Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Relato
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Relato
Categoría: Varios

Mis inicios

~~Desde que estaba en sexto de primaria, con escasos 12 años, mi cuerpo se desarrollo mas rápido que las demás niñas de mi edad, lo que ocasionaba que los maestros y mis amigos me miraran con cierta lujuria ya que mis pechos y mis paradas nalguitas eran el centro de atención de todos ellos, cuando salíamos a deportes y usaba short, podía sentir la mirada de mis compañeros y del mismo profesor en mis piernas, en mis nalgas y en mis pechos, que aunque no muy grandes si lo eran para la edad que yo tenía.
 Don Armando era el dueño de la papelería del barrio y muchas veces me pedía que le ayudara a acomodar cosas, siempre en el último anaquel para que yo subiera a una pequeña escalera y él desde abajo me pasara las cosas que acomodaría, aunque la verdad lo hacía para verme los calzones y aspirar el olor de mi colita.
 Cuando pasé a secundaria mis pechos habían crecido más y un maestro de deportes que estaba bien guapo me dio la primera mamada de tetas en la bodega del material deportivo, él nunca supo que si me hubiera pedido las nalgas yo se las habría dado, a pesar de todo yo seguía virgen, nadie me la había metido aún a pesar de ser súper caliente.
 A la edad de 17 años y ya estudiando en preparatoria rompí un vidrio y lo tendría que pagar, era mucho dinero y no quería que mis padres lo supieran así que recurrí a Don Armando.
-Don Armando podía prestarme 200 pesos, por favor…me urgen….si?-
Él se quedo pensativo y mirándome fijamente me dijo
-¡No te los voy a prestar…te los voy a regalar pero con una condición¡-
Al momento me imagine lo que me pediría ya que el muy malvado siempre me chuleaba mis tetas o mis nalguitas diciendo que algún día serían suyas, que desde niña yo estaba bien rica.
-¿Cuál condición?- pregunte yo a la defensiva.
-¡Que me prestes tus calzoncitos¡¡-
 -¡Pero como cree Don Armando¡¡ ¡yo soy una niña decente¡- dije yo confundida por tal petición, - Como quieras, pero esa es la condición-, replico él.
-¿Para que los quiere?-, pregunte, pero él no contestó, y después de pensarlo le dije.
-Está bien, voy a la casa por unos calzones y se los traigo-, dije resignada
-¡No, yo quiero los que tres puestos¡-
 -¡Pero Don Armando, vengo de la escuela y los traigo muy sudados, además como voy a llegar a la casa sin calzones?
-Si quieres el dinero pasa atrás , te quitas los calzones y me los dejas en la mesita que esta ahí-
 -¿Pero me los va a devolver verdad?, ¿no se los va a enseñar a nadie?
 Yo venía de la escuela con mi uniforme el cual era de falda por lo que no batalle para quitarme los calzones y dejárselos en la mesita quedando de pasar por ellos en la tarde, salí de ahí con el dinero pero sin calzones.
 Mas tarde regrese por mis calzones y él me hizo pasar a la parte de atrás donde estaban mis calzoncitos rositas, cuando los tomé sentí que estaban húmedos y al verlos bien pude ver que estaban llenos de semen, y le pregunte sobre aquello y él muy cínico dijo.
-¡Primero los olí y me masturbe con ellos, cuando me vine lo hice en tus calzoncitos, me limpie la verga con ellos¡-
Salí de allí con mis calzones llenos de leche, en el camino los fui tocando y me gusto sentir el semen en mis dedos.
 Tiempo después Don Armando me pidió que lo masturbara y a cambio me daría dinero, lo hizo cuando supo que yo ya era mayor de edad, accedí y un día lo masturbé y él me obligo a mamarle su verga, salí de ahí sin calzones, llena de leche y con el sabor de sus mecos en mi boca, pero con dinero.
 Para ese entonces yo ya era su mamadora oficial, hasta que me pidió las nalgas.
-¡Quiero meterte la verga¡-,dijo el secamente
-¡No, yo se la mamo y me como sus mecos pero quiero llegar virgen al matrimonio¡-
 -¡Eso tiene solución, te la meto por el culito¡-
 -¡Usted está loco, como cree que voy a aceptar eso?- Dije mientras me limpiaba la cara toda salpicada de su leche.
-¡piénsalo¡ ¿ y si vienes mañana es porque quieres que te estrene por atrás?
 Y estuve pensando y al otro día ya estaba en la parte de atrás de la papelería lista para que Don Armando me desvirgara mi colita.
 Fueron muchas las veces que Don Armando me la metió por atrás, empinada, sentada en su verga, acostados, en su casa, en la papelería, en todas partes me cogió, pero siempre por atrás, así que cuando me case, llegué virgen a mi matrimonio y mi marido me felicito por ser una mujer pura y decente aunque nunca supo que el mismo día de la boda por la mañana, Don Armando me lleno de leche mi colita y así estuve toda la ceremonia y la fiesta, escurriendo mecos de Don Armando, manchando mis calzoncitos blancos y mi vestido de novia, a la fecha ese vestido guarda las manchas de semen de mi última cogida por atrás con Don Armando.

 

Datos del Relato
  • Categoría: Varios
  • Media: 10
  • Votos: 1
  • Envios: 0
  • Lecturas: 2364
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 3.143.9.115

0 comentarios. Página 1 de 0
Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Relatos: 37.843
»Autores Activos: 2.203
»Total Comentarios: 11.826
»Total Votos: 511.804
»Total Envios 21.937
»Total Lecturas 93.975.994