"Un apartamento para nosotros, una cala privada y 3 parejas. Y el mayordomo se apunta! Vacaciones de sexo e intercambios."

No era la primera vez que salíamos los cinco en el velero de Luis. Ines, Marta y Raquel, mi mujer, habian estudiado juntas en un cole de monjas de Castellón y Luis y yo nos conociamos del instituto. Y fue él, que por entonces salia con Marta, el que me presento a Raquel.

Asi pues, nuestra amistad era de muchos años, y todos nos teniamos muchisima confianza.

Aquél año, Luis y Marta nos habian explicado que iriamos por la Costa Brava, y tenian reservada una casita en una cala, para que pasaramos allí un par o tres de dias.

Marta era francamente rica : su padre tenia una próspera industria de productos cárnicos, pero ella era de lo mas modesta. Se daba por supuesto que la casa en cuestión seria la ostia, y que los gastos correrian de su bolsillo, pero en ningun momento nos lo tiró por la cara ni hizo ostentacion. Y nosotros, claro! Encantados de la vida!

Tras navegar durante todo el dia, llegamos por fin a la cala, la Caleta Del Compte, se llamaba. Nos quedamos embobados : dos inmensos peñascos rodeaban a izquierda y derecha aquél pequeño rincón, resguardando una preciosa casa que quedaba a media altura de la cala, a unos 20 metros por encima del nivel del mar. De la casa bajava un caminito que llegaba haciendo eses a la playa. Era una pequeña playa, de unos 70 o 80 metros de un peñasco al otro, y de unos 10 o 15 desde el caminito hasta el agua. Era precioso !

Amarramos y salimos con el bote pequeño. Hicimos dos viajes porque en el bote, y con las maletas, no cabiamos todos.

Descargamos y, no veas, la cuesta con las maletas !!! Al llegar a la casa, estabamos chorreando !

La casa estaba rodeada por un pinar y nos guardaba aun una  sorpresa mas : lo que desde abajo parecia una terraza era una piscina sin barandillas, por lo que si te bañabas mirando al mar, el final de la piscina se confundia con el mar, creando un efecto de increible belleza.

Aquella piscina nos estaba llamando asi que nos desnudamos y fuimos de cabeza al agua! Allí pasamos algo asi como una hora y al salir, aun estando los 5 completamente desnudos, nos dimos cuenta de que las maletas no estaban!

- Nos han robado las maletas, mierda !!!

Oí que Marta se descojonaba con Luis y justo en aquél momento apareció un joven camarero con limonadas para todos. Estabamos todos en bolas,

asi que nuestra primera reacion fue de pudor, pero vimos que Marta, supongo q para normalizar la situación, se acercó tambien desnuda al camarero y le dijo - Gracias, - cogiendo una de las limonadas.

Todos nos relajamos y cogimos nuestros refrescos, mientras mirabamos a  Marta que, riendo, dijo, : "Alguna sorpresa me tenia que guardar, no?"

La tarde pasó y, hasta que se hizo de noche nos la pasamos toda en la playa, correteando, jugando a derribar caballos y haciendo el chorras.

Era genial, porque teniamos toda la playa para nosotros.

Por la noche, Marisa, el joven camarero nos habia preparado una excelente  ensalada de verano. Nos la sirvió y se subió a su cuarto. Los tres chicos

bajamos en bañador y camiseta, pero las chicas llevaban solo pareos transparentes, de lo mas sensuales. La verdad, aunque hacia poco rato que las

habia visto desnudas, verlas asi me excitava cantidad, y pude ver que a Luis le pasaba lo mismo.

Tras estar charlando hasta la una y algo, subimos cada uno a su habitacion para dormir.

Habia pasado media hora que empezamos a oir ciertos ruiditos. Yo me desperté, me fuí a mear, y vi que los ruidos venian de la habitación de Luis y Marta.

Me acerqué y pude ver que tenian la puerta medio abierta. Me alucinó ver lo que encontré dentro : Luis, Marta y el camarero se estaban montando

un trio de lujo! Luis tenia a su mujer cabalgandole en el nabo i al camarero detras, tambien empujando, probablemente por el culo... Los tres estaban de espaldas a la puerta, asi q no me veían. Me estaba poniendo super-caliente, asi que no lo resistí : me la saqué y empecé a masturbarme.

Llevaba poco cuando me giré y vi a Ines tambien en el pasillo, desnuda y mirandome medio riendo. Avergonzado, y con el pene en la mano no supe qué

decir. Ella me hizo silencio con un dedo sobre los labios, me cogió y se me llevó direccion a mi cuarto. Yo no entendia nada, pero me dejé llevar.

