Llegué al la cita temprano... al fin me recibió el doctor, era la primera vez que me hipnotizaban.

Al verlo me quede fascinada, no esperaba un hombre guapo y menos joven. Me encantó, creo que se lo dije con la mirada.

Comencé a hablarle...

Doctor, mi problema es algo muy íntimo, voy a ir al grano, no disfruto de las relaciones sexuales con mi pareja, me inhibo y no logro llegar al orgasmo, pero cuando me masturbo logro los que deseo.

Mi esposo es alto y tiene buen cuerpo, lo amo y me gusta, quiero que me hipnotice y me ayude a llegar al orgasmo con él.

Describame sus relaciones...dijo el doctor.

La última fué genial, pero no logré el orgasmo. llegó de viaje, excitado y con un regalo, un vibrador nuevo, desde que lo recogí en el aeropuerto comenzo a acariciarme, en el camino a casa sus manos recorrían mi entrepierna, comencé a humedecerme, al llegar a casa nos besamos al mismo tiempo que nos desnudabamos, comenzó por la espalda, lentamente con besos húmedos, sus manos acariciaban mis pezones con ternura, sin darme cuenta bajó y su lengua encontró mi clítorís, me llenó con su saliba y comenzó a succionar despacio, y lentamente llegó a mi ano, su lengua me recorría toda, de mi clítoris al ano, sus dedos llegaron hasta ahí y comenzó a prepararme, en círculos, acariciaba mi lugar secreto, de pronto introdujo su dedo, un poco, me gustó, me excito, todo, le pedi, todo, lo hizo con cuidado y al instante lo sentí en mi vagina, mi clítoris latía de deseo, quería que no dejara de tocarme, el centro del universo estaba ahí, en mi clítoris, mi vagina, mi ano, me penetró, si me encantó, como siempre, tomó el vibrador y lo puso en mi ano, al mismo tiempo que el me penetraba el vibrador me llenó de sensaciones al penetrarme, la sensació fué deliciosa, me encantaba pensar que su pene estaba en mi vagina, sintiendo la vibracion que del vibrador en mi ano... el explotó yo con mis manos masturbaba mis labios, mi clítoris... no llegó.

Terminé en la cama, yo sola cuando el entró al baño, fué intenso, después de tanta excitación. Doctor, tengo remedio, por que me apena terminar y gritar frente a él? es por la educación que me dieron.

Quiero que me hipnotice, haga lo que quiera, mi cuerpo y mi mente estan a su disposición.

Su problema es fácil, solo vamos a cambiar ese freno, pudor o lo que sea que le impide terminar frente a él.Comencemos...

Su voz, me adormeció... al despertar sentí mi desnudez y ese cansancio que sólo se siente al amar intensamente. El Doctor impecable, terminaba de abrochar su cinto, suvamente se acerco y tomo mis manos para con ellas recorrer mis senos y recoger su semen, las llevó a mi boca, lamí mis dedos, disfrutando el sabor, su sabor.

Me dijo, no sé si el problema esta resuelto, debe probar y regresar en una semana.

Me vestí sin hablar, tratando de recordar lo sucedido, no lograba comprender cómo es que no tenía recuerdos ni sueños de lo sucedido.

Antes de salir, me acerqué deliberadamente, quería oler mi sexo en él, quería saber hasta donde había llegado, mi olor estaba en sus labios, solo atiné a decirle, esta bien doctor, en una semana vuelvo.

Antes de cerrar la puerta, lo escuche susurrar... la siguente vez, estarás despierta.