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Categoría: Confesiones

¡Cumpliendo la fantasía de una amiga!

Hola de nuevo amigos lectores. Este relato ocurrió ya hace unos meses.



En aquellos tiempos yo estaba con ganas de coger a una compañera de clases, solíamos hablar poco y aunque esta guapa nunca me hizo el feo. No es de las típicas mujeres guapas mamonas y cerradas, esta era a toda madre, puedo decir que “jalaba chido” con todos y por lo tanto (como yo) todos los hombres se la querían comer.



En aquellos tiempos de exámenes finales solíamos reunirnos varios compañeros en su casa ya que ella accedía sin ningún problema pues la mayor parte del tiempo sus papás no estaban y esto no era impedimento de estar ahí ya que sus padres les daban la libertad de hacer lo que fuera siempre y cuando no pasara el límite con sus responsabilidades en su hogar.



¡En fin! Aquel viernes por la tarde saliendo de la universidad mis compañeros se dirigían hacia su linda casa y después de ausentarme del trabajo con un justificante que me lo accedieron sin problemas me dirigí por mi cuenta hasta allá. Llegando el vigilante me pidió a quien buscaba y le di el nombre y apellido de mi compañera para lo cual me dejó pasar no sin antes llamarla a su casa para verificar dicha visita. Me estacioné, toque la puerta y me dio la bienvenida muy cortes. Ahí dentro vi a los demás y después de saludarnos nos dimos a la tarea de investigar el tema que nos tocaba cada uno para después juntar los trabajos y hacer un mural y el proyecto de investigación que nos tocaba representar. Valió la pena las horas invertidas ahí pues nos quedó extraordinario digno para exentar esa materia. Siendo viernes y para celebrar un poco el trabajo que habíamos realizado mi amiga Karen (La de la casa y compañera) nos ofreció una botella para celebrar aunque ya estaba comenzada no se la negamos y así nos fuimos sirviendo unos cuantos vasos. Las horas pasaban y mis compañeros tenían que irse pues donde estábamos está algo retirado de la ciudad. Yo me ofrecí a llevarlos pero Karen me pidió quedarme pues nosotros dos éramos los líderes de ese proyecto y como el proyecto lo entregaríamos el lunes la excusa era en ensayar y delimitar puntos del trabajo.



Ahí mismo les pedí un uber a mis compañeros para que se fueran tranquilos mientras yo me quedaba más de la cuenta para solo cambiar unas cosas e irme después, ellos no sospecharon en lo absoluto pues todos éramos compañeros y nadie tiraba indirectas o quedaban con la idea que algo iba a pasar, nos pidieron más bien que el trabajo quedara bien para poder librarnos de la materia tan pesada y disfrutar nuestras vacaciones, todo dependían de nosotros dos. Así comenzamos a quitar y agregar cosas al proyecto de investigación hasta que perdimos la noción del tiempo y terminamos hasta media noche. Estando ahí le pedí un vaso de agua pero ella en vez me de eso saco otra botella y me dijo “Ya que estás aquí vamos a comenzar esta” yo le dije “Me parece pero solo un poco porque tengo que manejar y estoy lejos de casa”.



Ya sabía que teniéndola a ella media ebria me abriría las piernas así que todo quedaba en mí. Así estuvimos charlando sobre cosas sin sentido. De los chismes en la uní, los maestros, las compañeras y un sin fin de cosas hasta que decidí tirarle una indirecta: -“Últimamente no he tenido nada de acción, veré si saliendo de aquí cae alguien o tendré que llamarle a alguien no importa que sea alguna escort”- Ella solo sonrió y me dijo “Ay como eres” cabe decir que espere más pero no pasó, me desvió el tema. Me acerqué a ella más de lo debido pero parecía no captar hasta que le dimos fin a la botella y ya con nuestros últimos vasos servidos me confesó una historia que me puso demasiado caliente:



“Mira, pasa que donde trabajo, ¿Si recuerdas el versa color vino que en una ocasión pasó por mí en la universidad? Pues mi jefe iba manejando, digamos que ando con él pero nos limitamos por su esposa, sé que estoy mal pero me atraen los señores y él es un buen partido aunque sea por un tiempo nuestra relación porque se irá de vacaciones con la familia y estará fuera por un rato indefinido y supongo ya no lo veré, la cuestión aquí es que nos veremos hoy sábado por la noche pero quiero cumplirle una fantasía suya y también mía pero aún no estoy segura”.