Entramos en mi cuarto y Inés encendió la luz, lo que despertó a Raquel, mi esposa.

- Queee passaaa? - dijo medio dormida

- Nada , que Luis y Marta se han montado un trio con el camarero y tu marido y yo, nos hemos puesto cachondissimos y hemos pensado que no vamos a ser menos nosotros, no?

Yo me quedé de piedra! Habia mucha confianza entre nosotros, pero esto pasaba todos los limites. Empece a dar explicaciones balbuceantes, pensando que mi mujer me armaria el cristo, pero al contrario. Se acercó y quitandose el pijama dijo :

- Ven aqui, tontin? Que se ha puesto cachondo mi neneee?

Y me bajo los pantalones, agarrandome la tranca con la boca. Ines, sin decir ni pio, se arrodilló tambien y me empezo a pegar lenguetazos a la punta, a

los huevos, a la boca de Raquel ...

No lo resistí mas : cogi a mi mujer y a ines, abrazandolas cada una con un brazo, por la cintura y medio jugueteando, las arrojé a la cama y salté sobre

ellas. Durante un rato probé de todo a lenguetazos: las inmensas tetas de mi mujer, los duros pezones de Ines, su rajita depilada, el ojete de mi Raquel.

Ellas, se iban poniendo y no paraban de frotarme la polla.

- No lo resistiré mucho mas! - dije, y mi mujer reaccionó poniendose mi polla dentro. Mi mujer en la cama es muy activa, pero aquello era salvaje. Mientras,

Ines sentada en mi cara, le acariciaba el coño a raquel y de rebote, mi polla.

Me pegue la gran corrida y noté como se corrio tambien raquel.

- Solo quedas tu, dijo Raquel a inés. Inés estaba de 4 patas, y mi mujer se le coló por debajo y empezaron a hacer un 69. Ines no dejo escapar ni una gota

del semen q iba saliendo del coño de raquel,fruto de mi reciente corrida. La escena me puso de pie nuevamente, asi q me acerqué a la cara de mi mujer. Ella

escupió en mi polla i la empezó a frotar contra el ojete de Ines, que soltó

- petame el culo, cabron ! - no lo dudé. La embestí hasta el fondo. Mis huevos iban rebotando en la cara de mi esposa, que le comia afanosamente el coño a su amiga. Como ya me habia corrido una vez, esta segunda tardaria un poco mas, lo que me permitio recrearme, no paraba de metersela en el culo, sacarla, ponerla en su coño, darle de comer a mi mujer, volver a meterla en el culo...

Esto era de lo mas excitante, asi que al cabo de poco me empezaron a venir ondadas de placer y no pude mas : solté mi ultimo chorro de leche en aquel culo que me tenia atrapado.

Nos quedamos los tres en reposo exhaustos, y Ines se quedo a dormir con nosotros.

La mañana siguiente, bajamos todos a merendar y el camarero ya nos tenia preparado un excelente desayuno. Merendamos los 6 como si nada, pero ya empezaron las coñas de "vaya escandalo se oia esta noche desde la habitacion" y similares. El camarero tambien se reia...

Bajamos a la playa. Cuando llevabamos un rato tomando el sol, bajo tambien el camarero, desnudo y se tumbó con nosotros. Nos pusimos a hablar, era muy majo, el tio. Parece que no era el primer finde q lo dedicaba a darle "servicio integral" a Marta y Luis.

De pronto, Luis que llevaba un rato hablando con Ines, se puso como a cuchichear y reirse, y me pareció que ... SI, SI ! LE ESTABA COGIENDO EL RABO !! De pronto y sin ningun tipo de corte, se puso a comerle la polla ! Ines le estaba comiendo la polla al marido de su amiga Marta, allí al aire libre, delante de todos !!!

Su mujer lo vió, y lo que hizo fue acercarse a mi mujer y a mi, y le dijo a ella :

- ME lo prestas, que veo que aqui se esta montando un baile y no quiero quedarme sin pareja !

Yo miré a mi mujer con complicidad y le dije :

- Me parece que a ti te va a tocar bailar con el camarero.

Total, que Marta se me empezo a follar y, mi mujer se tiró de cabeza al nabo de aquel joven camarero que, todo hay que decirlo, tenia un pollon considerable.

Aquello fue brutal, alli a plena luz del dia, los 6 follando, delante nuestros maridos y nuestras esposas, todos desaparejados !

Nos fuimos corriendo, todos bastante seguido, y así nos quedamos, tomando el sol. El camarero subió a prepararnos la comida y algo mas, pero esto ya es otra historia.