~~Este relato me ocurrió este verano en el hotel del que mi padre es director. La cadena de hoteles en la que él trabaja es muy grande, tiene hoteles en las Baleares, en las Islas Canarias, en Santo Domingo, en Méjico. . en fin, en muchos sitios, y van cambiando a los directores de un hotel a otro a los 5 o 6 años. En esta ocasión a mi padre lo mandaron a trabajar a Mallorca, por lo que mi madre decidió que nos fuéramos allí con él a casa de mi tía Carla. Para mi parecía ser la peor idea que podía haber porque tenía q dejar a mi novio en Madrid todo el verano, pero no había discusión alguna, así que todos a Mallorca.
Antes de empezar decir que tengo 19 años, mido 1.67, pelo largo y moreno y tengo los ojos verdes. Soy delgada y de pecho estoy bien servida, tengo una 95.Bueno, a lo que íbamos, a mi padre no se le ocurrió otra idea que meterme a trabajar con él en el hotel. A mi en un principio no me hizo mucha gracia pero después pensé que eso me ayudaría a pasar el verano más rápido y además ganaría un dinero. Llegamos a casa de mi tía y empezó a darme besos como de costumbre, cosa que odiaba, para mi tía Clara yo seguía siendo su niñita. A mi tía siempre les encantó las niñas y ella tuvo nada más q niños, 4 chicos. Mis primos eran todos mayores que yo. Mi primo Felipe tenía 33 años, Carlos 28, Nico 25, y Diego 22. Ninguno de ellos estaban en casa cuando llegamos, pero estando en la cocina charlando con mi tía se escucha abrir la puerta y era mi prima Carlos. ¡¡¡Cuánto tiempo hacía que no veía a Carlos!!! No me acordaba apenas de él pero era guapísimo, un morenazo lleno de músculos con unos ojazos negros, cuando se acercó a mi a darme un beso y me cogió de la cintura no pude evitar pensar como esas enormes manos me acariciarían todo el cuerpo. Más tarde nos pusimos a cenar y llegaron el resto de mis primos, ¡¡¡¡¡a cual más guapo!!!! No podía entender lo buenos que estaban mis primos con lo feilla que era mi tía. Nos pusimos a comer y Felipe se sentó a mi lado, mmmmmmmm ¡¡que bien olía!!. Esa noche al irme a dormir no podía parar de pensar en como sería follar con mis primitos.
A la mañana siguiente mi padre me llevó a que viese el hotel, y la verdad es que me gustó mucho, me dieron el uniforme q consistía en una falda azul marino y una camisa blanca. Cuando llegué a casa le dije a mi madre que me la arreglara porque me quedaba muy grande, estando probándome la falda pasó Nico y me dijo:
mmmm primita, que bien se te ve con esa faldita.
Y me dio una cachetada en el culo yo me reí y mi madre también pero todo quedó ahí.
Al día siguiente empezaba a trabajar y he de reconocer que el trabajo me gustó mucho, pero más me gusto el guardia de seguridad que tenía el hotel. Desde el primer día hice mucha amistad con él. Me decía bromas y yo también a él pero me respetaba mucho por ser la hija de quien era. Una tarde que no había nadie por el hotel y mi compañero había ido a comer, Jorge ( que así se llamaba el chico de seguridad) paso dentro de la recepción para poner el mismo la música que le gustaba, en ese llamaron al teléfono de la oficina del subdirector que no estaba y tuve que entrar yo a cogerlo, me incliné un poco hacía la mesa para coger el teléfono y note como Jorge no quitaba ojo de mi culo, quien llamaba era el director general de la empresa, por lo que no hice más caso a Jorge y quise atender bien la llamada, unos segundos después noto como Jorge se va pegando más a mi, pones sus manos en mi cintura y comienza a rozar muy suave su polla por mi culo, yo no sabía como reaccionar, primero por la llamada y segundo por que notaba como la polla de Jorge estaba cada vez más duro, él como veía que yo no hacía nada subió sus manos hasta mis pechos y me los amasaba, eso empezó a calentarme de una manera brutal y ya no sabía ni lo que le decía al director general. Jorge me besaba en el cuello y no paraba de rozarme su polla que ya notaba por completo. En seguida colgué pero no quería moverme porque esa polla me estaba volviendo loca. De repente escuchamos como se abre la puerta y era mi compañero que volvía así que Jorge se fue .A mi me dejó a mil y no pensaba en otra cosa que en esa polla. Al rato que no aguantaba más fui al servicio con la intención de saciar las ganas que me había provocado Jorge, cuando fui a cerrarla puerta del baño noto como alguien empuja para abrir y era Jorge. Entro y cerró la puerta tras si y sin mediar palabra se acercó a mi y empezó a besarme como jamás nadie había hecho, sus manos no paraban de acariciar mis tetas y yo empezaba a acariciar su pelo mientras su lengua no paraba de moverse dentro de mi boca. Yo estaba a mil, así que baje mi mano y la puse encima de su polla por arriba del pantalón, estaba durísima y se notaba enorme. Él me sentó en la taza del water y me dijo al oido: Cariño, te voy a follar como jamás te han follado, llevo con la polla tiesa desde que entrantes en este hotel con aires de niña buena, pero yo se que no, yo se que eres una puta.
