Despues de haberme cojido a un sobrino de 15 años y que un negro me partió el culo en la calle (ver cuentos de "el cubano" en otras categorias), y de ir a las casas de citas buscando a cualquiera que me perfore el culo, mi matrimonio fue de mal en peor.
No queria ni besar a mi mujer porque no me llamaba la atencion nada que no fuera dar el culo.
En estos dias mi hijo se apareció en casa con un perro que se encontró en la calle, yo me opuse a tener el animal en casa, pero fue tanto la súplica del niño que mi mujer y yo no nos quedó mas remedio que aceptarlo.
Una tarde de sabado, yo tenia que hacer algunos arreglos en la casa y mi mujer se llevó a los niños al cine, alli estaba yo sudoroso y cansado, con ganas de salirme a buscar a alguien para que me cojiera rico.
El perro andaba deambulando por la casa, no era muy grande, pero tampoco pequeño, tenia el lomo amplio y fuerte y el hocico grande.
Yo fui al baño a orinar y el animal fue tras de mi, cuando saqué mi polla él se acercó y le dio un lenguetazo, y otro mas mientras yo orinaba... aquello me calentó mas de lo que ya estaba yo.
Cuando terminé me senté en una butaca y me quite los pantalones y lo llamé... el animal vino.
Yo abri las piernas y deje mi culo a su alcance... el perro comenzó a pasarme la lengua por el culo, por la polla que se paraba y se ponia mas dura por segundo, aquello era una delicia, creia que me iba a venir de un momento a otro, sobre todo cuando agarrandome la polla se la ponia para que pasara la lengua por la punta.
En eso me di cuenta de que su miembro estaba grandisimo, se le salia la punta roja de su funda.
Me bajé y le agarré el aparato y empecé a sobarlo, el perro empezó a gemir y a moverse como si se lo estuviera metiendo a una perra.
Yo no pude resistir la tentación, despues de todo lo que pasara alli iba a quedar en casa... le saqué afuera su picha que estaba enorme, me coloqué una almoahada debajo de mi culo y me monté el perro encima, el animal jadeaba como loco y movia su cuerpo topandome con su verga los huevos, los muslos, la espalda.. aquello era enorme, mas grande que cualquiera de las que me habia metido en mi vida.
Lo dirijí a mi culo, le agarré el aparato y lo clave con mis propias manos dentro de mi orificio caliente, y el perro puso sus patas alrrededor de mis caderas y comenzo el bombeo.
Jamas en mi vida habia sentido aquello asi, sentia su polla traspazarme el culo, romperme por dentro y él como un loco defenfrenado dándome duro.
Mi verga saltaba de gusto y meti un lechazo violento que lo embarré todo, y él seguia bombeandome sin parar, tanto fue asi que me empece a calentar de nuevo y esta vez con mas fuerza.
La sola idea de haber sido cojido por el animal me tenia frenético, me movia a su ritmo y pareciamos como locos, yo la perra dejandome dominar por el perro.
Le gritaba cosas.
"Párteme el culo perro rico"
Y él jadeando y babeandome la cara.
De pronto senti una bola atravezar mi culo y esto me hizo que me volviera a venir con mas fuerza que la anterior, soltando chorros de leche caliente que mojaron la alfombra donde estabamos follando.
Le apreté al bola con los músculos de adentro y senti el chorro de leche llenándome los intestinos.
Y se quedó alli enganchado sin poder salir, lo tuve que acariciar para que no saliera corriendo por toda la casa conmigo a cuesta, menos mal que su tamaño era lo sufiente pequeño para dominarlo.
Cuando por fin pudo salir se fue al patio y no aparecio en toda la tarde.
Con este descubrimiento me siento feliz cada vez que tengo que hacer algo en la casa y mi mujer decide que no me va a ayudar y que prefiere llevarse los niños al cine.