Como en relatos anteriores, antes de empezar presentarme:

Hoy le relevo el turno a mi madre y os cuento una historia real con su ayuda. 

Hace mucho tiempo que mi madre, Pilar, no tiene una cita con un chico, ayer a mediodia después de comer, se me ocurrió una idea, la cual era simular que yo era un chico que iba a conocer. 

Estaba esperándola sentado en el sofá, cuando llegó se había puesto un vestido con estampados el cual tenía bastante escote, nada mas sentarse en el sofá empecé a mirarla, disimuladamente, ella se mordía el labio mientras comenzaba a presentarse, comenzó a explicar sus gustos y aficiones, sentía que la temperatura subía y mi madre empezaba a tocarme la rodilla mirándome, de vez en cuando bajaba la cabeza disimuladamente para observar sus preciosos pechos. De repente salió el tema sexo, al principio a mi madre no le parecia del todo bien hablar de ello en una cita, aunque poco a poco se empezó a sentir cómoda hablando del tema. Me explicó que le gusta mucho cuando se pone cachonda, meterse las bolas chinas por el coño o algún vibrador o en tal caso masturbarse con los dedos, de pronto, le dije que tenía unos pechos preciosos y que estaba muy buena, entonces, se empezó a tocarse los pechos, se puso de rodillas en el sofá, mientras me decía que le gusta jugar mucho con ellas sobre todo si hay una polla de por medio, hasta que de pronto la magía se fue cuando llamaron por teléfono dejándome con todo el calentón.

Al día siguiente mi madre estaba en el baño, se acababa de duchar, y la puerta del baño no estaba del todo cerrada, me acerqué discretamente, estaba mi madre desnuda alisándose el pelo, por suerte ella no me había visto, la miré de arriba hacia abajo, parándome sobre todo en su culo lo redondo que era para tener cuarente años, tenía el pene en plena erección lo cual era normal al ver semejante mujer de esa guisa, cuando entonces, mi madre se gira, y me dice, "cariño, verme desnuda, es algo de lo mas normal, no tiene nada de especial, pero tampoco me espies" agaché la cabeza para verle el coño, el cual lo tenía un poco peludo, nada mas percatarse, me dijo que le mirase, le expliqué que me había puesto un poco cachondo, entonces, se mordió el labio, y me dijo, "no pasa nada" bajando la mirada hacia mi polla; me pidió que le llevase una toalla así que fui al armario, y se la llevé no dejaba de mirarle el coño mientras me hablaba aunque me decia que era natural no paraba de mirárselo, hasta que me dijo: ¿te gusta? como veo que no paras de mirarme, le dije que me gustaría ver como se masturbaba, enseguida soltó un suspiro diciéndome que vale así que me empecé a tocar el coño y las tetas delante suyo mientras me preguntaba si me masturbaba mucho, le dije que cuando estaba cachonda (soltándole una carcajada) la temperatura seguía subiendo, hasta que me dijo que se iba a secar y que le cerrase la puerta. 

Unos días mas tarde, mi madre, estaba fregando los platos descalza y en tanga y suejetador ambos de color negro es decir, un conjunto, nada mas verla me empecé a poner cachondo, lo que mas me llamaba la atención eran sus tetas, se giró para terminar de secar los platos mientras clavaba la mirada en su precioso culo, me puse detras de ella, de pronto sus nalgas empezaron a rozar con mi polla la tensión seguía subiendo, se dio la vuelta y me empezó a tocar la polla con las manos, mientras que yo por mi parte no quitaba la vista de sus enormes y a la vez preciosas tetas, se tocó el coño y pasó a tocarme la polla, entonces, le dije que a lo mejor ella no quería realmente, lo que entró en una pequeña discusión, mientras le seguía observando las tetas, tocándome la polla aunque no llegó a mas y ambos nos quedamos con el calentón.

A la mañana siguiente, mi madre entró por sorpresa en la habitación mientras me masturbaba lo cual me pilló por sorpresa, llevaba un vestido de tirantes morado el cual utiliza normalmente para dormir, se sentó en mi cama, mientras yo hacía lo imposible para que no me pillase masturbándome o con la polla erecta, la tapé con la manta, se empezó a acercar a mí, abriendo las piernas ligeramente lo justo para ver que llevaba bragas, me destapó viendo que tenía la polla fuera, me la empezó a masajear pasándome los dedos y acto seguido para pajearme, mas tarde, me puse frente a el, y me empecé a quitar el vestido, sacándome las tetas y siguiendo con la mamada, posteriormente, se echó sobre la cama para que le penetrase por el coño, sentía como mi madre botaba sobre mí, observando la cara de placer, se puso a cuatro patas, hasta que finalmente, me hizó una mamada en la cual terminé corriendome en su boca.