Yo solo me quedé un poco sorprendido pero era de esperarse. Se carga un cuerpo que hasta parece que los dioses la hicieron. Ella sabía lo que tenía y más allá del dinero que tiene ese señor (qué mi amiga ni necesita) supongo sabía cogerla a mil maneras por algo estaba “enamorada” entre comillas obviamente ya que le lleva sus buenos años y muy aparte de eso, es un señor con familia. Yo fui directo y le pregunté “¿Y qué clase de fantasías comparten ustedes?” Mientras bebía mi whisky. “Es tanto fantasía de él que mía, él quiere estar con un travesti o bueno no tanto así, si no un hombre vestido de mujer pero que se vea de lo más femenina”. Yo solo me limite a reírme y le respondí “No me digas, ahora si me hiciste reír, yo pensé que era 100% hombre y sale con eso”, a lo cual Karen respondió “Sé que suena muy vulgar y feo pero es lo que quiere y yo igual, de solo pensarlo me dan ganas de meterme mano pero me he estado aguantando estas pinches ganas para cuando hayamos conseguido a alguien, él no quiere contratar por internet por desconfianza y veras que yo tampoco por lo mismo y me pidió que yo buscara a alguien dispuesto a hacer esto pero ahora lo veo difícil porque no tengo a nadie en mente”.



Por mi mente pasó en preguntarle más pero sería comprometerme así que decidí ir hacia atrás “Y si tienes ganas porque no me dejas quitártelas” ella solo me sonrío y me respondió “De ninguna manera, a menos que...”. Ya sabía que me iba a involucrar en su fantasía pero de ninguna manera accedería pero me propuso un acuerdo que al menos me hizo pensarlo. “Si me quieres tener al menos ayúdame en esto, sé que ando con él pero le comentaré que igual participarás y no creo haya problema, eso creo, solo te vestirás de mujer y con la misma nos iremos a un motel que es ahí donde lo haremos”. Yo le dije que me dijera en sí que querían hacer y que de ninguna manera me iba a dejar tocar por un tipo y si la ayudaría con esto le pondría la condición de que yo igual quería cogerla sin más. Ella lo medito y quedamos así: “Mira por la mañana te marco, te aviso y te digo cómo quedo con el” Yo accedí, y me despedí de ella diciéndole “Que ganas tengo de cogerte” en tono de burla para lo cual ella solo se rio y me dio un “Hasta luego, cuídate”.



Ya con unas pequeñas copas encima pase por unas cervezas y me fui a casa pensando en lo que iba hacer si en caso el jefe le diría a Karen que no habría problema con la condición que le había puesto. De solo pensar en ese hermoso cuerpo voluptuosos hizo que yo ardiera más y me puse a ver videos de tríos para ver cuál era la mecánica, sé que no iba a ser lo mismo pues yo iría vestida de mujer y me desagradaba esa idea pero con tal de estar cogiendo a Karen haría que se me pasara ese pésimo rato. Ahí estuve entretenido viendo videos; algunos buenos y otros malos hasta que decidí acostarme solamente pensando en Karen y en su hermosa figura. Como sea aquí les dejo unas fotos de ella:



