Con su hijito jugando con la niñera en la terraza; de propósito anda visitando él tío postizo (amigo y compañero de trabajo), que le compro una falda larga de cuero con gamuza azul negra, Brooke aprovecha para meterse a su recamara al ponérsela, probársela, vestírsela, medírsela, etcétera; medio abre la puerta llama bajito a este para que la vea perfecta pero no aguante se mete atrás para zurrarse y restregarse hasta pegársela corporal de ahí físicamente; Brooke reacciona inmediatamente se lo separa y aparta le da manotazos y para rematar con sello de oro, se lo abofetea merecida y fuertemente seria y fruncida respeta la casa de mi hijo en otro sitio conocido y frecuentados por ambos te permitiré, dejare, consentiré, entre mucho más ahora te me vas a la terraza entre tanto vuelvo a vestirme para reunirme con ustedes me voy de la recamara bien castigado por Brooke por pasarme de listo e lizo con ella en sus propios ojos en fin.