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Categoría: Confesiones

Por poco estoy en líos además no me dí cuenta de lo que hacía yo y más 2

Otra vez, soy invitado igualmente nuevamente visito hoy domingo al mediodía a la casa de la guapa amiga Laly. Ofreciéndome un merecido almuerzo para chuparme los dedos, una macarronada con albóndigas, con salsa de tomate espesa con mucho perejil acompañado por un excelente vino suave.

Le habló cuánto me gusto y saborearme cada uno de mis dedos. Especialmente las albóndigas me dejaron sin palabra y respiración alguna, reacciona Laly al echarse a reírse y mostrarme está sonrisa espectacular de cachete a cachete; que me pide no me hagas sonrojarme por tus halagos y piropos. Acuérdate bien que tengo novio y solamente soy tu amiga y compañera de trabajo hoy día en la misma universidad, que solo te veré con cariño y amistad sinceramente.

Laly y yo vamos a fregar todo lo que fue el mismo almuerzo al ser caballeroso y gentil que le seco y guardo en persona todo en su sitio; me acomodo en su sala mientras ella se va a ducharse y relajarse; yo no puedo evitarme, resistirme, controlarme, contenerme, abstenerme, reprimirme, respetarla, en fin tiene su lavandería de uniforme doblados todos tengo el atrevimiento de tomar una de las faldas del uniforme de Laly recién doblada y lavada; del septo de la lavandería en el sillón quedo oliéndola, de ahí, restregándomela por todo mi rostro. Obviamente zurrándomela contra mi verga erecta en que la pongo en la alfombra de la sala en que me bajo los pantalones y calzoncillo que ando masturbándome con la verga erecta y grande, que le doy y le doy, al cabo chorreo grandes cantidades industrializadas de mucho polvo ensuciándola y pringándola; no me percato que Laly ha salido de su recamara, muy enfurecida, incluso fruncida de su mismo rostro, al apretarse la mano contra la pared molestándose pero pensándolo y analizándolo, ve que es mi idilio que nunca podre concretarla ni protagonizarla. No le llama la atención, ni le dice nada, ni tampoco lo descubre, al meterse a su recamara esperando hasta que termine y arregle el desastre, se reúne conmigo para seguir disfrutando de mi presencia como invitado el resto de la tarde del domingo, y mucho más yo con la guapa amiga Laly y viceversa.
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