas como chico enamorado. Cógeme como demonio chingada madre! Arráncame orgasmos como a una puta! profirió la oficial sabiendo el destino que le proferirían dichas obscenidades.

Tal era su cachondez que, conociendo ya su fatal destino, invocó al santo Valverde y quiso irse de este mundo viniéndose en un orgasmo sideral.

"Si he de morir follando, quiero morir chorreando" se dijo a sí misma en momentos en que la picha del ángel le había ya roto el escroto y salía alegre y triunfante por el otro lado ocasionándole a la navegante un fatídico orgasmo vaginal, clitoidal y anal que detuvo el corazón de la hermosa y joven navegante de Risonante, el caballo que la hizo mujer hacía ya más de doscientos años.

Justo en ese momento el ángel Gabriel eyaculo tan violentamente que el primer chisguete le atravesó el cráneo a la comandante dejándola inerte sobre su sillón de mando todavía con el puño dentro de su concha escurriendo jugos de frutas tropicales por entre sus muslos y ano con pedazos de heces fecales de la barbacoa de la cena de oficiales de la noche anterior.

El segundo chisguete se impactó sobre la consola de mando de la nave dejando a esta a la deriva y el tercero le cercenó el dedo índice al primer oficial quien, sorprendido, profirió en sollozos pidiendo a su mamá. El ángel, exhausto de placer volteó cabizbajo a ver al auditorio en momentos en que estos estallaron en estruendoso aplauso por el espectáculo jamás presenciado y le pudieron al ángel que se quedara con ellos y no regresara nunca más al cielo. Que de ahora en adelante toda la población femenina de la astronave de combate Iskander, se entregaría dichosa al placer de sus alas rotas.

Y así sucedió, el ángel Gabriel fue nombrado Almirante en Jefe de todas las fuerzas militares de Astralis hasta el final de los tiempos otorgando placer y más placer a las tripulaciones femeninas. Hasta que un día y ante la alarma generalizada, el ángel Gabriel probó hombre y se volvió gay. Pero esa, esa es otra historia.