Hoy me siento más que loca, estoy loquita por que debo continuar aquel relato que dejé sin terminar llamado La Cosa Bonita de Lilita Castañeda, búscalo para que le encuentres sentido a éste que también te va a gustar... el asunto es que me encuentro súper dispuesta a que te diviertas y goces como te gusta con la continuación de este excitante relato, bueno aquí te va:
Luego de percatarnos de aquel ruidito, miramos hacia la puerta y nos dimos con la sorpresa de que aquella sombra pertenecía al joven que vivía en la parte alta de la casa-pensión, nos había estado observando, entonces fingimos no darnos cuenta de que nos observaba y miré a Yesenia con la complicidad que se requería en el momento a fin de que hiciéramos lo conveniente para que aquél muchacho se excitara y buscara la ocasión para osar ingresar a nuestra sesión de amor..., entonces empezamos a besarnos muy apasionadamente, pasé mi lengua por sus labios y la bella Yesenia los entreabría y se entregaba a esa pasión que a las dos nos embargaba, nos besamos y frotamos nuestros cuerpos con mucha suavidad, buscando con nuestras manos el sexo de cada cual, ella se encontraba boca arriba con las piernas separadas y yo me arrodillé entre una de sus piernas dejando completamente abierta mi conchita que pedía ser acariciada, succionada y manoseada como ella también quería que la tocaran.
Froté su concha con toda mi mano, acariciando sus vellos con gran facilidad, se encontraba completamente húmeda y caliente, levantaba ligeramente sus caderas como pidiéndome mayor movimiento y con el dedo pulgar e índice busqué su clítoris y lo jalé con movimientos suavecitos, mientras ella cogiéndome con la mano abierta metía el dedo medio en mi vagina jugosa y ardiente, qué delicia, nos frotábamos y besábamos a la vez, mordiéndonos los labios, jalándonos el clítoris y tratando de meternos los dedos en la vagina y jugando así también hasta llegar a conjugarnos desde nuestras conchitas hasta el ano, riquísimo juego amoroso... dejé de besarla y me propuse seguir acariciando aquellas tetas riquísimas y ella hizo lo mismo conmigo, nos desesperamos, pedíamos: más... más... sigue... sigue... preciosa..., le pedí que me soltara la recosté en la cama, la coloqué al filo jalándola de las piernas, le pedí que hiciera una "v", me arrodillé en la alfombra y empecé a lamerla, pasé mi lengua desde su anito, luego por su vagina, el clítoris y así muy suavemente mientras que ella abría sus labios vaginales con desesperación y yo tocaba y pellizcaba sus grandes senos con desesperación jalando sus pezones lo que hacía que ella abriera más y más sus piernas, moví rapidamente la lengua sobre su clítoris y la oía gemir..., gemir con desesperación hasta el punto de tomar con una mano mi cabeza y ahogarme en su conchita, succioné su pepita y metí un dedo en su vagina, muy suavecito, muy suavecito y luego, introduje dos, ella pedía más, metí un tercero y convulsionaba de placer, tratando de hacer movimientos circulares con su cadera..., la chupé y le metí los dedos hasta hacerla llorar de placer.., se sonrió y escuché una carcajada muy quedita... que me hizo muy feliz.
