Habíamos regresado de la fiesta de quince años de mi hija la menor, habiendo pasado toda la noche atendiendo invitados, casi no pude gozar de la fiesta.
Terminamos de entrar todoa a casa, cuando nos dimos cuenta que iban 2 personas extras, que no pertenecían a la familia, pero que si eran invitadas.
Se trataba de dos compañeras de colegio de mi hija la quinceañera, quienes vivían muy retiradas y habían acordado con mi esposa que pernoctarian esa noche en nuestra casa, pero por las carreras de la fiesta nadie se había acordado de que las invitadas a la fiesta, también serian invitadas a dormir.
Como esa noche la familia había crecido porque vinieron familiares de todos lados a celebrar la fiesta de la princesita, ya no habia espacio extra para las 2 señoritas; pero a como diera lugar las acomodamos.
Para no interrumpir a los que ya estaban acostados descansando, mi esposa dispuso que durmieran en nuestra habitación, a lo que yo no me opuse y gustoso colabore en acomodar el espacio para que alli descansaran las amiguitas de mi hija.
Para ser buenos anfitriones y que se llevaran buena impresion de nosotros, les cedimos nuestra cama y nosotros nos acomodamos en la alfombra con una colchoneta inflable muy pequeña.
Por el cansancio de la fiesta y por una copitas de más casi todo el mundo cayó rendido, cabe mencionar que incluidas con las copitas de más estaban nuestras 2 invitadas; esperamos que entraran al baño, se pusieran comodas y se dispusieran a dormir, para hacerlo nosotros al final; a mi me embargaba la curiosidad y el morbo por verlas acostadas y en mi cama a pocos centímetros de donde mi esposa y yo estabamos.
La primera en caer rendida fue mi esposa, después las señoritas y por último yo. Estaba muy inquieto por tener muy cerca a un par de hermosas niñas, a quienes en la penumbra podía ver sus siluetas acomodarse en mi cama; dejé pasar el tiempo suficiente para calcular que ya se habían dormido, cuando sigilosamente me fui acercando más y más a la cama, para comprobar que mi esposa estaba dormida, le hablé y la moví para ver si reaccionaba lo que para mi buena suerte no hizo, de igual forma lo hice con las 2 invitadas, pero estaban rendidas y por la poca costumbre de tomar licor, estaban privadas.
Me acerqué lo suficiente hasta ponerme de rodillas a la par de la cama, fui deslizando mi mano por debajo de las sabanas, buscando sus frescos cuerpos para acaricarlos, encontrando dos pares de hermosas y tiernas piernas, me dispuse a hacer un para de movimientos bruscos provocando que se despertaran, pero fue imposible, lo que me confirmó el estado de privación en que se encontraban, disponiendome a cumplir mis deseos.
Me incorpore a la cama, como era bastante grande había espacio suficiente para mi; empece a subir de tono las caricias llegando hasta el monte de venus de cada una, una mano para cada una, quite rapidamente las sabanas y estaban semi desnudas para mi solito las 2 muñequitas, como parte de la atención y para su comodidad mi hija les habia prestado un par de camisetas para que usaran de pijama, se las fui subiendo hasta que sus pechitos quedaron totalmente libres al aire
par que yo hiciera con ellos lo que quisiera.
Después de acariciarles los pechitos y darle unos besitos en sus pezonsitos duros y rosaditos, les fui quitando el calzonsito y así poder besarles el chochito; acción que inicié de inmediato, les separe las piernas y empece a mamarles el chocho, un rato a cada una, en lo que se lo mamaba a una se lo acariciaba a otra.
Para no ser muy aborasado, escogi a la mas preciosa y la que tenia mejor cuerpo, un chocho a pesar de su edad gordo y velludo, un culito redondito y parado con sus nalgas duras. La acomode en la cama con las piernas abiertas, seguia mamandole el chochito, casi succionandole el clitoris que lo tenia durito y ya empezaba a humedecerse, mientras que con las manos le jugaba las nalguitas acariciandoselas y buscando su anito para degustarlo.
Me quite el calzoncillo porque la verga la tenia super parada y se la acercaba a su chochito, tenia una super excitación; empece a mamarle los pechitos, subiendo por el cuello hasta encontrarle la boca.
Le asomaba el glande por su vulvita peluda, pero era tanta mi excitación, que la acomode para clavarsela, ella super relajada emitia unos pequeños gemidos, le fui metiendo la verga muy despacio, pero su vagina era muy estrecha y sentia que le topaba, temiendo que aún era virgen me contuve y solo se le meti la cabecita, seguia mamandole los pechitos y besandole la boca, pero de repente senti que respondia a mis movimientos lo que me puso aún más excitado, sabia que estaba semi inconciente, pero que le habia despertado el deseo, con la mamada que le estaba dando, por su chochito escurrian sus fluidos bajando hasta sus nalgas y yo aprovechaba para seguir mamandole el chocho y tragarme ese liquido virginal, de un sabor entre dulce y salado.
De repente sentí que jadeaba y se movía con más fuerza, hasta que se tenzó y emitió un largo gemido, habia logrado que se viniera en mi boca; yo estaba a punto de venirme, cuando me contuve, tome aire por unos minutos, procediendo despues a darle vuelta y ponerla boca abajo, para que me quedaran sus nalgas y su anito a mi entera disposición.
Le separe nuevamente las piernas, sintiendo su extrema humedad, la que le habia inundado su chcohito y se habia corrido hacia sus hermosas nalgas, teniendo el anito totalmente mojado, compence a meterle la lengua y besarle las nalguitas, pudiendo abrirle el culito con mis manos, sentia como se expandia su pequeño asterisco, le meti un dedo para ver su reacción y solo gemia de placer, le meti dos dedos juntos y gemia aún más, como lo tenia mojado por sus fluidos, me acomode justo en la entrada a su anito con mi verga lista para ensartarsela, inicie con movimientos muy suaves y lentos, metiendole el glande poco a poco hasta que le iba entrando más y más, hasta que sentí que se le habia ido casi un cuarto de mi verga, ella no hacia más que parar el culito como por instinto y gemir cada vez más fuerte, al ver esto, segui empujandosela y moviendome muy lentamente, hasta que senti que tenia más de la mitad adentro.
Era tanta mi excitación, al ver que la nena respondia a mi penetración por el ano que empece a moverme más rapido y ella paraba aún más el culito, cuando no pude contenerme y tuve un delicioso orgasmo adentro de su anito, emiti un grito de placer que creo que se oyó por toda la casa, pero como todos estaban dormidos nadie se dió cuenta, lo que aproveche para levantarme a buscar una toalla para limpiarla y dejarla que siguiera con su dulce sueño.
Ya rendido, me dispuse a tomar aire en medio de las 2 niñas, teniendo el deseo de cogerme a la otra, que estaba ahi a mi entera disopisición, y quien iba a desperdiciar esa bocadito. pero eso se los contare en la segunda parte.