Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Relato
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Relato
Categoría: Varios

Sexo oral a un hombre maduro

~~Hay mujeres jóvenes que nos da morbo estar con hombres mayores o comúnmente llamados maduros y practicar sexo de todo tipo, en este relato se detalla precisamente sexo oral a un hombre maduro.

 

Me llamo Laura y soy una treintaañera bastante clara para la vida en general, tengo las cosas muy claras y según mis amigas no me corto un pelo en nada.

Una buena mamada gusta tanto al hombre como a la mujer.

Las cosas cotidianas aburren...

Era una tarde-noche de febrero, me encontraba esperando el autobús en una parada cercana a mi trabajo, aburrida de esperar miraba a las personas que habían a mi alrededor sin dar demasiada importancia a lo que veía, hasta que de repente se acercó a aquella parada un hombre cuarentón de buen porte y bien trajeado, se notaba un ejecutivo bien cuidado y de buena posición económica.

No se la razón pero no paré de curiosear y mirarlo, por supuesto fantaseaba con él en mi subconsciente.
 Yo me consideraba una chica bastante resultona para los hombres y normalmente no se me escapaba ninguno que yo quisiera que se me escapara.

 

Los hombres maduros algunos son interesantes.

Hombres maduros con morbo...

El madurito en cuestión, era alto, con buen físico y bastante atractivo la verdad sea dicha.
 Si mis amigas me vieran dirían que estaba loca por fantasear con alguien bastante más mayor que yo, pero que diablos la vida es joven....

En la espera del autocar, no parábamos de mirarnos continuamente y de sonreirnos de vez en cuando.
 Se notaba que había feeling entre los dos, y algo de atracción, eso es algo que una mujer detecta enseguida.
 Para romper el hielo e intentar adelantarme a la situación, le pregunté sin más:


Perdone, ¿sabe cuando pasan los autobuses?
 Si creo que el nuestro estará a punto de llegar.

Dicho y hecho, a los dos minutos aproximadamente llegó el autobús, todos los allí presentes nos subimos y nosotros nos dirigimos como un resorte a la parte final del autocar donde habían dos asientos libres. Coincidencia o premeditación, yo más bien diría que sabíamos que iba a ser más que un coqueteo, sabíamos a lo que íbamos.


Contenido VIP Relatos Eroticos
Ya aposentados en nuestros sitios, comenzamos a charlar de forma amigable y cómplice, como si nos conociéramos de toda la vida, muchas risas y roces de manos, incluso nos las cogiamos con disimulo.

 

Una felación de una mujer es de lo mejor que puede pasarte en esta vida.
 Eran momentos de alta tensión, sabíamos perfectamente que aquello iba a concluir de otra manera que no era charlando solamente.

En un momento de la conversación, jorge que así se llamaba mi amante secreto, se abalanzó sobre mí e intentó besarme, yo aparté la cara y riéndome le dije que no en voz baja.

Él no cesó en su intento y siguió besándome el cuello hasta que yo bajé mi guardia pretoriana y nos besamos finalmente con intensidad, fue un morreo en toda regla.
 Jorge estaba muy empalmado y yo muy cachonda.

Como en la parte final de l autobús no había nadie salvo nosotros dos, me agarró de la cabeza y la bajo hasta sus pantalones invitándome a que le hiciera una mamada, a lo que yo accedí sin rechistar cuál sumisa japonesa.

Era un escenario muy morboso, autocar en marcha, gente subiendo y bajando, nosotros a lo nuestro disimuladamente...

Fantasías sexuales...

Jorge tenía un miembro bastante generoso que apenas me cabía en la boca, mientras se lo chupaba fervientemente, me había desabrochado mi pantalón y me masturbaba a su antojo con su mano.

Después de un buen rato se corrió en mi boca y yo también me corrí toda ya que estaba muy caliente. Me limpié la boca y labios con un pañuelo al mismo tiempo que limpiaba su enorme pene, nos incorporamos y nos preparamos para bajar del autobús que estaba a punto de llegar a la parada de Jorge.

Bajamos los dos juntos y me invitó a subir a su casa a tomar una copa y charlar un poco de lo acontecido.

Ya dentro de su piso no dio tiempo a abrir la boca, Jorge que le había gustado me atrapó en vilo como si fuera una presa y me llevó al sofá donde alocadamente me desnudó y me folló brutalmente como si se acabara el mundo, los dos gritábamos de placer como posesos, eran momentos que nunca hubiera imaginado en mi vida pero de los que disfruté como una perra.

A los pocos minutos de follar nos corrimos al mismo tiempo sin esperar nada ni cambiar de postura.
 Reposamos un rato en aquel sofá negro de terciopelo, tomamos una copa tranquilamente y algo desde dentro de mi me pedía más, era un deseo irrefrenable que no podía controlar y me puse de rodillas frente a él como si fuera su puta, comencé a lamerle su pene que olía a sexo salvaje y aún sabía a leche caliente.

Me la metía dentro de la boca y la sacaba con suavidad, recorriendo con gran arte cada cm de aquel enorme falo.

Jorge gritaba extasiado, yo quería sacarle hasta la última gota de semen y llevármela de recuerdo.
 A los pocos instantes de aquella placentera mamada, Jorge me agarró fuertemente con sus manos la cabeza y se corrió de nuevo dentro de mi boca.

Después de aquella última corrida, me aseé en el baño y me despedí de él no sin antes darnos nuestros respectivos móviles.


Desde aquel día, más de una tarde hacemos en la parada del autobús como si no nos conociéramos, y damos rienda suelta a nuestra imaginación...

Datos del Relato
  • Categoría: Varios
  • Media: 0
  • Votos: 0
  • Envios: 0
  • Lecturas: 1376
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 18.224.63.61

0 comentarios. Página 1 de 0
Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Relatos: 37.913
»Autores Activos: 2.207
»Total Comentarios: 11.830
»Total Votos: 511.744
»Total Envios 21.927
»Total Lecturas 99.284.709
Últimas Búsquedas