Eso me puso a mil y no era capaz de decir nada, nada más gemía cada vez que el pasaba un dedo por encima de mi tanga.
Dios mio, mira como estás, eres una guarra con el coño hecho agua por mi.
Una vez dijo esto se agachó, subió bien mi falda aparto mi tanga y comenzó a chuparme el coño de una manera espectacular, yo no dejaba de gemir y de pedir más como una puta. Me corrí dos veces mientras él me comía toda la almeja, después se puso de pie, agarró mis piernas hacía arriba y me metió toda su polla sin contemplación. Yo no podía parar de chillar y él metió un dedo en la boca para que se lo chupara y dejara de chillar, porque allí podía venir cualquiera. Sus embestidas eran cada vez más rápidas y yo no pude más y me corrí otra vez. En eso estábamos cuando a él lo llamaron por el busca porque había una pelea en el hotel y se tuvo que ir, pero no sin antes decirme:
Putita me tengo que ir, pero esto no va a quedar así, mañana terminaremos lo de hoy.
Y antes de irse se llevó mi tanga. Yo me arregle lo que pude, me baje la falda y me fui a trabajar sin tanga. Cuando llegué a casa estaba molida por el día de trabajo así que me senté en el sofá al lado de Felipe, esté me vio la cara de cansancio que traía así que se ofreció a darme un masaje y yo acepté. Me tumbe en el sofá y puse mis piernas encima de las suyas para que me diera un masaje en las piernas que era lo que más me dolía por haber estado todo el día de pie. Él comenzó a darme un masaje en los pies y yo estaba en la gloria, iva subiendo por mis piernas haciéndome sentir como una reina, me masajeaba los gemelos, las rodillas, por mis muslos y yo estaba medio dormida cuando se acerca a mi y me dice muy bajito:
primita, no es por ser indiscreto, pero¿ vas a trabajar sin braguitas. .?? ¡¡¡No me acordaba que mi tanga se lo quedó Jorge!!!! Me levanté medio mosqueada por la pregunta y me fui a mi habitación. Cuando salí a cenar Felipe no dejaba de mirarme de una forma rara, como si supiera lo que había pasado con Jorge. Después de cenar me tumbé en el sofá rodeada de mis cuatro muchachos y mi madre. Estábamos viendo la película de Juana la loca y a mi madre no le gustó y se fui a dormir. Felipe también se iba a dormir y vino a darme un beso de buenas noches:
Susi, no te enfades por lo de esta tarde, solo me sorprendió ver a mi primita sin bragas y con el coñito mojado. No me gustaría que nadie se esté follando a mi primita, sin antes hacerlo yo, claro.
Después de esto Felipe me dio un beso y se fue a dormir, estuve dándole vueltas a lo que e dijo toda la noche y no me enteré del final de la película así que yo también me fui a dormir. Me acosté y empecé a imaginarme como sería follar con mi primo y con Jorge a la vez. Me puse tan cachonda que comencé a masturbarme, estaba en plena faena cuando se abre la puerta de mi habitación y era mi primo Carlos, se quedó mirándome y yo con tres dedos dentro de mi coño no atiné a sacarlos. Él no se movía, nada más miraba fijamente mi chocho todo empapado con mis dedos dentro.