Desperté más tarde que de costumbre, generalmente los sábados suelo levantarme temprano para ver algún partido decente pero esta vez desperté casi al mediodía, tomé mi teléfono y oh sorpresa 3 llamadas de Karen y un mensaje con el texto: “Responde el teléfono, te interesa”. Algo me decía que ya había trato pero faltaba ver qué más me pedían así que le marqué y la saludé para después proseguir le dije: “Si Karen disculpa acabo de despertar, me desvié por unas latas y termine algo cansado pero dime qué sucede” a lo cual me dijo “No te preocupes mira, ya hablé con él y me dijo que no hay problema, será un trío pero con la condición que vayas vestido de mujer, no te será difícil pues de cuerpo no estás mal y con maquillaje estarás espectacular”. Yo no sabía cómo responderle a eso y le dije “¿Y cómo me vestiré? Si sabes que no ando por ahí comprando ropa de mujer para luego ponérmela ¿Verdad? Y luego ¿La peluca? ¿Las prendas? ¿Maquillaje?”.



Yo solo quería cogerla y no importara si otro estuviera mientras la penetraba pero como la única condición era esa pues era un precio que tenía que pagar. Ella me contestó “De eso no te preocupes con una peluca negra que tengo y las prendas te las presto, ven a mi casa acá te maquillo y nos vamos en mi coche”. Ya había quedado todo ahora solo me quedaba esperar hasta la noche e ir a su casa para el arreglo pero como les dije, era un precio que tenía que pagar y teniendo ese cuerpo de Karen moviéndose encima mío me latía esa idea.



Pasaron las horas de lo más rápido quizá las ansias y la adrenalina lo hicieron más excitante, llegue a casa de Karen y me hizo pasar a su cuarto y para sorpresa habían dos vestidos de noche sobre su cama. Ella me dio la opción de escoger entre uno blanco que al parecer me iba a quedar demasiado ajustado y otro amarillo similar, yo escogí el amarillo pues parecía bonito pero sabía que entrando al motel no me iba a durar puesto por eso decidí ese color. Ella con su “buena elección” me hizo confiar en mi intuición y ahí estuve a merced de ella, me maquillo de lo más rápido y ahora venía la transformación. Le propuse que nos cambiáramos al mismo tiempo y ella dijo que no había problema. Le dije que me compartiera una tanga y me saco todo un cajón entero de esas prendas, parecían eran sus favoritas. Escogí una color morada totalmente lisa y el bra del mismo color, mientras me cambiaba lograba ver cómo ella optaba por una micro tanga color negra que dejaba al aire su hermoso trasero blanco bien bonito, mentiría si les dijera que no se paró mi pene y ella se dio cuenta y me dijo “Guarda esas ganas para al rato, después de mucho tiempo al fin voy a coger rico y cumplir una fantasía”. Yo solo le dije “No te pases, solo tócalo, ya quiero tenerlo dentro de ti” y ella solo sonreía y decía “luego, ten paciencia”. Terminamos de cambiarnos. Nos vimos al espejo y parecíamos todas unas zorras, sabíamos que la noche iba a estar muy macabra y nos dirigimos al motel, cabe mencionar que al salir de su casa el vigilante me quedo viendo y le pregunto a Karen que si a qué hora había entrado su amiga (o sea yo) ella dijo que no había problema y que me iba a dejar a casa. ¡Que oso!



Mientras íbamos a nuestro destino ella me decía lo que tenía que hacer: “Mira, el solo quiere que te comportes como una mujer, haz lo mismo que yo, habla poco y solo dile si a todo, él no te va a coger, solo quiere una compañía medio hombre y mujer para mí y eso lo disfrutaremos los tres”. Yo solo al ver a ella en ese vestido me excitaba tanto que estuve a punto de masturbarme ahí mismo en su coche pero mala idea, ella me dijo que llegando haríamos eso así que decidí esperar. Llegamos al motel y nos confirmaron que nos esperaban en la suite, nos estacionamos y nos fuimos directo al cuarto, yo ya estaba prendido en primera por la situación y en segunda porque era un hecho que iba a coger con Karen. Tocamos y nos abrió su jefe, Karen lo saludó de beso y abrazo diciéndole “Amor, te extrañe, no quiero que te vayas, mira, aquí tienes un pequeño regalo” nos presentó y no dije ni una palabra, solo le sonreí y le di la mano. Nos ofreció una copa y yo por mi nerviosismo me la tomé demasiado rápido y le pedí otro vaso más. Ahí me tenían a mí en la pequeña barra bebiendo esa botella yo solo mientras ellos hablaban y se besaban como si no se habían visto en años (Y en si fueron semanas que no se habían visto). Hasta que por fin tocaba la acción.



