Brooke conduce como siempre su automóvil hiendo por una avenida que tiene todo el santo día mucha circulación vehicular de ida y de vuelta; entonces escucha un reventón bien fuerte que la deja alertada inclusive haciendo ruido de ponchada una llanta, que se detiene al encender las luces intermitentes a los cuatro costados de su propio automóvil. Sale completamente al mirar primeramente hacia las llantas de la conductora como de atrás que no están dañadas que camina por detrás del maletero al revisar del lado del pasajero encontrándose la llanta delantera del pasajero con una poncha dura y hasta reventada en que se le ve todos los hilos de acero por fuera; anda vistiendo en persona también en vivo y a todo color de botas negras largas de plataforma que acompañan divina y combinada hasta acertadamente con una falda corta de cuero negra y finalmente llevando puesto una blusa negra sin manga, que abre la cajuela para sacar el gato hidráulico con la misma llave de ahí la llanta de repuesto. Primeramente va soltando las tuercas de la propia llanta ponchada al encaramarse con todas sus fuerzas, ganas, ánimos, alientos, ímpetus; arrodillándose y doblándose de culo levantado con el gato hidráulico que lo coloca en la traba de la misma carrocería que va levantando el propio automóvil agachada y todo que se le ve el pleno hilo dental mientras se encuentra dándole al mismo gato hidráulico que termina de levantarlo por fin; ahí mismo agachada va quitando las tuercas de la misma llanta ponchada en que la quita que le vemos nuevamente el hilo dental como la parte baja de sus nalgas en que agarra y pone hasta levanta enganchando con los tornillos los huecos de la misma llanta de repuesto en que le enrosca las tuercas al ajustarlas en que va bajando el automóvil hasta que la llanta toque el mismo pavimento de la calle al quitar el gato de su traba nuevamente agachada y de rodilla con su culo levantado en que agachada va apretándolas para finalmente encaramarse encima de la llave al apretarlas totalmente que recoge tanto la llanta ponchada al meterla en la cajuela junto con la misma llave finalmente el mismo gato hidráulico al cerrar la cajuela de su automóvil.

Que se sube al marcharse y quita las luces intermitentes en que se va derechito a que le reparen y cambiar la llanta ponchada por una nueva mientras lo espera en un taller Brooke; se le aproxima un conductor que le habla cómo le fue cambiando la llanta en su automóvil querida prostituta que estaba a punto de provocar muchos accidentes hasta muchos choques en aquella avenida donde usted se detuvo para cambiar su llanta ponchada, asustándose y poniendo una cara de nerviosa hasta aterrorizada incluso sorprendida por lo que escucha de este conductor en que le dice no me llame ni me diga así por favor y contestándole me fue excelente al cambiarla de ahí vengo para arreglarme de inmediato y ponerla nuevamente muchas gracias por su observación tendré la próxima vez más cuidado y precaución al respeto al cambiar la llanta ponchadas de mi automóvil ya terminaron con mi automóvil le sonríe Brooke al coquetearle que le pasa la mano por toda su pinga al dejárselo un poco sujetado ante la presencia y las propias narices de este en que paga la reparación y por la llanta nueva al irse del taller donde llego hace poco Brooke y mucho más entre nosotros.