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Categoría: Infidelidad

MI BORRACHERA Y MI CUÑADA

El alcohol no es muy buen consejero cuando de mujeres se trata. Por un viaje tuve que ir a una ciudad cercana, ahí vive mi cuñada y su esposo. Ellos me hospedaron amablemente. Por mi visita abrieron una botella, mi concuñado y yo nos la tomamos entre conversación y conversación. Mi cuñada nos acompaño hasta cuando su marido se embriagó, me tocó cargarlo a su cama.



Salí a la sala nuevamente, no se porque se me ocurrió pedirle una copa más a mi cuñada, ella me dijo que si no estaba cansado, yo le dije que para seguir conversando y una copa con ella lo podía soportar.



Empezamos a conversar de varias cosas, ella me dijo que su esposo era muy malo para tomar que de aquí no se levantaba hasta la mañana siguiente y que ha ella no le quedaba más que dormir en la sala porque el era de muy mal dormir.



Le dije que mi afán no era incomodarlos que podía salir a buscar un hotel, yo me iba a quedar en el sillón. Ella dijo que tranquilo que podíamos compartir el sillón, mientras no roncara, solo me reí. Acabamos la copa ella fue a buscar unas mantas y a cambiarse para poder dormir. Yo mientras tanto me cambie, me puse mi pijama y me aliste a pasar una noche incómoda.



Llegó con un short y un top muy delicados, se veían unas tetas delicadas y un culo bien formado. Me dio a escoger el lado del sillón que más me gustara y apagó la luz. La verdad no nos podíamos acomodar. Entonces le dije que si quería recostarse en mis piernas, ella me lo agradeció, se recostó y se acurrucó.



En medio de la noche sin poder dormir muy bien sentía su respiración caliente y profunda en mi verga, no podía evitar la erección. Me sentía muy apenado. Ella no se si dormida o despierta puso su mano sobre mi verga erecta y la comenzó a rozar, yo no pude evitar meter mi mano bajo su top, sentía sus pezones muy duros y los comencé a presionar, sin pensarlo comenzó a lamer mi verga, yo perdí totalmente la cabeza y me acomodé para meter mi mano en su entrepierna, ella solo siguió con mi verga. Su chucha estaba muy caliente y húmeda, le metí los dedos y comencé a masturbarla, ella bajo mi pijama y comenzó a lamer mi verga directamente. La masturbaba con deseo y sentí como se corría en mi mano, la zorra se restregaba contra mi verga y sin poder evitarlo me corrí en su cara, ella lengüeteo mi verga hasta dejarla muy limpia.



Ella se acurrucó y nos dormimos, se levantó muy por la mañana y se fue a su cuarto. Yo me levanté muy confundido, no sabía que decirle.



Ella estaba en la cocina y yo entré, para mi sorpresa me saludó con una sonrisa, pregunte por su marido, ella dijo que aún dormía. Me senté y ella me sirvió un café, me miró y sin detenimiento me dio un beso, yo la caricié con ganas, ella me sobaba la verga, se escuchó un sonido en el cuarto, nos separamos por instinto, un minuto después entró su marido.



Estaba con una cara de resaca brutal, nos saludo tomó agua y se fue sin decir más.



Nos miramos con deseo, y ella me pregunto hasta cuando me iba a quedar, yo le dije que podía quedarme una noche más, ella me dijo que eso nos gustaría mucho a ambos...


Datos del Relato
  • Categoría: Infidelidad
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