~~Teniendo en cuenta mis 65 recién cumplidos es por demás meritoria, pues en uno y otro encuentro amoroso de este tipo, con cierta frecuencia me desahogo y gozo con una amiguita, a la cual le he enseñado ya casi todo lo que debe saber una chica de 21 años que aún es virgen.
 Estoy esperando conseguir una madurita veterana, para hacer un delicioso trio con la pendeja.
 Lo que le quiero relatar ahora, es acerca de mi amiga Susana, una madura bien cochinita y puerquita, 62 años, viuda, calentona, buen cuerpo; creo que sus medidas son 110 de busto, 70 de cintura y 120 de caderas, lo que se dice, un culo de aquellos, de piel suave, y de ojete rosadito, que debido a su afición a coger por atrás, acepta sin problemas a mi gruesa verga que mide 16 centímetros de largo por 6 de ancho, además, mi amiga no le hace asco a nada.
 Ayer me vino a visitar; como de costumbre apenas cerramos la puerta de entrada de mi casa, me desabrochó el pantalón, tomó la verga delicadamente y se la metió en su boca, pasándole la lengua rápidamente. luego la guardó y me dijo
 Hummm!. está deliciosa esa verga, papi!.
 Mi amiga comenzó a desnudarse sola, pues sabe que me encanta ver cómo se quita la ropa; venía con un vestido bastante angosto y de tela muy liviana que le cubría desde el cuello hasta un poco más abajo de las rodillas. Comenzó a levantar poco a poco la falda, mostrándome sus regordetas piernas y sus carnosos muslos, siguió levantando hasta dejar ver su tanga negra casi trasparente y con encajes. a través de la tela se le veia la abundante pelambre que recubría la concha; prosiguió quitando el vestido, dejando ver ahora, su corpiño de color negro en el cual asomaban sus gruesos pezones. Terminó de desnudarse, abrió sus piernas, metió los dedos por debajo de su calzón, rozó delicadamente su concha, humedeció sus dedos con sus jugos vaginales, los llevó a su nariz, olió golosamente, me los dio a oler preguntando si me gustaba ese aroma. le dije que sí, que como siempre, me enloquece ese olor a concha, saqué mi verga y comencé a pajearme suavemente, yo estaba sentado en el sofa, ella se arrodilló sobre la alfombra, se quitó el corpiño, asomaron ya en libertad sus soberbias tetazas, tomó una, me la acercó a la boca mientras con la otra mano tomaba mi verga y me dijo Papi, dejame hacerte la paja mientras me chupas la teta!.
 Asi lo hice, a cada lamida, sus pezón se ponía más duro, ella comenzó a pajearse delicadamente mientras susurraba dulcemente
 Si papito. asiii!. asiii!. chupame bien el pezón. es tuyo sabes?, nada más que tuyo. y yo soy tu puta, tu putita. sacame la lechita de la teta papi. es tuya, sabés?.
 Te hago bien la paja papi?, decime que te la hago bien. tu nena puta quiere gozar mucho.
 Tomá papi. olé mi dedo. tiene olor a concha?, te gusta ese olorcito?
 Aaah, que rico, papi!. quiero tu leche en mi mano.
 Seguimos jugando así unos minutos, hasta que me dijo:
 Me querés hacer la paja vos?
 Querés que te dé la leche en la mano?.
 Esperá papi. esperá un poquito. querés verme el culo?, te gusta verlo?, querés meter tu lengua adentro y tus deditos también?, si?, esperá que me levanto y me doy vuelta papi.
 Se levantó, me dio la espalda, apoyó sus brazos en el respaldo de una silla, puso su culo frente a mi nariz, luego se abrió las nalgas para que yo me deleitara observando su divino ojete rosado. lleno de arruguitas. mojé un dedo en el jugo de su concha, lo unté bien y se metí en su culo. ella pegó un gritito de satisfacción.
 Así papi!. ay, qué lindo!. me gusta tener el dedo en el culo y que me lo chupes con tu lengüita. hacelo papi!. hacelo ya!.
 Mirá como me pajeo, papiii!
 Tomé sus nalgas, las abrí bien, y comencé a meterle lengua en su ojete, tratando luego, de que penetrara también mi dedo. cuando estuvo todo adentro, comencé a cogerla con el dedo. ella se pajeaba furiosamente. el olor a concha, culo, pija, huevos y tetas, inundaba la habitación.
 Me dijo con voz temblorosa por el placer que se acercaba:
 Dale papiii!. cogeme fuerte con el dedo!. metémelo hasta el fondo como si fuera tu pija!.
 Mi culo es tuyo papiii!. cogelo bien!. mirá cómo me pajeo papiiii!. mirá cómo me sale jugo de la concha!
 Dale!, seguíii!. seguíii!. seguí. aaah!. aaah!. qué bien que me coges por el culo, papiii!
 Ahhh!. aaah!. voy a acabar!. acabo papi!. acaaabooo!. tomáaa!. tomáaa!. tomáaa! Aaah!. aaah!. siii!. siii!. máaaas!. máaas!. ufff!. ufff!. yaaa!. ufff!.
 Seguí cogiéndola con mi dedo metido hasta el fondo en su culo, hasta que me dijo:
 Basta papi!. basta!. me estás matando!. ya acabé 5 veces!. dejame descansar, por favor!.
 Dejamedejamedejamedejamedejaaameee!. dejamecarajo!
 Ayyyy!, me duele, papiiii!. tu dedito me cogió tan fuerte!. como a mí me gusta. me lo metiste tan adentro!. sacámelo despacito!. bien despacito!. asiii. asiii!. aaah!. aaah!. a ver? dame el dedito. quiero olerlo!. hummm! qué rico olorcito!. tomá papi. olelo vos. te gusta?. viste que no tenía caquita hoy?.
 Después me vas a poner la pija?, la quiero sentir toda adentro del culo, papi.
 Pero ahora, quiero que goces, mi amorcito lindo. quiero tu lechita.
 Se arrodilló nuevamente sobre la gruesa alfombra, volvió a la realidad y vio a mi verga medio fláccida, la tomó suavemente con sus manos finas y de uñas extremadamente largas y pintadas de color blanco, se la metió en su boca, comenzó a mamarla, sin apuro, despacito, mientras me miraba a los ojos. en pocos instantes mi verga ya estaba dura, ella se dio cuenta y aceleró el ritmo de su mamada. presintió cuando ya me venía la leche, y tomando la verga con sus dos manos, chupó despiadadamente. mi leche le entró hasta el fondo de su garganta, fueron unos 4 chorros.
 Cesó en su mamada. y comenzó luego de unos instantes, a limpiármela con su dulce lengua.
 Papi lindo. gracias por darme tu leche en la boca. me encanta tragarla toda. es la leche de mi macho. mi macho que me coge siempre. mi único macho. y yo soy tu puta, verdad papi? solamente a mí me cogés, no, papi?. solamente a mí, me chupas el culo, no?
 Cuando terminó me dijo:
 Vamos al baño papi?, acabaste lindo?, sí?, quiero hacer pis y quiero ver como meás vos también.
 Tomó con una mano mi pija; ya en el baño, se sentó en la taza del inodoro y sin soltarme la pija, abrió su peluda concha y comenzó a mear. puse rápidamente mi mano, la empapé con su orín, se lo froté en las tetas, en su nariz y en sus labios. y entonces, fue que escuchamos el timbre de calle.