PARTE 3


Cuando me despierto, comienzo a acariciarla suavemente esperando que Yany despertara de su profundo sueño…viéndola detalladamente, se trataba de un verdadero angelito, su rostro aún cuando por el trasnocho anterior, no reflejaba cansancio… la contemplaba y no salía de mi asombro por haber poseído tan exquisito cuerpecito. Al fin, Yany comenzó a abrir sus ojitos verdes que comenzaban a colarse a través de sus largas pestañas, parecía una pequeña gatita estirando sus extremidades a la vez que se arrejuntaba más a mí tomándome de las manos para que le sirvieran de apoyo a su cabeza. Yany… vamos a levantarnos, ya es algo tarde, tú tienes clases y yo tengo que ir a trabajar –le digo-, a lo que con una expresión de cansancio me indica que lo que es ella, no vá a ninguna parte “por favor…quédate conmigo todo el día…” -me pide-, a lo que le respondo que por supuesto lo deseo, pero tenía que ir a la oficina obligatoriamente, pues, un caso no lo podía suspender. Me levanté y me dirigí a mi habitación mientras Yany desde la cama me seguía con su mirada. Después de lavarme la boca, busqué la ropa que me pondría, la coloqué sobre la cama y nuevamente me dirigí al baño para afeitarme y posteriormente bañarme. Cuando estoy afeitándome, Yany se me aparece por detrás vistiéndo una pequeña bata blanca de baño y me abraza, recostando su rostro a mi espalda. Yo continúo afeitándome mientras ella no me suelta…al terminar, me enjuago la cara y me volteo hacia ella diciéndole: “Bueno mi amorcito…ahora sí, me voy a bañar” y ella me responde “No papi…nos vamos a bañar”. Dicho esto, nos abrazamos de frente y comenzamos a besarnos a la vez que le voy retirando su bata de baño y ella me empieza a quitar el boxer. Ya completamente desnudos, nos introducimos en la regadera sin dejar de abrazarnos y besarnos…el agua salía tibia…tan tibia que el baño comenzó a llenarse de vapor y las puertas de cristal ya no dejaban ver a través de ellas…tomo la pastilla de jabón y se lo paso por todo su cuerpo, ella por su parte, con sus manos hacía otro tanto…observarla frente a ella, con su rostro tan bello lleno de pequitas, totalmente húmedo por el agua…sus pestañas recogían pequeñas gotas de agua y su cabello caía suavemente por sobre sus hombros. Al besar sus carnosos labios, la veía…tenía sus ojos cerrados, solo respondía al deseo y exhalaba cada vez más fuerte…nuevamente toma mi pene con sus manos y suavemente lo pasa por su intimidad, abriendo para ello sus piernas…sin embargo, sentía que aparte no estar totalmente lubricada, estaba sumamente estrecha…aún así, logré penetrar tan solo la cabeza mientras Yany “me duele mi amor…pero sigue por favor” Efectivamente, en razón de las sesiones de sexo anteriores, la vagina de Yany estaba algo inflamada y por ello, la penetración se hacía un tanto difícil y resultaba algo molesta para ella. Consciente de ello, me dí mi tiempo para hacerlo, pues, por nada del mundo le haría daño. Al rato de estar excitándonos mutuamente, al fin siento que Yanisbel está más relajada y su vagina se encuentra ahora muy húmeda, permitiendo, aún cuando la siento estrecha, la entrada del pene. Yany me bordea con sus brazos cruzados por mi cuello a la vez que se sostiene con una de sus piernas y con la otra, me tiene con una especie de llave…yo la sujeto con la mano izquierda por sus nalgas y con la otra, le sostengo el muslo de su pierna levantada…así damos inicio a mayores movimientos, recostándola de la pared de la ducha…nos cae el agua y seguimos haciendo el amor cada vez más fuerte, aún cuando tal posición es sumamente agotadora…Siento que Yany está a punto de venirse y ahora, hace que la sujete con ambas manos, bordeándome con sus piernas mientras yo la recuesto totalmente en la pared e igualmente acelero mis movimientos…sentía que le llegaba hasta lo más profundo, pues, cuando lo hacía, Yany emitía un pequeño grito acompañado del “sigue…sigue…así…” sentía como con su boca me mordisqueaba el cuello y me apretujaba fuertemente con sus brazos…hasta que al fin, con un fuerte grito de placer se vino, a la vez que tal momento hizo que mi excitación aumentara y que igualmente pudiera acabar casi simultáneamente. Las piernas las tenía temblorosas, pero la experiencia de sentir que mi pene era continuamente apretado por la contracción vaginal de Yany, no tiene parangón y el cansancio pasaba a otro plano. Yanisbel verdaderamente sabe explotar su cuerpo, con tan solo 19 añitos, parece toda una mujer con basta experiencia. Después de descansar un rato bajo la ducha, terminamos de asearnos y cada cual se dirigió a su habitación para vestirse, lo cual hicimos y nos reunimos nuevamente en la sala, yo con mi traje oscuro y corbata y Yany, por cuanto se quedaba en casa, prefirió ponerse un pequeño pantalón corto y sorpresa…se puso la camisa que el día anterior yo vestía, sin sostenes, lo cual la hacía verse sumamente sensual al dejar notar sus pezones que claramente sobresalían de la tela, estaba descalza y con un cepillo, desenredaba su liso cabello aún húmedo. Tomamos café y me despedí de ella con un pequeño beso en sus labios a la vez que me decía: “Termina y regresa a casa lo más pronto que puedas”