~~Hola Marqueze,
agradezco mucho la inserción de mi relato "Las Hermanitas"
a su base de datos. Aqui mando otro que agradecería fuera incluiído
tambien. Saludos. Hola a todos, esta historia que les voy a contar
me pasó hace 5 días; ya hacían 15 meses desde
que había terminado con un noviazgo de 4 años y no podía
encontrar una mujer para pasar buenos momentos, no quería volver
a una relación seria y nunca me gustó pagar por sexo,
por lo que se imaginarán como estaba sexualmente. Con mis 24
años mi mente solo esta ocupada en conseguir mujeres y en cuanto
veía alguna de esas tanguitas metidas en la cola de alguna
mujer con un pantalon transparente, me bastaba para hacerme la paja
de mi vida. La semana pasada en casa contrataron a una chica de limpieza
ya que la Sra. que trabajaba debió partir por problemas personales.
Logicamente yo esperaba que vuelva una vieja de 60 años, pero
para mi sorpresa era una chica de 16 de un pueblo chico del interior
y, aparentemente, muy inocente. Solo al verla por primera vez, no
pude dejar de mirar ese culo tan duro que tenía y ese par de
tetas que parecían como si nunca nadie las hubiera tocado.
Ese primer día logré quedarme solo con ella con la excusa
de enseñarle la casa, etc.
y aproveché para tratar de hablar sobre sus gustos, o cualquier
estupidez que me demuestre si le gustaba el sexo como a mi. No logré
sacarle mas que un "no, si, tal vez" y todo otro monosílabo
existente. Parecía una nenita de 10 años a la que habían
echado de su casa y nunca antes había hablado con un hombre,
cosa que sin dudas me excitó mucho mas. Antes que regresen
mis padres le ofrecí el baño para que se tome una ducha
y así poder grabarla con una camarita que escondí. Lo
tenia todo planeado y pensaba que si ella se daba cuenta de la cámara
le diría que era para observar que no robara nada, como aún
no la conocíamos bien, creí que no se enojaría.
Dejé que tome su baño y en cuanto terminó corrí
a conectar la cámara a la TV de mi pieza para echarme una paja
con esa preciosura en bolas, sin embargo mi sorpresa fue 10 veces
mayor. Empecé a sacudírmela viendo como se quitaba
la ropita, cosa que no se veía con claridad ya que la cámara
estaba especialmente puesta en la tina. Cuando ingresó para
abrir el agua dejó ver un culito de lo mas espectacular y redondo,
muy grande pero firme y con una piel muy suave como la de todo su
cuerpo. Yo ya estaba que me moría, me masturbaba esperando
ver como se enjuagaba y así fue nomás; se dió
vuelta y tenía las tetas mas bellas que haya visto en mi vida
y unos pezones super pequeños, como a mi me gustan. Agarró
el jabón y empezó a pasárselo por todo el cuerpo,
su cara era de total satisfacción, parecía que el agua
caliente la estaba relajando. Se enjabono las tetas, su pansita, el
ombliguito y al llegar a su conchita y para mi asombro, esbozó
un suspiro de placer y tiró la cabeza para atrás mordiéndose
los labios.
Se acostó en la tina que casi no tenía agua y se empezó
a hacer una paja como nunca había visto en mi vida. Yo no podía
creer que esa "inocente" adolescente se estuviera pajeando
de esa manera, se acariciaba su sexo y en su rostro se podía
ver el placer que sentía, de golpe se metió uno, y luego
dos dedos y mientras su lengua recorría sus labios jadeaba
como una putita muy calentona. Se inclinó un poco y se pudo
ver como se metía un dedo por el culo y otro por la concha
mientras los movía adentro y afuera una y otra vez. De golpe
inclinó su cabeza para atrás se metió un dedo
en la boca, suspiró profundo, expiró, pasaron unos 20
segundos y continuó con su baño como si nada. No podía
creer lo que acababa de ver pero sin dudas que ese video mi iba a
dar muchas satisfacciones. Al otro día me preparé para
despertarme temprano sabiendo que a esa hora no habría nadie
en casa.
Cuando bajé las escaleras Verónica (como se llamaba)
se encontraba pasando el plumero a algunos muebles, tenía puesto
un trajecito de mucama super corto y al cuerpo que me enloqueció.
Sin embargo me hice el indiferente y fui a la cocina esperando que
venga a prepararme el desayuno, algo que habitualmente hago yo pero
quería que esta vez fuera ella. Se acercó y casi sin
mirarme me sirvió café, luego le pedí que limpie
las alacenas de la cocina, diciéndole que me lo había
solicitado mi madre. Ella tomo una pequeña escalerita que hay
en la cocina y subió pasando el plumero a las alacenas. Mi
plan había funcionado, la tenía frente a mi con una
pollerita super pequeñita que dejó ver su enorme culo
y una tanguita metida hasta el fondo. Ella limpiaba y yo empecé
a tocarme mientras miraba ese hermoso espectáculo. De pronto
bajó, como si se hubiera dado cuenta, y se dirigió a
la heladera. Yo no podía mas y cuando se agachó a buscar
algo y dejó ver otra vez ese hermoso culito, me acerque y se
la apoyé con todas mis ganas y con lo dura que estaba. Levanté
un poco mas su pollera y comencé a moverla de un lado a otro.
Verónica primero se asustó pero luego no hizo ningún
gesto mas y se quedó en esa posición como si fuera una
orden que debía cumplir. Al notar que ella no se negó
me baje los pantalones y bajé su bombachita para poder refregársela
mejor, comencé a manosearle las tetas y luego le metí
un dedo en la concha con lo que por fin logré que suspirara
de placer. Seguí apoyándola un rato y ella se empezó
a mover como loca empujando su culo fuertemente contra mi pene suspirando
encantada con lo que le pasaba. Agarró una mermelada que había
en la heladera, la abrió y con dos dedos sacó una gran
cantidad, se dió vuelta y la untó por mi pene que estaba
que reventaba, se arrodilló y me la chupó de una manera
enloquecida, metía mi pija hasta su garganta y me agarró
las nalgas fuertemente mientras sacudía su cabeza para adelante
y para atrás, yo no aguanté mas y dejé que se
trague toda mi leche, cosa que le encantó porque se la tomó
toda. me dejó sentado sobre un sillón, agotado por
la chupada que me había dado y a los 10 minutos se acercó
a mi, se arrodilló y volvió a chuparmelá. Mi
pene que estaba pequeño, volvió a agrandarse y cuando
esto pasó ella se saco su bombachita frente a mi y se puso
en posición perrito diciendo que ahora tenía que limpiar
el piso, agarró un trapo con la mano y se puso a caminar de
cuatro patas limpiando. Allí entendí el jueguito que
le gustaba y le dije con vos de mando que ahora debía meterse
un dedo por el culo para que yo puede meter mi pene después,
ella obedeció, yo me arrodillé y se la metí por
ese maravilloso culo, por fin gritó de dolor y placer y me
decía "mas, mas patrón", la levanté,
la dí vuelta y dejé que mi leche le llenara esa conchita
preciosa. Luego de ese día se volvió un vicio para ambos,
yo no paro de chupar su conchita y metérsela por el culo y
ella no deja un día sin que yo tenga una buena mamada. Gracias