Esa noche Camila no podia dormir, se levantó de su cama y fue a la cocina por un vaso de agua fria, al pasar por la recamara de su mamá escucho unos gemidos de placer, y sigilosa se acercó a la puerta entreabierta, eran su padrasto y su mamá que estaban haciendo el amor, Camila, de 13 años, estaba despertando a la sexualidad, y se empezo a calentar al verlos cogiendo, se llevó una mano a su panochita que ya se estaba humedeciendo, mientras veia como su mamá le estaba mamando aquella descomunal verga a Andres, bien caliente se fue a su recamara, y se empezo a meter el dedo en su culito y panochita, deseando que fuera a ella a quien se cogiera Andres, viniendose en un orgasmo que la hizo estremecerse toda.
A la mañana siguiente, salio temprano de la escuela, y al llegar a su casa se quito el uniforme y se puso un bikini para meterse en la alberca, nunca se percató que su padrastro Andres estaba en el cuarto de estudio cuya ventana da hacia donde esta la alberca, ella se metió a nadar, y pensando que estaba sola, se empezó a acariciar y se desnudó, pero Andres la estaba viendo por la ventana y se le empezó a parar la verga al ver a la chiquilla desnuda y masturbándose, no lo pensó más y salió a la alberca, Camila sin verlo todavia, pues estaba con los ojos cerrados masturbándose, se sobresaltó al escuchar la voz de su padrastro, toda sonrojada no sabía que hacer, el, sin pedirle permiso de meterse a la alberca, se desnudó y dejó ver aquella enorme y bien parada verga, se metió al agua, y la chiquilla empezó a jugar con el aventandole agua con las manos, el la sujetó de las muñecas y le plantó un beso en la boca, Camila ni se resistió, pues lo estaba deseando, con su mano le acarició su panochita y ella le agarro la verga, ni con las dos manos la cubría toda, lentamente se la fué metiendo y ella se retorcia para darle oportunidad de que la penetrara toda, claro que le dolía, pero se aguantaba, era mas el placer que sentia, luego le pidió que se la metiera por el culo, el primero le metio el dedo, luego dos, para irla abriendo, y se la dejó ir por ese culito que lo esperaba con ganas, ella gemia y gemia de placer, luego se la empezo a mamar, y el se vino en un torrente de semen en la cara de ella, que gustosa se tragaba aquella leche, despues de eso, Andres estaba feliz, pues tenia a las dos para cuando el quisiera hacerlo, ya que Camila le habia prometido que nunca le diria a su mamá, pero con la condición de que el se la siguiera cogiendo.