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Me llamo Diego, tengo 26 años y esto sucedió cuando yo tenía 25.
Mi abuela enfermó y tuve que ir a cuidarla al hospital algunos días y noches puesto que mis padres por su trabajo no podían, era su último mes de vida. Para no alargarla mucho. Una que otra vez notaba que mi abuela me miraba la entrepierna, pero nunca pensé nada malo (yo siempre suelo usar pantalones vaqueros ajustados con la playera metida porque honestamente me gusta que las chicas por donde paso me miren ahí abajo, aparte de que llevo años en el gimnasio, la gente me dice que estoy muy bien dotado y mi abuela también me lo dijo). Un día me acerqué al lado de su camilla y le dije que si se le ofrecía algo porque iba yo a comprar un café, entonces ella me miró durante unos segundos sin decir nada y con su dedo índice señalo rápidamente mis genitales.
Yo no comprendía, en ese momento se levantó un poco y con toda la palma y los dedos de su mano alcanzó a agarrarme las partes prohibidas. Un segundo me quedé congelado y traté de apartarme, pero, aunque mi abuela estaba débil, me agarraba con fuerza los huevos, no tratando de lastimarme, sino palpándolos con fuerza (Pude haberme alejado, pero no quería arriesgarme a jalar mis genitales con mi abuela aferrándose a ellos). Hubo un choque de emociones en mí, ansiedad, angustia, incredulidad, quería decirle algo, pero no me salía la voz, como cuando tienes una pesadilla y tratas de gritar, pero no puedes y aparte no quería hacerlo por los pacientes que estaban a los lados (cortinas nos dividían a los pacientes).
Afortunadamente era de noche y creo que los demás pacientes estaban dormidos y entonces mi abuela me dijo “Hace mucho que no toco a un hombre, perdón” (ella llevaba años de viuda). Hasta ese momento dejó de palparme el pene y los testículos. Otra vez me dijo “Están muy blanditos” y me sonrió y se le salió una lágrima. Yo le dije que no se preocupara, que todo estaba bien, olvidando el momento. Obvio este secreto no es de los que se cuenten a las familias ni a los amigos así que por eso lo público aquí, fue un hecho real y solo quiero desahogarme.
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