Nos fuimos al baño y decidimos tomarnos una ducha muy tibia..., nos bañamos como dos princesas, estabamos algo cansadas, pero el baño nos ayudó a relajarnos, yo me coloqué mi bata y ella hizo lo propio, salimos del baño y Yesenia me consultó si quería tomar uno de sus calmantes a lo que con otra miradita de complicidad contesté afirmativamente y nos tomamos aquellas "pastillitas para el insomnio", el asunto es que sólo eran pastillas de menta que la dos acordamos en el baño ibamos a simular tragar para que nuestro furtivo invitado se confiara de la situación, bueno, nos echamos en la cama, nos dimos un besito muy rico y jugosito y nos tumbamos una al lado de la otra cogiéndonos de las manos, cerramos nuestros ojos y nos dimos un ligerito apretón de manos... Juan Antonio el guardián, aún permanecía mirándonos, estábamos tan quietas que escuchábamos su respiración..., dejo pasar 15 minutos y en eso, tocó muy suavemente la puerta y llamó: Srta. Yesenia...! Está usted despierta...? Qué gracioso...! la llamaba pero no gritaba, seguro tenía ya resuelto no despertar más que a las dos, no despertar a los padres de Yesenia o ¿es que estaba probando si realmente los somníferos ya habían causado efecto? Él nos vio meternos tres pastillitas en la boca a cada una... Ja, ja, ja, ja... que muchacho más inocente... Bien, tomó la decisión de empujar suavemente la puerta, lo sabíamos porque empezamos a sentir una corriente de aire en nuestros pies, entró se paró ante nuestros cuerpos relajados y empezó a tocarse el miembro, sentíamos sus manos frotando sus pantalones y su respiración se aceleraba, entonces decidí escapar un suspiro que lo hizo detenerse, se quedó quieto como por cinco minutos y empezó a correrme la bata, al movimiento de la tela flexioné una pierna abriéndola descaradamente, sentía como el aire enfriaba ligeramente mi conchita algo húmeda, mi cuerpo estaba caliente y Yesenia suavemente me hacía señales apretando nuestros dedos entrelazados y no era porque ella veía lo que a mi me estaba haciendo sino también hacía lo mismo con la bata de ella. Sabíamos que no despejaba los ojos de nuestras conchitas y entreabrimos los ojos y lo vimos morderse los labios tirando su cabeza hacia atrás y masturbándose como loquito..., se acercó al lado mío y soltó el nudo de mi bata abriéndola completamente dejándome desnuda, luego hizo lo propio con Yesenia y lo escuchamos gemir, nuestros senos se manifestaron con gran hinchazón en nuestros pezones y pasó su lengua por uno de los míos, no pude resistir y me quebré y el tomó con una mano muy suavemente el otro, así quebrada y erizada por el momento encogí mis piernas y osadamente me tomó la concha con mucha suavidad, la masajeó una y otra vez metió muy tímidamente un dedito tratando de separar mis labios vaginales y tocando mi erecto y caliente clítoris, tomé su mano y la aprisioné en mi conchita, pidiéndole que haga más..., y muy quedito le dije: "Méteme un dedo Yesenia, sácalo y mételo, eso, mi amor, eso..., que delicia, así, mi amor, me gusta..., me gusta..." Yo no abría los ojos para nada y lo sentí sacar aquel miembro que ya no alcanzaba en el pantalón, me lo puso en la boca, la tenía entreabierta y sentí un juguito muy rico correr por mis labios, saqué la lengua y lo lamí, solo el huequito, tratando de meterla en el huequito, mientras el proseguía masturbándome y yo apretando fuertemente la mano de Yesenia, convulsioné y me sentí privada por la mano de aquél varón mientras Yesenia, con desesperación apretujaba mis dedos como pidiendo lo suyo..., decidí compartir al varón con mi amiguita y simulé estar satisfecha y exhausta, me soltó algo asustado y me puse de espaldas a él (de costado) como mirando a Yesenia. Lo escuchaba pajearse mirándome el trasero y rozándolo por mi raya y yo inerte (que difícil fingir en ésta situación) felizmente para mi amiga, se apuró y se corrió en su camisa que ya la tenía prendida en uno de los ojalillos del pantalón, se