Estamos en la cocina, preparando un pastel. Mientras vos terminás la crema yo bato el merengue. Vos vestís una muy diminuta bikini colos turquesa, yo un slip ajustado color negro. Vos estás ahora labando algo en la mesada y yo detrás tuyo, en la barra, batiendo el merengue que ya tomó consistencia. Es un bol lleno hasta el borde de claras a punto de nieve. Paso un dedo por el merengue para probar si está listo y mientras lo chupo veo tu hermoso culito frente a mí, como invitándome a que lo muerda.


Sin decir palabra, tomo la fuente entre mis brazos, me acerco a vos por detrás, te abrazo suavemente y te doy un beso en el cuello. Vos ves que estoy con la fuente y adivinás enseguida mis intenciones. Abandonás lo que estás haciendo y te quedás apoyada en la mesada lista para disfrutar de lo que venga.


Me arrodillo detrás tuyo y dibujo con merengue un corazón en una de tus nalgas. Enseguida lo quito con la lengua. Lentamente vos bajás tu tanga, muy sensualmente dejándome tu culito totalmente a mi disposición. Nuevamente, coo un artista con su pincel, decoro todo tu culo con merengue y empiezo a lamerlo hasta no dejar rastros de dulce sobre tu piel. Me quito el slip y lleno mi pija de merengue. Ahora sos vos la que se agacha y empieza a chupar. Pronto quitás todo el dulce de mi pija, con tus manos descubrís la cabecita y empezás a pasarle la lengua bien por la puntita. Tomándome de las nalgas te ponés a mamar, me pasás la punta de tus dedos por el ano para exitarme, si es que se puede estar mas exitado de lo que ya estoy. No llegás a hacerme acabar, no es tu intención, así que te detenés y lamés mis testículos y toda mi pija como si fuera un chupetín.


Te levantás, yo sigo con la fuente de merengue en los brazos. Vos enterrás ambas manos completas en la fuente sacando de ella una buena cantidad. Con uan risita muy cómica y picarona me mirás por una fracción de segundo y luego te desparramás de una sola vez el merengue sobre tus tetas. Te las frotás, estás muy exitada, al igual que yo. Tomás mas merengue y te lo desparramás sobre tu pancita, tu pelvis, tu conchita hermosa. mientras te miro frotándote el cuerpo y desparramando el merengue, dejo la fuente sobre la barra, tomo lo poco que queda con ambas manos y te abrazo al tiempo que anchastro tu colu con el merengue.


Comenzamos a besarnos muy exitados mientras nuestros cuerpos se frotan entre sí llenándose de dulce. Nos acariciamos. Paso mis manos por tu culo, mis dedos sobre tu ano, vos hacés lo mismo sobre mi espalda mientras sentimos que nuestros labios están a punto de sangrar por la forma en que nos besamos.


Nos separamos por un instante para vernos, ¡¡¡Es un verdadero enchastre!!! Estamos totalmente blancos y pegajosos. Te tomo de la cintura y empiezo a chuparte las tetas al tiempo que vos sostenés mi cabeza llenando mi pelo de merengue. No nos importa nada, estamos disfrutando muchísimo. Muerdo tus pezones. Los siento duros, bien erectos. Tus tetas están impresionantes, como siempre. Disfruto mucho cuando te las chupo. Vos apoyás tu culo en el borde de la mesada y tu pie sobre la barra que está en frente. Separás las piernas y yo me agacho a lamerte la concha. Realmente está totalmente tapada en merengue. Paso mi lengua entre tus labios. Es cómico, veo todo blanco y una línea rosada, por donde pasé la lengua, quedando expuesta tu mojada vagina.


No puedo mas así que me levanto y sin protocolos, te entierro la verga embadurnada con merengue. Vos te reclinás hacia atrás, con los ojos cerrados, gimiendo de placer al igual que yo. Nuestros gemidos se acompasan con mis embates dentro de tu concha. Puedo ver tus tetas bien erectas debido a tu postura y me enloquecen, trato de chupártelas pero no llego, solo logro besar tu cuello. Igual lo disfruto mucho.


Te estoy cogiendo con fuerza. Nuestros cuerpos están bien apoyados uno contra el otro. El merengue se desparrama sobre nosotros y comienza a licuarse con tanto calor y movimiento. Pocas partes de nuestros cuerpo quedan teñidas de blanco pero igualmente tenemos azucar por toda la piel, en el piso, la mesada, la barra. Es todo un enchastre tremendo que tendremos que limpiar. Pero ahora no importa, seguimos cogiendo y eso es lo que cuenta.


Vos sentís como mi verga, mojada y bien dura se mueve dentro tuyo. Sentís mis manos acariciando tu culo, mi dedo penetrando tu ano, mi boca explorando tu piel. Estás terriblemente exitada. Tu respiración es muy fuerte ahora, tus gemidos son muy audibles, sentís que estás a punto de acabar. Me doy cuenta de ello, yo también casi acabo. Aumento mi ritmo. El dulce se vuelve pegajoso entre nuestros cuerpos y sentimos una sensación estrañamente agradable cada vez que nuestras pelvis se separan. Te terminás de acostar sobre la mesada poniendo ahora ambos pies sobre el estante de la barra. Te tomo de los muslos mientras veo como mi pija se pierde dentro de tu conchita. Y cuando la saco, tus labios la acompañan como pidiendo que no la retire totalmente. Acaricio tu clítoris. Levanto la vista y contemplo tu cuerpo mojado y brilloso por el azucar sobre tu piel mezclada con sudor. Tenés tus ojos bien cerrados, una sonrrisa de placer y tu mente en quién sabe qué lugar del universo.


De pronto siento que tu vientre se estremece. Vos soltás unos gemidos inconfundibles, estás acabando. Tus manos aprietan con fuerza mis nalgas marcando tus uñas en mi piel. yo oprimo tus tetas al tiempo que mantengo muy firme mi verga dentro tuyo. Siento como se contrae tu vagina, siento cómo disfrutás de ese momento. No aguanto más, un gran chorro de semen salta de mi verga e inunda tu concha. Es un momento sublime. Nos quedamos quietos por unos instantes mientras nuestra leche fluye dentro tuyo.


Luego de un rato, vos te enderezás y nos fundimos en un beso tremendamente apasionado. Te colgás de mi cuello, cruzás tus piernas por detrás mío, te tomo de los muslos y, como hacemos siempre, te llevo colgada de mí, sin quitar mi verga de dentro tuyo. Voy rumbo al baño, a ducharnos y a continuar con nuestro juego bajo el agua....


Serg