Karen habló primero y dijo “Hey Ana, puedes venir aquí conmigo, tengo ganas de besarte” (Me había cambiado de nombre para hacerlo más realista). Yo solo dije si con la cabeza, me acerqué y la besé, la tomé de la cintura mientras ella me tomaba del cuello y nos fundíamos en un beso muy pasional. Su jefe sólo mencionaba “Que rico es ver a dos mujeres besarse, quiero que sigan mientras me quito la ropa”. Y así fue, no abrí los ojos para no verlo, yo quería disfrutar a Karen y ahí estaba, teniéndola frente a mí besándola, ella siguió en lo mismo, no nos despegamos del beso hasta que poco a poco comenzó a quitarme el vestido amarillo, como era de cierre en la espalda solo lo bajo y cayó al suelo y ahí dejó ver la tanga que me había prestado, yo hice lo mismo y al igual que ella también la dejé en esa micro tanga que tanto me excito, solo abrí los ojos para verla y era un sueño tenerla ahí besándola y con esas bragas que me ponían tan caliente. Seguimos besándonos hasta que note la respiración de alguien cerca y era el jefe de ella, nos despegamos, nos vimos y para eso ella ya estaba masturbando a su jefe. Los tres estábamos parados, yo continué con lo mío, la tomé de la cabeza y la volví a besar y ella me respondió mientras con la otra mano masturbaba a su querido jefe. Ella dejó de masturbarlo y me tomó de la cara (parecía excitada) hasta que nos fundimos en un gran beso de lengua. Note que el jefe estaba detrás de mí pero poco me importó, solo sentí como su pene se acercaba a mi pequeño trasero, sentía cómo lo pegaba pero no me disgustó pues yo estaba disfrutando mucho. Se acercó a nosotros dos, tomó de mi mano y lo acercó a su pene, sabía que tenía que masturbarlo.



Mientras besaba a Karen ella me tenía rodeada con sus manos yo solo la tenía de la cintura y con mi otra mano masturbaba al jefe. Así estuvimos un rato hasta que Karen vio lo que hacía, sonrió y se agachó, yo seguí en lo mismo, vi como Karen comenzaba desde lo más bajo del pene tomarlo con sus manos y su lengua parecía tallar todo ese pene que más allá de estar largo estaba grueso. Vi como se lo metía hasta el fondo mientras el jefe la tomaba de la cabeza y hacía que se ahogara con su miembro. Yo me agache para ver más de cerca y al hacer esto Karen me pregunto “¿Quieres probar?”. Yo solo dije “Un poco” el jefe sonrió de lo tímido que lo dije y dijo “No te preocupes si no quieres, me conformo con que me lo toques”. Sin más, Karen siguió chupándolo y llenarlo de saliva, me acerqué y le di un beso en su glande, Karen me vio con ojos de lujuria y nos fundimos en otro beso, no tardamos pues su jefe nos puso en medio su pene y ahí siguió ella mientras yo me limitaba a masturbarlo. Seguimos un rato hasta que le quito el bra a Karen y me pidió que le quitara la tanga, yo solo obedecí. La acostó en la cama, se subió encima de ella y se puso a una distancia como para poner en medio su pene de sus grandes pechos. Ella solo apretó y solo veía como las ajustaba de modo que simulaba una cogida con sus pechos. Yo a lo mío, comencé a tocarla ahí abajo mientras le ponía un poquito de saliva y ya sentía lo húmeda que estaba, sabía que en algún momento iba a explotar.