limpió y se sentó en el sillón... Aún escuchábamos su respiración nerviosa... hasta que se acercó a Yesenia y la observaba con grandes ojos tocándose los genitales y el miembro con fuerza, los frotaba y me encantó su mano fuerte abarcando toda aquella humanidad, el dormitorio tenia una luz muy tenue y podía entreabrir los ojos con facilidad y así el no se diera cuenta de que no estaba sedada por los somníferos. Se agachó y pude ver su rostro, era un chico precioso, blanco, con una nariz griega, ojos grandes pestañas largas, labios carnosos y una boca grande con dientes muy bien cuidados, sus hombros anchos y fuertes su pecho cuadrado y partido y un vientre realmente muy plano y estético provocaba quedarse dormida sobre aquel varón... Se acercó a Yesenia y la besó en la mejilla, luego en los labios muy suavemente, luego la beso en la barbilla y sacó su lengua recorriéndola desde la punta de su nariz, pasó por su boca dando pequeños lengüetazos, bajó nuevamente a su barbilla y siguió por su cuello..., se detuvo y nuevamente se acercó a su boca, abrió con la lengua sus labios y la besó ríquisimo y muy suave inicialmente para luego hundirla en la almohada, ¡qué tal control de Yesenia!, se dejaba besar pero no la veía corresponder, tomó con una de sus fuertes manos su rostro y le empezó a acariciarle el cabello y la oreja, luego el cuello, y tomando uno de sus hombros, ella dejo escapar un: hummm..., pero a él no pareció importarle, continuo masajeando sus hombros hasta tocar sus senos, los tomaba completamente con las manos, parecía que con una alcanzaba a tocar los dos, tocando los pezones completamente erectos de mi amiga..., ¡qué espectáculo!, ¡qué tal manera de acariciar y besar!, yo no podía más, felizmente que al ponerme de costado metí mis manos en la entrepierna y rozaba mi conchita con suavidad mientras el dedo gordo estaba completamente jugando con mi clítoris..., estaba húmeda, mis jugos corrían por mis muslos interiores y seguí expectando aquél manoseo, que me volvía loca..., sin dejar de besarla tomó sus senos con las dos manos y los bajó por sus costillas y su vientre, tomó sus caderas y las levantó acariciando sus nalgas, Yesenia gemía, pero no abría los ojos y lo besaba, ahora si lo besaba, el también tenía los ojos cerrados, y empezó a abrirla de piernas colocándo una colgada de la cama, sin abrir los ojos bajó con su lengua recorriéndola, primero chupó sus senos, los chupó una y otra vez con profunda desesperación, jalaba un pezón con su boca y el otro lo jalaba con una mano, los senos de Yesenia parecía crecer y se quebraba de una manera muy excitante, pasó la lengua por su vientre lamiéndola y besándola, hasta que bajó hasta su sexo, lo besó mientras Yesenia agitada, completamente quebrada y con los pechos turgentes, optó por abrir más una de las piernas que quedó sobre la cama, estiró una de sus manos y empezó a acariciarme con desesperación uno de mis senos..., me coloqué sobre mi espalda para darle facilidad y empecé a masturbarme sin abrir los ojos y con gran descaro... metí mis dedos en mi inundada vagina, estaba caliente..., muy caliente y gemía: Aaay..., aaay..., ummhhh.., aaay..., abrí los ojos y ví a Juan Antonio completamente sumergido en la concha de mi amiga, pude ver su lengua como la recorría desde el ano a su clítoris y así en un ir y venir que me enloquecía y a mi amiga...; ni hablar, me apretujaba los senos y se viró hacia mi y empezamos a besarnos locamente, mientras el seguía jalando su clítoris con los labios y metiendo la lengua en su huequito, vi que una de sus manos se metía en su entrepierna y con la otra masajeaba uno de sus senos, luego tocaba su miembro que por cierto no llegaba a divisar, porque se encontraba arrodillado, entonces dando un sonoro chupetón a la concha de mi amiga se retiró y empezó a sacarse los pantalones mientras Yesenia y yo nos besábamos y nos tocamos a más no poder, guie la mano de mi amiga para que me masturbara y