Soy una mujer casada de 35 anos con dos ninos y lamentablemente tengo que confesar que durante mis 10 anos de matrimonio lo he enganado con frecuencia a mi esposo. La verdad es que nunca me propuse ser una mujer asi y no me considero una persona mala ni cruel, simplemente la vida nos puso en circunstancias dificiles que la verdad no ayudaron a mantener mi fidelidad a el.

Cuando mi esposo y yo nos casamos el era militar y debido a su carrera el tenia que viajar constantemente de acuerdo a las ordenes que le daban. Yo trate de acompanarlo en un principio pero debido a que muchos de los lugares donde lo mandaban eran areas rurales y peligrosas yo me quedaba sola por muchos meses en nuestra casa en la capital.

Yo soporte esta soledad por casi 3 anos pero eventualmente no pude mas y me empeze a relacionar sentimentalmente con Miguel quien era un companero casado de la compania donde yo trabajaba como asistente.

Como Miguel era casado yo tome nuestra amistad como algo inofensivo en un principio. Ambos nos quedabamos conversando por largas horas despues del trabajo y el empezo a ir a mi casa para acompanarme y escuchar musica mientas nos contabamos cosas personales de nuestras vidas.

Eventualmente una noche en mi casa Miguel busco besarme en la boca y yo no lo rechaze, aquella noche tuvimos sexo en la sala de mi casa y la verdad es que me gusto mucho (quizas mucho tuvo que ver el hecho que hacia meses que un hombre no me tocaba)

A partir de esa noche Miguel y yo empezamos un romance desenfrenado, Miguel era un hombre casado pero la verdad yo sentia que el estaba tan necesitado de sexo y pasion en su vida como yo lo estaba en ese momento. Muchas veces saliamos del trabajo y veniamos practicamente corriendo a mi casa para quitarnos la ropa y devorarnos el uno al otro.

Miguel empezo a venir a mi casa casi todos los dias despues del trabajo y muchas veces nos quedabamos juntos hasta cerca de la medianoche, la verdad yo no se que pretexto el le decia a su esposa para excusar su ausencia por tantas horas.

Yo tenia mucho miedo de salir embarazada pues muchas veces no usabamos ningun metodo de proteccion, yo no podia pedir pastillas anticonceptivas al medico de la clilnica militar pues con que pretexto iba a hacerlo si mi esposo no estaba conmigo. Miguel y yo tratabamos de usar condones pero muchas se nos acababan y otras veces la verdad es que la pasion nos ganaba. Al final teniamos sexo muchas veces inprudentemente sin ninguna proteccion y muchas veces Miguel eyaculaba dentro de mi.

Una noche mientras teniamos sexo y Miguel me penetraba, el me miro a los ojos profundamente y me dijo "te voy a hacer un hijo para que tengas que dejarlo a tu esposo" asi de tan descabellada como sonaron sus palabras asi mismo de descabellada fue mi decision de no empujarlo y apartarlo de dentro de mi, los siguientes dos minutos los recuerdo como unos de los momentos mas romanticos y apasionados de mi vida en los que el empezo a penetrarme con toda su pasion mientras que yo lo acariciaba y lo exitaba con las piernas y los pies; por esos dos minutos ambos estabamos dispuestos a enfrentar las consecuencias de nuestra locura por mas fuertes que fueran. Esa noche el termino dentro de mi pero igual yo no sali embarazada.

Cuando recibi una carta de mi esposo dejandome saber el estaba de regreso a nuestra casa en dos semanas yo sabia que era hora de terminar mi relacion con Miguel. El no lo acepto, me dijo que queria que continuaramos viendonos, que podiamos estar juntos los fines de semana y algunos dias despues del trabajo. Yo le dije que no, que nuestra relacion habia sido algo muy especial pero yo era una mujer casada y no podia vivir una doble vida, ahora que mi esposo estaba de regreso iba a tratar de ser feliz con el

Las siguientes dos semanas ya no fueron iguales, como ambos sabiamos que lo nuestro estaba por terminarse ninguno de los dos demostraba esos sentimientos incondicionales como los habiamos mostrado durante los meses pasados. Nuestra relacion se volvio algo mas sexual, mas mundano, aveces el venia a la casa despues del trabajo, me cojia por 5 o 10 minutos semi vestidos y luego se marchaba. Hasta tengo que admitir que en un par de ocasiones le abri las piernas solo para darle gusto y no tener que tener una discusion acerca de lo que sentiamos en esos dias.

Finalmente llego el dia en que le dije que iba a ser nuestra ultima vez juntos, esa tarde si la recuerdo como algo bonito, nos besamos y nos acariciamos por largo rato en la sala de mi casa, ambos nos dimos sexo oral e hicimos el amor en el sillon de la sala y luego en la habitacion. El estaba tan carinoso conmigo como lo habia sido durante los primeros meses de nuestra relacion, yo queria satisfacerlo asi que le menee las caderas y lo acaricie con las piernas y los pies mientras el me penetraba, como yo sabia que a el le gustaba, queria despedirlo con un buen sexo y creo que lo consegui.

Cuando mi esposo regreso a la casa yo trate de ser feliz tal y como me lo habia prometido a mi misma pero la verdad me resulto bastante dificil, mi cuerpo se habia acostumbrado a las caricias de Miguel y mi esposo no me calentaba de la misma forma como Miguel lo hacia. Las primeras veces que tuve sexo con mi esposo despues que estuvo de regreso yo cerraba los ojos y me imaginaba que era Miguel, pero la verdad eso tampoco funcionaba porque Miguel me hacia volverme loca mientras me penetraba de una forma que mi esposo no sabia hacerlo.

En mas de una ocasion he estado a punto de llamar a Miguel y pedirle que nos encontremos. Estoy loca por querer sentirlo otra vez, por querer devorarlo, chuparle el pene, no se, todas esas cosas apasionadamente locas que haciamos entre ambos. Hasta podria decir que extrano las veces que venia me cojia por 5 minutos y se marchaba, y me hacia sentir como una puta, si me gustaba sentirme como una puta con Miguel, lamentablemente con mi esposo no me siento asi.

No se que hacer