En él despacho de la presidencia. Precisamente cómodos, de ahí confortables también entre ustedes y yo, encontrados en vivo y a todo color Eulalia Hemingway Grant con él colaborador academíco.
Besándose propiamente Eulalia Hemingway Grant, toda furorsa que no cesa, de tenerle la mano plenamente en las entrepiernas de este, sumamente acariciándose además manoseándose inclusive, agarrándose a la vez soltándose, principalmente deslizándose y quedándose justamente en todo él pene.
Eulalia Hemingway Grant cómo siempre vestida con él uniforme de administrativa; que en esta ocasión usa hasta modela y exhibe de ahí, luce falda azul negra oscura. Permitiendo, abre las entrepiernas qué él colaborador a sus anchas, incursione erótica y sexualmente en las inmediaciones de su vagina y sobre todo clítoris; que metido la besa cómo lame obvió, muerde y por supuesto come sin cesar al sacudirse también regarse, entre ustedes y yo, echarse pero retorcerse finalmente acostarse para follar con todo él furor amoroso qué se le enciende al tener ardiendo este fuego por lo prohíbido fehacientemente, en cambio destilando él extasis, al coger inmenso e intenso obvió profundo por igual, candente y deseante al mismo tiempo deleitante pero fascinante para la propia Eulalia Hemingway Grant qué no suelta al tener apretada, jalada, tirada y jugueteada de las tetas paradas y firmes en un interminable contacto y sensación de múltiples orgasmos, inundada y mojada pero chorreada por el pene de el colaborador que se vino e hizo que se corriera en bastantes jugos vaginales que Eulalia Hemingway Grant estirada y regada en todo el sillón del despacho de la presidencia de la universidad, pasando zurrando la mano en su sensible clítoris y vagina delante del colaborador qué tiene agarrado y masturbando su pene aún cañón como botando semen por la misma cabeza inflamada e inmensa regado y estirado acostado en él otro sillón del despacho de la presidencia de la sede universitaria en fin.