El jefe la puso de a perrito y ver ese hermoso trasero en esa posición hizo que eyaculara un poco. No sabía qué hacer, Karen solo agarraba con fuerza las sábanas de la tremenda cogida que le daba así que me quite la tanga y comencé a masturbarme, así estuve hasta que escuché que se iba a venir, se acomodó Karen de forma que se la tiraran en su rostro pero qué sorpresa, el jefe dijo “Para ti no va, es para tu amiga que por lo visto anda perdida, ven acércate” Ya en ese momento poco me importaba, yo solo quería eyacular en el cuerpo de Karen y no me importaba si para eso tenían que llenarme a mi primero la cara. Fue ahí donde me acerqué e hice lo mismo que Karen, solo saqué la lengua y puse una posición de esperar, el jefe acercó nuestras caras y al ver que estaba tardando Karen volvió a hacerle sexo oral, cuando estaba a punto nos volvió a pegar de rostro a rostro y ahí fue donde disparó aquel líquido espeso en una parte de mi cara y del de ella, Karen solo se acercó a mí y limpio aquella rastros que quedaban, ahora le tocaba a ella...



Sabía que ya había cumplido ahora me tocaba disfrutar, yo fui rápido y lo introduje y a darle. Era la gloria, apretadita, sus quejidos eran de lo mejor, el jefe solo decidió sentarse y ver esa escena. Entre mi calentura solo le decía “No sabes lo delicioso que es tenerte así”. Ella solo se retorcía de placer sin decir nada, la puse arriba de mí y ahí seguimos un buen rato hasta que se me ocurrió hacerle un anal de antología, sabía que tenía que ser preciso sin que le doliera y ahí fui, la moví, le puse saliva y lo mismo en mi pene y poco a poco fue entrando, ella gritaba más de la cuenta pero no me detuve, la tomaba de su gran trasero y ahí estuve hasta que vi como su jefe se acercó y vacío más esperma sobre la cara de Karen, ella solo se quejaba así que decidí sacarlo y tomé a Karen del cabello y la puse de rodillas, ella entendió y ahí me fue haciendo un rico sexo oral, se volvió a acercar su jefe y le hizo lo mismo. Era el paraíso en ese momento hasta que de nuevo el jefe se vino pero ahora apuntó a sus pechos, al ver eso yo estallé y la bañé toda su cara.



Terminamos cansados y nos acostamos. Mientras el jefe se metió al baño yo me puse a platicar con Karen, le decía que era lo mejor en ese momento, ella lo había disfrutado y yo igual. Le dije que esto quedara entre nosotros pues no sería bonito que me tuvieran en otro concepto y ella con su “No te preocupes tontito, ya sabía que eras de confianza esto quedara entre nosotros” la bese para sellar ese juramento y ahí quedo. Salió el jefe y dijo que tenía que irse pues tenía que ir a hacer maletas y hacer unos arreglos por parte de las vacaciones de su familia. Se despidió muy cortes de mí y de Karen y salió. Nos quedamos nosotros dos ahí hasta que decidí quitarme todo lo que tenía puesto, me bañe y volví a ser yo mismo. Al ver a Karen con ese hermoso trasero desnudo me dieron por volverme a masturbar y así fue, como ya estaba dormida solo la rocié en ese hermoso trasero blanco donde pocos la han visto, me cambie y salí del motel con destino a mi casa. Llegue y solo me acosté, al día siguiente había un mensaje de ella dándome las gracias por esa pequeña fantasía que había cumplido. Más que fantasía era un capricho pero bueno, al fin disfruté de ella y fue una muy buena noche para los tres...


Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
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