me lamiera y me coloqué en medio de la cama abriendo completamente las piernas y abriendo los labios con las dos manos, no hablábamos, sólo se escuchaban gemidos, fuerte sonido de respiraciones agitadas y con los ojos entreabiertos y muy abiertos en ocasiones, nos cruzábamos miradas entre las dos pero no llegábamos a dirigirle la mirada a Juan Antonio que nos miraba extasiado, caliente, arrecho por nuestros cuerpos desnudos y nuestras caricias. Mientras Yesenia me chupaba y chupaba hasta hacerme enloquecer yo levantaba mis caderas pidiéndole más con mis movimientos desesperados y tomaba mis tetas con desesperación masajeándolas en redondo, no veía a Juan Antonio hasta que lo divisé detrás de Yesenia, esta se encontraba en cuatro lamiendo a su gusto y al mío; y se acercó apretándole las nalgas y luego con una mano sobando sus genitales y su miembro empezó a pasárselo desde la húmeda conchita de mi amiga hasta el ano aquel miembro que ya había saboreado y que también deseaba, lo introdujo con gran delicia, lo sentía yo también porque mi amiga me lamía con mayor desesperación, comenzó a moverse el dentro de ella y ella también con movimientos deliciosos que me hicieron enjugarme infinidad de veces, estaba loca, y me coloqué debajo de ella haciendo un 69 perfecto y con una visión de un mete y saca de aquel miembro en la vagina de mi amiga mientras yo chupaba y chupaba su clítoris haciendo ella lo propio con el mio, movía mis caderas con desesperación mientras acariciaba los genitales hinchados y casi metidos también en la concha de mi amiga. Lo sacó y se sintió como el destapar una botella de champagne, me lo metió en la boca lo chupé mordí suavemente su cabeza y lo metió muy suavemente por el ano de mi amiga que pedía más y más, ella sentía dolor pero el tomándola de las caderas le abría más y más el culo mientras yo chupaba aquella concha y metía un dedo en su vagina, ella estaba completamente quebrada mientras que yo me masturbaba con mi otra mano, comencé a mover mis dedos con mayor rapidez y ella mojaba mi rostro con sus jugos ríquisimos mientras Juan Antonio ahogando un grito se contrajo completamente y comenzó a llenar a mi amiga, escapaban de aquel huequito toda la lechita de aquel varón que había hecho gozar con mucha maestría a mi "inocente amiguita", que tal sensación de lujuria, extasis y sobre todo desesperación, las dos sentíamos nuestros cuerpos completamente tensos y nos retorcíamos por los espasmos de la excitación, yo sentí latir mi conchita y tenía unas ganas desesperantes de gritar. Yesenia me cogió y ahogó el grito en mi boca y yo también hice lo mismo mientras Juan Antonio quedó tirado en la alfombra imaginándonos y con una erección completa de aquel miembro tan fuerte, grande, grueso, totalmente efectivo... y delicioso. Yo no quiero esperar más, me siento cansada, los dos nos "comimos" completita a Yesenia y ahora quiero que tomemos un baño tibio y que luego de descansar por algunos minutos, me tomé y haga conmigo lo que por tanto tiempo esperé, quiero que lo haga él, quiero sentir su peso completamente ahogando mi respiración, quiero ser violada..., tomada al descuido? a la fuerza? quiero que entregarle todo el fuego que me corre por las venas y quiero desfallecer en sus brazos...
Yesenia, nos contó que ella los fines de semana, cuando su padre no tenía que ir a trabajar, le daba mezclada en sus comidas algunos somníferos a sus padres y mientras tomábamos un baño reíamos por esa situación, tendríamos más o menos tres horas más para poder dar rienda suelta a nuestros... ¿bajos instintos? ¿amor sincero? ¿satisfacción sexual plena? no lo sé pero los tres queremos y vamos a ver que sucede en nuestra próxima sesión... Yesenia, Juan Antonio vamos a la cama, disfrutémos de las cosas más bellas que podemos experimentar los seres humanos, tomarnos hasta saciar nuestras ansias de amar...
Bueno ya sabes quien soy, espero que pronto pueda seguir disfrutando de tus relatos..